Cuatro a?os despu¨¦s: as¨ª siguen estas vidas que cambiaron con la pandemia
Seis emprendedores se plantearon cambiar de vida cuando el mundo par¨® y esa decisi¨®n ha transformado los locales de la capital tras la crisis econ¨®mica por la covid-19
El confinamiento en la capital transform¨® aficiones en negocios. Sergio Arjona pas¨® de ser consultor a repostero, Daniela Camino dej¨® su trabajo en publicidad para abrir su propia tienda de libros, a Isabel Cabanas la despidieron durante la pandemia y se volvi¨® pizzera, Cristina L¨®pez renunci¨® a su puesto en la banca de inversi¨®n y decidi¨® emprender con un local de medicina est¨¦tica y Juan L¨®pez-Guerrero cambi¨® de gestor financiero a hacer tartas de queso. Estos son solo algunos de los ejemplos de emprendedores que, por estos d¨ªas hace cuatro a?os, obligados a parar porque el mundo par¨®, optaron por cambiar su vida. La decisi¨®n de todos ellos ha cambiado la radiograf¨ªa de los negocios en Madrid.
Ellos han completado una metamorfosis que empez¨® en 2020 con el cierre de muchos negocios por la crisis y que ahora, en pleno 2024, ha impulsado otros emprendimientos que empezaron en las cocinas de sus casas y que, hoy en d¨ªa, son tendencia por sus productos. Estos emprendedores han permitido a este diario seguir su evoluci¨®n a lo largo de estos a?os. Sus historias son un vivo retrato de la evoluci¨®n de la crisis provocada por la covid-19.
Juan L¨®pez-Guerrero
De 29 a?os, es fundador de la empresa de tartas de queso Antojos Gallery y todav¨ªa guarda un video que hizo con su hermana aquel marzo de 2020 cuando, en un intento por matar las horas libres que ten¨ªa encerrado en casa, decidi¨® hacer una tarta de queso. Le qued¨® tan bien que, despu¨¦s, cada vez que hab¨ªa un evento o una celebraci¨®n, era ¨¦l el encargado de hacer la tarta. Finalmente, tuvo tanto ¨¦xito entre sus familiares y amigos que un d¨ªa decidieron empezar a venderlas por Instagram.
Por esa ¨¦poca, L¨®pez-Guerrero trabajaba como gestor financiero en la ONG Acci¨®n Contra el Hambre. Por su trabajo, ten¨ªa que viajar mucho pero, cuando lleg¨® el encierro, por fin, pudo parar y reflexionar sobre su calidad de vida. ¡°El confinamiento me hizo darme cuenta de que el trabajo se estaba volviendo muy mon¨®tono. Me dej¨® de apasionar¡±, asegura. Renunci¨® y, aunque le cost¨® unos a?os idear el concepto de su negocio y encontrar la f¨®rmula perfecta de la tarta que quer¨ªa vender, desde septiembre es una realidad: una galer¨ªa de arte dedicada exclusivamente a las tartas de queso.
Sergio Arjona
A unas calles de distancia, a Sergio Arjona, de 30 a?os, su empresa lo mand¨® a su casa el 14 de marzo, el mismo d¨ªa en que el Gobierno aprob¨® el estado de alarma en Espa?a para afrontar la situaci¨®n de emergencia sanitaria provocada por la covid-19. ¡°Si no nos llegan a confinar, mi empresa nunca me hubiera mandado a casa y yo nunca hubiera empezado a buscar tutoriales en internet para cocinar¡±, afirma Arjona, que trabajaba en una multinacional como consultor. Recuerda que no sab¨ªa nada del mundo de la gastronom¨ªa, pero empez¨® haciendo un cocido, despu¨¦s unas lentejas y, finalmente, una tarta de queso. ¡°A m¨ª no me pidas que te haga una tarta de zanahoria porque no tengo ni idea de c¨®mo se hace¡±, dice, entre risas.
