Danza en bucle
Aracaladanza rinde homenaje al teatro en su nueva y deslumbrante producci¨®n ¡®Loop¡¯, estrenada anoche en Teatros del Canal
Es como un bucle. Empieza cuando acaba o quiz¨¢ acaba cuando empieza. Sube el tel¨®n y suenan los aplausos. Los bailarines entran, saludan, se van¡ y entonces los t¨¦cnicos desmontan los artilugios de la ilusi¨®n esc¨¦nica. El teatro se va despojando de toda su maquinaria y cuando ya no queda m¨¢s que la caja negra, es cuando Enrique Cabrera, director de la veterana compa?¨ªa para p¨²blico familiar Aracaladanza, arranca Loop, su nueva y sofisticada creaci¨®n, estrenada anoche en los Teatros del Canal ante un p¨²blico ¨Cde todas las edades posibles- que, con su ovaci¨®n final, pareci¨® caer rendido ante los indiscutibles encantos de este homenaje al recinto del teatro, que parece querer decirnos que a¨²n despu¨¦s de la representaci¨®n, el escenario es un espacio que, por cuenta propia, sigue produciendo magia.
El que fuera equipo t¨¦cnico desmontando la escena ahora se desvela danzante y entonces se suceden a ritmo trepidante aunque no agobiante una cadena de situaciones diferentes pero perfectamente encadenadas, que solamente pueden tener l¨®gica en el espacio esc¨¦nico y expresarse a trav¨¦s de la danza, disciplina que articula pero no domina toda la propuesta, porque aqu¨ª hay (buenos) golpes de efecto, humor inteligente, teatralidad, momentos entra?ables, no pocas sorpresas, bastante absurdo y ninguna historia, lo que familiariza a ni?os y adolescentes con una narrativa no convencional ubicada en las ant¨ªpodas del cuento tradicional pero muy cerca de las formas actuales de la danza. Y en este aspecto, s¨ª que es did¨¢ctica.
Pero por todo lo dem¨¢s, es m¨¢s bien l¨²dica, como ya lo fuera Play, la anterior coreograf¨ªa del colectivo madrile?o, con la que esta nueva creaci¨®n aparece hermanada. Enrique Cabrera es due?o de una muy personal noci¨®n del espect¨¢culo que comenz¨® a gestarse hace muchos a?os en su Argentina natal, donde se inici¨® en el teatro de objetos, una pr¨¢ctica que, aunque ahora coreografiada, perfeccionada, depurada, magnificada y personalizada, sigue estando presente y manteniendo su esencia. Su danza se activa y se hace eficaz siempre desde la interacci¨®n con objetos y artilugios de todo tipo, tama?o y textura.
Convierte colchonetas en un gigantesco juego geom¨¦trico, infla los trajes con aire convirtiendo a los bailarines en una vi?eta de c¨®mic desternillante y disparatada, monta una suerte de cabaret (literalmente) brillante desde sillines rodantes¡ la imagen potente y a gran escala est¨¢ siempre ocupando la escena y los cinco bailarines, sin perder rango ni categor¨ªa, son a la par precisos manipuladores de esos objetos y responsables de las transformaciones constantes del espacio esc¨¦nico.
Una familia
No hay rebuscamientos en Loop. La dramaturgia es sencilla y directa, las intenciones claramente identificables. Aplica rigurosamente las reglas cl¨¢sicas del quehacer coreogr¨¢fico pero el ingenio, la desbordante creatividad y el certero sentido del espect¨¢culo, la hacen lucir novedosa, eficaz y tremendamente entretenida para toda la audiencia. No es f¨¢cil, y es una conquista en casi todas las producciones de Aracaladanza, seducir al un¨ªsono y por igual a los grandes y a los peque?os del p¨²blico.
Pero no va solo en esto Enrique Cabrera. Ha sabido formar familia con un equipo de talentos que le ha sido fiel a lo largo de los a?os y en sucesivas producciones. No puedes montar un espect¨¢culo con las ambiciones de Loop si te preocupas solamente de la coreograf¨ªa y no aciertas en todo lo dem¨¢s que compone la escena: los trajes, la creaci¨®n del espacio esc¨¦nico o la m¨²sica. Sus cinco bailarines parecen honestamente comprometidos y lanzan oleadas de buena energ¨ªa a la platea. El vestuario y espacio esc¨¦nico de Elisa Sanz acierta en el cuidado crom¨¢tico, deslumbra con sus brillos y sobre todo, no se excede, algo que suele ser muy frecuente en la danza para ni?os. Luis Miguel Cobo, desde la m¨²sica, tambi¨¦n huye de los t¨®picos infantiles y nos permite cabalgar sobre una seductora gama sonora que va del lirismo al desmelene, y aunque m¨¢s discreta, la precisa intervenci¨®n de los v¨ªdeos de ?lvaro de Luna ponen marco tecnol¨®gico y acabado de modernidad a la propuesta.
Loop supone un acierto y m¨¢s de un pelda?o arriba en la ya notable trayectoria de Aracaladanza.
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