De cuando a Madrid le sobraban los pisos de protecci¨®n oficial
Protagonistas de aquella pol¨¦mica venta de casi 2.000 viviendas de Ana Botella recuerdan c¨®mo se abri¨® la puerta a los fondos buitre en la capital
Hubo un tiempo en que al Ayuntamiento de Madrid le sobraban sus viviendas p¨²blicas y prefer¨ªa hacer caja a disponer de patrimonio. Un tiempo, hace m¨¢s de una d¨¦cada, en que decidi¨® vender 1.860 viviendas porque era m¨¢s importante ingresar efectivo que seguir siendo el casero de cientos de familias de bajos recursos. A?os en los que Ana Botella era alcaldesa de Madrid, quien, de un d¨ªa para otro, ...
Hubo un tiempo en que al Ayuntamiento de Madrid le sobraban sus viviendas p¨²blicas y prefer¨ªa hacer caja a disponer de patrimonio. Un tiempo, hace m¨¢s de una d¨¦cada, en que decidi¨® vender 1.860 viviendas porque era m¨¢s importante ingresar efectivo que seguir siendo el casero de cientos de familias de bajos recursos. A?os en los que Ana Botella era alcaldesa de Madrid, quien, de un d¨ªa para otro, decidi¨® vender a un fondo buitre un tercio de las viviendas construidas en suelo p¨²blico con dinero y recursos salidos de los impuestos.
Algunos d¨ªas despu¨¦s de la manifestaci¨®n que el 13 de octubre moviliz¨® a miles de personas en Madrid a favor de la vivienda, Arantxa Mej¨ªas, una de las personas que m¨¢s trabaj¨® para impedir aquella venta de Botella, mira con cierto optimismo lo que empieza a pasar en las calles y el malestar que recorre las ciudades. ¡°Frente a la movilizaci¨®n actual recuerdo con algo de tristeza la poca empat¨ªa social que gener¨® la lucha que est¨¢bamos comenzando¡±, explica. Una d¨¦cada despu¨¦s, la realidad es que por aquel entonces pagaba 600 euros por un piso en Carabanchel al Ayuntamiento de Madrid y hoy paga 1.050 euros a una filial del fondo Blackstone.
Ana Botella, alcaldesa de Madrid entre diciembre de 2011 y junio de 2015, llevaba poco m¨¢s de un a?o al frente de la alcald¨ªa cuando anunci¨® la venta de un buen trozo del patrimonio inmobiliario, casi un tercio de las 6.549 viviendas que ten¨ªa la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS).
El procedimiento para vender 1.860 pisos ¨D1.208 de ellos en r¨¦gimen de alquiler y 652 en r¨¦gimen de opci¨®n de compra¨D dur¨® 14 d¨ªas y en julio de 2013 el ayuntamiento anunciaba que el Consejo de Administraci¨®n de la EMVS hab¨ªa aprobado la venta de las casas a cambio de 125,5 millones de euros. La Comunidad de Madrid, presidida entonces por Francisco Gonz¨¢lez, intentaba algo parecido con otras casi 3.000 viviendas que pasar¨ªan a manos de Goldman Sachs, pero la movilizaci¨®n ciudadana logr¨® detener la venta. Consumada la operaci¨®n, el ayuntamiento calific¨® la venta como ¡°transparente y competitiva¡± y el dinero obtenido, dijo entonces el consistorio, eran ¡°nuevos recursos para continuar sus pol¨ªticas sociales¡±.
¡°Aquella venta marc¨® un antes y un despu¨¦s¡±, dice la abogada Alejandra Jacinto, socia fundadora de CAES, un despacho especializado en temas de vivienda. ¡°Abri¨® la puerta a los fondos buitre y se mandaron dos se?ales: que se puede vender patrimonio p¨²blico a precio muy barato a fondos de inversi¨®n y que si es necesario es posible modificar la ley de arrendamientos urbanos para que esos contratos fueran m¨¢s fuertes. Si a esto le sumamos el r¨¦gimen en el que est¨¢n enmarcadas este tipo de empresas que se dedican al mercado inmobiliario y que apenas tributan el impuesto de sociedades, se lanza un mensaje claro de priorizar el inter¨¦s especulativo por encima del derecho a la vivienda¡±, a?ade Jacinto.
