Moderna y creativa, la semana de la moda de Londres sale adelante con solvencia en mitad del luto por la reina Isabel II

El viernes 9 de septiembre, horas despu¨¦s de que se anunciaran las dos semanas de luto por el fallecimiento de Isabel II, dos de los grandes reclamos de esta semana de la moda de Londres, Burberry y Raf Simons, cancelaron sus desfiles. El primero, por ser proveedor oficial de la casa real brit¨¢nica ha pospuesto su show al d¨ªa 26 de este mes ¡ªel ¨²nico d¨ªa libre entre las pasarelas de Mil¨¢n y Par¨ªs¡ª; el segundo lo suspendi¨® por haber ideado una presentaci¨®n en forma de fiesta colectiva. Las celebraciones p¨²blicas han estado prohibidas en los ¨²ltimos 10 d¨ªas.

Ese fin de semana, el British Fashion Council, el organismo gubernamental que regula y apoya la moda brit¨¢nica y que organiza la semana de la moda, se reuni¨® con los dise?adores y sus agencias de prensa para decidir si segu¨ªan o no adelante con los desfiles. La mayor¨ªa de los creadores que desfilan en esas jornadas son marcas emergentes o de tama?o medio que solo pueden presentar sus colecciones con la financiaci¨®n y la log¨ªstica del BFC, y la prensa internacional, los clientes privados y los compradores de tiendas ya ten¨ªan los billetes de avi¨®n y los hoteles reservados. El Brexit ya ha golpeado a la moda brit¨¢nica lo suficiente, por lo que decidieron seguir adelante, cancelando las fiestas de firmas como Prada o Hugo Boss, cambiando la agenda y respetando el lunes 19, d¨ªa del funeral de estado de la reina. ¡°Ha sido un esfuerzo tit¨¢nico, porque tuvimos que cambiar los d¨ªas y las localizaciones de los desfiles en tiempo r¨¦cord, pero todos los dise?adores y marcas han estado dispuestos a colaborar y ceder¡±, cuenta Caroline Rush, consejera delegada del British Fashion Council.

El mi¨¦rcoles 14 de septiembre, un correo colectivo del organismo instaba a los asistentes a ¡°acudir a Londres para apoyar el talento de sus dise?adores¡± y les ped¨ªa ¡°respetar el momento de luto de la ciudad¡±. Durante las cuatro jornadas que ha durado la semana de la moda, del viernes a este martes, se ha producido diariamente un minuto de silencio en los desfiles de las ocho de la tarde. Otras marcas, como Paul and Joe o Rejina Pyo, han decidido tambi¨¦n empezar sus shows de esa forma, con cientos de invitados en riguroso silencio que, en la mayor parte de los casos, llegaban en transporte p¨²blico debido a las aglomeraciones y los cortes de tr¨¢fico. El BFC entreg¨® a los asistentes un bono para viajar gratuitamente en bicicleta p¨²blica.

Sobre la pasarela hubo, obviamente, se?ales expl¨ªcitas al luto: Erdem ti?¨® de negro los ¨²ltimos trajes que desfilaron por los pasillos del British Museum. El dise?ador firm¨® una magn¨ªfica colecci¨®n inspirada en el arte de la restauraci¨®n ¡ªque cont¨® con la colaboraci¨®n de los principales restauradores de los museos londinenses¡ª, con piezas que evocaban las toiles o prototipos o prendas que parec¨ªan envejecer por ciertas zonas.

J.W Anderson, que regresaba a la capital brit¨¢nica tras tres a?os de ausencia, cerr¨® su desfile con un vestido en el que pod¨ªa leerse el nombre de la reina Isabel y las fechas de su nacimiento y muerte, utilizando la misma tipograf¨ªa de los carteles que poblaban Londres. El norirland¨¦s eligi¨® una sala de juegos recreativos a escasos metros de su tienda en el Soho, un lugar que combinaba perfectamente con su propuesta: l¨²dica y surrealista. Como ocurre con su trabajo en Loewe desde hace tres temporadas, las formas tridimensionales (esta vez de bolas met¨¢licas), los trampantojos (vestidos que simulan peceras) y los vol¨²menes amplificados de jers¨¦is y vestidos vertebran una colecci¨®n que, sin embargo, es mucho m¨¢s accesible y comercial que las que exhibe con la marca espa?ola.

