La ¡®ley ¨®mnibus¡¯ de Ayuso eleva la opacidad alrededor de las decisiones de los altos cargos
La norma que prepara el Ejecutivo incluye una reforma de la normativa de transparencia, que se aprob¨® sin el PP en 2019
¡°?No a la ley ¨®mnibus!¡±. Las pancartas y los gritos se suceden el s¨¢bado en la Puerta del Sol, cuando miles de personas se manifiestan contra un proyecto del Gobierno de Madrid que incluye m¨¢s de 40 cambios legales de calado en una sola votaci¨®n. Uno de ellos, como inform¨® EL PA?S, facilitar¨ªa que el PP y Vox se hagan con el control de la C¨¢mara de Cuentas, el ¨®rgano que fiscaliza los contratos y gastos del Ejecutivo. Otro modificar¨ªa la ley de transparencia, aprobada en 2019 con el voto en contra del PP, y gracias a la uni¨®n de PSOE, Cs y Podemos. Si la norma sale adelante, ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil saber con qui¨¦n se re¨²nen los dirigentes regionales antes de tomar sus decisiones. La reforma fue impulsada en diciembre, y coincide ahora en su tramitaci¨®n con la pol¨¦mica por la opacidad con la que se gestion¨® un contrato entre la Administraci¨®n y la empresa Priviet por el que el hermano de la presidenta gan¨® 55.850 euros.
¡°En ning¨²n caso de hace una redacci¨®n m¨¢s restrictiva (de la ley) e incluso se incorporan nuevas obligaciones para el personal incluido en el ¨¢mbito de la ley¡±, defiende un portavoz gubernamental. ¡°Son ajustes t¨¦cnicos que tratan de adaptar el texto a la realidad de la actividad administrativa, mejorar la imprecisi¨®n de parte de su articulado y resolver un conflicto competencial con la Administraci¨®n General del Estado [que reclam¨® eliminar la prohibici¨®n de contratar durante un a?o con las administraciones p¨²blicas de las sanciones de la ley vigente]¡±, a?ade. ¡°Toda la actividad p¨²blica deber¨¢ ser recogida en las agendas, salvo los encuentros de mera cortes¨ªa¡±, subraya sobre el punto m¨¢s pol¨¦mico.
As¨ª, la ley ¨®mnibus crea el concepto de reuniones ¡°de mera cortes¨ªa institucional¡±, que quedan exentas de la obligaci¨®n de ser publicadas: un agujero negro en el que caben muchas cosas, pues nada se detalla de las caracter¨ªsticas formales de estas citas, m¨¢s all¨¢ de que ser¨¢n ¡°no tendentes a influir en el proceso de elaboraci¨®n o dise?o de normas jur¨ªdicas o de elaboraci¨®n y aplicaci¨®n de pol¨ªticas p¨²blicas¡±.
Preguntado por este diario, el Gobierno especifica que ser¨¢n citas ¡°carentes de inter¨¦s p¨²blico, en los que no exista ni convocatoria formal, ni orden del d¨ªa¡±, pero eso no aparece en el proyecto. El Ejecutivo, adem¨¢s, pone como ejemplo breves reuniones de presentaci¨®n. Una falta de precisi¨®n que despierta dudas en la oposici¨®n.
?Recibir como representante de la Administraci¨®n a una persona interesada puede entrar en esa zona gris con la excusa de que no haya orden del d¨ªa, cuando nadie puede saber de qu¨¦ se hablar¨¢ durante el encuentro, ni qu¨¦ plantear¨¢ el visitante? ?Tambi¨¦n invitar a un cargo p¨²blico a un evento, o una charla, o un curso? Si es as¨ª, y no se conocen esas citas, ?qu¨¦ garantiza que en ellas no se produzcan conversaciones y contactos que influyan luego en la toma de decisiones del Gobierno?
Adem¨¢s, la reforma, de aprobarse, permitir¨¢ que los ¡°intermediarios¡± o lobbies se inscriban en el registro de transparencia sin declarar qui¨¦nes son sus clientes cuando su actividad responde a un contrato previo, lo que dificultar¨¢ que se sepa qu¨¦ intereses defienden ante la Administraci¨®n.
¡°La ley ¨®mnibus supone un importante retroceso en materia de transparencia, en un momento donde la ciudadan¨ªa demanda al sector p¨²blico una apertura cada vez mayor¡±, lamenta Alberto Oliver, diputado de M¨¢s Madrid, el partido que lidera la oposici¨®n. ¡°Siguen empe?ados en crear una figura jur¨ªdica destinada a permitir la discrecionalidad de los altos cargos a la hora de declarar con quien se mantienen reuniones¡±, detalla. ¡°Esto tiene varias consecuencias directas: menos rendici¨®n de cuentas y m¨¢s opacidad, menor control de la oposici¨®n y sobre todo aumenta la distancia existente entre gobernados y gobernantes¡±, a?ade. ¡°Justo todo lo contrario a lo que desde M¨¢s Madrid consideramos que se debe apuntar¡±.
¡°Hay un retroceso en la transparencia de las instituciones p¨²blicas, y una utilizaci¨®n que no tiene cabida de la ley ¨®mnibus, cuya motivaci¨®n son medidas para la recuperaci¨®n econ¨®mica¡±, coincide la portavoz adjunta del PSOE, Pilar S¨¢nchez Acera.
¡°Se trata de recortar al m¨¢ximo el control de la Administraci¨®n sobre qui¨¦n opera y contrata con la Comunidad de Madrid, en un momento en el que se ha puesto de manifiesto que precisamente lo que hace falta son m¨¢s mecanismos de control para evitar los desmanes de la presidenta D¨ªaz Ayuso¡±, ampl¨ªa Alejandra Jacinto, de Podemos.
La ley de transparencia fue un ¨¦xito conjunto de la oposici¨®n que tiene apenas tres a?os de vida. Corr¨ªa 2019. El PP estaba en descomposici¨®n: Cristina Cifuentes hab¨ªa dimitido por el caso m¨¢ster, y ?ngel Garrido presid¨ªa la regi¨®n sabiendo que no ser¨ªa el candidato para los comicios auton¨®micos. Entonces, Ciudadanos, PSOE y Podemos se aliaron para sacar adelante una normativa que ahora D¨ªaz Ayuso quiere modificar aprovechando un cambio dr¨¢stico del equilibrio de fuerzas.
Las elecciones del 4-M dispararon al PP hasta los 65 diputados, m¨¢s que toda la izquierda junta. Y eso le permite ahora buscar el apoyo de Vox para deshacer los acuerdos que no le gustan de las dos ¨²ltimas legislaturas, en las que su minor¨ªa parlamentaria se tradujo en un mayor margen de maniobra para la oposici¨®n. Primero fue la C¨¢mara de Cuentas. Y ahora, la ley de transparencia.
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