Almeida recurre la anulaci¨®n de la licencia de las cocinas fantasma junto a un colegio en Madrid y enfada a las familias
Almeida ¡°da una patada a sus promesas de trabajar por entornos escolares seguros¡±, denuncian las familias del centro escolar de Miguel de Unamuno, decepcionadas con la decisi¨®n
El Ayuntamiento de Madrid recurrir¨¢ la decisi¨®n judicial de anular la licencia municipal que hab¨ªa concedido a una decena de cocinas fantasma situadas pared con pared con un colegio p¨²blico del distrito de Arganzuela. El pasado 22 de mayo, el juzgado de lo Contencioso-Administrativo n¨²mero 3 anul¨® el permiso para funcionar de la nave, en el n¨²mero 8 de la calle de Alejandro Ferrant, junto al colegio de Miguel de Unamuno. Ahora, el Consistorio ha anunciado que recurrir¨¢ esta sentencia, ¡°porque as¨ª lo aconsejan los servicios jur¨ªdicos¡±. ¡°La decisi¨®n se basa en dos cuestiones fundamentales: el informe medioambiental que indica el juez no era necesario, seg¨²n todos los informes municipales, y el jur¨ªdico, que tambi¨¦n se?ala que falta, s¨ª est¨¢ incorporado en el expediente. Por tanto, por seguridad jur¨ªdica, los abogados nos recomiendan recurrir¡±, explican fuentes municipales.
Es un jarro de agua fr¨ªa para las familias de los alumnos de este centro de infantil y primaria, que no se detuvieron ante las molestias que generaba la actividad de estos negocios y decidieron acudir a la justicia el a?o pasado. Los afectados enumeran los problemas: ruidos, humos, peligro de atropello, olor a fritanga, basura¡ Tras conocerse la semana pasada la decisi¨®n del juez, celebraban su victoria. ¡°Anulo la resoluci¨®n impugnada por no ser ajustada a derecho¡±, leyeron con alegr¨ªa los afectados. Lo que anulaba este documento era la licencia otorgada por el Ayuntamiento para el inicio de la actividad de las cocinas fantasma por incumplir la normativa urban¨ªstica. A los residuos, la contaminaci¨®n ac¨²stica y la afecci¨®n a la movilidad urbana provocados por las empresas de hosteler¨ªa se le suma la inexistencia de un informe de impacto medioambiental y de otro jur¨ªdico.
Durante siete d¨ªas, los afectados han publicado v¨ªdeos en redes sociales para pedir al alcalde, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida, que no recurriera. Pero al final ha pasado lo que tem¨ªan. ¡°Las familias est¨¢n profundamente decepcionadas con esta decisi¨®n que los obliga a seguir luchando contra un negocio que perjudica el bienestar de 900 menores, sus familias y cientos de vecinos del barrio de Delicias¡±, afirma este martes en un comunicado la Asociaci¨®n de Madres y Padres de Alumnos del colegio.
El Ayuntamiento indica que ¡°se revisar¨¢ toda la licencia porque s¨ª hay una duda respecto a los antecedentes del local, por si pudo haber un cambio de uso en los a?os sesenta. Se estudiar¨¢ toda la documentaci¨®n y, si se comprueba que ese cambio de uso existi¨®, se anular¨ªa la licencia¡±. Las cocinas empezaron a operar en septiembre, coincidiendo con el inicio del curso escolar. Y los problemas aumentaron paulatinamente en el barrio, como el olor a fritanga que inunda el patio del colegio. Pero, lo que m¨¢s preocupa a los padres es la inseguridad vial a la que se enfrentan los peque?os al entrar y salir de sus clases, debido al gran n¨²mero de repartidores en moto que invaden las aceras.
¡°Con esta decisi¨®n, el Ayuntamiento defiende un modelo de ciudad en el que las familias no cuentan y le da una patada a sus promesas de trabajar por entornos escolares seguros¡±, dicen los afectados. Y como ya hicieron hace un a?o, cuando empez¨® su lucha por el cierre de estos negocios, han abierto un crowdfunding para poder costear la segunda fase del proceso judicial.
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