¡®Sunday scaries¡¯ o por qu¨¦ nos aterra volver a trabajar los lunes y despu¨¦s de vacaciones
Los s¨ªntomas del llamado ¡°s¨ªndrome del domingo por la tarde¡± incluyen ansiedad, tensi¨®n muscular, pensamientos repetitivos sobre el trabajo y tristeza. Aunque no existe una soluci¨®n ¨²nica, puede ayudar identificar y establecer estrategias para reducir la incertidumbre o establecer una rutina relajante
Les confieso que, tantos a?os despu¨¦s, la m¨²sica de la cabecera de El arca de No¨¦, un programa de documentales de naturaleza que se emit¨ªa en los a?os ochenta en La 2 los domingos por la noche y mi padre sintonizaba sin falta, me produce una terrible melancol¨ªa. Todav¨ªa escuchar esas notas musicales me llena de tristeza y desamparo puesto que para m¨ª son un sin¨®nimo del final del fin de semana. Con el tiempo, llegaron otras m¨²sicas y formas de entretenerse, obligaciones y temores, pero muchos domingos por la tarde no puedo evitar sentirme como durante aquellas lejanas noches viendo documentales de naturaleza. Este sentimiento, que tantos viven o han vivido en silencio pero que, seg¨²n datos estad¨ªsticos, comparten millones de personas sin distinci¨®n de nacionalidades ni culturas en todo el mundo, ha sido bautizado en el mundo anglosaj¨®n como Sunday scaries (miedo del domingo, en espa?ol, o, en t¨¦rminos algo m¨¢s cient¨ªficos, ¡°s¨ªndrome del domingo por la tarde¡±).
¡°Podr¨ªamos definir este fen¨®meno como el sentimiento de estr¨¦s, ansiedad o malestar que se suele experimentar en las ¨²ltimas horas del fin de semana o de las vacaciones, antes de volver a trabajar al d¨ªa siguiente¡±, explica la psic¨®loga Beatriz Gonz¨¢lez, fundadora y directora de Somos Psicolog¨ªa y Formaci¨®n. Entre sus s¨ªntomas m¨¢s habituales, identifica los siguientes: ¡°El tener pensamientos repetitivos sobre temas pendientes relacionados con nuestra ocupaci¨®n, dificultades para relajarse e incluso problemas para conciliar el sue?o. F¨ªsicamente, puede presentarse como tensi¨®n muscular, malestar estomacal o aumento del ritmo card¨ªaco¡±. ¡°Emocionalmente, podemos experimentar irritabilidad, tristeza o una fuerte sensaci¨®n de vac¨ªo¡±, agrega la experta.
Los s¨ªntomas que explica Gonz¨¢lez encajan con los que relatan las personas contactadas para hablar sobre este fen¨®meno, aunque cada una de ellas le aporta cierto toque personal. Digamos que el sufrimiento dominical es compartido, pero cada uno lo padece a su manera. ¡°Creo que es una sensaci¨®n que he tenido toda mi vida¡±, explica Jordi, que trabaja en publicidad. ¡°Es una especie de melancol¨ªa, de bajona emocional que creo que est¨¢ muy ligada a la incertidumbre sobre lo que me traer¨¢ la semana. Mi trabajo no es nada mec¨¢nico y hay semanas buenas y malas. El domingo todav¨ªa no tengo ni idea de c¨®mo ser¨¢ la siguiente¡±. ¡°Desconecto tanto los fines de semana que los domingos son generalmente un d¨ªa amargo, gris y casi siempre lleno de p¨¢nico al pensar en las reuniones que me esperan o el miedo a que me pidan algo que no sepa hacer¡±, explica, por su parte, Karlos, que trabaja en las oficinas de una cadena hotelera. ¡°Habr¨¦ pasado en vela unas 200 noches de domingo en mi vida¡±, confiesa.
