Nicol¨¢s Villamizar, el artista que pas¨® de pintar retretes a decorar los restaurantes m¨¢s apetitosos con cuadros de 7.000 euros
El colombiano, afincado en Madrid desde hace m¨¢s de 15 a?os, acaba de inaugurar estudio y exposici¨®n y vive una ¨¦poca dorada en su carrera, pero no siempre fue as¨ª: ¡°Ahora estoy en una posici¨®n de privilegio¡±
Nicol¨¢s Villamizar (Bogot¨¢, 41 a?os) viene de una familia de arquitectos. Todos sus t¨ªos son arquitectos. Su hermano es arquitecto. Sus primos, tambi¨¦n. ?l quer¨ªa ser arquitecto, pero ¡°por un acto de rebeld¨ªa¡± decidi¨® abandonar esa opci¨®n. ¡°Nunca tuve en mente ser artista porque siempre me han metido en la cabeza que no te lleva a ninguna parte. Que puede ser un hobby y que es muy bonito que pintes, pero que hay que encontrar un trabajo de verdad. Y al final mira, he triunfado¡±, recuerda sentado junto a un fino tejido del Jard¨ªn de las delicias del Bosco que adorna el sof¨¢ de su nuevo estudio, ubicado en el barrio madrile?o de Usera.
El colombiano, afincado en Madrid desde hace m¨¢s de 15 a?os, no se dedica a proyectar edificios como sus parientes, pero ha dise?ado muchos de sus interiores. El toque m¨¢s urbano de sus inicios, con dibujos y tipograf¨ªas al m¨¢s puro estilo grafitero, est¨¢n presentes en la capital espa?ola en sitios como la discoteca Panda Club (Hernani, 75), el bar Clavel (Corredera Baja de San Pablo, 18) o la hamburgueser¨ªa Junk Burger (Jos¨¦ Abascal, 31), que gan¨® el premio de la mejor hamburguesa de Espa?a en 2022. ¡°Es un poco mi cara B, m¨¢s sucia, m¨¢s de la calle. Me gusta porque me saca de lo que hago ahora, que es m¨¢s formal e ¨ªntimo¡±, reconoce Villamizar por encima de la melod¨ªa de un piano que suena de fondo.
Javier Alfonso, cofundador de Junk Burger, cuenta que apostaron por ¨¦l para ¡°darle un toque neoyorquino a su primer restaurante y transportar a los clientes a un entorno clandestino¡±. El local est¨¢ ahora repleto de gui?os como un autob¨²s americano como el que les sirvi¨® de food truck en sus inicios o un bulldog ingl¨¦s que recuerda al perro de su socio. ¡°Mucha gente nos pregunta por los dibujos y, sobre todo, hace much¨ªsimas fotos para subir a Instagram¡±, comenta Alfonso: ¡°A nosotros nos hizo los grafitis cuando todav¨ªa no era tan famoso, ahora ya le conoce much¨ªsima gente¡±.
Villamizar confirma que vive un momento dorado en su carrera. ¡°Te das cuenta de que tu curro est¨¢ gustando cuando tienes que decir que no a cosas. Tengo mucho trabajo, que como artista es muy dif¨ªcil porque es un mundo muy inestable. Hay veces que est¨¢s bien y veces que est¨¢s mal. Ahora estoy en una posici¨®n de privilegio¡±, admite. No siempre ha sido as¨ª. Actualmente, su lienzo son las paredes de sofisticados hoteles como el lujoso Thompson, en Madrid, el Esqina Cosmopolitan Lodge de Lisboa o los de la cadena The Standard, primero en Nueva York, luego en Miami y recientemente en Ibiza. Pero hubo una ¨¦poca en la que sus bocetos no sal¨ªan de su cuaderno o decoraban las paredes de los ba?os p¨²blicos e incluso los propios retretes, con mensajes donde el humor, la s¨¢tira, lo absurdo y lo simple eran los protagonistas. ¡°Era una etapa muy bonita, pero no echo de menos la din¨¢mica de trabajar de ello, prefiero la libertad creativa y vital que tengo ahora¡±, rememora.
Durante su trayectoria profesional, ha combinado la pintura con la ilustraci¨®n y la direcci¨®n creativa para marcas como Amazon, GQ, McDonald¡¯s, Estrella Galicia, Peugeot o Mercedes Benz. Tambi¨¦n ha expuesto sus obras en la Galer¨ªa Kreisler, en la Casa de Am¨¦rica y en ferias como Art Mad, Just Mad y Mula Fest. El artista que antes dibujaba monigotes cag¨¢ndose, literalmente, en ¡°your likes [tus Me gusta]¡± ha conseguido gustar tanto que sus pinturas, donde combina lo figurativo con lo abstracto, est¨¢n ahora a la vista de los comensales de apetitosos restaurantes madrile?os como KultO, del chef Jos¨¦ Fuentes (calle de Ibiza, 4), o el exclusivo Umiko (calle de Los Madrazo, 6), de Pablo ?lvaro y Juan Alcaide, que ya cuenta con dos soles Repsol. ¡°Le conoc¨ªamos como cliente desde hace a?os y siempre nos han gustado mucho sus obras, as¨ª que se plante¨® la oportunidad de que pudieran estar en nuestro reservado¡±, explica el equipo de Umiko. ¡°Lo que nos gusta de Nico es que es creativo e inquieto y tambi¨¦n que disfruta de la gastronom¨ªa tanto como nosotros¡±, a?aden.
