Las capitales europeas respetan o se anticipan a las medidas de ahorro energ¨¦tico de sus Gobiernos centrales

Las principales capitales aceptan sin discusi¨®n las medidas de ahorro energ¨¦tico dictadas por los gobiernos centrales de sus pa¨ªses, que guardan mucho parecido con las adoptadas por el Gobierno espa?ol, como reducir la iluminaci¨®n de centros oficiales o monumentos, e incluso establecer horarios para apagar los escaparates de los comercios o limitar el uso del aire acondicionado. No hay apenas contestaci¨®n en alcald¨ªas y gobiernos regionales; en Par¨ªs, incluso, el municipio va por delante de las medidas del presidente Macron. Una voz discordante s¨ª ha sido la de un diputado alem¨¢n del partido de extrema derecha Alternativa por Alemania, que critic¨® que Berl¨ªn tendr¨ªa un aspecto sombr¨ªo y se?al¨® que la capital alemana dejar¨¢ de parecerse a Par¨ªs y se parecer¨¢ m¨¢s a Pyonyang (capital de Coreal del Norte).

Par¨ªs. Ciudad de la luz

Par¨ªs, ciudad gobernada por socialistas, ecologistas y comunistas, dif¨ªcilmente podr¨ªa estar disconforme con las medidas contra el despilfarro de energ¨ªa que prepara el Gobierno centrista de Emmanuel Macron, puesto que la capital francesa se jacta de ir m¨¢s r¨¢pido y m¨¢s lejos que Macron. El 22 de julio, el Ayuntamiento decret¨® la obligaci¨®n para los comercios climatizados de no dejar las puertas abiertas a la calle. El objetivo: ahorrar. La multa, en caso de incumplimiento: 150 euros. Es la primera medida del plan de ahorro que el Consistorio quiere presentar en septiembre, y que probablemente se alinear¨¢, a grandes rasgos, con las iniciativas que se preparan en Francia a escala nacional con el fin de reducir el consumo en un 10% en dos a?os respecto al nivel de 2019. Estas medidas incluyen la reducci¨®n en las oficinas p¨²blicas del uso del aire acondicionado en verano y la calefacci¨®n en invierno, o el apag¨®n de los carteles luminosos de los comercios a partir de la hora del cierre. Por ahora la Torre Eiffel, s¨ªmbolo de Par¨ªs y atracci¨®n tur¨ªstica, sigue ilumin¨¢ndose cada noche. Y la capital, que este verano vive un boom tur¨ªstico, preserva su condici¨®n de Ciudad Luz con todo su esplendor.

Roma. El Coliseo a oscuras

Italia contempla tres niveles de alarma en su plan de ahorro energ¨¦tico. El m¨¢s grave se pondr¨ªa en marcha si Rusia decidiera cerrar por completo el grifo del gas a la Uni¨®n Europea. Por el momento, el pa¨ªs transalpino se ha detenido en el primero, que, en lo que se refiere al control energ¨¦tico en el ¨¢mbito p¨²blico, pasa por la limitaci¨®n de la temperatura de los aires acondicionados a 25 grados en los edificios de la Administraci¨®n. Los niveles superiores todav¨ªa no se han activado, pero en casos l¨ªmite de escasez de recursos energ¨¦ticos, el plan estatal incluye restricciones en la iluminaci¨®n p¨²blica. Llegado el caso, se apagar¨ªan las farolas de la red de carreteras de la ciudad y del extrarradio, y la iluminaci¨®n de monumentos y edificios hist¨®ricos a partir de una determinada hora. No obstante, algunas administraciones locales han decidido comenzar a ensayar las limitaciones. Por ejemplo, Tur¨ªn ha ajustado la intensidad de las farolas para ahorrar energ¨ªa, se mantienen encendidas el mismo n¨²mero de horas, pero dan menos luz. En la capital, algunos edificios emblem¨¢ticos como el Coliseo o los Foros imperiales han apagado sus luces algunos d¨ªas para concienciar sobre el ahorro energ¨¦tico y la sostenibilidad, en el marco de la campa?a ¡°Me ilumino menos¡± impulsada por el Ministerio de Cultura, con el consenso de las autoridades locales.

Berl¨ªn. El gran apag¨®n

Cuando la escasez de gas ruso en Alemania comenz¨® a convertirse en una amenaza real para el pa¨ªs, las autoridades de Berl¨ªn tomaron una decisi¨®n simb¨®lica: desde el mi¨¦rcoles, el Gobierno de la capital orden¨® apagar los focos de unos 200 edificios y monumentos emblem¨¢ticos de la ciudad.

¡°En vista de la guerra contra Ucrania y de las amenazas de la pol¨ªtica energ¨¦tica de Rusia, es importante que utilicemos nuestra energ¨ªa con el mayor cuidado posible. Esto se aplica tambi¨¦n y especialmente al sector p¨²blico¡±, dijo la senadora de Medio Ambiente, Bettina Jarasch (Verdes). Los primeros edificios y monumentos en quedar a oscuras durante la noche fueron el Palacio Bellevue, residencia oficial del presidente del pa¨ªs, la Columna de la victoria, la sede del Ayuntamiento, la emblem¨¢tica Iglesia del Recuerdo, el palacio de Chralottemburg y la catedral. Tres equipos de una empresa el¨¦ctrica especializada est¨¢n trabajando ahora para apagar los focos. Cada d¨ªa se podr¨ªan desconectar entre 100 y 120 luces de esta manera por lo que se necesitar¨¢n entre tres y cuatro semanas para que todos los edificios previstos queden a oscuras, entre ellos el monumento m¨¢s famoso de la ciudad: la puerta de Brandeburgo.