Durante esos d¨ªas de marzo, con todo el pa¨ªs en casa, se empezaron a crear infinidad de tendencias en redes sociales. Muchos se unieron a ellas o, por lo menos, lo intentaron. Desde videos de tutoriales para hacer pan de masa madre en la cocina de casa hasta pizzas, pasando, por supuesto, por las consabidas tartas de queso: todo val¨ªa con tal de espantar el tedio de las horas muertas en el hogar. Aunque muchas de estas aficiones cayeron en saco roto para la mayor¨ªa, la pandemia se convirti¨® en una escuela de habilidades para unos cuantos.
¡°En el confinamiento, perd¨ª el sentido de pertenencia con la empresa en la que trabajaba y, con tanto tiempo libre, me termin¨¦ desvinculando de los proyectos, de los compa?eros y hasta de los jefes. Adem¨¢s, todas esas horas muertas me dieron mucho tiempo para pensar en mi vida¡±, confiesa Arjona. A Arjona esa tarta de queso que hizo con su compa?ero de piso mezclando recetas que iba viendo por internet le qued¨® tan rica que empez¨® a hacerla m¨¢s seguido. Cuando las restricciones fueron pasando y por fin pudo quedar con sus amigos, les empez¨® a llevar tartas tambi¨¦n a ellos. Cosechada infinidad de halagos, le invadi¨® la misma pregunta que a L¨®pez-Guerrero: ?pod¨ªa venderlas? Con m¨¢s ahorros de lo normal y bastante tiempo libre, se gener¨® el momento perfecto para impulsarlo a emprender. De ah¨ª naci¨® la idea de crear Luna y Wanda, que ahora vende m¨¢s de 7.000 tartas al mes y ha ganado el tercer premio a la mejor tarta de queso de Madrid.
V¨ªctor Naranjo
Despu¨¦s del auge en redes de las tartas de queso vino el de la tortilla de patata. A esa tendencia se sum¨® V¨ªctor Naranjo, de 34 a?os. Aunque siempre ha trabajado en el mundo de la restauraci¨®n, fue durante el confinamiento cuando decidi¨® fundar su propio negocio. Un d¨ªa, cocinando, encontr¨® una de las recetas de tortilla de patata de su abuela Martina, de 94 a?os, la mejor que hab¨ªa probado nunca. Tras reproducirla con notorio ¨¦xito de cr¨ªtica, Naranjo pens¨® que ser¨ªa una gran idea de negocio empezar a venderlas por Glovo.
En menos de un a?o, lo que hab¨ªa sido una simple idea se transform¨® en realidad: la primera venta de tortilla de patata a domicilio en Madrid. Actualmente, La Martinuca cuenta con un local en el barrio de Justicia que abrieron el pasado mes de mayo despu¨¦s de vender m¨¢s de 80.000 tortillas en menos de 20 meses a domicilio.
Isabel Cabanas
Para Isabel Cabanas, de 27 a?os, su cambio de vida se vio forzado por el despido de su trabajo cuando empez¨® la pandemia. Sin saber qu¨¦ iba a hacer cuando volviera la normalidad, empez¨® a cocinar en su casa para sus amigos. De todas las recetas que les hac¨ªa, siempre le volv¨ªan a pedir que hiciera pizza. Para ese momento, Cabanas ya estaba obsesionada con la idea de poder comer pizza de manera saludable, por lo que empez¨® a aprender sobre masas saludables y sin gluten. Pas¨® horas y horas en la cocina perfeccionando la receta y, finalmente, consigui¨® dar con la f¨®rmula para crear una masa a base de pollo a la que le a?ad¨ªa salsa de tomate y los ingredientes que tuviera por casa. Ah¨ª naci¨® Kilda food, un restaurante en Chamber¨ª en el que su plato estrella son pizzas elaboradas con base de pollo.
