Miguel L¨¢zaro, vicepresidente de Masculinidades Beta: ¡°La masculinidad es una gran mentira¡±
Esta asociaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro tiene como objetivo transformar el lugar de los hombres en la sociedad: ¡°Nuestro trabajo no va tanto a contrarrestar al hombre machista, porque exige mucho esfuerzo y es muy probable que no d¨¦ resultados, nos dirigimos a los comprometidos, a los que muestran inquietud¡±
Miguel L¨¢zaro (Madrid, 45 a?os) se sienta en el taburete de un bar de Lavapi¨¦s. Al lado, dos hombres dan voces y bastan unos segundos de conversaci¨®n para que den ganas de cambiar la entrevista por unas clases de nuevas masculinidades. Y L¨¢zaro sabe mucho de eso como vicepresidente de Masculinidades Beta, una asociaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro que tiene como objetivo transformar el lugar de los hombres en la sociedad. ¡°En 2010 viv¨ªa en Sarajevo y trabajaba en cooperaci¨®n de desarrollo, y mi pareja de entonces empez¨® a hablarme de feminismo. Mi primera respuesta fue: ¡®Hombre, ni feminismo ni machismo, igualismo¡¯, o alguna tonter¨ªa de esas. Me invit¨® a que reflexionara sobre mi construcci¨®n de g¨¦nero y fue entonces cuando mencion¨® que en Espa?a hab¨ªa una Asociaci¨®n de Hombres por la Igualdad de G¨¦nero¡±.
Pregunta. ?Hizo caso a su pareja?
Respuesta. Volv¨ª a Espa?a, me un¨ª a esa asociaci¨®n y empec¨¦ a hacer mi proceso de crecimiento personal y de revisi¨®n. Pero me di cuenta de que una asociaci¨®n de hombres que habla para otros hombres y que trabaja con hombres est¨¢ bien, pero faltaba una pieza en esa ecuaci¨®n: las mujeres. Me interesaba saber qu¨¦ esperan de los hombres y su participaci¨®n en todo esto. Me un¨ª con dos compa?eros, hombre y mujer, y en 2018 montamos Masculinidades Beta. Beta tanto porque es lo contrario de Alfa y porque tambi¨¦n significa que algo est¨¢ a prueba.
P. Perm¨ªtame que volvamos al proceso de revisi¨®n y deconstrucci¨®n en el que dice estar inmerso. ?Me lo traduce?
R. Hay dos elementos important¨ªsimos. Uno de ellos es mi propia identidad personal como hombre y luego mi subjetividad, es decir, a qu¨¦ le presto atenci¨®n. Ambas cosas est¨¢n condicionadas por haber sido educado como hombre, as¨ª que es un proceso dif¨ªcil. Nuestro trabajo no va tanto a contrarrestar al hombre machista, porque exige mucho esfuerzo y es muy probable que no d¨¦ resultados. Nos dirigimos a los comprometidos, a los que muestran inquietud, a trav¨¦s de formaci¨®n, talleres y los mensajes de nuestros dos documentales, Clonar a un hombre y Clonar a un hombre: los cuidados. Nuestro principal objetivo es concienciar a los hombres de que tambi¨¦n tienen g¨¦nero, que no es sin¨®nimo de mujeres. Cuando se habla de perspectiva de g¨¦nero parece que se refiere a problemas que solo les ata?en a ellas, cuando es la construcci¨®n masculina la que acaba generando los problemas que sufren muchas mujeres. Tenemos mucha responsabilidad para acabar con otros problemas muy relacionados con la masculinidad.
