Susurros, cervezas y coches de juguete: la caza del pederasta en internet se mide en detalles
La operaci¨®n Renascere, en la que se rescat¨® a un beb¨¦ agredido sexualmente por su padre en Madrid, fue fruto de la cooperaci¨®n entre polic¨ªas y el ojo de un grupo de investigadores experimentandos en detectar pruebas casi imperceptibles
En el v¨ªdeo, el adulto susurra apenas tres o cuatro palabras, la ni?a est¨¢ tumbada envuelta en una manta viendo unos dibujos y de fondo se oye una tele encendida con unos dibujos animados. El subinspector de la polic¨ªa nacional Eduardo Casas reproduce la grabaci¨®n para discernir en qu¨¦ idioma habla el hombre o si identifica lo que ve la menor en la televisi¨®n. El v¨ªdeo est¨¢ adjunto en un correo electr¨®nico que ha enviado un colega de la polic¨ªa australiana que forma parte de la red internacional de agentes que persiguen a los pederastas que cuelgan sus atrocidades en internet. Cada d¨ªa, estos polic¨ªas intercambian todo tipo de archivos en busca de un detalle que los ayude a encontrar a los ni?os en peligro. Un refresco de una marca concreta, un mono de trabajo, un calendario o un cochecito de juguete pueden ser la pista definitiva. Una pista como esa fue la que descubri¨® un compa?ero entre los archivos de un m¨®vil en agosto que les llev¨® a detener a un hombre en Madrid por agredir sexualmente a su hija de siete meses. El bautizado como pederasta de Lucero.
¡°Pillar dos agresores como estos en un a?o es muy raro¡±, asegura Casas. Adem¨¢s del detenido de hace un mes, el subinspector se refiere a la detenci¨®n en enero de un violador en serie en Vilanova i la Geltr¨´ (Barcelona) en una operaci¨®n rel¨¢mpago de cinco d¨ªas. Ese asunto entr¨® en el Grupo I de Protecci¨®n al Menor de la Unidad Central de Ciberdelincuencia igual que el del pederasta de Lucero, con una alerta de una polic¨ªa extranjera, en este caso, la australiana. La pista que les llev¨® a deducir que se trataba de un v¨ªdeo grabado en Espa?a fue un cochecito de polic¨ªa de juguete y el sonido de una tele en la que se o¨ªan di¨¢logos espa?oles. La alerta son¨® la tarde del d¨ªa de Reyes por parte de las autoridades australianas. Lo recibi¨® Casas, que estaba de guardia esa jornada. Contaban con una localizaci¨®n aproximada y un elenco de sospechosos.
El inspector Javier Izquierdo, jefe de grupo, ense?a un fragmento de una captura de pantalla del v¨ªdeo en el que aparece este agresor. Se ve a un ni?o frente a una ventana en la que se adivina un fondo borroso. Un par de edificios con una ventana, que a ¨¦l le result¨® caracter¨ªstica pero que ante otros ojos resultar¨ªa anodino, y un ¨¢rbol. Con eso le bast¨® para encontrar en Google Maps la ubicaci¨®n. A¨²n hoy, la recuerda de memoria. La teclea en el mapa, gira la imagen 180 grados, y aparece la casa de los horrores, desde donde se hab¨ªa grabado ese v¨ªdeo. Cinco d¨ªas despu¨¦s de recibir la alerta el d¨ªa de Reyes, el autor estaba detenido, despu¨¦s de varias horas de vigilancia en un establecimiento de comida r¨¢pida turca justo frente a su vivienda. ¡°Agred¨ªa a los hijos de sus amigos a los que se ofrec¨ªa para cuidar, cuando un ni?o se hac¨ªa muy mayor y ya lo ve¨ªa arriesgado, iba a por otro¡±, explica Izquierdo. En la investigaci¨®n identificaron, al menos, a seis v¨ªctimas.
¡°El delito m¨¢s com¨²n es el de tenencia y distribuci¨®n de pornograf¨ªa infantil. Hacemos alrededor de 400 detenciones por estos delitos al a?o¡±, explica el subinspector. Eso es lo que parec¨ªa el caso de S. J. L. G., el pederasta de Lucero, un hombre de 25 a?os arrestado en 2021 y finales de 2022 por compartir en redes sociales v¨ªdeos de abusos a ni?os muy peque?os. En mayo de 2022 hab¨ªa nacido su hija. El an¨¢lisis de su m¨®vil tras esa ¨²ltima detenci¨®n, cambi¨® totalmente el rumbo de esta investigaci¨®n. As¨ª lo recuerda el inspector Izquierdo: ¡°Me llam¨® a ¨²ltima hora de la tarde el compa?ero que estaba estudiando el contenido de su tel¨¦fono, ya solo quedaba ¨¦l trabajando. Me dijo: ¡®He visto algo que me preocupa, creo que hay im¨¢genes del beb¨¦¡±. Ese agente llevaba meses documentando el contenido de ese terminal con centenares de archivos en los que se mezclaba la vida cotidiana de los acusados con im¨¢genes de contenido sexual de muchos ni?os. A primera hora del d¨ªa siguiente, corroboraron las sospechas. Hab¨ªan reconocido a la hija del sospechoso y era agredida en dos v¨ªdeos. En ese momento todo cambi¨®.
