Una sumisi¨®n qu¨ªmica grabada por las c¨¢maras: detenidos ocho hombres por drogar a dos chicas en una discoteca de Madrid

Faltaba poco para la Navidad, dos chicas salieron ese 20 de diciembre para pas¨¢rselo bien y entraron a la discoteca Tiffany¡¯s de Madrid. Bailes, copas y risas. Un grupo de chicos que hab¨ªa contratado un reservado para aquella noche se fij¨® en ellas. Lo malo es que ellos ten¨ªan una concepci¨®n equivocada de lo que es pas¨¢rselo bien. Las invitaron a tomar algo, ellas aceptaron y poco despu¨¦s comenzaron a encontrarse mal, hasta el punto de que ambas se desmayaron. Dos meses despu¨¦s, ese grupo de ocho hombres ha sido detenido y est¨¢n acusados de abusos sexuales. La Polic¨ªa Nacional de Madrid asegura que es la primera vez que se ha podido imputar a unos autores en concreto una sumisi¨®n qu¨ªmica en un caso de abusos.

La investigaci¨®n se sustenta en tres ejes: las pruebas toxicol¨®gicas, las grabaciones del establecimiento y la declaraci¨®n de un testigo. Los an¨¢lisis confirmaron que las v¨ªctimas presentaban en su organismo altas dosis de ¨¦xtasis y metanfetamina. En las cintas de seguridad que apuntan a la entrada de la discoteca, situada en el distrito de Chamart¨ªn, se observa c¨®mo las chicas est¨¢n desorientadas, se tambalean y las dos llegan a desvanecerse. Los empleados de seguridad tienen que sujetarlas y avisan a los servicios de Emergencias. Cuando se recuperaron, las chicas aseguraron que hab¨ªa momentos de la noche de los que no recordaban nada. En esas grabaciones, se observa tambi¨¦n c¨®mo este grupo de j¨®venes de entre 24 y 30 a?os aprovecha ese momento de indefensi¨®n para tocarlas en diversas partes del cuerpo.

Las chicas de 18 y 19 a?os, ambas espa?olas, afirmaron que ellas no hab¨ªan consumido ning¨²n tipo de droga. En el trascurso de las investigaciones, un testigo confirm¨® que el grupo de j¨®venes era el que hab¨ªa introducido los estupefacientes en las copas de las v¨ªctimas. ¡°Podemos decir que tenemos confirmado 100% que es un caso de sumisi¨®n qu¨ªmica¡±, especifican fuentes policiales.

En otros casos, es dif¨ªcil acreditar el uso de drogas en este tipo de denuncias porque las sustancias desaparecen r¨¢pido del organismo, o al menos, antes de que los servicios sanitarios puedan llevar a cabo una prueba de t¨®xicos. Tambi¨¦n sucede que, una vez que la v¨ªctima es atendida por los sanitarios y los an¨¢lisis confirman la existencia de droga en su organismo, es imposible determinar qui¨¦n la ha metido en la copa. Adem¨¢s, el estado en el que quedan las v¨ªctimas, hace imposible determinar a ciencia cierta qu¨¦ les ha sucedido en esas horas de inconsciencia. En esta ocasi¨®n, si no fuese por las c¨¢maras, habr¨ªa sido imposible probar que en ese momento de indefensi¨®n, los hombres aprovecharon para abusar de las chicas. Las dos tuvieron que permanecer ingresadas en el hospital 24 horas.

An¨¢lisis

Los an¨¢lisis a las v¨ªctimas suelen llevarse a cabo en los casos de violaci¨®n, no tanto cuando hay una sospecha de abuso. Seg¨²n el Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa y Ciencias Forenses en uno de cada cuatro casos de agresi¨®n sexual en 2020, las v¨ªctimas estaban en un estado de inconsciencia o semiinconsciencia por sumisi¨®n qu¨ªmica. En el caso de las chicas de la discoteca que fueron v¨ªctimas de tocamientos indeseados, sin que quedaran restos biol¨®gicos de los agresores, cobra especial relevancia que se haya podido probar qui¨¦n introdujo las sustancias en sus bebidas.

El grupo del reservado aprovech¨® el barullo para escapar del lugar en el momento en el que la ambulancia acudi¨® a la discoteca para trasladar a las j¨®venes al hospital. ¡°La colaboraci¨®n de Tiffany¡¯s ha sido fundamental a la hora de recabar pruebas y poder acreditar la sumisi¨®n qu¨ªmica¡±, atestiguan fuentes policiales. Los arrestos de los ocho hombres, todos espa?oles salvo uno de nacionalidad marroqu¨ª, se produjeron a principios de este mes. Est¨¢n acusados de delitos contra la libertad sexual, contra la salud p¨²blica y de lesiones. Dos de los arrestados tienen antecedentes penales por robo con violencia y falsedad documental.

Esta vez, con las pruebas cient¨ªficas y las grabaciones, la investigaci¨®n ha permitido probar cada uno de los pasos que dieron los hombres del reservado para aprovecharse de las chicas.

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