Karaoke ¡®anime¡¯: cantar tres minutos ante un p¨²blico de disfraz multicolor con pelucas, martillos, espadas y escudos

Iker Goirizelaia habla en castellano, pero debajo de la ducha canta en japon¨¦s. Natural de Bilbao, el joven de 29 a?os encoge los dedos de los pies al tiempo que abre y cierra los ojos como signo de concentraci¨®n, minutos antes de que comience el concurso de karaoke que organiza Japan Weekend, la mayor feria de manga, anime y cultura japonesa de Espa?a, que este fin de semana se ha celebrado en Madrid. Goirizelaia viste sencillo, nada de disfraces coloridos pensados hasta el ¨²ltimo detalle. Zapatillas deportivas, un vaquero claro, camisa blanca y una corbata negra donde luce el bordado de una media luna naranja que le sirve para identificarse como Koro Sensei, el personaje que interpretar¨¢ encima del escenario con una canci¨®n de no m¨¢s de dos minutos, cuyo tono termin¨® de apuntalar la noche de ayer en el hotel donde se hospeda junto a sus padres. ¡°Hoy no he ensayado nada, repasar el d¨ªa del examen da mala suerte¡±, explica.

Entre bastidores, los nervios se acrecientan. Un centenar de adolescentes y j¨®venes entre 15 y 25 a?os disfrazados con pelucas, trajes multicolor y todo tipo de armas de superh¨¦roe como martillos, espadas o escudos, esperan ansiosos a los 20 concursantes. La ¨²nica condici¨®n para todos ellos es que no podr¨¢n excederse m¨¢s all¨¢ de los tres minutos y deber¨¢n cantar algo relacionado con el manga o la m¨²sica asi¨¢tica oriental, seg¨²n recogen las bases del concurso. El ganador recibir¨¢ un cheque de 100 euros, mientras que el correspondiente al segundo puesto ser¨¢ de 50.

Arquel Adonis Rodr¨ªguez, de 32 a?os, es el organizador del evento y a ¨¦l se dirigen todas las miradas. Un compa?ero de la organizaci¨®n se abre paso como puede entre el p¨²blico hasta llegar a Adonis para anunciarle ¡°un problemita¡±. ¡°El presentador se ha marchado, le ha surgido otro show en la otra punta del pabell¨®n¡±, anuncia. Adonis pide calma. ¡°?Jes¨²s?¡±, pregunta a un adolescente que se encarga de repartir palmeritas y magdalenas a los artistas cuando finalizan su actuaci¨®n. ¡°Si nadie se atreve, yo lo hago¡±, responde.

Todo el mundo toma posiciones. ¡°Vengo desde el otro lado del multiverso para juzgaros¡±, anuncia el ganador de la ¨²ltima edici¨®n del concurso, hoy sentado en la mesa del jurado. Arquel, que encabeza el tribunal que elegir¨¢ los premiados de este domingo, intenta comunicarse con los t¨¦cnicos de sonido y levanta como si fuera el C¨¦sar en el Coliseo un folio donde se puede leer: m¨¢s volumen. Estos asienten con obediencia y suben varios decibelios el sonido de los micr¨®fonos.

Alejandra Lij¨®, de 21 a?os, y Andrea Soria, de 20, se abrazan antes de realizar la primera actuaci¨®n. Es tan muy nerviosas, es su debut art¨ªstico como dueto. Ayer ensayaron durante toda la tarde con un altavoz port¨¢til en el parque Juan Carlos I. El espect¨¢culo empieza con imprecisiones, la m¨²sica entra tarde y los micros no suenan. Salvan como pueden la actuaci¨®n y bajan del escenario con una mezcla de alivio y desconcierto.

Ainoa S¨¢nchez, de 32 a?os, acaba de ser despedida de su trabajo. Sin embargo, est¨¢ a punto de vivir ¡°uno de los momentos m¨¢s felices¡± de su vida. Ha conducido desde Azuqueca de Henares (Guadalajara) hasta el pabell¨®n 6 de Ifema para quitarse el lastre de cantar recluida en su habitaci¨®n. Su personaje, Nami, viene del futuro, concretamente de la pel¨ªcula One Piece Film: Red , a¨²n sin estrenar en los cines de Espa?a. Con un gorro pirata y una falda negra, Ainoa sube al escenario para cantar en un perfecto japon¨¦s la canci¨®n Lilium, de la serie manga Elfen Lied, y lograr lo que ninguno de sus predecesores ha conseguido: silenciar el pabell¨®n.

El p¨²blico, impresionado, no puede creer la dulzura de su voz y muchos curiosos se acercan intentando averiguar de d¨®nde procede tanta belleza. Al bajar, apenas puede hablar y una decena de personas hace cola para darle un abrazo mientras a ella se le escapan las l¨¢grimas. ¡°Es mi primera vez, no s¨¦ ni c¨®mo lo he hecho. Antes practicaba m¨¢s, pero ahora solo me ha tiempo a hacerlo en el coche y por la noche en casa¡±, confiesa ella, antes de ser elegida por unanimidad como ganadora del concurso.

A unos metros, Paola Cerezo y Samuel Cuevas, de 23 y 24 a?os respectivamente, aplauden el espect¨¢culo que acaban de ver. Ellos, que act¨²an por separado a pesar de ser pareja sentimental, comentan lo vital que resulta la presencia del p¨²blico para desarrollarse como artistas. ¡°Yo he llegado a llorar encima del escenario. Por eso como p¨²blico hay que animar para que los que se atreven a salir no abandonen. Aqu¨ª nadie te va a juzgar por el idioma o la m¨²sica que cantes. Jam¨¢s hay que derrumbarse¡±, afirma ella, que ma?ana tratar¨¢ de transmitir su experiencia como cantante anime a sus alumnos de primero de primaria en un colegio de Madrid.

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