¡°Tras la ¨²ltima detenci¨®n, los servicios sociales se hab¨ªan hecho cargo de la ni?a. Lo primero que hicimos fue comprobar que la menor segu¨ªa en una casa de acogida, que los padres no hab¨ªan recuperado la patria potestad. Despu¨¦s, nos preparamos para detenerlo una tercera vez¡±, explica el jefe. Esa fue la definitiva. Los investigadores creen que el detenido dio ese paso m¨¢s en su obsesi¨®n por los beb¨¦s porque, de repente, ten¨ªa uno a mano con el que adem¨¢s se quedaba a solas. ¡°Creo que no era consciente de que esta tercera detenci¨®n no era como las otras. Estaba como si eso no fuera con ¨¦l, le dec¨ªa a la madre que igual era mejor que dejaran de vivir juntos porque la polic¨ªa estaba viniendo cada dos por tres y as¨ª ella vivir¨ªa m¨¢s tranquila¡±, cuenta Casas. La mujer tambi¨¦n fue detenida por distribuici¨®n de contenidos ped¨®filos, pero los agentes no creen que supiera nada de las agresiones a su hija.
Los agentes opinan que este caso ha impactado tanto porque la v¨ªctima apenas ten¨ªa unos meses y porque el detenido la ofreci¨® a otros pederastas que, asqueados, rechazaron la propuesta. Incluso para ellos era demasiado. No hace mucho detuvieron a otro padre cuyo hijo aparec¨ªa desnudo en sus v¨ªdeos. En 2018, la operaci¨®n Balrog llev¨® a la c¨¢rcel a un hombre de Colmenar de Oreja acusado de agredir sexualmente a una veintena de menores, incluido su hijo. ¡°Durante un tiempo, todos los asuntos de abusos y agresiones los denomin¨¢bamos con un nombre de El Se?or de los Anillos para diferenciarlos de los que eran de tenencia y distribuci¨®n¡±, puntualizan.
Ese mismo a?o, tambi¨¦n vivieron la operaci¨®n Sauron, en la que cay¨® un pederasta que hab¨ªa tratado de poner unas rudimentarias medidas para no seguir abusando de ni?os. ¡°Cuando le encontramos, se hab¨ªa mudado al norte de Espa?a, no ten¨ªa internet y usaba un m¨®vil de esos antiguos con los que solo se puede llamar¡±, recuerda Casas. Si embargo, su pasado lo atrap¨®. En una de las im¨¢genes subidas por este criminal a un foro de intercambio de archivos entre pederastas, se ve¨ªa un parque infantil. Los investigadores distribuyeron las instant¨¢neas de este escenario entre sus compa?eros, y uno de Cullera (Valencia) lo identific¨® como el lugar al que llevaba a sus hijos. Hay otros delincuentes sexuales que nunca hacen siquiera el intento por rehabilitarse. Nanysex, el pederasta condenado en 2008 en Madrid que asegur¨® haber violado a decenas de menores, logr¨® suscribirse en la c¨¢rcel a las revistas Mi beb¨¦ y yo y Ser padres.
La primera criba que hacen los agentes es para determinar si una imagen es in¨¦dita, es decir que se ha grabado recientemente, o bien lleva circulando a?os y los ped¨®filos se dedican a distribuirla una y otra vez. Para esta tarea tienen la ayuda de programas inform¨¢ticos, pero la experiencia les hace identificar muchas veces cuando algo es nuevo. ¡°La gente piensa que nuestro trabajo consiste en estar todo el d¨ªa viendo v¨ªdeos de abusos a menores, pero eso es solo un 10 o 15% de nuestro tiempo. La mayor parte de la jornada la pasamos escribiendo, hay que visualizar los archivos y hacer informes. Pasamos muchas horas mirando im¨¢genes, s¨ª, pero no siempre de la violaci¨®n¡±, resume Izquierdo. De hecho, sus ojos suelen irse a los elementos que pueden parecer secundarios.
Los agentes ponen como ejemplo un v¨ªdeo de los abusos a una ni?a en un coche que les compartieron unos colegas en el que se ve¨ªa una botella de Mirinda, la popular bebida gaseosa que dej¨® de comercializarse en casi toda Espa?a a principios de los 90. ¡°Mandamos una captura de pantalla de ese detalle a Pepsi y a los diez minutos nos respondieron que esa botella solo se vend¨ªa en Ruman¨ªa, Bulgaria y el sur de Rusia, as¨ª que transmitimos el mensaje a la red y etiquetamos a los representantes de esos tres pa¨ªses¡±, se?ala Casas. Los rumanos concluyeron que la agresi¨®n se estaba produciendo el su pa¨ªs y se pudo detener al culpable. ¡°Siempre hay algo caracter¨ªstico de la zona, las cervezas por ejemplo, en cada zona de Espa?a predomina una marca, eso ayuda a ubicar¡±, resalta el jefe de grupo. Los agentes han llegado a contactar con Repsol, para saber si un mono que aparec¨ªa en un v¨ªdeo era de sus gasolineras y con el colegio de sordos, para que les ayudaran a leer los labios en una grabaci¨®n sin sonido. ¡°Cualquier entidad contesta r¨¢pidamente cuando sabe para qu¨¦ se trata¡±, apunta el subinspector.
Los delincuentes sexuales siempre est¨¢n a la b¨²squeda de nuevos contenidos y ¨²ltimamente se est¨¢ desarrollando uno nuevo que consiste en agredir a un menor a trav¨¦s de una c¨¢mara web. ¡°Alguien coloca al ni?o frente al objetivo, normalmente en pa¨ªses m¨¢s desfavorecidos, y al otro lado hay un se?or en otro pa¨ªs que ordena a un adulto lo que le tiene que hacer al menor¡±, explica Izquierdo.
En una esquina de su estancia de trabajo, lucen los recortes de prensa con sus operaciones m¨¢s destacadas. La ¨²ltima es Renascere. Esta ya no se llama como un personaje de El Se?or de los Anillos, sino que fue bautizada as¨ª en honor a la segunda vida que esperan haberle dado a un beb¨¦.
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