En el caso de Nadia, que es joyera, ¡°cuando llega el domingo se abre un camino de tristeza, nostalgia y mal humor. Como de que algo se acaba y de que ¡®cualquier tiempo pasado fue mejor¡¯. Es como el primer d¨ªa de regla¡±. Mar¨ªa, directora creativa en un prestigioso estudio de dise?o, recuerda perfectamente a su madre diciendo todos los domingos cuando era ni?a: ¡°Jo, ma?ana lunes, ?qu¨¦ horror! Ojal¨¢ siguiera el fin de semana¡±. Con esos antecedentes, ?qu¨¦ pod¨ªa hacer ella? ¡°Mis padres siempre montaban much¨ªsimos planes los fines de semana: ¨ªbamos al museo, al teatro, al campo¡ Los domingos por la tarde supon¨ªan volver a la realidad, hacer todo lo que no hab¨ªamos podido hacer durante el resto del fin de semana y este choque entre la desconexi¨®n y la conexi¨®n al 100% con la monoton¨ªa y el h¨¢bito nos sentaba fatal a todos¡±.
Para Gonz¨¢lez, los motivos de que este malestar se concentre precisamente en el domingo, y m¨¢s concretamente en la tarde, es que se trata de un tiempo fronterizo entre la libertad y las obligaciones, entre el descanso y el trabajo. La anticipaci¨®n y el estr¨¦s se activan, especialmente si el entorno laboral es altamente demandante, poco satisfactorio o la persona soporta mucha incertidumbre. O sea, el 99,999% de los empleos.
Pero esta ansiedad tambi¨¦n se da, seg¨²n la psic¨®loga, en personas a las que les gusta su trabajo. ¡°Podemos disfrutar de nuestro empleo pero experimentar una sensaci¨®n anticipadora de malestar¡±, explica. ¡°Desde un punto de vista neuropsicol¨®gico es precisamente eso, una forma de ansiedad anticipatoria: el cerebro se enfoca en las tareas pendientes o en problemas potenciales, lo que genera cortisol en nuestro sistema y este, a su vez, da lugar a la sensaci¨®n de inquietud¡±. ¡°Me encanta mi trabajo¡±, asegura Jordi, ¡°pero no puedo dejar de sentirme ansioso al pensar en si ser¨¢ una semana tranquila o habr¨¢ prisas, cambios de ¨²ltima hora, rechazos inesperados o encargos de hoy para hoy¡±.
Tampoco en esto somos todos iguales. Seg¨²n Gonz¨¢lez, cada persona tiene una capacidad determinada para gestionar el estr¨¦s, la frustraci¨®n o la incertidumbre. ¡°Aquellas personas con un menor control emocional son m¨¢s propensas a sufrir este tipo de s¨ªndrome ya que, si bien es normal que todos anticipemos las dificultades de la semana laboral que est¨¢ a punto de comenzar, lo importante es c¨®mo cada individuo gestiona ese estr¨¦s anticipatorio. Si tenemos poca tolerancia a la incertidumbre, por lo general, sufriremos mucho m¨¢s el s¨ªndrome de los domingos por la tarde¡±.
Y a la inversa. Seg¨²n una encuesta realizada por la plataforma Kickresume en noviembre de 2024 con m¨¢s de 2.000 participantes, el 70% de los encuestados admiti¨® haber experimentado ansiedad los domingos. Esto no estaba relacionado con si estos eran felices o infelices en sus trabajos: el 68% de los encuestados que lo pasaban mal los domingos se declararon al menos algo felices con su empleo. ¡°Esto es extensivo tambi¨¦n a los diferentes niveles jer¨¢rquicos¡±, a?ade la psic¨®loga al hilo de la encuesta: ¡°En principio, este s¨ªndrome de los domingos puede afectar a todos los estamentos de una organizaci¨®n, desde los altos directivos hasta el becario¡ Lo cual tiene sentido, si atendemos a que cada uno ha de hacer frente a un nivel de estr¨¦s percibido muy subjetivo, esto es, que el problema de cada uno es para ¨¦l o ella el m¨¢s importante¡±.
?Qu¨¦ podemos hacer para evitarlo?
