Ayuso ajusta sus cuentas pendientes con Almeida en el nuevo organigrama del PP de Madrid

Cinco d¨ªas antes del ¨²ltimo congreso regional del PP madrile?o, el luminoso auditorio de cristal del palacio de Cibeles acog¨ªa la entrega de las medallas de San Isidro. Fue un acto sencillo. Nada que ver con la pompa que caracteriza a los eventos organizados por la presidencia de la Comunidad de Madrid en el edificio central de la Puerta del Sol. Este, del Ayuntamiento, contaba con una pantalla grande, un decorado azul, rosquillas tradicionales, la presencia de los premiados ¨Del periodista Ra¨²l del Pozo, Andr¨¦s Calamaro, entre otros¨D y numeros¨ªsimas autoridades populares: Esperanza Aguirre, Alberto Ruiz Gallard¨®n, Ana Botella y Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano. Puro PP madrile?o. Sin embargo, m¨¢s all¨¢ de los premios e invitados, los focos se dirigieron mayoritariamente a Isabel D¨ªaz Ayuso, mucho m¨¢s que a Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida. A ella se arrimaban los numerosos concejales populares e incluso alguno y alguna de Ciudadanos. Hab¨ªa mucho nerviosismo en las filas populares. Faltaban solo cinco d¨ªas para el congreso regional del partido. Un nuevo organigrama interno estaba en juego. Todos quer¨ªan apurar sus opciones. Salir en la foto final. Susurrar a Ayuso sus posibilidades. Hay m¨¢s lobby en un c¨®ctel que en una reuni¨®n. Finalmente, el resultado ha sido estruendoso para los afines de Almeida. Si en la anterior c¨²pula regional contaba con hasta diez personas de su confianza, ahora solo tiene a tres. ¡°Podr¨ªa haber sido mucho peor¡±, cuenta una fuente del c¨ªrculo del alcalde.

Ayuso y Almeida, la dupla electoral popular que perdi¨® en las urnas en 2019 termin¨® gobernando contra todo pron¨®stico gracias a los votos de Ciudadanos y Vox, han mantenido siempre una relaci¨®n ¡°correcta y buena¡±, seg¨²n cuentan en sus entornos. Pero ¨Dtres a?os despu¨¦s de aquellos comicios¨D la batalla fratricida entre ambos por el control interno del PP regional en el ¨²ltimo a?o record¨® las peores ¨¦pocas populares. Tanto, que hasta Ayuso denunci¨® p¨²blicamente hace tres meses que altos cargos de su partido intentaron espiarla, que maniobraron contra ella con un ¨²nico objetivo: descabalgarla de su asalto al PP madrile?o. Los populares, con una presidencia interina desde la salida de la expresidenta Cristina Cifuentes en 2018, avistaban una tormenta incipiente en cualquier momento. Nadie dudaba de que hab¨ªa dos bandos. Almeida, que afront¨® esta crisis desde la barrera ¨Dy m¨¢s partidario de que ni ¨¦l ni ella presidieran el partido¨D; y Ayuso, que tras su aplastante victoria electoral del pasado 4 mayo aun¨® a sus diputados con el objetivo de asaltar la presidencia del partido a nivel regional. Si ya puso su pica en la Asamblea, hab¨ªa que colocar otra, m¨¢s potente, en G¨¦nova.

El intento de espionaje a Ayuso termin¨® de la peor manera posible. Un hurac¨¢n sin precedentes. El socav¨®n fue de tal calibre que culmin¨® con la salida fulminante de la c¨²pula nacional, de altos cargos del Ayuntamiento, y con la renuncia del propio Almeida a ser el n¨²mero tres del partido. El portazo m¨¢s sonado fue el del ¨ªntimo amigo personal del regidor madrile?o y hasta hace unos meses director general de coordinaci¨®n de la alcald¨ªa, ?ngel Carromero. De hecho, muchos en el Ayuntamiento creen que el alcalde entreg¨® su cabeza como un gesto de paz ante Ayuso. Juego de tronos interno.

