A la Asamblea de Madrid llegan el 1 de marzo 300 folios de documentaci¨®n para argumentar lo que parece un esc¨¢ndalo: que el Gobierno de Isabel D¨ªaz Ayuso acabe de pagar 73.388.672,44 euros a la constructora de la MP-203, una autopista de peaje impulsada en ¨¦poca de Esperanza Aguirre, por la que nunca ha circulado ni un solo coche, y que ni siquiera se ha terminado. La indemnizaci¨®n a Ferrovial, determinada por la justicia, compensa la parte ejecutada de la obra, como ya pas¨® en diciembre con los 162 millones pagados a OHLA por el tren de M¨®stoles a Navalcarnero, tambi¨¦n de la ¨¦poca de Aguirre, y que tampoco se ha usado nunca. Y abre un nuevo escenario: la Comunidad quiere licitar este a?o las obras para completar el trazado, lo que exigir¨¢ resolver los problemas t¨¦cnicos que dieron al traste con el proyecto.

¡°La Comunidad de Madrid, a trav¨¦s de la aprobaci¨®n de Consejo de Gobierno, ha abonado a Ferrovial casi 73,4 millones de euros [68.062.634,52 euros corresponden al principal y 5.326.037,92 euros al inter¨¦s legal del dinero por retraso en el pago] por las obras ya realizadas¡±, afirma un portavoz gubernamental. ¡°Vamos a licitar la obra este a?o para terminarla¡±.

La MP-203 se empez¨® a construir en 2005, cuando Aguirre gobernaba Madrid. Iba a tener 12,5 kil¨®metros y su prop¨®sito era conectar la M-203 y la A-2 (en el t¨¦rmino de Torrej¨®n de Ardoz) con la M-208 y la R-3, ya a la altura de Mejorada del Campo, para descongestionar la entrada a Madrid desde Alcal¨¢ de Henares. A Madrid, anunci¨® Aguirre, le iba a salir gratis: la constructora lo pagar¨ªa todo y luego explotar¨ªa la carretera en r¨¦gimen de peaje durante tres d¨¦cadas. Estaba previsto que por ella circularan m¨¢s de 2,7 millones de veh¨ªculos al a?o.

Sin embargo, era una apuesta de alto riesgo. Las obras comenzaron sin haber resuelto dos inc¨®gnitas clave. A un lado, c¨®mo superar las l¨ªneas del AVE Madrid-Zaragoza, lo que m¨¢s adelante se logr¨® cambiando el trazado. Y al otro, c¨®mo conectar con la R-3, a lo que se opon¨ªa la concesionaria de esa v¨ªa, alegando que perjudicar¨ªa al volumen de tr¨¢fico de su carretera, y por lo tanto a su negocio (lo que comunic¨® ya en 2001). El entonces Ministerio de Fomento no dio su autorizaci¨®n al engarce, atendiendo a esas razones, y Ferrovial desisti¨® de la obra en 2007. Quedaban 300 metros del trazado por hacer, adem¨¢s de cubrir el firme ya instalado. Tras comenzar la obra sin asegurar su viabilidad, la Comunidad se topaba con un muro infranqueable.

¡°No ha llegado a resolverse nunca el enlace con la R-3 debido a que la autorizaci¨®n del Ministerio de Fomento no se ha concedido pues depend¨ªa de la firma de un convenio entre el Ministerio y la Comunidad que no se ha suscrito¡±, se lee en el expediente del caso, al que accedi¨® EL PA?S, y en el que la adjudicataria de las obras argumenta su posici¨®n como perjudicada durante m¨¢s de un decenio. ¡°Lo cierto es que la Comunidad, a partir de abril de 2012, no ha realizado ninguna actuaci¨®n tendente a la firma del convenio, inactividad que se mantiene, con lo cual, la puesta a disposici¨®n de los terrenos necesarios para ejecutar el enlace con la R-3 sigue sin producirse m¨¢s de ocho a?os y medio despu¨¦s de la firma del contrato de concesi¨®n¡±.

As¨ª, las dos partes defienden sus intereses en los juzgados. Y cuando la Comunidad dice encontrar defectos en la ejecuci¨®n de la obra (en drenajes o firmes) que aminorar¨ªan la indemnizaci¨®n a la concesionaria, esta protesta: ¡°El deterioro de las obras por el tiempo transcurrido desde su paralizaci¨®n es imputable ¨²nica y exclusivamente a la Comunidad de Madrid por incumplimiento culpable del contrato¡±.

Pendiente de los Presupuestos

La MP-203 es empleada hoy por corredores y ciclistas para entrenarse. No hay ni rastro de los coches y camiones por cuyo paso iba a cobrar la concesionaria, que lleg¨® a pactar con la Comunidad explotar la autopista durante 60 a?os para as¨ª compensar los retrasos. La obligaci¨®n legal de compensarla por la parte ejecutada de la obra, y el proyecto de retomarla, se han visto retrasados por el terremoto constante en el que se ha convertido la pol¨ªtica madrile?a desde hace un lustro.

A la expresidenta Cristina Cifuentes, dispuesta a terminar la infraestructura, la devor¨® el caso m¨¢ster. Y a ?ngel Garrido, que como consejero de Transportes estaba preparado para ejecutar la indemnizaci¨®n, se lo llev¨® por delante el adelanto electoral decidido ahora hace un a?o por D¨ªaz Ayuso. En medio, el problema para el pago ha sido siempre el mismo: en 2020 y 2021, Madrid no tuvo Presupuestos porque el Ejecutivo que preside la l¨ªder conservadora ni siquiera envi¨® un proyecto de cuentas p¨²blicas a la Asamblea regional. En 2022, ya con unos Presupuestos actualizados gracias al pacto de PP y Vox, ha llegado la soluci¨®n: un pago millonario para una infraestructura p¨²blica que nadie puede usar.

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