¡°?Me divorcio!¡±: por qu¨¦ pasamos de ocultarlo en sociedad a anunciarlo en redes sociales como los famosos
Comunicar el inicio de una relaci¨®n o su t¨¦rmino afecta a la imagen de marca de muchos ¡®influencers¡¯ y celebridades, pero las personas an¨®nimas no tendr¨ªan por qu¨¦ explicitar su estado sentimental. As¨ª que, ?por qu¨¦ lo hacemos?
En uno de sus divertidos v¨ªdeos virales, la influencer RayoMcqueer explica que, dentro de su grupo de amigas, la ¡°actitud de divorciada¡± consiste en ser ¡°una t¨ªa dicharachera y disfrutona¡±. Aunque estas palabras pueden ofender a quien vea tras ellas un estereotipo machista (la divorciada como alguien con poco autocontrol), tambi¨¦n se pueden leer como el reflejo de un fen¨®meno ya no tan reciente: el divorcio, que seg¨²n las estad¨ªsticas ...
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En uno de sus divertidos v¨ªdeos virales, la influencer RayoMcqueer explica que, dentro de su grupo de amigas, la ¡°actitud de divorciada¡± consiste en ser ¡°una t¨ªa dicharachera y disfrutona¡±. Aunque estas palabras pueden ofender a quien vea tras ellas un estereotipo machista (la divorciada como alguien con poco autocontrol), tambi¨¦n se pueden leer como el reflejo de un fen¨®meno ya no tan reciente: el divorcio, que seg¨²n las estad¨ªsticas ser¨¢ el destino de m¨¢s de la mitad de los matrimonios que se celebren este a?o en Espa?a, ya casi nunca se percibe como un fracaso o un trauma; m¨¢s bien, como un alivio o como una oportunidad para volver a pasarlo bien. Por supuesto, tambi¨¦n como algo que urge comunicar a amigos y conocidos.
Quedan lejos ¡ªal menos para la mayor¨ªa¡ª los tiempos durante los que un divorcio era algo que se manten¨ªa oculto o que se viv¨ªa y se elaboraba en la intimidad. ?pocas en que funcionaba como tema literario (diseccionado en obras como la c¨ªnica novela Mi vida como hombre (1974), de Philip Roth, o el profundo poemario La belleza del marido (2003), de Anne Carson) pero no como tema de conversaci¨®n si estaba presente uno de los afectados. Hoy el divorcio ¡ªo la ruptura de una pareja estable¡ª ya no es una derrota, sino una novedad que se llega a anunciar con optimismo, se comenta y se celebra. Esta exhibici¨®n desinhibida de algo a priori negativo era exclusiva, hasta hace poco, de las celebrities, que tanto dependen de la imagen que proyectan, pero ahora tambi¨¦n la practican las (ex)parejas an¨®nimas. ?Una manera de naturalizar algo que, tarde o temprano, nos sucede a muchos o un paso m¨¢s en la transformaci¨®n de nuestras vidas, por an¨®nimos que seamos, en una entretenida retransmisi¨®n en redes sociales en la que solo cabe la felicidad?
Las empresas que cotizan en Bolsa est¨¢n obligadas a publicar sus resultados y cualquier cambio significativo en sus estructuras. Esa informaci¨®n recibe el nombre de ¡°hechos relevantes¡± y debe estar a disposici¨®n de los inversores. Si la idea del amor como mercado se ha convertido en un clich¨¦ es, entre otras muchas cosas, porque en redes comunicamos nuestra vida sentimental y sus ¡°hechos relevantes¡± con la misma rapidez con la que una multinacional anunciar¨ªa la destituci¨®n de su presidente. Y no es extra?o: una de las cosas que revel¨® la modelo Essena O¡¯Neill cuando destap¨® algunos de los enga?os m¨¢s frecuentes entre influencers es que estos ganan seguidores (y dinero) mucho m¨¢s deprisa cuando est¨¢n en pareja. En consecuencia, esta australiana soltera recib¨ªa decenas de propuestas de otros influencers para fingir una relaci¨®n y repartir los beneficios.
Mar¨ªa Bernal, directora de cuentas en una agencia de social media, explica que, efectivamente, las relaciones recientes resultan atractivas y una separaci¨®n, por el contrario, se puede convertir en una crisis reputacional. Pero las cosas no siempre funcionan as¨ª: ¡°Depende mucho de c¨®mo sea el perfil de cada creador. Hay perfiles en los que lo primordial es el contenido ajeno y otros m¨¢s personales, como Mara Jim¨¦nez de @croquetamente que hace activismo contra la gordofobia y habla de cuestiones que le afectan directamente. Ella incluy¨® a su pareja, as¨ª que cuando esa pareja dej¨® de aparecer, mucha gente le pregunt¨® y se vio en la obligaci¨®n de lanzar un comunicado. Lo hizo bien, porque permiti¨® que sus seguidores se sintieran reflejados. Al final, la gesti¨®n de estas crisis depende mucho de entender qu¨¦ tipo de empat¨ªa tiene tu comunidad contigo. Si tu contenido depende de ti, por supuesto que te afectar¨¢, pero no necesariamente de manera negativa. Siempre es mejor la transparencia, atajar rumores, que la ocultaci¨®n¡±.
