Ayuso entierra el teatro fantasma de Usera, construido hace 30 a?os y nunca inaugurado
La Comunidad aprueba demoler una instalaci¨®n impulsada por el Gobierno de Leguina en 1992 y que ha estado cerrada a cal y canto desde 1995
Antonio Lopera, arquitecto, se queda callado, ¡°sin habla¡±. A F¨¦lix L¨®pez-Rey, concejal de M¨¢s Madrid en el Ayuntamiento de la capital, le ocurre lo contrario: se lo llevan los demonios. ¡°En una ciudad como Segovia, ?vila, o Huelva, esto ser¨ªa imposible, porque la gente se echar¨ªa a la calle¡±, dice. ¡°Estas cosas solo pasan en Madrid: se invierten decenas de millones en algo, y lo dejen ah¨ª abandonado. ?Son millones enterrados!¡±, lamenta. Los dos acaban de enterarse de que el Gobierno de Isabel D¨ªaz Ayuso decidi¨® el mi¨¦rcoles demoler el Teatro de Almendrales, impulsado en 1992 en Usera, bajo la iniciativa del ejecutivo de Joaqu¨ªn Leguina (PSOE), y que ahora desaparecer¨¢ por incumplir la normativa actual, seg¨²n un portavoz gubernamental. Son 30 a?os de esperanzas rotas, pues las obras se abandonaron sin los remates finales en 1995, nunca se retomaron, y por ello el edificio jam¨¢s abri¨® sus puertas. 30 a?os de lucha vecinal, que ahora se centrar¨¢ en conocer el destino de la parcela. Y 30 a?os sin responder a una pregunta: ?C¨®mo se gast¨® dinero p¨²blico en construir algo que nunca se ha usado?
¡°El teatro tuvo la desgracia de ser promovido en la ¨²ltima ¨¦poca de la era Leguina¡±, recuerda Lopera, autor del proyecto del edificio y director de la obra hasta que quebr¨® la empresa constructora y el proyecto qued¨® en el limbo hace 30 a?os. ¡°El quiebre coincidi¨® con el cambio de gobierno en la Comunidad de Madrid [y la llegada del PP al poder], y nadie demostr¨® ning¨²n inter¨¦s por la continuidad del proyecto¡±, sigue. ¡°Se concibi¨® como un teatro cl¨¢sico, de planta y estructura isabelina, y serv¨ªa para hacer teatro, como cine, como local de convenciones... todo en un tama?o reducido, peque?ito, y con todas las bendiciones urban¨ªsticas¡±, sigue para subrayar que no entiende qu¨¦ puede llevar ahora al derribo. ¡°Adem¨¢s, ten¨ªa un local polivalente que pod¨ªa ser para ensayos o la asociaci¨®n de vecinos¡±, a?ade. Y recuerda: ¡°El edificio tuvo muchos novios [tras la quiebra]: el obispado, la joven compa?¨ªa de teatro cl¨¢sico... Antes de demolerlo hay que buscar otras alternativas de uso, que las tiene¡±.
El teatro, de 1.850 metros cuadrados, est¨¢ en el coraz¨®n de Almedrales, el barrio de la capital en el que m¨¢s creci¨® el precio de compra de la vivienda de segunda mano en 2023, un 34,5%, seg¨²n el portal inmobiliario Fotocasa. All¨ª se comenz¨® a construir en 1992 este edificio por orden del Instituto de la Vivienda de Madrid (IVIMA) ¡ªahora Agencia de Vivienda Social de la Comunidad de Madrid¡ª para albergar un teatro-cine y un centro cultural. El presupuesto era de 100 millones de pesetas (600.000 euros, sin tener en cuenta el alza del coste de la vida). Al acabar la construcci¨®n de la estructura tres a?os despu¨¦s, el proyecto se paraliz¨® debido a la quiebra de la empresa adjudicataria, y solo se ejecut¨® el Centro de Salud Almendrales, anexo al teatro. En 2012, un breve episodio de okupaci¨®n vecinal dio vida al espacio con el proyecto de La Osera de Usera, desalojado por el Ayuntamiento ese mismo verano. En 2019, el pleno del Ayuntamiento aprob¨® comenzar la gesti¨®n para que la titularidad del teatro pasase de la Comunidad al consistorio, y as¨ª iniciar su reforma y puesta en marcha como centro cultural. Pero fue un espejismo. Otro m¨¢s en 30 a?os de promesas vac¨ªas, sue?os rotos e ilusiones sin culminar.
