Sordera, bronquitis, ¨²lceras... Los peligros de las espigas para los perros y c¨®mo prevenirlas

Od¨ªn es un border collie que, con su a?o casi reci¨¦n cumplido, ya ha aprendido, por las malas, lo peligrosas que pueden ser las espigas para los de su especie. En uno de sus paseos por el campo mientras olfateaba el entorno, una de estas vainas duras y alargadas se col¨® por su aparato respiratorio y, tras un lento pero inexorable avance, acab¨® en su pulm¨®n. La consecuencia fue que Od¨ªn tuvo que pasar por el quir¨®fano para retirar una espiga de apenas unos cent¨ªmetros que pod¨ªa haberle costado la vida. ¡°Llevaba mucho tiempo tosiendo y nada le hac¨ªa mejorar. Ni en mil a?os hubiera imaginado que una espiga pudiera hacer eso¡±, reconoce su due?a, Paula Marcos.

Ese d¨ªa, Marcos tambi¨¦n descubri¨® el da?o que pueden llegar a causar estos vegetales. La peculiar morfolog¨ªa de las espigas, similar a una punta de lanza, es perfecta para facilitar la diseminaci¨®n de las semillas, pero tambi¨¦n ayuda a que se queden adheridas al pelo de los perros y que no puedan retroceder, ya que su estructura hace que solo avancen hacia delante. ¡°Si una espiga se clava es muy f¨¢cil, por circunstancias f¨ªsicas, que progrese atravesando lo que sea¡±, asegura Carlos Celaya Carrillo, veterinario de la cl¨ªnica Dehesa de la Villa.

Celaya sabe bien de lo que habla. En cuanto las temperaturas suben y las lluvias decaen, las espigas se secan, se sueltan y comienzan a llegar a su consulta casos de perros que, sin querer, se las han llevado consigo, una situaci¨®n que se multiplica en los meses de verano. ¡°Lamentablemente, en ese periodo todas las semanas es f¨¢cil tener dos o tres casos¡±, asegura. La gran mayor¨ªa de ellos, exige como m¨ªnimo sedar al animal para poder retirar la espiga con seguridad y, en funci¨®n de la zona afectada, hay casos en los que tambi¨¦n se requiere anestesiar al animal.

?Cu¨¢les son las zonas m¨¢s afectadas?

Las espigas pueden adherirse a pr¨¢cticamente cualquier parte del cuerpo de las mascotas, pero hay algunas zonas en las que suele ser m¨¢s habitual encontrarlas: entre los dedos, en la zona de las almohadillas, los o¨ªdos, la nariz, los ojos, la cavidad tor¨¢cica y el aparato urogenital. Tambi¨¦n hay que tener en cuenta las caracter¨ªsticas propias de cada perro. Aquellos con orejas largas y ca¨ªdas, por ejemplo, suelen tener m¨¢s predisposici¨®n a que las espigas se introduzcan en sus o¨ªdos, mientras que los de pelo largo, rizado o espeso pueden ser aut¨¦nticos imanes para ellas, con el agravante de que en ellos es m¨¢s dif¨ªcil localizarlas.

Adem¨¢s, la gravedad del da?o que pueden llegar a provocar depende tambi¨¦n de la zona afectada. En los o¨ªdos suelen ocasionar otitis y, en casos m¨¢s graves, perforaci¨®n de t¨ªmpano, sordera y un posible cuadro neurol¨®gico relacionado con el equilibrio. En los ojos, uno de los casos que requiere una intervenci¨®n m¨¢s urgente, causa ¨²lceras en la c¨®rnea y, si entra por la nariz y no se detecta a tiempo, puede avanzar por la laringe, tr¨¢quea, bronquios e incluso migrar hacia la pleura, diafragma, l¨®bulos hep¨¢ticos o columna vertebral. ¡°Hemos llegado a tenerla que retirar de dentro de las gl¨¢ndulas salivales o del costado de los perros porque, despu¨¦s de trag¨¢rsela, entr¨® en los pulmones, sali¨® a lo largo de la pleura y lleg¨® a penetrar entre los espacios intercostales. Despu¨¦s de varios meses conseguimos retirarla, pero el perro desarroll¨® una bronquitis y una pleuritis¡±, relata Celaya.

