El crimen de Cercedilla: una pu?alada a Marian¨ªn y un cuchillo doblado en una chimenea
El juicio por el homicidio de un vecino de la localidad madrile?a encara su recta final y el ¨²nico acusado asegura que la v¨ªctima y sus acompa?antes intentaron robarle droga
Durante siete d¨ªas, Giovanni V., de 25 a?os, ha revivido la noche en la que Mariano R. muri¨® desangrado sobre el asfalto frente a un bar de Cercedilla (Madrid) hace tres a?os. La ha revivido desde el lugar en el que se sientan los acusados, en un extremo de una sala de la Audiencia Provincial de Madrid. Ha escuchado a los polic¨ªas que atendieron a la v¨ªctima, a los que calmaron al padre que ve¨ªa c¨®mo su hijo se mor¨ªa frente a sus ojos, a los que registraron su casa y encontraron un cuchillo ensangrentado en la chimenea, a los testigos del forcejeo que acab¨® de forma letal, a los forenses que estudiaron las dos heridas fatales y a los psiquiatras que evaluaron su capacidad mental. Y, por fin, el pasado martes, el ¨²ltimo d¨ªa, habl¨® ¨¦l. Y dijo que no ten¨ªa ni idea de qui¨¦n empu?aba el arma que perfor¨® el pecho de Marian¨ªn, como lo conoc¨ªan todos sus amigos, entre la quinta y la sexta costilla.
Giovanni respondi¨® a las preguntas de su abogado y de la juez, pero se neg¨® a ser interrogado por la acusaci¨®n particular y la fiscal. Cuando estaba a punto de finalizar su intervenci¨®n, lleg¨® a las manos de la jueza una ¨²ltima pregunta del jurado popular que deber¨¢ decidir sobre la culpabilidad o inocencia del acusado. ¡°Ah, muy pertinente la pregunta¡±, coment¨® la magistrada antes de le¨¦rsela al hombre.
¡ªSi usted no lo apu?al¨®, ?qui¨¦n fue?
¡ªNo lo s¨¦.
Todo ocurri¨® muy r¨¢pido. No solo el ataque, tambi¨¦n la detenci¨®n de Giovanni. En apenas unas horas, el hombre sali¨® esposado de su vivienda, en una urbanizaci¨®n cercana a la agresi¨®n, donde se ocult¨® justo despu¨¦s del homicidio. Sobre las siete y media de la tarde del 25 de noviembre de 2021, Mariano se encontraba junto a su padre, del mismo nombre, y a Alfredo, un amigo, tomando algo en el bar Moreno.
Mientras se hallaban en la puerta, una figura con un casco de moto blanco y negro se acerc¨®, les grit¨® y Mariano, que ten¨ªa 30 a?os, acab¨® con dos heridas mortales en el costado y el pecho que le hicieron desangrarse en cuesti¨®n de minutos. Aunque los servicios de emergencias trataron de reanimarlo durante 40 minutos, fue imposible. La acusaci¨®n y el ministerio p¨²blico sostienen que esa figura del casco era Giovanni.
?l reconoce que acudi¨® a ese lugar porque el padre de Mariano le pidi¨® por tel¨¦fono dos gramos de coca¨ªna. ¡°Le ped¨ª a Sergio ¡ªun conocido¡ª que me acercara en moto hasta el bar al lado de la estaci¨®n. Los esper¨¦ al lado de unos contenedores y entonces los tres me acorralaron. Yo o¨ª ¡®se escapa, c¨®gelo¡¯ y vi que el pap¨¢ llevaba algo brillante. Pero no tengo ni idea de lo que sucedi¨®, yo solo llevaba una porra extensible, la llevaba siempre para protegerme cuando iba a hacer entregas¡±, relat¨® el acusado. Seg¨²n su versi¨®n, la v¨ªctima, su padre y su amigo quer¨ªan que les fiara la coca¨ªna y, cuando ¨¦l se neg¨®, intentaron quit¨¢rsela a la fuerza.
