La salvaje transformaci¨®n de la noche madrile?a: as¨ª han cambiado la hosteler¨ªa los hijos de la ¡®jet-set¡¯
Un nuevo grupo de inversores ha creado una estrategia de ocio innovadora y exclusiva que combina gastronom¨ªa, fiesta, alcohol, m¨²sica y espect¨¢culo: ¡°Antes la responsabilidad de divertirse era solo del cliente, ahora no es as¨ª¡±
¡°Si yo llego a una cita contigo y lo primero que hago es pedirme un whisky, me tomar¨¢s por un alcoh¨®lico, pero si mientras estamos cenando nos sirven unos c¨®cteles y los tomamos con un men¨² delicioso pero sencillo, con fusi¨®n de cocina espa?ola e internacional, pues ser¨¢ muy distinto¡±, dice con guasa Fernando Nicol¨¢s mientras se pide una ca?a y unos esp¨¢rragos de Navarra en la terraza de ...
¡°Si yo llego a una cita contigo y lo primero que hago es pedirme un whisky, me tomar¨¢s por un alcoh¨®lico, pero si mientras estamos cenando nos sirven unos c¨®cteles y los tomamos con un men¨² delicioso pero sencillo, con fusi¨®n de cocina espa?ola e internacional, pues ser¨¢ muy distinto¡±, dice con guasa Fernando Nicol¨¢s mientras se pide una ca?a y unos esp¨¢rragos de Navarra en la terraza de El Castizo, el local de Serrano que forma parte del grupo Larrumba, grupo de restauraci¨®n y ocio que fund¨® en 2014 junto a sus amigos Alonso Aznar (hijo del expresidente) y Chiqui Calleja, y que ahora preside.
Nicol¨¢s, que estudi¨® en CUNEF, se define como inversor, y acaba de dar la bienvenida a su empresa como director general a Ignacio Blanco, un alto ejecutivo procedente de la industria aeron¨¢utica. Ha llegado a este punto estrat¨¦gico de la Quinta Avenida madrile?a subido en una bicicleta ultraligera y vestido con camiseta y bermudas. Su imagen est¨¢ m¨¢s cerca de la de emprendedor de Silicon Valley que la de tibur¨®n financiero o empresario de la noche, y, sin embargo, es combinando estos dos roles como ha operado una verdadera revoluci¨®n hostelera en Madrid: ¡°Hace 20 a?os la noche consist¨ªa en ir a cenar, despu¨¦s ir a lo que se denominaba bar especial, donde tomabas la primera copa hasta las tres y media de la ma?ana, y finalmente te ibas a una discoteca¡±. ?l y sus amigos se dieron cuenta de que ofrecer la cena y la copa en el mismo lugar pod¨ªa cambiarlo todo. As¨ª naci¨® Marieta, en 2014, que ofrec¨ªa esta f¨®rmula en pleno paseo de la Castellana, al lado de Green, una de las hist¨®ricas discotecas ¡°bien¡± de la ciudad.
Marieta fue el primer local de los 25 que ahora gestionan, a los que pronto a?adir¨¢n otro m¨¢s, de 3.000 metros cuadrados ubicado en el coraz¨®n del llamado World Trade Center madrile?o, la Torre Picasso. ¡°Una vez que ya te acostumbras a ese confort, no hay marcha atr¨¢s. Es como cuando te ponen dom¨®tica en casa¡±, dice despu¨¦s de saludar efusivo a los amigos del barrio, el de Salamanca, que se dirigen hacia alguna de las animad¨ªsimas y selv¨¢ticas terrazas que han surgido en la plaza de la Independencia, frente a la Puerta de Alcal¨¢: esa decoraci¨®n ex¨®tica, con tapizados de terciopelo, elementos de rat¨¢n, plantas y luz de antorcha es se?a distintiva del nuevo Madrid nocturno, ahora dominado por grupos que han seguido la estela de Larrumba.
¡°En este nuevo Madrid tambi¨¦n ha sido important¨ªsimo el fen¨®meno Jorge Juan, instigado por el propietario del grupo Paraguas, Sandro Silva, y su Amaz¨®nico, siempre lleno de se?ores elegantes y mujeres espectaculares¡±, cuenta un relaciones p¨²blicas del sector que prefiere no revelar su identidad. Silva, que al igual que Nicol¨¢s vendi¨® a un inversor parte de su conglomerado empresarial, ha adquirido un buque insignia de la Gran V¨ªa, el edificio Metr¨®polis, que inmortaliz¨® Antonio L¨®pez y que ahora se convertir¨¢ en un hotel que llenar¨¢ de sucursales de todos sus restaurantes (entre los que se encuentra el pionero Ten con Ten): a la transici¨®n suave de la cena a la copa se a?ade la posibilidad de irse a la cama recorriendo solo unos metros, con todos los comentarios maliciosos que eso conlleva. Muy cerca, en la plaza de Canalejas, se ubica el nuevo centro comercial de lujo que responde al mismo nombre y al lado, el hotel Four Seasons, con su terraza gastron¨®mica con espectaculares vistas sobre la ciudad en un edificio hist¨®rico.