El apag¨®n de Berl¨ªn, que ha sido copiado en el resto del pa¨ªs, algo raro en la pol¨ªtica, no produjo ninguna protesta popular y el ¨²nico pol¨ªtico que critic¨® la medida fue el diputado del partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) Ronald Gl?ser: ¡°Por un lado, se nos asegura constantemente que no hay amenaza de crisis el¨¦ctrica. Por otro lado, el Senado ya no quiere iluminar las vistas de Berl¨ªn para ahorrar energ¨ªa. Como metr¨®poli tur¨ªstica, la ciudad pierde as¨ª su atractivo. El modelo de Berl¨ªn ya no parece ser Par¨ªs, sino Pyongyang. Con la coalici¨®n rojo-verde-rojo, Berl¨ªn va a ser un lugar sombr¨ªo¡±.

Bruselas. Sin fricciones

En B¨¦lgica se anunci¨® un plan de ahorro para asegurar el aprovisionamiento energ¨¦tico el 15 de julio. En ¨¦l est¨¢ prevista ¡°la cooperaci¨®n entre los distintos niveles de Gobierno para concienciar a hogares y empresas sobre el ahorro energ¨¦tico¡±. B¨¦lgica es un estado federal que concede mucha autonom¨ªa a las regiones (Valonia, Flandes y Bruselas) y las fricciones suelen ser habituales en los distintos ¨¢mbitos de competencias. Sin embargo, desde que la ministra de Energ¨ªa, Tinne Van der Straeten, hizo p¨²blicos estos planes la prensa belga no ha registrado ning¨²n roce sonoro, tampoco las regiones han hecho anuncios de planes o programas de ahorro energ¨¦tico.

La Haya. Independencia para las flores

Pa¨ªses Bajos importa un 15% de gas ruso, pero no solo se usa para calentar las casas o para cocinar, sino que sirve tambi¨¦n para los invernaderos. De modo que las flores y las verduras dependen tambi¨¦n del gas. La consultora en transici¨®n energ¨¦tica Kalavasta calcula que el pa¨ªs se gasta 30 millones de euros diarios en gas ruso (casi 2 euros por persona). Seg¨²n el Gobierno holand¨¦s, ¡°hay suficiente gas almacenado para pasar el invierno y varios meses despu¨¦s, pero se trata de ser independiente¡±. Para hacer posible esa transici¨®n, los ayuntamientos ¡ªentre ellos el de ?msterdam¡ª fomentan los planes de sostenibilidad del Ejecutivo. En la capital, el Consistorio ha reducido ya tres grados la temperatura de los edificios oficiales. Ello equivale a una rebaja del 15% en el consumo de gas. Al mismo tiempo, publica en su p¨¢gina de web las formas de ahorro de energ¨ªa en el hogar, ¡°para reducir al menos 100 euros anuales¡±. Ofrece tambi¨¦n asesor¨ªa gratuita a la ciudadan¨ªa.

Lisboa. Respeto institucional

El Gobierno portugu¨¦s anunci¨® ayer que presentar¨¢ en breve un plan con medidas de ahorro energ¨¦tico, que incluir¨¢ limitaciones en los edificios p¨²blicos, seg¨²n confirm¨® el Ministerio de Medio Ambiente y Acci¨®n Clim¨¢tica a la agencia Lusa. El plan contemplar¨¢ tambi¨¦n una campa?a de sensibilizaci¨®n ciudadana para rebajar la dependencia del gas en el pa¨ªs. Ni Lisboa ni otras ciudades portuguesas han dise?ado a¨²n planes espec¨ªficos para ahorrar energ¨ªa. Es improbable que ninguna ignore las medidas que plantee el Gobierno, ya que el respeto institucional se mantiene aunque no est¨¦n en manos de los mismos partidos.

Londres. De perfil

En el Reino Unido, el Gobierno no ha adoptado medidas de ahorro energ¨¦tico, puesto que la preocupaci¨®n es m¨¢s el coste de las facturas dom¨¦sticas, que se prev¨¦ que superen las 3.600 libras (unos 4.300 euros) anuales este invierno. Adem¨¢s, el pa¨ªs es significativamente menos dependiente de la energ¨ªa procedente de Rusia, en materia de gas, por ejemplo, tan solo emplea un 5%, comparado con el 40% de media comunitaria, si bien el objetivo del Ejecutivo es mitigar el impacto del coste sobre los hogares.

Con informaci¨®n de Marc Bassets (Par¨ªs), Enrique M¨¹ller (Berl¨ªn), Lorena Pacho (Roma), Manuel V. G¨®mez (Bruselas), Isabel Ferrer (Amsterdam), Eva Mill¨¢n (Londres) y Tereixa Constela (Lisboa).

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