P. Que son¡
R. Accidentes laborales, de tr¨¢fico, violencia, las guerras, la competitividad¡
P. El ardor guerrero¡
R. Eso. En Ucrania los hombres entre 18 y 60 a?os no pueden salir del pa¨ªs porque se supone que se tienen que quedar all¨ª a pelear. ?Por qu¨¦ por ser hombre se espera de ti que tienes que estar dispuesto a matar y a que te maten? La testosterona no nos hace violentos, pero nos educan as¨ª, lo vemos como una forma leg¨ªtima de respuesta y eso es muy problem¨¢tico. La masculinidad es una gran mentira con much¨ªsimas consecuencias. Por ejemplo, la mayor parte de los hombres cree que la violencia de g¨¦nero es un problema que solo afecta a unos cuantos. Se escudan en el ¡°yo no pego a mi pareja¡±, ¡°hago la cama¡±, ¡°limpio en casa¡±, como si no les interpelara. Van muchos m¨¢s a una manifestaci¨®n por Palestina que al 8 de marzo. Creemos que esa es una lucha de las mujeres y no nos sentimos part¨ªcipes ni responsables, m¨¢s all¨¢ de nuestro propio entorno personal.
P. Eso se ve en el tema de los cuidados.
R. Hemos aprendido que realizar algunas actividades que se supone que son de mujeres, que no son productivas, o incluso pensar en ejercerlas, nos quita puntos de masculinidad. Y ser cari?oso, emp¨¢tico, mostrarse vulnerable y dependiente no es masculino, son aspectos b¨¢sicos de la humanidad. El feminismo, por cierto, tambi¨¦n es el empuje de las mujeres diciendo: podemos ser competitivas, crueles, ambiciosas y mil cosas m¨¢s, no es algo privativo de lo que tengamos entre las piernas. No lo es. Est¨¢is rompiendo el monopolio de a qui¨¦n pertenecen determinados comportamientos o actitudes.
P. Antes hablaba de los hombres ucranianos, pero d¨¦jeme preguntarle por los espa?oles. ?Qu¨¦ les pasa a los que votan movidos por el antifeminismo?
R. Les mueve el resentimiento.
P. ?El miedo tambi¨¦n ante su propia reconfiguraci¨®n?
R. S¨ª, porque es un miedo a un cambio social que ellos no han buscado y que les golpea, que es omnipresente y promovido por las mujeres diciendo: ¡°Si yo me he movido de posici¨®n, t¨² tambi¨¦n¡±. Pero no solo tienen miedo, sienten que nadie se preocupa por ellos y por sus problemas. Y en vez de reflexionar sobre el patriarcado, le echan la culpa al feminismo. Las pol¨ªticas p¨²blicas y los mensajes pol¨ªticos no est¨¢n dirigidos a los hombres, es un tema muy delicado.
P. Expl¨ªquese, por favor.
R. Si lo analizas ves que se trabaja sobre colectivos que tienen sus derechos amenazados o no los pueden desarrollar del todo. Como a los hombres no se les considera un colectivo con necesidades espec¨ªficas, no hay medidas espec¨ªficas para ellos. Y eso lo aprovechan algunas fuerzas pol¨ªticas, que resaltan que los protagonistas de las noticias suelen ser las mujeres, los migrantes, el colectivo LGTBI, las personas con discapacidad¡ Pero no se trabaja para atajar los accidentes laborales, los de tr¨¢fico, el fracaso escolar, los suicidios, el alcoholismo... que son mayoritariamente masculinos.
P. ?Ha visto la serie Machos alfa? ?Qu¨¦ opina de ella?
R. S¨ª. Indica que determinadas tem¨¢ticas han llegado a la cultura popular y en ese sentido es muy positivo. Ahora bien, es una caricatura de una conversaci¨®n y un proceso muy complejos. Digamos que me quedo con lo positivo.
P. La primera de las cartas a la ciudadan¨ªa de Pedro S¨¢nchez le pareci¨®¡
R. La respuesta social y pol¨ªtica muestra una cosa que conocemos como el mecanismo de la caja de la masculinidad. Cuando un hombre no se comporta como un hombre de verdad, recibe burlas y escarnio p¨²blico por mostrarse vulnerable, sensible o por anteponer otras realidades que no son las que se esperan de ¨¦l. Pero hay otra lectura, porque una mujer liderando en pol¨ªtica no pondr¨ªa como excusa el amor por su pareja, as¨ª que estamos ante otra figura, la del pr¨ªncipe rescatador que es capaz de sacrificar su carrera por lo que siente por su esposa. Es una de cal y otra de arena.
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