Saber no estar en la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid
Mientras se han ido encadenando los desfiles en el segundo d¨ªa del que pasa por ser magno escaparate del negocio de la moda espa?ola, lo mejor de la primavera/verano 2023 se materializaba fuera de sus encorsetados l¨ªmites con el regreso de T¨ªscar Espadas a Espa?a
La liebre saltaba a ¨²ltima hora de la tarde de este jueves, 15 de septiembre, sin mayor margen de maniobra: lo m¨¢s relevante del primer d¨ªa de la 76? edici¨®n de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid no iba a tener lugar en el Pabell¨®n 14 de Ifema, o eso promet¨ªa el mensaje recibido v¨ªa WhatsApp. El acontecimiento al que invitaba, de hecho, ni siquiera guardaba relaci¨®n con la pasarela oficial o su programaci¨®n en off, m¨¢s all¨¢ de aprovechar la actual convocatoria en beneficio informativo/publicitario propio (la t¨ªpica estrategia de guerrilla en estas lides). Sea como fuere, para la moda era, en efecto, la noticia del d¨ªa. Seguramente, tambi¨¦n de todo lo que llevamos de semana. Ah¨ª va el titular: T¨ªscar Espadas vuelve a Espa?a.
La de la dise?adora, ilustradora y fot¨®grafa jienense (?beda, 1993) es una etiqueta a la que persigue la expectaci¨®n desde que se supo de ella en 2019, cuando ech¨® a andar en Londres con un discurso sin barreras de g¨¦nero ni condiciones estacionales (solo produce una colecci¨®n al a?o), utilizando el lenguaje conceptual de los belgas y la po¨¦tica aproximaci¨®n al cuerpo de los japoneses, seg¨²n la cual es la prenda la que define y hasta transforma la anatom¨ªa. Las semanas de la moda de Tokio y Mil¨¢n, am¨¦n de la londinense, han sido testigos hasta la fecha de la irresistible ascensi¨®n de esta creadora, formada en el London College of Fashion y curtida junto al dan¨¦s de culto Henrik Vibskov. El caso es que hace unos meses ya que su marca hom¨®nima disfruta de un nuevo lugar bajo el sol en la barriada madrile?a de Pueblo Nuevo, y era el momento de hacerlo saber: ¡°Hemos empezado a operar en Madrid esta primavera. Ha sido un a?o de transici¨®n, pero la colecci¨®n se ha confeccionado pr¨¢cticamente aqu¨ª, en el estudio¡±, contaba a EL PA?S. Qu¨¦ mejor escenario para ponerla de largo, de manera presencial ante un centenar de privilegiados entre amigos, prensa y, lo m¨¢s importante, compradores.
El Cap¨ªtulo IV de la historia de T¨ªscar Espadas retoma la narraci¨®n justo donde la dej¨® hace un a?o para hacerla avanzar con otra vuelta de tuerca al patronaje. Una compleja construcci¨®n que permite que las piezas (la mayor¨ªa con elementos desabrochables, de quita y pon) puedan vestirse en funci¨®n del estado de ¨¢nimo o la temperatura ambiente. De nuevo, el tejido vaquero lo proporciona la hilatura artesanal japonesa Kaihara y el algod¨®n encerado, la British Millerain, compa?¨ªa textil de confianza de la armada de Su Graciosa Majestad. ¡°La ¨²nica diferencia es el peque?o equipo que cose y borda las prendas m¨¢s delicadas. Antes trabaj¨¢bamos con un par de costureras en Londres y ahora lo hacemos aqu¨ª, para mantener la cercan¨ªa y el trato personal¡±, explic? la dise?adora. ¡°Nos gusta saber qui¨¦nes ponen el punto y final a cada una de nuestras piezas¡±.
La presentaci¨®n continu¨® este viernes, en una jornada de puertas abiertas en el estudio localizado en el n¨²mero 19 de la calle Federico Guti¨¦rrez. La pr¨®xima semana la colecci¨®n se ver¨¢ en Mil¨¢n, en formato corto digital, y la siguiente en Par¨ªs, vestida por modelos que recorrer¨¢n la ciudad en singular tour, para terminar en Barcelona a finales de octubre. Mientras, en el recinto ferial Juan Carlos I se encadenaban los desfiles de un desangelado segundo d¨ªa, apenas dinamizado por el debut del malague?o ?lvaro Calafat (mejor con el punto que con la impresi¨®n 3D), la sastrer¨ªa de Duarte (esos trajes de chaqueta y phat pants en tonos vibrantes) y el rock¡¯n¡¯roll minifaldero y ranabesco de Teresa Helbig (complicado desentra?ar qu¨¦ bandas podr¨ªan ser cabeza de cartel de ese festival de m¨²sica que propone).
Conclusi¨®n, o moraleja, que algo de lecci¨®n moral hay en ejemplos como el de Espadas: existen alternativas al d¨ªa de la marmota de Ifema. No ir a moqueta puesta, claudicar a la comodidad o, peor, conformarse: s¨ª, se puede. ¡°Supone un esfuerzo mayor, a todos los niveles, por supuesto, pero es el ¨²nico modo de expresarte y reivindicar lo que sientes¡±, concede a EL PA?S Victoria Abi¨¢n, mitad del t¨¢ndem creativo que da la cara en Otrura. Por tiempos, la firma no desfila esta temporada al amparo de las siglas MBFWM, aunque eso no le ha impedido encontrar otra soluci¨®n, a experimentar el pr¨®ximo 6 de octubre. ¡°En Espa?a a¨²n nos queda un camino largo por recorrer y aprender, pero tenemos que poner nuestro granito de arena, por modesto que sea¡±, concluye.
La de Otrura no es la ¨²nica ausencia sonada en esta edici¨®n de la pasarela conocida como Cibeles antes de la era del patrocinio. Mois¨¦s Nieto tambi¨¦n ha pospuesto la presentaci¨®n de su colecci¨®n primavera/verano 2023 para octubre, mientras que Juanjo Oliva y Juan Vidal han preferido comparecer en Madrid es Moda, la plataforma respaldada exclusivamente por el Consistorio madrile?o que antecede a los desfiles de Ifema. Saber no estar en la MBFWM es, efectivamente, igual de importante que tener conciencia de qui¨¦n eres y lo que representas dentro de su entramado. L¨¢stima, eso s¨ª, de quienes ya solo son porque se han acostumbrado a estar ah¨ª.
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