Los tent¨¢culos de Carromero en el PP de Madrid eran infinitos. Una persona clave para entender el ecosistema del partido en la capital. La mayor¨ªa de concejales de Almeida le deben su puesto en la lista. ¡°Todos saben que la del 2019 la hicieron ?ngel Carromero, David Erguido [exsenador del PP e imputado en el caso P¨²nica] y Pablo Casado¡±, cuenta un alto cargo de entonces. ¡°Almeida y muchos de su lista se beneficiaron¡±. La de 2023 ya no la har¨¢ este conocido c¨ªrculo de amigos. Ser¨¢ elaborada por el equipo de Ayuso, cuyo primer movimiento ha sido desprenderse de gran parte del poder org¨¢nico que ostentaba el alcalde en el partido a nivel regional. ¡°Esto es una humillaci¨®n para Almeida¡±, cuenta otra voz con mucho peso en el partido. Soltar lastre como un ajuste de cuentas org¨¢nico, para unos. Un aviso a navegantes, para otros.

Para entender el giro org¨¢nico emprendido por Ayuso en el congreso del pasado fin de semana basta con extender el anterior y el nuevo organigrama en una mesa. Los cargos del PP funcionan como la mu?eca rusa matrioshka, cada ejecutiva alberga otra, y otra, y otra. La m¨¢s importante, sin duda, es la del comit¨¦ de direcci¨®n. En la ¨²ltima orla popular se encontraban hasta cinco cargos afines a Almeida: el actual edil de Movilidad y Medio Ambiente, Borja Carabante; la portavoz del Ayuntamiento y concejal de Seguridad, Inmaculada Sanz; la edil de Obras, Paloma Garc¨ªa Romero, su exdirector general de alcald¨ªa, ?ngel Carromero; y el propio Almeida. Ahora, sin embargo, solo permanecen dos: la concejal Sanz y el alcalde, que ya forma parte de este comit¨¦ por su propio rango. Con esto, Ayuso ha metido un tajo org¨¢nico en la c¨²pula. ¡°El congreso ha sido un ¨¦xito y el pasado ha quedado atr¨¢s¡±, dijo este lunes Sanz durante un encuentro con los medios.

La siguiente matrioshka org¨¢nica es el comit¨¦ ejecutivo regional. El anterior contaba con la presencia de hasta seis concejales de Almeida. El actual edil de Vivienda, ?lvaro Gonz¨¢lez, que era secretario de organizaci¨®n del partido; Loreto Sordo, cuyo cargo era secretaria de organizaci¨®n de campa?as; Javier Ram¨ªrez, que ostentaba la secretar¨ªa de distritos; Cayetana Hern¨¢ndez de la Riva, que lideraba la secretar¨ªa de relaciones institucionales, y Borja Fanjul, secretario de pol¨ªtica social. De estos cinco, ¨²nicamente se mantiene Fanjul. Otro tajo a los afines de Almeida.

A esto hay que sumar tambi¨¦n los ediles que han quedado muy se?alados por sus nuevos cargos. Muchos de los focos se pusieron estas semanas sobre Carabante, probablemente el concejal que m¨¢s susurra a Almeida y sobre quien m¨¢s conf¨ªa el regidor en el Ayuntamiento. Si hasta hace unos d¨ªas ostentaba toda una vicesecretar¨ªa electoral y sonaba con fuerza para repetir en la misma, ahora ha pasado a ser un simple vocal en el organigrama, sin funciones. Un caso parecido al de Andrea Levy, edil de Cultura y n¨²mero dos del Ayuntamiento en las pasadas listas. Levy, que presid¨ªa el comit¨¦ nacional de garant¨ªas durante la ¨¦poca de Casado, ha pasado a ser una simple vocal en el organigrama regional, sin responsabilidades org¨¢nicas. Almeida, que acudi¨® este lunes a un desayuno informativo presidido por Ayuso, se sent¨® en la misma mesa que la presidenta. Minutos antes, atendi¨® a los medios.

¨D?C¨®mo valora el congreso del fin de semana?

¡ª Hemos mirado al futuro.

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