Daniela Camino
En el caso de Daniela Camino, de 50 a?os, no fue la comida lo que la salv¨® durante el confinamiento, sino su amor por la escritura. Despu¨¦s de dedicarse toda la vida a trabajar en agencias de publicidad como directora creativa, decidi¨® cambiar su vida y abrir una peque?a tienda llamada PequeStory, en ?pera. All¨ª dicta talleres creativos de escritura, organiza cumplea?os y vende libros, agendas de manifestaci¨®n y manillas hechas a mano. ¡°Estaba agotada y necesitaba un cambio en mi vida. Quer¨ªa hacer algo que me llenara y decid¨ª abrir mi propio negocio, quer¨ªa que fuera un lugar m¨¢gico dise?ado por m¨ª¡±, asegura.
Camino llevaba 20 a?os viviendo en Espa?a, pero se fue a pasar la pandemia a Argentina para estar con sus padres. Al poco, los dos murieron de covid. Fue entonces cuando fue consciente de lo r¨¢pido que se acaba la vida. ¡°Mi crisis fue muy profunda porque los perd¨ª a los dos, y en ese momento algo hizo clic en mi cabeza. Necesitaba cambiar mi vida. Fue muy duro, pero me sirvi¨® para darme cuenta de lo que realmente es importante. De todo lo malo siempre sale algo bueno¡±.
Cristina L¨®pez
En esto coincide Daniela Camino con Cristina L¨®pez, de 31 a?os. Estudi¨® Administraci¨®n y Direcci¨®n de Empresas y, acto seguido, comenz¨® a trabajar en JP Morgan, en el ¨¢rea de banca de inversi¨®n, aunque la idea de emprender siempre estuvo en su cabeza. El confinamiento la llev¨® a dar el paso: ¡°Empec¨¦ a ver que pasar toda mi vida en una oficina no ten¨ªa sentido. Entre el duelo de la p¨¦rdida de mis seres queridos por la covid y el fren¨®n que hab¨ªa pegado el mundo, supe que ten¨ªa que hacer un cambio¡±.
Varios meses m¨¢s tarde, se le present¨® una oportunidad en el sector de la medicina est¨¦tica. ¡°Era un sector dominado por m¨¦dicos y esteticistas, pero faltaba una mente fuerte empresarial que ofreciera una opci¨®n asequible para el mercado¡±, afirma L¨®pez. Ah¨ª naci¨® Templa, en la calle G¨¦nova, la primera cl¨ªnica en Espa?a en establecer la suscripci¨®n en medicina est¨¦tica.
Hace cuatro a?os, por estos d¨ªas, la frase que m¨¢s se escuchaba es que Madrid no parec¨ªa Madrid. El mundo par¨® y parec¨ªa que la vida nunca ser¨ªa igual. Hubo hasta quien se anim¨® a vaticinar que el mundo saldr¨ªa mejor del coronavirus. Meses despu¨¦s, volvi¨® la normalidad y a muchos se les olvidaron esas promesas que se hicieron durante esas horas que pasaron encerrados en sus casas. Otros, sin embargo, utilizaron ese momento para convertir su afici¨®n en su forma de vida en una decisi¨®n que los ha cambiado a ellos y que, cuatro a?os despu¨¦s, ha transformado la capital.
Una pandemia que cambi¨® hasta las reservas
La lista de negocios que han abierto motivados por un pensamiento que tuvieron en la pandemia es infinita, pero valen como muestra algunas marcas tan reconocibles como el nuevo bar de moda en Malasaña, Gilda Hous, la empresa de subastas de arte para jóvenes Maza Art o los kioscos de café para llevar de Good News. La pandemia también cambió el modo en el que se gestionan las reservas en la capital. “El sector de la restauración ha sufrido un gran cambio porque los empresarios hosteleros se han visto obligados a digitalizarse y cambiar sus metodologías de trabajo para adaptarse a un nuevo ecosistema”, explican la plataforma de reservas TheFork.
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