Tras el ataque, se vivieron unas horas de confusi¨®n y caos en Cercedilla. Los polic¨ªas locales fueron los primeros en llegar y encontraron a Mariano padre tocando los pies de su hijo llorando y gritando: ¡°Me lo han matado¡±. R¨¢pidamente, el jefe del dispositivo de la Guardia Civil solicit¨® m¨¢s efectivos para que se desplegaran por los accesos al pueblo para evitar que el autor escapara. Otro equipo se march¨® a la casa que los testigos indicaban como el culpable. Varios testimonios recabados en el lugar hab¨ªan hablado de la enemistad entre Mariano y Giovanni desde hac¨ªa mucho, que incluso hab¨ªa hecho que protagonizaran enfrentamientos p¨²blicos.
Los agentes se apostaron en la puerta del inmueble y tambi¨¦n en el rellano del piso inferior al de la casa de Giovanni. Permanecieron unas horas, pacientemente, hasta que un ruido llam¨® su atenci¨®n, la puerta de la casa del sospechoso se hab¨ªa abierto. ¡°Intent¨® volver a meterse en la casa, pero le fue imposible. Su compa?ero de piso nos dijo: ¡®Ha sido ¨¦l¡±.
Las pruebas
Varias pruebas juegan en contra de la narraci¨®n de Giovanni. Una de ellas es el registro de llamadas del tel¨¦fono del padre de la v¨ªctima, que no muestra ninguna realizada al acusado, seg¨²n argument¨® su abogada en el juicio. Otra, el reconocimiento por parte de los testigos, que casi desde el primer momento indicaron a los agentes hacia qui¨¦n deb¨ªan dirigirse sus pesquisas. Pero lo m¨¢s contundente se hall¨® en el registro de la vivienda en la que Giovanni viv¨ªa con Frank, otro vecino de Cercedilla.
Las im¨¢genes de aquel registro se vieron en el segundo d¨ªa de la vista oral. Una de ellas muestra un cuchillo bajo el colch¨®n en el que dorm¨ªa el acusado. ¡°Lo usaba para cortar el hach¨ªs¡±, asegur¨® ¨¦l. En un hueco en la repisa de una chimenea, los guardias civiles encontraron otro, con la punta doblada, restos de sangre y fibras textiles. Estos restos correspond¨ªan a Mariano, cuya muerte acababan de confirmar los servicios de emergencias a apenas un kil¨®metro del domicilio. Giovanni neg¨® el martes saber de d¨®nde sal¨ªa ese cuchillo, aunque en la fase de la instrucci¨®n s¨ª que lo reconoci¨® como suyo.
La defensa del acusado sostiene que su representado tiene un retraso mental y en el momento de los hechos sufr¨ªa una adicci¨®n a las drogas y al alcohol que le hac¨ªan inconsciente de sus actos. Las psiquiatras que declararon en el juicio, tanto del juzgado como de parte de la defensa, relataron que el acusado tiene un retraso mental leve que, sin embargo, no le impide llevar una vida normal y funcional. Las expertas de la defensa se diferencian en que califican su nivel de consumo de t¨®xicos como grave y afirman que esto puede afectar a su capacidad volitiva, que es la que hace que un ser humano sea capaz de controlar sus actos.
El lunes, las sesiones orales llegar¨¢n a su fin con las conclusiones de los abogados y la fiscal. Ser¨¢ entonces cuando la jueza entregue a los miembros del jurado, con una apabullante mayor¨ªa femenina, las preguntas que deber¨¢n responder para dictaminar si la muerte de Mariano fue fruto de una reyerta, si Giovanni acudi¨® a ese lugar con la idea de matar y su v¨ªctima no pudo defenderse o si el acusado no es responsable de estos hechos.
Suscr¨ªbete aqu¨ª a nuestra newsletter diaria sobre Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.