Un segundo intento para construir la Ciudad de la Justicia tras el proyecto salpicado por la corrupci¨®n de Aguirre
La Comunidad aprueba la licitaci¨®n de la ingente obra para concentrar los ¨®rganos judiciales repartidos en una treintena de sedes distintas
El rosco tendr¨¢ compa?¨ªa. As¨ª se conoce al Instituto de Medicina Legal de Madrid que durante a?os ha representado el solitario estandarte de lo que en 2004 el Gobierno de Esperanza Aguirre proyect¨® como una macroobra para agrupar todas las sedes judiciales de la regi¨®n, actualmente desperdigadas en una treintena de puntos diferentes. La Comunidad de Madrid acaba de aprobar la licitaci¨®n de las obras de la nueva Ciudad de la Justicia de Valdebebas que cada d¨ªa acoger¨¢ a 30.000 personas entre usuarios y personal cuando est¨¦ en funcionamiento. Algo que no suceder¨¢ antes de 2025.
El Ejecutivo de Isabel D¨ªaz-Ayuso ha recurrido a la f¨®rmula que el PP lleva usando a?os en la regi¨®n: concesiones millonarias que se extienden a lo largo de d¨¦cadas a cambio de que el constructor desembolse la inversi¨®n inicial. El que gane la licitaci¨®n recibir¨¢ 50 millones de euros al a?o durante unos 36 a?os (para un total de 1.800) y podr¨¢ explotar los bajos comerciales, aparcamientos y oficinas a cambio de sufragar los servicios de seguridad, limpieza o atenci¨®n al cliente. Para el periodo de construcci¨®n se establece un periodo de entre 36 y 48 meses.
El objetivo del Gobierno, tal y como ha explicado el consejero de Justicia, Enrique L¨®pez, es ¡°el ahorro superior a los 20 millones de euros respecto a los 72 que se invierten anualmente en la prestaci¨®n del mismo servicio, incluyendo, entre otros gastos, arrendamientos, vigilancia, limpieza, suministro el¨¦ctrico o archivo¡±. El complejo contar¨¢ con dotaciones como aparcamientos, centros deportivos, de ocio y salud, cafeter¨ªas y una escuela infantil, ¡°todo ello encaminado a la conciliaci¨®n laboral y familiar y para mejorar la calidad de vida de sus usuarios¡±, ha recalcado L¨®pez.
La concentraci¨®n de las sedes era una reclamaci¨®n hist¨®rica por parte de los miembros del sector judicial que tradicionalmente han reclamado no tener que desplazarse por tantos puntos para realizar las gestiones propias de su trabajo. El complejo concentrar¨¢ los 356 ¨®rganos judiciales dispersos en toda la ciudad en diferentes inmuebles muchos de ellos alquilados. ¡°Los edificios tendr¨¢n hasta ocho plantas y el objetivo es que sean funcionales, dignos y modernos. En base a eso las empresas que aspiren a construirlo presentar¨¢n sus dise?os¡±, explica un portavoz de la consejer¨ªa.
El proyecto inicial de esta Ciudad de la Justicia est¨¢ marcado por la sombra de la corrupci¨®n y el despilfarro. Concebido por la entonces presidenta Esperanza Aguirre como una obra con la que dejar huella, la Audiencia Nacional abri¨® una investigaci¨®n por la presunta trama de malversaci¨®n urdida en su construcci¨®n y ha procesado a varios altos cargos del Ejecutivo de Aguirre. Se les acusa de urdir ¡°un plan criminal¡± para otorgar ¡°irregularmente¡± contratos. ¡°Corrompieron sustancialmente el procedimiento de adjudicaci¨®n, quedando afectada sustancialmente su operativa y los resultados econ¨®micos¡±, subray¨® uno de los magistrados que instruy¨® la causa en su d¨ªa, que ahora est¨¢ en manos del juez Pedraz.
El Gobierno de Ayuso ha renunciado a utilizar alguno de los dise?os que elabor¨® el de Aguirre, en los que invirti¨® millones de euros. El Gobierno de Madrid se gast¨® al menos 1,5 millones de euros solo en las maquetas de los edificios, firmados por algunos de los arquitectos m¨¢s famosos del mundo, como Norman Foster o Zaha Hadid, aunque nunca llegaron a construirse. Foster recibi¨® adem¨¢s 10 millones por unos planos. La Comunidad gast¨® 1,4 millones de euros en el acto de colocaci¨®n de la primera piedra celebrado en 2007. ¡°Este proyecto no tiene nada que ver ni con el Campus de la Justicia de Esperanza Aguirre y ni con la Ciudad de la Justicia de Ignacio Gonz¨¢lez¡±, asegur¨® un portavoz de la consejer¨ªa a este peri¨®dico cuando se conoci¨® que no se iban a usar los dise?os antiguos.
Esta es una segunda y renovada oportunidad para levantar un moderno y apabullante complejo en el que impartir la justicia de Madrid. El rosco ya no estar¨¢ tan solo.
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