¡°Reconocer una relaci¨®n o su t¨¦rmino afecta a la imagen de marca de muchos influencers y celebridades¡±, confirma Loola P¨¦rez, sex¨®loga y fil¨®sofa. ¡°Tanto la experiencia del amor como su ruptura es una mezcla entre fantas¨ªa, mercado y vulnerabilidad¡±, contin¨²a la terapeuta. ¡°Vivimos en una sociedad de velocidades muy distintas: hay una sociedad anclada en los valores del amor rom¨¢ntico, muy reforzada por la cultura tradicional; otra que desmitifica el amor y es m¨¢s consciente de que los v¨ªnculos no se crean por arte de magia; y, por supuesto, otra parte inmersa en la l¨®gica de las relaciones de usar y tirar, donde no tener un compromiso o un sentimiento hacia una persona puede significar maltrato o instrumentalizaci¨®n¡±.
Adem¨¢s, la pareja es algo que convertimos en ritual a trav¨¦s del consumo y por eso el capitalismo ¡ªno hace falta citar El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado de Engels para demostrarlo¡ª encaja tan bien con ella. Eso s¨ª, vivimos tiempos contradictorios en los que el sistema econ¨®mico quiere abarcarlo todo (cualquier valor y su inverso), as¨ª que los engranajes de las redes sociales ya est¨¢n preparados, tambi¨¦n, para extraer valor de divorcios y separaciones. ¡°Por ejemplo, no creo que los rumores de crisis matrimonial afecten a las m¨¦tricas de las celebridades, porque la mayor¨ªa funcionan como producto tanto en conjunto como por separado. Al contrario, hacen que suba el inter¨¦s por ellos¡±, comenta Bernal.
¡®If it¡¯s ugly, post it¡¯
Aunque la forma de pensar y experimentar el amor var¨ªa mucho entre individuos, la manera en que lo comunicamos es mucho m¨¢s homog¨¦nea y sigue las mismas tendencias mim¨¦ticas que el resto de fen¨®menos en internet. Si Alessandro Baricco en The Game (Anagrama, 2019) escribi¨® que todos los contenidos que se suben a la red deben ser ¡°aerodin¨¢micos¡± y Edgar Cabanas desarrolla la idea de una sociedad dominada por la felicidad impostada en Happycracia (Paid¨®s, 2018), ambas intuiciones se concretan en estudios como el realizado por la escritora y acad¨¦mica Donna Freitas, que durante 2017 entrevist¨® a decenas de universitarios estadounidenses. El resultado fue su ensayo The Happiness Effect, en el que asegur¨® que todos esos estudiantes ¡°ten¨ªan una ¨²nica preocupaci¨®n, recurrente y masivamente propagada a trav¨¦s de las redes sociales: parecer felices. Y no simplemente felices, sino felic¨ªsimos. Este imperativo omnipresente afecta a todas las categor¨ªas sociales¡±.
Como siete a?os en internet equivalen casi a una era geol¨®gica, actualmente hashtags como #nofilters, #nomakeup o la aplicaci¨®n BeReal (r¨¦cord de descargas en 2023) parecen cuestionar aquella dictadura de la perfecci¨®n. ¡°La era en que todo parec¨ªa fant¨¢stico empieza a estar superada. Existe una demanda de autenticidad brutal y cada vez queda m¨¢s lejos la figura del influencer casi divino; la gente se ha cansado y busca realidad¡±, apunta Bernal.
Hoy desobedecer ¡°el imperativo de la felicidad¡± se ha convertido en una tendencia que recibe el nombre de sadfishing (algo as¨ª como ¡°pescar por pena¡±). El sadfishing, en su peor vertiente, consiste en fingir dolor o abatimiento para llamar la atenci¨®n de la audiencia, pero tambi¨¦n podr¨ªa indicar que comenzamos a tomar conciencia de que el des¨¢nimo o las malas rachas forman parte de la vida (y se les debe dar espacio virtual). Bernal cree que ¡°derrumbarse empieza a estar bien visto, pero siempre dentro de ciertos par¨¢metros y siempre que sea a trav¨¦s de un v¨ªdeo voluntario¡±. Y a?ade: ¡°Lo m¨¢s importante es que elijas compartir ese mal momento que, en muchas ocasiones, se presentar¨¢ de manera muy cuidada y puede llegar a aumentar la empat¨ªa de tu comunidad. Incluso las marcas adoptan el tono de una persona f¨ªsica con virtudes, pero tambi¨¦n con debilidades¡±.
