700 a?os de prisi¨®n para el pederasta de Instagram por enga?ar y abusar de casi un centenar de menores

Jos¨¦ ?ngel S. S., el pederasta de Instagram, ha sido condenado a casi 700 a?os de prisi¨®n por abusar sexualmente, mantener relaciones sexuales y grabarlas, distribuir contenido ped¨®filo y ciberacosar a casi un centenar de menores. Este hombre de 31 a?os mantuvo durante al menos tres una doble vida: era abogado y entrenador de f¨²tbol en la categor¨ªa de cadetes en un municipio del sur de Madrid, pero tambi¨¦n un peligroso depredador sexual de menores de 16 a?os. La Audiencia Provincial de Madrid ha encontrado probado a trav¨¦s de los testimonios de las v¨ªctimas, el contenido de los dispositivos y pruebas f¨ªsicas que mantuvo en repetidas ocasiones relaciones sexuales con penetraci¨®n con, al menos, siete chicos. Seg¨²n la ley, el m¨¢ximo tiempo que podr¨¢ permanecer en la c¨¢rcel son 30 a?os.

El condenado utilizaba el pseud¨®nimo de Lorena para comenzar el acercamiento con sus v¨ªctimas. Para ello, usaba la red social Instagram y la de mensajer¨ªa WhatsApp. Les promet¨ªa que har¨ªa un tr¨ªo con ellos, pero que para llegar a eso primero ten¨ªan que mantener relaciones con un amigo suyo, Jos¨¦, que era ¨¦l mismo. Muchos de estos encuentros los manten¨ªa en su oficina de trabajo y los grababa para luego almacenarlos y distribuirlos. Cuando la Guardia Civil le detuvo, encontr¨® en sus discos duros una ingente cantidad de contenido ped¨®filo.

Los contactos se produjeron entre 2015 y 2018. Los agentes bautizaron a la investigaci¨®n Kamikaze por el nombre de la cuenta de Instagram que Jose ?ngel empleaba para atraer a sus v¨ªctimas. Muchas de ellas llegaron a borrar las conversaciones de sus m¨®viles por verg¨¹enza, pero los investigadores accedieron a centenares de intercambios de mensajes, im¨¢genes y v¨ªdeos que cercaron al acusado. ¡°Jos¨¦ ?ngel enviaba al correspondiente menor fotos y v¨ªdeos de una chica menor de edad desnuda y masturb¨¢ndose, y a su vez solicitaba y obten¨ªa de los menores la remisi¨®n de fotos y de v¨ªdeos desnudos, centradas en sus genitales, y en muchas ocasiones masturb¨¢ndose¡±, recoge la sentencia, contra la que cabe recurso.

Durante el juicio, el ahora condenado reconoci¨® que ten¨ªa ¡°una desviaci¨®n¡± y pidi¨® perd¨®n por el da?o causado. Las pesquisas muestran c¨®mo su deseo iba en aumento con el paso del tiempo. Con varios menores, el n¨²mero de mensajes de contenido sexual supera ampliamente el millar, con uno de ellos se lleg¨® a enviar m¨¢s de 2.000 en apenas ocho meses. Muchos de estos adolescentes siguen arrastrando secuelas por los abusos, especialmente aquellos con los que los contactos se prolongaron m¨¢s en el tiempo. ¡°En muchas ocasiones, los menores minimizaron el significado y alcance de lo sucedido, para despu¨¦s, una vez que sus respectivos padres se pusieron al corriente y ya no se pod¨ªa seguir ocultando los hechos, lograran verbalizar la experiencia vivida y relatarla sin avergonzarse ni culpabilizarse¡±, recalca el fallo judicial. A algunos de ellos, los que se resist¨ªan m¨¢s a una cita para mantener relaciones, lleg¨® a ofrecerles cien euros o un m¨®vil de regalo.

Cuando la Guardia Civil le detuvo, Jos¨¦ ?ngel les entreg¨® dos terminales, pero dej¨® en casa el que los agentes andaban buscando. Poco despu¨¦s, pidi¨® a su padre que entregara a los agentes dicho m¨®vil para evitar un registro en el domicilio familiar. En ese momento se corroboraron las pesquisas de los agentes, cuando descubrieron todos los v¨ªdeos sexuales con menores que conten¨ªa la memoria del tel¨¦fono.

En registros posteriores, encontraron m¨¢s material tanto en su ordenador personal, como en otros dispositivos. ¡°El disco duro marca Intenso conten¨ªa 5.434 archivos de imagen y v¨ªdeo de contenido ped¨®filo¡±, especifica la sentencia. En estas carpetas fue donde hallaron un v¨ªdeo en el que se ve¨ªa al hoy condenado con un menor en su despacho del bufete. En la vista oral, Jos¨¦ ?ngel asegur¨® que no hab¨ªa borrado todo ese contenido porque necesitaba ¡°ser descubierto y detenido para no seguir cometiendo delitos¡±.

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