Madrid tiene la menor incidencia de enfermedades profesionales de Espa?a pero eso ¡°no es una buena noticia¡±
El sindicato UGT pide a la Comunidad de Madrid un sistema propio de alertas para combatir el subregistro
Madrid es la tercera comunidad aut¨®noma con m¨¢s poblaci¨®n activa (3,7 millones de personas) y poblaci¨®n ocupada (3,3 millones de personas), por detr¨¢s de Catalu?a y Andaluc¨ªa, pero es, tambi¨¦n, la que menos incidencia de enfermedades profesionales registra. Esto ¡°no es una buena noticia¡±, alerta el sindicato Uni¨®n General de Trabajadoras y Trabajadores de Espa?a (UGT) en su m¨¢s reciente informe sobre enfermedades profesionales en la regi¨®n. Actualmente, la regi¨®n madrile?a tiene una incidencia de enfermedades derivadas del entorno laboral de 23 reportes por cada 100.000 trabajadores. En contraste, Navarra reporta 16 veces m¨¢s patolog¨ªas: 363 reportes por cada 100.000.
UGT sostiene que la baja cifra de enfermedades laborales en Madrid no es un logro, sino, realmente, un subregistro. ¡°Muchas de las actuales enfermedades relacionadas con el trabajo siguen declar¨¢ndose como enfermedades comunes, como es el caso de c¨¢nceres, enfermedades cardiovasculares, trastornos m¨²sculo esquel¨¦ticos o patolog¨ªas derivadas de los riesgos psicosociales en el entorno laboral¡±, detalla el sindicato. En 2023, se han registrado 1.129 casos de enfermedades profesionales en la Comunidad de Madrid, de acuerdo con cifras del Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo. Hace 10 a?os, en 2013, se reportaron 1.247. A pesar de que en la ¨²ltima d¨¦cada ha aumentado el n¨²mero de trabajadores y el n¨²mero de patolog¨ªas profesionales, ahora se declaran 118 casos menos.
No es la primera vez que UGT advierte que las cifras no cuadran. En 2020, ya hab¨ªa publicado un informe con conclusiones similares y con una petici¨®n que se mantiene vigente: que Madrid tenga un sistema de notificaci¨®n de enfermedades, que coordine la informaci¨®n de las mutuas y de la sanidad p¨²blica para que sea m¨¢s f¨¢cil identificar una dolencia laboral y que no se confunda con una enfermedad com¨²n. Pero, cuatro a?os despu¨¦s, nada ha cambiado, seg¨²n denuncia Leticia Fern¨¢ndez, Secretaria de Salud Laboral y Medio Ambiente de UGT. Por eso, el sindicato pondr¨¢ el tema sobre la mesa de la Comunidad de Madrid. El 16 de febrero, la Secretaria General de UGT Madrid, Marina Prieto, comparecer¨¢ ante la Comisi¨®n de Econom¨ªa para presentar algunas de las cifras de este ¨²ltimo informe y recordar la petici¨®n del sistema propio de notificaciones. ¡°Madrid ya ha avanzado en siniestralidad laboral, eso lo ponemos en valor. Por eso, pedimos que as¨ª como se tiene un plan de mejora para eso, se aborde ahora la enfermedad profesional y se abra una mesa de di¨¢logo¡±, afirma Fern¨¢ndez. Sobre este tema, la Consejer¨ªa de Sanidad afirma que ¡°es dif¨ªcil la calificaci¨®n de enfermedad profesional¡± porque el listado de dolencias es muy espec¨ªfica. Recuerdan, adem¨¢s, que ese listado de enfermedades y agentes causantes no es competencia de las comunidades aut¨®nomas.
Por ahora, el trabajador madrile?o est¨¢ en un laberinto. Si una persona tiene una enfermedad que, sospecha, puede ser causada por su actividad laboral, debe ir a la mutua. Esta, en principio, valora al paciente y verifica si su dolencia est¨¢ en el listado de enfermedades profesionales del Sistema de la Seguridad Social, aprobado a nivel nacional en 2006. Si todo coincide, entra en el reporte de casos y avanza el protocolo. Si no, lo m¨¢s probable, explica Fern¨¢ndez, es que ese trabajador termine en el sistema sanitario donde su dolencia se clasifica como una enfermedad com¨²n. ¡°Todo el coste de esa enfermedad, entonces, no la asume el empleador, sino que queda a cargo de la sanidad p¨²blica que, al final, pagamos todos los contribuyentes¡±, afirma Fern¨¢ndez. Es decir, ese subregistro le sale caro a Madrid.
Tambi¨¦n es posible que el m¨¦dico detecte algo inusual y se contin¨²e el protocolo de sospecha de enfermedad profesional. El m¨¢s reciente Cuaderno de salud laboral publicado por la Comunidad de Madrid explica que desde 2012 se promueve la comunicaci¨®n entre los m¨¦dicos del sistema madrile?o de salud (Sermas) y los servicios de prevenci¨®n de riesgos laborales para tratar de solucionar los casos. Hasta 2019, la comunicaci¨®n se hizo en formularios f¨ªsicos y, a partir de ese a?o, se impuls¨® la comunicaci¨®n a trav¨¦s del sistema inform¨¢tico APMadrid. ¡°Sin embargo, no pudo afrontarse la difusi¨®n de esta herramienta hasta finales del a?o 2022; a partir de entonces se ha comenzado a utilizar t¨ªmidamente¡±, dice el cuaderno. Luego, reconoce que como no existe normativa auton¨®mica que regule la notificaci¨®n entre todas las instituciones implicadas y como hay un desconocimiento general a la hora de comunicar estas sospechas, el proceso ¡°se est¨¢ realizando de forma muy irregular¡±. UGT a?ade que en el caso de que el trabajador quiera tratar, pese a todo, de demostrar que su enfermedad es laboral y no com¨²n, el tr¨¢mite burocr¨¢tico es largo.
Por eso, hay dos peticiones. Una es actualizar el listado de enfermedades profesionales espa?ol, una tarea que le corresponde al Ministerio de Sanidad. La segunda, que es competencia auton¨®mica, es mejorar el protocolo de actuaci¨®n con una norma y un sistema propio y coordinado, como ya lo hacen otros territorios. Marisa Rufino, autora del informe de UGT, detalla que otras comunidades como Navarra han perfeccionado el m¨¦todo y utilizan otros sistemas que tratan de reducir ese subregistro. Navarra, por ejemplo, trabaja con la red de notificaci¨®n Centinela, que permite que un m¨¦dico de familia detecte en su consultorio que un paciente tiene una enfermedad que puede ser causada por su trabajo. Rufino explica que en Centinela est¨¢n cargadas unas enfermedades que, si se detectan en el paciente durante una consulta, generan una alarma. El m¨¦dico, entonces, lo deriva a la mutua o a prevenci¨®n para que all¨ª se investigue y confirme si es o no una enfermedad profesional. ¡°Lo que hacen estos sistemas es facilitar el trabajo del m¨¦dico de familia. En Madrid eso no existe, entonces el doctor no vincula que la enfermedad puede tener que ver con el trabajo y solo se va a preocupar por tratar de curar al paciente¡±, afirma Rufino. Pa¨ªs Vasco, agrega, ha implementado un sistema similar en 2020 y ha visto incrementado en un 40% la declaraci¨®n de enfermedades profesionales. ¡°Son sistemas complementarios que lo que est¨¢n haciendo es aflorar muchas enfermedades profesionales que estaban ocultas¡±, concluye. Ahora, viene el turno de Madrid.
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