As¨ª que la ola de sinceridad respecto a rupturas y divorcios ha estallado cuando por fin hemos dejado atr¨¢s aquella regla no escrita que ordenaba, durante los primeros a?os del internet masivo, ¡°if it¡¯s ugly, don¡¯t post it¡± (¡°si es feo, no lo subas¡±). En cualquier caso, una pol¨ªtica comunicativa tan compleja como la que desarrollamos durante una separaci¨®n necesita de impulsos muy variados, y la ansiedad por aprovechar cualquier experiencia (incluso las m¨¢s dif¨ªciles) para reforzar nuestra marca personal es otro de los m¨¢s poderosos. En cuanto a esta construcci¨®n permanente de la marca personal, Bernal tiene claro que se trata de un bucle perverso: las marcas se comunican como si fueran personas cuando nunca ser¨¢n tus amigas mientras los individuos ¡°trabajamos nuestra exposici¨®n a los dem¨¢s como marcas, tomando todo tipo de decisiones estrat¨¦gicas y de enfoque¡±, aunque sea agotador.
Cuando el amor no es suficiente
En el ensayo El fin de la novela de amor (Sexto Piso, 2022), la escritora neoyorquina Vivian Gornick recuerda que en la ¨¦poca en que se crio (los a?os cuarenta y cincuenta del siglo XX), ¡°el mundo entero cre¨ªa en el amor¡±. ¡°Entonces ¡ªescribe Gornick¡ª no conoc¨ªamos a nadie que se divorciara. Cuando el Amor y el Matrimonio no consegu¨ªan llevarnos a la tierra prometida, llegaba la tristeza, la furia, la confusi¨®n. Nos sent¨ªamos enga?ados: el matrimonio no solo no lograba rescatarte, sino que se convert¨ªa en un aut¨¦ntico infierno existencial. No cab¨ªa m¨¢s que aguantar¡±. Uno de los ejes de su libro es la transformaci¨®n del amor rom¨¢ntico: de dogma presuntamente inofensivo a mito en cuesti¨®n; y esto, junto al divorcio, es un logro del feminismo. ¡°La reivindicaci¨®n del divorcio se ha hecho a menudo desde el movimiento feminista, entendiendo que esta ruptura ha supuesto para muchas mujeres una mayor autonom¨ªa y control sobre sus planes de vida e intereses afectivos¡±, aclara Loola P¨¦rez.
No obstante, muchos divorcios siguen siendo una experiencia traum¨¢tica para alguna de las partes y, m¨¢s all¨¢ del optimismo (o la tristeza calculada) proyectado en internet, P¨¦rez aconseja considerarlo de manera equilibrada: ¡°Romper una relaci¨®n es transitar una nueva etapa, hay cambios y oportunidades. Est¨¢ la oportunidad de conocerse en un momento de dolor (sin caer en el romanticismo de la tristeza ni en el victimismo), de volver a vivir el amor en la madurez y con madurez (de una manera responsable) o de incluso conectar con la idea de que se puede ser feliz al margen de una relaci¨®n de pareja. Pero utilizar las redes para comprobar el atractivo y subirse la autoestima no significa que se est¨¦ construyendo una autoestima sana¡±.
Adem¨¢s, buena parte del relato que construimos en nuestras redes se desmorona en terrenos m¨¢s ¨ªntimos como las conversaciones privadas o, parad¨®jicamente, dentro de foros en los que se escribe bajo seud¨®nimo. Es lo que ocurre en Forocoches, un espacio masculinizado, zafio y violento en el que, sin embargo, uno de los hilos m¨¢s exitosos (Cuando ves a tu ex por primera vez) recopila consejos para afrontar una ruptura y ofrece, en la medida de lo posible, acompa?amiento a los usuarios que peor se sienten. Seguramente, alguno de esos usuarios que an¨®nimamente se reconocen quebrados habr¨¢ aprovechado su ruptura para transmitir la idea de que sabe sobreponerse a las situaciones dif¨ªciles (en eso consiste la tan citada ¡°resiliencia¡±, una cualidad tambi¨¦n muy apreciada en entornos laborales). Es una incoherencia que no solo es atribuible a la ambivalencia de internet, sino que tambi¨¦n revela ¡°la dificultad de muchos adultos para vincularse de forma sana tras una ruptura o para transitar el duelo con madurez¡±, en palabras de P¨¦rez, que ha tratado muchos casos as¨ª en su consulta.
Pero, en definitiva, y m¨¢s all¨¢ de esa distancia entre lo que proyectamos y lo que realmente sentimos, de vuelta al terreno m¨¢s pr¨¢ctico resurge la pregunta inicial: ?Es necesario que elabore un comunicado para mis amigos y seguidores si me divorcio? Responde Bernal: ¡°Depende de c¨®mo de vinculada est¨¦ tu vida personal y tu producto. Hay quien lo lanza a la primera de cambio dando por hecho que tiene un estatus de celebrity que no tiene¡±. O lo que es lo mismo, si no vendes ning¨²n producto y tus seguidores no te preguntan, mejor no lo hagas.