Todo este bum ha instigado una sofisticaci¨®n de la oferta que incluye la posibilidad de asistir a un espect¨¢culo a la vez que se ingiere la cena. Abri¨® fuego con este modelo el Salvaje, un local independiente inicialmente ubicado en la calle Vel¨¢zquez (ahora con dos sedes m¨¢s, en La Moraleja y en el citado Canalejas), cuyo centro preside un enorme rinoceronte y donde mientras los camareros sirven cocina fusi¨®n, unos bailarines realizan danzas que animan el cotarro. Fernando Nicol¨¢s y sus socios han llevado esta misma f¨®rmula al paseo de la Castellana, donde todos los domingos se celebra a partir de las nueve de la noche en el restaurante Fan¨¢tico (cuyo centro domina un elefante) una fiesta llamada Masaka, ?frica Viva, donde un casting que parece salido de El Rey Le¨®n hace coreograf¨ªas tribales mientras los asistentes, vestidos de fiesta aunque al d¨ªa siguiente sea lunes, agitan bengalas. Una noche en Fan¨¢tico cuesta 200 euros. ¡°Todo esto tambi¨¦n ha hecho que los precios hayan subido much¨ªsimo. Antes de la pandemia, el tique medio en Madrid pod¨ªa ser de unos 45 euros. Ahora por menos de 75 no vas a ning¨²n sitio medio decente¡±, cuenta el relaciones p¨²blicas.
El presidente de la Asociaci¨®n de Hosteleros de Madrid, Jos¨¦ Antonio Aparicio, coincide en que, en efecto, el tique medio ha subido de precio, pero considera que este incremento tiene que ver con el aumento tambi¨¦n de los precios de las materias primas y la cacaread¨ªsima inflaci¨®n m¨¢s que con ninguna moda; al margen de eso, no considera que este tipo de locales hayan cambiado el panorama hasta el punto de perjudicar a otros modelos de negocio: ¡°A nosotros lo que nos preocupa y en lo ¨²nico que queremos insistir es que cada local se atenga a los horarios de su c¨®digo de CNAE [Clasificaci¨®n Nacional de Actividades Econ¨®micas]. Y dentro de ese horario, pues cada uno que haga lo que vea, por supuesto... Dar copas u ofrecer un espect¨¢culo no es tan nuevo: en Madrid siempre ha habido mucha cultura de sobremesa y poscena¡±.
Lo que quiz¨¢ s¨ª sea m¨¢s nuevo es que todos los negocios de m¨¢s ¨¦xito se organicen en grupos hosteleros que compiten entre s¨ª a la vez que comparten socios y planteamiento creativo. ¡°Hay una endogamia enorme. Es f¨¢cil encontrar el mismo nombre en varios holdings a la vez¡±, dice el relaciones p¨²blicas. Los ¨²ltimos en llegar al club han sido los del Grupo La la la, que dirige Luis Torremocha, ¨ªntimo amigo del primog¨¦nito de la infanta Elena, Felipe Froil¨¢n Marichalar. Tambi¨¦n hay un efecto contagio en los nombres: los adjetivos contundentes y con doble sentido (La Mamona, La Bientirada, La polla del pollo) llenan las calles con los metros cuadrados m¨¢s caros. Incluso un cl¨¢sico como Fortuny, el espectacular palacete del siglo XIX que despu¨¦s de una mala racha, el pionero de la noche sofisticada Javier Merino se vio obligado a sacar a subasta, ha renacido de sus cenizas intentando seguir la estela de los nuevos hosteleros. Su director de relaciones p¨²blicas, Fernando Candela, quien no quiere aclarar la situaci¨®n financiera del emporio de Merino, tiene una experiencia mucho m¨¢s amplia que Fernando Nicol¨¢s (lleva m¨¢s de 20 a?os dedicado a la restauraci¨®n y el ocio), pero eso no le impide reconocer los m¨¦ritos del Grupo Larrumba: ¡°Lo han hecho muy bien con las nuevas generaciones, que se cuidan m¨¢s, que beben de una forma diferente y que ya no quieren estar en una discoteca hasta las tantas. Todo se ha convertido en algo m¨¢s 360. Antes la responsabilidad de divertirse era solo del cliente, ahora no es as¨ª¡±.
Por eso, para adaptarse a los nuevos tiempos, en la reapertura de Fortuny han intentado crear una experiencia que incluye gastronom¨ªa y copas, pero tambi¨¦n cuatro espacios completamente redise?ados para ofrecer cuatro tipos de experiencia distintos. La joya de la corona es el patio central, lleno de ¨¢rboles y de fuentes, que se climatiza con una carpa. Todas las opciones pasan por la restauraci¨®n y las copas, cuyo precio y la rapidez a la hora de reservar asiento son el ¨²nico criterio a la hora de permitir el acceso. ¡°Antes se diferenciaba mucho si eras pijo, underground, de una tribu. Ahora est¨¢ muy mezclado todo. Si vienes con pantal¨®n corto o en ch¨¢ndal no te vamos a echar, t¨² vas a estar a gusto o no. Los c¨®digos se han desdibujado totalmente¡±, dice Candela, quien pide que no se le llame ¡°empresario de la noche¡±. ?l insiste en que el perfil de los emprendedores dedicados a la noche ha cambiado radicalmente: ¡°Yo he estudiado Derecho y un m¨¢ster en Marketing y Comunicaci¨®n. Los empresarios de ocio han visto que Espa?a es un pa¨ªs con muchas posibilidades, y antes, ser empresario de ocio estaba estigmatizado o era solo algo apropiado hasta cierta edad, ahora es tan aspiracional como ser banquero¡±.