Tras aquella venta hubo un juicio y Botella y siete miembros de su equipo fueron condenados a pagar de su bolsillo casi 25 millones de euros, aunque siete a?os despu¨¦s, en julio de 2020, el Tribunal de Cuentas revoc¨® la sentencia. Inicialmente, la sentencia consideraba probado que la operaci¨®n fue ilegal al no asegurar la concurrencia y que los inmuebles se vendieron por 159 millones de euros con un importe por debajo del precio de mercado, lo que gener¨® un perjuicio al erario p¨²blico de m¨¢s de 25 millones de euros. Durante el juicio se supo tambi¨¦n que la empresa municipal pag¨® 2,3 millones de euros en comisiones por ¡°honorarios de asesoramiento e intermediaci¨®n¡±. Seg¨²n Jaime Palomera, Doctor en Antropolog¨ªa econ¨®mica del Instituto de investigaci¨®n urbana de Barcelona, si en Espa?a toda la vivienda social hubiera mantenido este estatus, el 40% de las viviendas estar¨ªan fuera del mercado a un precio asequible lo que colocar¨ªa a Espa?a por delante de Pa¨ªses Bajos, el pa¨ªs europeo con m¨¢s vivienda oficial.
¡°Se habla de patrimonio, de dinero, de escrituras... Pero detr¨¢s de esas casas hay vidas¡±, dijo Mej¨ªas en la Audiencia Provincial de Madrid durante aquel juicio. Con 25 a?os descubri¨®, como otros cientos de madrile?os, que la casa en la que viv¨ªa con sus padres ya no era de la EMVS, sino de Fidere, una de las ramificaciones espa?olas del fondo de inversi¨®n estadounidense Blackstone. Decidi¨® entonces dar la batalla, y no se arrepiente, aunque el resultado haya sido agridulce y su vivienda actual terminara en manos de un fondo que ha crecido en Espa?a a un ritmo similar al que lo hac¨ªa el pago de su alquiler. ¡°Recuerdo las primeras manifestaciones que organizamos para protestar por la venta¡±, dice Mej¨ªas. ¡°?ramos muy poca gente y no hab¨ªa empat¨ªa social, pero aquello era la antesala de la crisis de vivienda que vivimos en la actualidad. Aquello fue un laboratorio que dio paso al debate actual que ha puesto la necesidad de la vivienda social encima de la mesa¡±, a?ade. Mej¨ªas insiste en distinguir que la vivienda en la que viven sus padres no fue precisamente un regalo y diferencia entre vivienda social y vivienda protegida. La vivienda social es de titularidad p¨²blica y tiene un precio muy por debajo del mercado, o sea un alquiler de 200 o 300 euros mensuales, y la vivienda protegida tiene un precio mayor, aunque por debajo del precio de mercado y es construida tanto por sector p¨²blico como privado.
?Es posible que hoy se repitiera una masiva venta de este tipo? Seg¨²n Mar Espinar, diputada en la Asamblea de Madrid y exportavoz del PSOE en el Ayuntamiento,¡±no es posible saberlo y todo puede empeorar¡±. ¡°El Partido Popular ha ganado la batalla del anti-intervencionismo, pero la ¨²nica forma de parar la deriva al alza de los alquileres es que los poderes p¨²blicos act¨²en sin pedir perd¨®n. Proteger a los vulnerables y garantizar la vida digna de todos, punto¡±, dice Espinar. ¡°La libertad de la ca?ita no puede prevalecer ante la justicia social, pero en Madrid la gente es m¨¢s individuo que parte de algo m¨¢s grande. Esa es la tr¨¢gica victoria del PP¡±, se?ala.
El Ayuntamiento de Madrid cuenta con 8.515 viviendas, un 36% m¨¢s que en 2019 gracias al empuje de Manuela Carmena, que liber¨® gran parte del suelo p¨²blico sobre el que el alcalde, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida, construye ahora. Actualmente, hay otros 2.110 pisos en distintas fases de ejecuci¨®n, a los que Almeida aspira a sumar las 10.000 viviendas m¨¢s de la ¡®Operaci¨®n Campamento¡¯ y convertir a la EMVS en la principal promotora inmobiliaria de Espa?a, presume el alcalde. A las actuales administraciones, Arantxa Mej¨ªas reprocha la inactividad del Ministerio de la Vivienda. ¡°Hay un Ministerio de la Vivienda cuya creaci¨®n todos exigimos y celebramos, pero pedir empat¨ªa de los caseros hacia los inquilinos me parece aberrante e ignora la problem¨¢tica tan grave que se est¨¢ viendo con la vivienda¡±, critica.