No es posible, seg¨²n los expertos, establecer una f¨®rmula infalible para lidiar con este s¨ªndrome. Cada uno de los entrevistados lo hace de acuerdo a un complejo sistema de prueba y error desarrollado durante a?os. Es el caso de Sandra, que trabaja en la hosteler¨ªa y durante mucho tiempo lo hizo de lunes a s¨¢bado, lo que convirti¨® a su domingo en algo absolutamente sagrado. Hoy, aunque con una rutina laboral un poco m¨¢s relajada, el ¨²ltimo d¨ªa de la semana contin¨²a siendo igual de intocable. ¡°Siempre voy a decir que no a cualquier plan que me propongan para el domingo¡±, afirma con rotundidad. ¡°Los domingos me gusta no tener absolutamente nada que hacer, quedarme en casa. Adem¨¢s, conforme va avanzando el d¨ªa, digamos que no soy la persona m¨¢s feliz y alegre del mundo¡±. La mayor¨ªa de entrevistados tambi¨¦n optan por esta v¨ªa de encierro. Mar¨ªa es otro ejemplo: ¡°A partir de las cuatro de la tarde o as¨ª me tengo que meter en casa y mentalizarme de que el lunes va a llegar. Siempre he vivido como una batalla el estudiar y el trabajar. Entonces me pongo a hacer tuppers, dibujar¡ En definitiva, no socializar y estar tranquila, recargando la energ¨ªa que necesitar¨¦ al d¨ªa siguiente¡±.
¡°Una cosa, que s¨¦ que es terrible, que nadie me pide, pero que a m¨ª me funciona mucho es trabajar¡±, confiesa Jordi. ¡°Ponerme una o dos horas a adelantar alguna cosa. Es una forma de ayudar a mi yo del futuro, para que est¨¦ m¨¢s relajado los d¨ªas que vendr¨¢n. Eso me permite no ir del cero del domingo al 100 del lunes, sino partir de 20 o 30, con lo que me queda un lunes menos agresivo¡±. Seg¨²n los datos del estudio mencionado, Jordi no est¨¢ solo en esto, el 72% de los encuestados admite trabajar los domingos para ¡°adelantar¡±. Pero, seg¨²n Gonz¨¢lez, hacer esto puede resultar contraproducente e intensifica la sensaci¨®n de que nunca hay descanso real. ¡°Es importante establecer l¨ªmites claros entre el trabajo y el tiempo personal¡±, apunta.
Para la psic¨®loga, minimizar la sensaci¨®n de estr¨¦s dominical es posible identificando y estableciendo estrategias para reducir la incertidumbre. Por ejemplo, planificar el lunes con anticipaci¨®n. ¡°Puede ser de gran ayuda dedicar unos minutos el viernes para organizar tareas y definir prioridades. Esto reduce la incertidumbre y permite comenzar la semana con mayor claridad, teniendo claras las primeras tareas a acometer y el resultado esperado de las mismas¡±, explica.
Por otro lado, establecer una rutina relajante para el domingo puede ser tambi¨¦n de enorme ayuda. Realizar actividades que ayuden a desconectar, como leer, hacer ejercicio o meditar. Un 32% tambi¨¦n afirmaba que el ejercicio f¨ªsico les alivia la ansiedad de los domingos por la tarde. Es lo que intenta hacer, por ejemplo, Nadia: ¡°Suelo ir al gimnasio, comer algo bueno, leer, dormir siestas de 20 minutos y todo tipo de planes c¨¢lidos y reconfortantes como ir a unos grandes almacenes, comprar alg¨²n regalo, pasear por sitios bonitos¡ Cansarme para llegar a casa con ganas de reposar y no darle vueltas a las cosas¡±.
Finalmente, y aunque solemos tender a restarle importancia, Gonz¨¢lez defiende el poder de la socializaci¨®n, de compartir nuestros sentimientos con los dem¨¢s para regular nuestras emociones. ¡°Hablar con amigos o familiares puede aliviar mucho el estr¨¦s. Un 30% de los participantes en la encuesta manifestaron encontrar consuelo social en esas conexiones¡±.
No obstante todo esto, la psic¨®loga recomienda que, si la sensaci¨®n de malestar persiste, quiz¨¢ lo m¨¢s conveniente sea reflexionar e investigar de manera m¨¢s profunda, quiz¨¢ de la mano de un profesional, sobre nuestra satisfacci¨®n laboral e incluso considerar cambios en el entorno o las din¨¢micas laborales o, incluso, personales.
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