Los r¨®tulos que recuperan la historia comercial de Madrid

El bar Lozano cerr¨® para siempre sus puertas un d¨ªa de diciembre de 2018. Llevaba abierto desde el 1975 en el n¨²mero 14 de la calle de San Joaqu¨ªn, y en casi medio siglo de historia no se pueden ni contar los minis de cerveza y kalimotxo que se sirvieron en su barra. El barrio de Malasa?a dijo adi¨®s a otro de sus bares de toda la vida, pero no todo se perdi¨®. El r¨®tulo blanco con las letras en relieve azul sigue brillando en la fachada del ic¨®nico Gruta77, como testimonio tenaz de la historia comercial de Madrid. El bar Lozano, la sastrer¨ªa Pajares, las l¨¢mparas Santiago, la fruter¨ªa S¨¢nchez y el restaurante Li son algunas de las Hijas de Rojas, una instalaci¨®n temporal del colectivo Paco Graco que homenajea los apellidos de los comercios familiares que han poblado la capital durante los ¨²ltimos 80 a?os.

Paco Graco tiene una misi¨®n que va mucho m¨¢s all¨¢ de la nostalgia de querer conservar los viejos r¨®tulos que durante a?os han modelado el aspecto de las calles de Madrid. ¡°Defendemos un patrimonio que cuenta una parte de la historia de la ciudad y sus vecinos y vecinas, y que deber¨ªa ser com¨²n. Nuestro objetivo es que ninguno de estos r¨®tulos acabe en el sal¨®n de alguien, en una tienda de anticuarios o en un basurero¡±, explica Jacobo Garc¨ªa, uno de los miembros del colectivo, junto a Guillermo Borreguero, Alberto Nanclares y Mercedes Moral. En estos ¨²ltimos siete a?os, Paco Graco ¡ªque viene a significar Patrimonio com¨²n de gr¨¢fica comercial¡ª ha logrado rescatar m¨¢s de 200 r¨®tulos y otros tantos elementos del mobiliario de los negocios hist¨®ricos que han bajado las persianas.

Despu¨¦s de la primera exposici¨®n temporal en el Centro Cultural Casa de Reloj de Arganzuela en 2019, su labor se dio a conocer y Paco Graco se convirti¨® en uno de los fundadores de la Red Ib¨¦rica en Defensa del Patrimonio Gr¨¢fico, que vincula 40 proyectos similares en 25 ciudades de Espa?a y Portugal. Desde entonces, la furgoneta de Borreguero, equipada de escalera y destornilladores, no se limita a recorrer las calles de Madrid: ha recorrido Espa?a de norte a sur ayudando a los peque?os comercios familiares, desde A Coru?a hasta el primer multicine de Sevilla.

Si no consiguen ponerse en contacto con el due?o del negocio, quitan el r¨®tulo antes de que sea demasiado tarde y dejan una nota donde explican sus buenas intenciones y se declaran dispuestos a devolverlo. ¡°Nuestro ¨²nico objetivo es proteger el patrimonio gr¨¢fico de nuestros barrios. Y si los r¨®tulos consiguen quedarse en la calle, mucho mejor. No hay mejor sitio para un letrero que en las puertas de un negocio¡±, afirma Borroguero.

O en la fachada de una sala de conciertos hist¨®rica como la Gruta 77. ¡°Hijas de Rojas¡± ¡ªel paso del tiempo no ha sido magn¨¢nimo con este r¨®tulo, que ha perdido para siempre la a de hijas¡ª re¨²ne 10 de los letreros de la extraordinaria colecci¨®n de Paco Graco en una instalaci¨®n dise?ada por el artista Javi Cruz, y que cuenta con la colaboraci¨®n de la Fundaci¨®n IED del Instituto Europeo di Design. Un verdadero ¨¢rbol geneal¨®gico que permite entender la herencia de Madrid a trav¨¦s de las historias de las familias que levantaron y habitaron los barrios de la ciudad.

Siempre al rescate

El ¨²ltimo letrero que han conseguido salvar es el de la hist¨®rica cafeter¨ªa Hontanares, en la avenida de Am¨¦rica, que se despidi¨® de sus fieles clientes despu¨¦s de 54 a?os a causa de las p¨¦rdidas econ¨®micas por la pandemia del coronavirus. Tardaron meses en conseguir ponerse de acuerdo con el due?o del local, la comunidad de vecinos, el jefe de obra y con la nueva gesti¨®n ¡ªel bar con la barra m¨¢s larga de Espa?a est¨¢ a punto de convertirse en un VIPS¡ª antes de poder hacerse con el r¨®tulo rojo que ha iluminado los desayunos, comidas y copas de miles de madrile?os y turistas de paso por la estaci¨®n de Avenida de Am¨¦rica.

¡°Se ha convertido en una verdadera obsesi¨®n¡±, reconoce Garc¨ªa, que a¨²n recuerda con viva emoci¨®n su primer rescate en la calle de los Estudios, en el barrio de La Latina. ¡°Eran dos comercios que estaban uno al lado del otro. Una carnicer¨ªa que se llamaba Folgado, y una tienda de dulces, Bocacho, que estaba por bombones, caramelos y chocolate¡±. La clave del ¨¦xito para ellos est¨¢ en la afici¨®n por los largos paseos exploratorios por la ciudad y en la ayuda de los muchos que los conocen y les env¨ªan mensajes por WhatsApp para avisar de un posible r¨®tulo en peligro de extinci¨®n.

Durante una de las ¨²ltimas rondas descubrieron que el r¨®tulo de la F¨¢brica de Churros y Bu?uelos de la calle de Santa Teresa se hab¨ªa deteriorado notablemente desde Filomena. El colectivo contact¨® con la familia que regenta la churrer¨ªa desde hace m¨¢s de 40 a?os y, gracias a la colaboraci¨®n de Rotulaci¨®n a Mano, acord¨® la restauraci¨®n del letrero en vidrio color verde carruaje. Este jueves 27 de enero, Paco Graco celebrar¨¢ junto a todos los vecinos la recuperaci¨®n, con una chocolatada con churros a las once de la ma?ana en la puerta de la f¨¢brica. La fiesta de los r¨®tulos seguir¨¢ por la tarde en Carabanchel, con el encendido de Hijos de Rojas a las siete de la tarde y un concierto en la sala Gruta77.

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