Patolog¨ªa dual, un diagn¨®stico de adicci¨®n y trastorno mental al alza
Un psiquiatra, un paciente y un psic¨®logo hablan de un desorden cuya detecci¨®n creci¨® el a?o pasado entre la juventud madrile?a casi un 30%
![El psiquiatra N¨¦stor Szerman en su consulta de Madrid.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/MUM46UR4XVHLTGYRQ2DO26EB6M.jpg?auth=4a1d9809a3a00fee80b699582dbcbd296b104ae471caf4fca08d223820e3e728&width=414)
A Luis hay que llamarle Luis aunque Luis no se llame Luis. Tiene 23 a?os y vive en Madrid. Antes de empezar a hablar, Luis, que nunca revelar¨¢ su verdadero nombre para evitar ser estigmatizado, dice que es un chico ¡°extrovertido¡±. Despu¨¦s de unos segundos, el joven decide ampliar su descripci¨®n. ¡°Tambi¨¦n un poco disfuncional¡±, afirma. La carta de presentaci¨®n para poder conocer a Luis era algo m¨¢s espec¨ªfica: tiene patolog¨ªa dual, que en su caso conlleva un trastorno l¨ªmite de la personalidad y una adicci¨®n al consumo de sustancias como cannabis o coca¨ªna. ¡°La patolog¨ªa dual es una expresi¨®n que permite identificar a las personas que sufren una adicci¨®n y otro trastorno mental. El orden es importante porque la adicci¨®n es en s¨ª un trastorno mental reconocido desde el punto de vista cient¨ªfico¡±, explica N¨¦stor Szerman, psiquiatra del Instituto de Psiquiatr¨ªa y Salud Mental del Hospital Gregorio Mara?¨®n y presidente de la Fundaci¨®n Patolog¨ªa Dual.
Proyecto Hombre Madrid se?al¨® con ¡°preocupaci¨®n¡± en su memoria anual de 2023 que el ¡°60% de los j¨®venes¡± atendidos en Madrid en sus instalaciones durante el pasado curso presentaban dicha patolog¨ªa. Para Szerman, esto no significa que de repente los casos se hayan multiplicado entre la juventud. ¡°No creo que se pueda hablar de aumento de personas con patolog¨ªa dual. Lo que ha aumentado en realidad es la detecci¨®n. Es decir, los profesionales de la salud, cuando se encuentran ante alguien con adicciones ya no se quedan solo ah¨ª, sino que piensan: `Adem¨¢s de esto, ?qu¨¦ m¨¢s hay??. Ah¨ª es cuando se detectan los otros trastornos, cosa que tal vez antes no se hac¨ªa¡±, opina. Los datos de Madrid Salud indican que en 2024 se atendi¨® a 3.394 personas con patolog¨ªa dual en tratamiento, ¡°un incremento del 29,5% respecto al a?o anterior¡±.
Luis cree que el trastorno l¨ªmite de la personalidad que tiene, en su caso, ¡°fue a la par que las adicciones¡±, pero que a partir de los 14 a?os ¡ªcon esa edad se inici¨® en el consumo de drogas¡ª los s¨ªntomas empezaron a manifestarse de forma m¨¢s evidente. ¡°Sabemos, desde el punto de vista cient¨ªfico, que los trastornos mentales aparecen mucho antes de que se manifiesten. A veces incluso no se manifiestan. El rol de la gen¨¦tica es important¨ªsimo. Las funciones mentales, igual que el color de ojos, son heredadas. Hay personas predispuestas de base a tener trastornos mentales, son personas vulnerables desde su nacimiento. Si adem¨¢s hay factores ambientales que los favorecen, se pueden poner en marcha y encenderse. En casos en los que estos factores no existen, puede que nunca se lleguen a florecer¡±, argumenta Szerman. Por su parte, Luis recuerda que su adicci¨®n comenz¨® como un acto de ¡°rebeld¨ªa¡± mientras que los s¨ªntomas del trastorno aparecieron sin ¡°darse cuenta¡±. Por ejemplo con emociones exacerbadas o autolesiones.
Seg¨²n el Centro de Patolog¨ªa Dual de Madrid Salud, los trastornos de personalidad suponen el 36,4 % de los casos que atienden, y se trata del diagn¨®stico ¡°m¨¢s frecuente¡± de enfermedad mental. El psiquiatra insiste en que la clave es la obtenci¨®n de unos ¡°marcadores biol¨®gicos¡± para identificar previamente a las ¡°personas de riesgo¡±. Menciona la eficacia del estudio ABCD (Adolescent Brain Cognitive Development) desarrollado por el Instituto Nacional de Salud P¨²blica de Estados Unidos. ¡°Se ha realizado un seguimiento durante una d¨¦cada a 10.000 j¨®venes con predisposici¨®n a los trastornos mentales desde que ten¨ªan 9 a?os. Se ha determinado que aquellos j¨®venes que consumieron sustancias antes de los 15 a?os se pod¨ªan diferenciar previamente de los que no lo hicieron a trav¨¦s de pruebas neurobiol¨®gicas y de neuroimagen del cerebro. El cerebro de estos ni?os que van a consumir es distinto, es m¨¢s vulnerable, y se puede determinar antes¡±, expresa. ¡°Esto es un hallazgo fundamental para pronto tener unos marcadores biol¨®gicos. La adicci¨®n es una vulnerabilidad que no se hace, se nace con ella¡±, declara Szerman.