¡°Cuando se hizo la remodelaci¨®n del barrio, los vecinos pedimos un teatro, no porque fuera un teatro, sino porque dentro dieran clases de tramoyistas, figuristas, peluquer¨ªa... oficios relacionados con el teatro, que era algo que no exist¨ªa¡±, cuenta Marisa, activista del barrio desde hace d¨¦cadas, e integrante de la asociaci¨®n de vecinos, en la que durante mucho tiempo fue presidenta. ¡°La idea era que diera un servicio para los chicos, para hacer oficios. Y como el centro de salud estaba muy mal, alquilado a un se?or en un edificio en el que entraba agua cuando llov¨ªa, pensaron en dividir el proyecto¡±, a?ade. ¡°Ahora nos han ofrecido hacer un centro cultural en otro sitio. Es mentira tambi¨¦n. No har¨¢n nada¡±, se queja. Y se pregunta: ¡°?C¨®mo van a derribar el teatro? Est¨¢ el escenario, est¨¢n los palcos, las escaleras, los huecos de los ascensores... ?nada m¨¢s queda terminarlo!¡±.
La Comunidad de Madrid confirma que el edificio nunca se ha utilizado, y asegura que debe ser destruido porque no cumple con la normativa urban¨ªstica: supera la altura permitida, seg¨²n se?ala un portavoz gubernamental. ¡°No me parece serio el argumento¡±, contrapone el arquitecto Lopera tras conocer que se ha autorizado la contrataci¨®n de las obras de demolici¨®n a la Agencia de Vivienda Social de la Comunidad de Madrid, por importe de 1.039.563,07 euros, as¨ª como el gasto presupuestario plurianual para los a?os 2024 y 2025, por importe de 974.611,86 euros.
¡°Es un edificio que no se termin¨® de construir y que no cumple la normativa actual, por lo que es necesario demolerlo y cederle la parcela al Ayuntamiento de Madrid para que determine el uso dotacional al que quieran destinarlo¡±, resumen desde la consejer¨ªa de Vivienda, Transportes e Infraestructuras.
El Ayuntamiento, sin embargo, se remite a trav¨¦s de su departamento de prensa a que tanto el suelo como el edificio son titularidad de la Comunidad.
El agujero es doble para los vecinos. F¨ªsico, porque desaparece un edificio con el que han convivido cuatro d¨¦cadas de dos siglos distintos. Y emocional, porque con ¨¦l se va el sue?o de un punto de encuentro del que, denuncian, sigue careciendo el barrio.
¡°Para m¨ª esto es una espina clavada¡±, lamenta L¨®pez-Rey. ¡°Es para que hubieran rodado cabezas¡±, lanza. ¡°Y encima ocurre en una zona en la que no hay absolutamente nada, ni para j¨®venes, ni para no j¨®venes¡±.
La decisi¨®n, en todo caso, cambiar¨¢ la lista de las infraestructuras fantasma de la regi¨®n, casi terminadas y nunca utilizadas o abandonadas. Entre ellas destacan el tren que deb¨ªa unir M¨®stoles con Navalcarnero; que se dej¨® a medio construir tras gastar cientos de millones; la carretera MP-203, completada a falta de unos metros, y por la que nunca ha circulado ni un solo veh¨ªculo; o el clausurado ramal de tren de San Mart¨ªn de la Vega con parada en el parque Warner, cuya reapertura siempre est¨¢ entre las peticiones de los alcaldes de Pinto, San Mart¨ªn de la Vega y Valdemoro.
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