As¨ª que lo fundamental, como en casi todo, es la prevenci¨®n. Si se puede evitar, conviene que los perros no paseen por zonas en las que pueda haber espigas, especialmente en los meses m¨¢s secos. Aun as¨ª, dado que es muy f¨¢cil encontrarse con estos vegetales no solo en el campo, sino tambi¨¦n en parques de grandes ciudades, es recomendable imponer un ritual diario para revisar que el perro no las traiga consigo. ¡°Hay que supervisar las zonas interdigitales, entre los dedos, y sobre todo las extremidades anteriores, axilas y otras zonas con pliegues y zona de orejas, donde es m¨¢s habitual encontrarlas¡± recuerda Javier Fr¨ªas, veterinario y responsable de comunicaci¨®n del Hospital Veterinario Puchol. Y ofrece otro consejo: ¡°Un buen cepillado con una carda o peine r¨ªgido puede ayudar a desenganchar espigas que no hemos tocado con nuestros dedos¡±.

Atenci¨®n a los s¨ªntomas

La pregunta del mill¨®n, la que se hacen muchos tutores de perros, es: ?cu¨¢les son los s¨ªntomas que indican la posible presencia de una espiga? La respuesta, como es obvio, es que depende del lugar en el que est¨¦ alojada. ¡°Cabeceo y sacudir de orejas, incluso rascado con el suelo o con la extremidad, cuando la espiga est¨¢ dentro del pabell¨®n auricular¡±, se?ala Fr¨ªas. Cuando se encuentra en las fosas nasales, en cambio, se suelen producir estornudos en¨¦rgicos que, seg¨²n el experto, ¡°pueden acompa?arse de secreci¨®n transparente, incluso sangre en las primeras horas¡±. El que carraspee o tenga arcadas puede ser indicativo de que ha comido una espiga y esta est¨¦ clavada en su garganta. Si la tiene en el ojo, se rascar¨¢ y mantendr¨¢ el ojo cerrado, con algo de lagrimeo. Y por ¨²ltimo, entre los dedos o en alg¨²n otro lugar dentro de la piel, veremos que el perro se lame insistentemente. ¡°Si ya se ha metido dentro, lo que vamos a ver inicialmente es una zona inflamada y congestionada. El paso siguiente va a ser que se abre la piel y el due?o va a ver un peque?o agujero por el que el organismo va a intentar expulsar la espiga. Es uno de los primeros indicios¡±, apunta Celaya.

Si se observan estos s¨ªntomas, es importante revisar al animal y, aunque no se detecte la espiga a simple vista, acudir al veterinario. ¡°El efecto m¨¢s leve es una herida punzante sencilla, que se cura simplemente con limpieza y desinfecci¨®n est¨¢ndar¡±, se?ala Fr¨ªas, que, aun as¨ª, advierte sobre las posibles complicaciones si la espiga avanza hacia alguna zona del t¨®rax o el abdomen: ¡°El diagn¨®stico en estos casos se complica y se requiere de pruebas complementarias avanzadas, como un esc¨¢ner o TC [tomograf¨ªa computarizada o TAC] para visualizar el trayecto y la posible zona donde est¨¢ alojada y que el cirujano deber¨¢ abordar para extraer y limpiar¡±, advierte.

Estos casos, por lo general, se dan despu¨¦s de semanas de avance de la espiga, por lo que los expertos insisten en que lo m¨¢s importante es acudir al veterinario con los primeros s¨ªntomas y ser conscientes del peligro que pueden conllevar estos vegetales. ¡°Ahora soy una experta y ando con mucho cuidado si Od¨ªn se mete en alguna zona en la que pueda haber espigas¡°, reconoce Marcos, ¡°aunque, la verdad, me hubiera encantado no tener que aprenderlo de esta forma¡±.