La disfruta tanto que le cedi¨® parte del protagonismo en la inauguraci¨®n de su taller, el pasado 12 de abril. Para dar la bienvenida al nuevo espacio, Villamizar organiz¨® una peque?a fiesta junto al chef Roberto Mart¨ªnez, del restaurante Tripea (Vallehermoso, 36), con el objetivo de fusionar arte y gastronom¨ªa. ¡°Soy un amante de la cocina y la comida es una parte muy importante de mi vida, as¨ª que hace tiempo que quer¨ªa mezclarlo¡±, asegura el artista. El cocinero explica que consisti¨® en un show cooking en directo inspirado en su trabajo. ¡°Por ejemplo, el papel de la vaporera ¨Ddonde sirvi¨® unas coloridas ostras con tomatillo verde, gazpachuelo acevichado, aj¨ª panca y chalaca¨D llevaba im¨¢genes suyas impresas. Tambi¨¦n llev¨¦ un aer¨®grafo [con el que colore¨®, entre otros platos, su particular versi¨®n del bocata de calamares] para simular un spray de grafiti. Us¨¦ colores muy vivos en todos los emplatados y sabores punzantes en las elaboraciones para que despuntasen con la obra de Nico, que es muy colorida y rompedora¡±, describe Mart¨ªnez.
El ¨¦xito del colombiano demuestra que su entorno se equivocaba y su arte se cotiza. El m¨¢s grande de sus cuadros que adornan temporalmente el reservado de Umiko cuesta unos 7.000 euros, seg¨²n revela su autor. ¡°Aqu¨ª, los m¨¢s peque?os valen 150 euros, esos otros 1.500¡±, explica se?alando parte de las obras de Collusion, la exposici¨®n con la que ha estrenado el estudio y que pudo visitarse hasta el pasado 17 de mayo en el n¨²mero 14 de la calle Juan Zof¨ªo de Madrid ¨Dahora est¨¢ expuesta en Nueva York y despu¨¦s viajar¨¢ a Amberes, Par¨ªs y ?msterdam¨D. Varias de ellas muestran ya la redonda pegatina roja que denota que est¨¢n vendidas.
Su cuerpo tambi¨¦n est¨¢ repleto de obras. ¡°Casi siempre les dejo libertad creativa a los artistas del tatuaje, que suelen ser amigos¡±, confiesa sonriente frot¨¢ndose los brazos, donde poco espacio queda ya para m¨¢s dibujos. Algunos, m¨¢s peque?os y difuminados, s¨ª que son suyos, como una discreta cafetera italiana que apenas destaca escondida entre los potentes colores de los tatuajes estilo old school que han venido despu¨¦s. Su propia piel es un reflejo del artista que fue y que es ahora y de c¨®mo los dos pueden convivir en la misma persona.
La mujer, la mano y el p¨¢jaro
El arte de Nicolás Villamizar se caracteriza por la presencia constante del cuerpo humano deconstruido en líneas irregulares. La mujer, la mano y el pájaro son iconos omnipresentes en su obra y esta es la explicación del artista:
- La mujer. "El cuerpo femenino siempre ha sido una musa para mí. Yo he sido criado por mujeres: mi padre murió cuando era muy pequeño, con mi hermano nunca me he llevado bien y siempre me he relacionado con mi madre, mis tías, mis abuelas… He tenido un peso matriarcal fuerte y le tengo mucho amor tanto a las formas como al símbolo de la mujer, así que siempre me hace bien tenerlo presente".
- La mano. "Es mi herramienta de trabajo, que lo asocio con algo muy manual que luego crece y se convierte en arte. Pero aparte de eso, siempre he estado un poco obsesionado con la mano izquierda porque soy zurdo y es algo que nos diferencia de la mayoría. Parece que es un mito, pero es verdad, el cerebro se tiene que adaptar a la mano y recorrer más distancia para abrir la puerta, para usar una tijera que no te funciona o cambiar la manera de escribir para no manchar. Eso hace que, en cierta manera, tu cerebro esté un poco más abierto, y se ha convertido en un símbolo para mí".
- El pájaro. "De entre todos los animales, el pájaro siempre me ha fascinado por el hecho de volar y por sus colores. Además, su canto siempre me relaja. El primer día que vine a Usera a ver la nave, escuché los pájaros y pensé: 'Qué maravilla'. En mis cuadros representan la libertad, la paz del ejercicio creativo y siempre me gusta verlos en mi obra".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.