![Pablo Llama, psic¨®logo de Proyecto Hombre, en la sede de la organizaci¨®n en Madrid.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/YNBLHKQ2XVEWFF76G4PXQVJ5ZU.jpg?auth=67183a93b0c07522d8dae7c02e3fdd2f23c8845ea25cd242dcd7934c64fa842b&width=414)
Encerrado en su casa durante la pandemia, Luis empez¨® a ser consciente de sus problemas. Llevaba casi cinco a?os de adicciones ininterrumpidas. ¡°Hasta entonces no ten¨ªa uso de raz¨®n, siempre me hab¨ªa visto consumiendo con m¨¢s gente. Ven¨ªa de consumir de todo. Primero cannabis, tabaco, alcohol, y luego algunas m¨¢s ilegales como speed, ¨¦xtasis, quetamina o coca¨ªna¡±, reconoce. ¡°Empec¨¦ a despertar cuando me vi a m¨ª mismo encerrado, yo solo, necesitando hacer abuso de este tipo de sustancias porque sin ellas no era capaz de encontrarme bien. No pod¨ªa estar un d¨ªa sin consumir. Ah¨ª es cuando todos los problemas de salud mental me explotan y me vi en este c¨ªrculo vicioso¡±, sostiene. Las personas con trastorno l¨ªmite de la personalidad como Luis presentan un fuerte ¡°temor¡± a quedarse solas, algo que se suele manifestar a una edad adulta temprana. Para el psic¨®logo Pablo Llama, de 48 a?os, que lleva m¨¢s de dos d¨¦cadas trabajando con pacientes con perfiles similares al de Luis, ¡°la realidad que estas personas perciben, en constante riesgo de vac¨ªo o abandono, contrasta fuertemente con la realidad real. Son poco adaptativos, tienen una dificultad muy grande a nivel de gesti¨®n de las relaciones y una labilidad de las emociones, con reacciones desproporcionadas¡±. ¡°Si tienden a ser impulsivos es bastante probable que aparezcan las sustancias, porque las drogas son, a corto plazo, una soluci¨®n muy eficaz a sus problemas, un placer transitorio¡±, agrega.
Luis, amparado en el apoyo de ¡°parte de la familia¡±, dio el paso por iniciativa propia de ¡°pedir ayuda¡±. Ha estado en centros p¨²blicos de Madrid como el Centro de Atenci¨®n a Drogodependientes (CAD) o el Centro de Atenci¨®n Integral a Drogodependientes (CAID), en otros privados que tratan espec¨ªficamente la patolog¨ªa dual as¨ª como en distintos centros psiqui¨¢tricos. Los resultados no terminaron de llegar e incluso en momentos de ¡°no consumo¡± tuvo alg¨²n brote psic¨®tico. Hace seis meses toc¨® a la puerta de Proyecto Hombre en Madrid. Acude de lunes a viernes por las ma?anas junto a otro grupo de chavales en su misma situaci¨®n. Desde Proyecto Hombre se incide en que la patolog¨ªa dual debe abordarse de una forma ¡°integral¡±. ¡°Tanto el trastorno de la adicci¨®n como el psiqui¨¢trico deben ser atendidos de forma simult¨¢nea¡±, incide el psic¨®logo Llama. Sobre los detalles de las din¨¢micas de las terapias, la organizaci¨®n no ha querido ofrecer demasiada informaci¨®n. Todos los pacientes tienen un seguimiento individualizado, aunque en ocasiones trabajan en grupos reducidos para fomentar la puesta en com¨²n.
El gran paso de Luis, en su opini¨®n, ha sido encontrar ¡°el placer en la rutina¡±. ¡°Parece que estoy avanzando hacia lo que se denomina una vida normal, una en la que mis d¨ªas no consistan en querer consumir. Durante a?os el ¨²nico objetivo que ten¨ªa desde que me levantaba era ese¡±, asegura. ¡°Nuestra lucha es contra nosotros mismos. El enemigo lo tenemos en casa. Tienes que darte cuenta de que hay vida m¨¢s all¨¢ del muro de las drogas. Algo tan simple, por ejemplo, como hacer cardio y sudar me ayuda a canalizar mejor mis problemas¡±, comenta. Esto es lo que se denomina como epigen¨¦tica, una serie de factores ambientales que sin cambiar la secuencia del ADN pueden activar o desactiva algunos genes. Por ejemplo el ejercicio f¨ªsico, la alimentaci¨®n o los medicamentos. Algo que puede ser tambi¨¦n hereditario.
Llama explica que ¡°aunque los dos problemas son importantes, lo primero es erradicar la adicci¨®n¡±. ¡°Si no lo haces, es imposible que el paciente acceda a la ra¨ªz de su trastorno mental, que es en realidad el que nos interesa de verdad¡±. ¡°La gran trampa de las drogas es todo aquello que dejas de hacer cuando consumes, te quitas la oportunidad de encontrar soluciones autoeficaces, y esa llave se la das a la droga¡±, argumenta.
Bajo su propia experiencia, Llama cuenta que ¡°no existe gran diferencia entre esta generaci¨®n de j¨®venes y las anteriores en cuanto al consumo¡±. ¡°Lo que s¨ª ha cambiado es el estr¨¦s. La exigencia a la que est¨¢n sometidos no tiene comparaci¨®n, es brutal. Tienen que estar siempre hiperconectados, ser el que m¨¢s relaciones tiene, el m¨¢s guapo, el m¨¢s fit, estar siempre en la cresta de la ola¡±, comenta. ¡°Hay un claro aumento de sintomatolog¨ªa ansioso-depresiva en la poblaci¨®n joven y adolescente si lo comparamos con sus padres o sus abuelos. El mundo ofrece muchas m¨¢s cosas, pero eso tiene una contrapartida: la exigencia desmedida. Puede ser que a nivel material lo tienen todo y, sin embargo, hay una gran cuenta pendiente en cuanto a habilidades como el pensamiento cr¨ªtico, la asertividad, la empat¨ªa o la simple capacidad para legitimarse y no ser perfectos¡±, sentencia.
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