¡°Son las casas m¨¢s caras de la historia: nos han hipotecado la vida¡±

Hace 15 a?os, Montserrat Gil L¨®pez, que ahora tiene 46, se instal¨® en su casa, en la calle de Salvador Allende, en el distrito madrile?o de Carabanchel. "El 3 de agosto de 2003, la propia Ana Botella organiz¨® un convite en el barrio para entregarme la casa", recuerda Gil. ¡°Organizaron un catering y nos dijeron que era como si nos hubiera tocado la loter¨ªa, nos entreg¨® las llaves en su mano¡±. Gil y su familia fueron beneficiarios de una de las viviendas de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS), ya que cumpl¨ªa con los requisitos que ped¨ªa el Ayuntamiento: ¡°Los requisitos principales eran que tuvieras menos de 35 a?os ¡ªla idea era ayudar a independizarse a la gente joven¡ª, estar empadronada en Madrid y tener un trabajo¡±.

Una d¨¦cada despu¨¦s, en 2013, y sin que nadie le notificase nada, Gil descubri¨® que su vivienda ya no era p¨²blica sino que hab¨ªa sido vendida al fondo buitre Fidere, dentro del conglomerado de Blackstone. ¡°Me enter¨¦ de la venta por los medios de comunicaci¨®n¡±, dice Gil. "Nunca me imagin¨¦ que quien me hab¨ªa dado la casa me la iba a acabar quitando".

Cuando se instal¨®, Gil pagaba 340 euros al mes de alquiler. Adem¨¢s, la EMVS le aseguraba el derecho a adquirir el inmueble. Justo despu¨¦s de la venta del piso al fondo, no solo desapareci¨® ese derecho, sino que tambi¨¦n sufri¨® una fuerte subida del alquiler: a 800 euros al mes.¡°Tras tres a?os, no pudimos pagarlo m¨¢s", cuenta. El mismo a?o que su casa dej¨® de pertenecer a la EMVS, su marido, que trabajaba como barrendero municipal, fue despedido: "Qu¨¦ casualidad, ?no?".

Adem¨¢s de con su marido, Gil vive en su casa de Carabanchel de 70 metros cuadrados con sus dos hijos ¡ªLaura y Javi, de 26 y 16 a?os, respectivamente¡ª, y con su nieta M¨ªa, de 6. Desde 2016 no paga la renta mensual: "Nos han querido desahuciar tres veces. Y el 18 de febrero lo volver¨¢n a intentar", relata, "mis hijos me preguntan a menudo por qu¨¦ nos quieren quitar la casa. Dicen que si es porque somos pobres". A pesar de que ha sido duro, Gil estaba ayer contenta: ¡°No s¨¦ si la sentencia del Tribunal de Cuentas puede solucionar nuestros problemas, pero es una satisfacci¨®n. Hemos vivido una realidad muy dura: conozco gente que se ha quedado en la calle y a algunos que se han suicidado porque no pod¨ªan m¨¢s¡±, relata Gil, que pertenece al colectivo STOP desahucios.

"Hay vecinos que se han tenido que ir. Otros que han sido desahuciados. Muchas familias han luchado, pero otras han tenido que desistir. Tambi¨¦n hay gente que simplemente desapareci¨®: ante la verg¨¹enza de no poder pagar la casa, se fueron y nunca lo dijeron¡±, resume Arantxa Mej¨ªas, presidenta de la asociaci¨®n de afectados por la venta de viviendas de la EMVS. "Son las casas m¨¢s caras de la historia: nos han hipotecado la vida", agrega Mej¨ªas, de 29 a?os y que trabaja de secretaria. Ella es otro de los rostros detr¨¢s de las 1.860 viviendas p¨²blicas que el Ayuntamiento de Ana Botella vendi¨® a fondos buitre. Por esa venta, concretamente por vender por debajo del precio de mercado los pisos p¨²blicos, Botella y siete de sus ediles han sido condenados por el Tribunal de Cuentas a abonar casi 23 millones de euros, unos 2,8 millones cada uno.

¡°Cuando vendieron nuestra vivienda, cambi¨® todo¡±, dice Mej¨ªas, que tambi¨¦n vive en Carabanchel. Reside ah¨ª con sus padres desde hace m¨¢s de 13 a?os. ¡°Cuando finaliz¨® el contrato de mis padres, hace dos a?os, nos lleg¨® un burofax diciendo que ten¨ªamos que abandonar la casa¡±, recuerda Mej¨ªas. ¡°Fueron las peores navidades de nuestra vida. De hecho, pensamos que fue una venganza porque yo ejerc¨ªa como portavoz de la plataforma de afectados¡±. Mientras a otros vecinos, como a Gil, les subieron el alquiler tras la venta ¨C¡°Hubo subidas de hasta el 40%¡±, dice Mej¨ªas-, a la portavoz de afectados por la venta de viviendas de la EMVS y a su familia les invitaron a irse. ¡°Fuimos a juicio y conseguimos las mismas condiciones que el resto de vecinos: un incremento en el alquiler, pero la posibilidad de quedarnos¡±, recuerda Mej¨ªas. Ahora, tiene un contrato que cumple en 2020: ¡°Vivimos con la incertidumbre¡±.

¡°A pesar de todo, hoy estoy muy contenta y satisfecha¡±, reconoce Mej¨ªas, ¡°cuando me enviaron la noticia, esta ma?ana, pens¨¦ que era una inocentada¡±. Considera que el fallo del Tribunal de Cuentas, que puede ser recurrido por los condenados, ¡°nos da todav¨ªa m¨¢s la raz¨®n¡±. ¡°Es previsible que Botella y su equipo recurran, pero incluso eso es indignante: que asuma su responsabilidad", pide Mej¨ªas, ¡°la decisi¨®n que tomaron gener¨® un doble perjuicio: por un lado a las personas que viv¨ªamos all¨ª; por otro, a todos los ciudadanos". Por eso, al igual que otras organizaciones como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, Mej¨ªas pide que la venta sea revertida y que las viviendas vendidas por debajo del precio de mercado vuelvan a ser p¨²blicas. Mej¨ªas tambi¨¦n afea a la exalcaldesa Botella que se haya escudado en que ella no ten¨ªa los detalles de la venta realizada en 2013: ¡°Si la alcaldesa de una ciudad no tiene informaci¨®n ni responsabilidad es una incompetente y no deber¨ªa haber ostentado ese cargo¡±.