El otro esperado regreso londinense, tras tres a?os de par¨®n, ha sido el de Christopher Kane, que se traslad¨® a la imponente sala de conciertos Roundhouse en Camden para recordar a los asistentes por qu¨¦ despu¨¦s de casi dos d¨¦cadas dise?ando el suyo sigue siendo un estilo ¨²nico. En su colecci¨®n para la pr¨®xima primavera estaban todas sus curiosas obsesiones: prendas fetichistas mezcladas con piezas rom¨¢nticas, aplicaciones de metal, estampados distorsionados, sedas drapeadas mezcladas con pl¨¢stico y, en definitiva, la exploraci¨®n de c¨®mo el patronaje y los materiales transforman y reinterpretan el cuerpo femenino.

La moda brit¨¢nica exporta al mundo la idea de modernidad y creatividad sin cortapisas. No necesitan tirar de din¨¢micas habituales en esta industria para demostrar que viven en el presente. Aqu¨ª no hay desfiles grandilocuentes ni gui?os al metaverso, pero por arte de magia logran que muchos de los nombres primerizos parezcan consolidados en solo un par de temporadas. Ha ocurrido en esta ocasi¨®n con los dos ¨²ltimos premios LVMH, Nensi Dojaka y S.S. Daley. Ambos han sido galardonados con el premio m¨¢s prestigioso del mundo al dise?o emergente en 2021 y 2022, respectivamente, pero parece que siempre han estado ah¨ª, pese a llevar solo cuatro o cinco colecciones a sus espaldas. La primera, conocida por sus vestidos ajustados repletos de aperturas y cordones, ha dado un nuevo paso en su evoluci¨®n con piezas que casi por primera vez sal¨ªan del color negro y que mezclaban transparencias con corseter¨ªa. El casting de modelos (Emily Ratajkowski, Vittoria Ceretti, Paloma Elsesser...) es quiz¨¢ la prueba m¨¢s patente del fulgurante ¨¦xito de esta jovenc¨ªsima dise?adora albanesa.

Steven Stokey Daley tampoco ha cumplido a¨²n los 30 a?os, pero su desfile en los salones del hotel Renaissance fue uno de los m¨¢s esperados del calendario. El flamante premio LVMH, hasta ahora centrado en lo masculino, present¨® por primera vez una colecci¨®n mixta en el formato habitual: un emotivo desfile a modo de obra teatral interpretada por actores del National Youth Theatre que, en esta ocasi¨®n, recitaban las cartas de amor entre las escritoras Vita Sackville West y Violet Trefusis. Como no pod¨ªa ser de otra forma, la colecci¨®n discurr¨ªa en torno a la fluidez de g¨¦nero vista desde el prisma de Daley ¡ªy su estilista, Harry Lambert, art¨ªfice del armario del cantante Harry Styles¡ª, es decir, el uso subversivo de los c¨®digos est¨¦ticos brit¨¢nicos, de los uniformes colegiales y de la campi?a hasta la sastrer¨ªa de Savile Row.

Los nuevos nombres del calendario, como Chopova Lowena, que cabalga entre el folclore b¨¢ltico y el punk reciclando tejidos antiguos y debut¨® con un desfile muy aclamado, y Chet Lo, que se form¨® dentro de la incubadora de talento Fashion East y cuyos vestidos con p¨²as de punto han cautivado a las cerebrities, demuestran que, pese a que esta haya sido una edici¨®n accidentada, Londres puede seguir exportando su idea de vanguardia al mundo con total solvencia. El BFC ha decidido, obviamente, que estos d¨ªas de desfiles los cierre esta noche Richard Quinn, el dise?ador que recibi¨® en 2018 el premio Queen Elizabeth II for British Design de manos de la propia reina; una imagen que en su momento dio la vuelta al mundo.