La elegancia toma ox¨ªgeno en la semana de la moda masculina de Mil¨¢n
La pasarela de la ciudad italiana acoge propuestas de Prada, Gucci y Dolce&Gabbana, entre otras firmas que aparcan lo deportivo y apuestan por cortes contempor¨¢neos, tejidos lujosos y prendas c¨®modas
El desfile que abri¨® la semana de la moda masculina de Mil¨¢n el pasado viernes era tambi¨¦n el que m¨¢s expectaci¨®n despertaba entre el p¨²blico. La primera colecci¨®n de Gucci desde la marcha del que fue su director creativo entre 2015 y 2022, Alessandro Michele, ven¨ªa finalmente firmada por el equipo creativo de la marca y con una interpretaci¨®n pulida y esencial, despojada de barroquismo, de los c¨®digos hist¨®ricos de la marca. Por ejemplo, tejidos de lona lacados que dan forma a complementos de la marca a trav¨¦s de estampados de los a?os setenta. O pr¨¦stamos de archivo que aluden a la est¨¦tica rock y a la sastrer¨ªa cl¨¢sica de la casa. Precisamente los trajes, estructurados y amplios al mismo tiempo, confirman un regreso a la elegancia que ha sido una constante en los desfiles de la semana.
En Dolce&Gabbana, de hecho, la clave para el pr¨®ximo oto?o es una depuraci¨®n del lenguaje de la casa. En la colecci¨®n de verano que presentaron el pasado junio, Domenico Dolce y Stefano Gabbana hab¨ªan reemprendido una reedici¨®n de sus grandes ¨¦xitos que ahora se complementa con una colecci¨®n en riguroso color negro ¡ªcon pr¨¦stamos de gris y varias chaquetas blancas, algunas de ellas derivadas de su sastrer¨ªa femenina¡ª en un intento de despojarse de ornamentos y reafirmar su silueta propia. ¡°Estamos saturados de im¨¢genes, as¨ª que hemos querido reflejar lo que somos, puliendo mucho cada prenda¡±, comentaba Dolce antes del desfile. ¡°No es minimalismo, sino nuestros c¨®digos¡±. Dos signos de los tiempos: han recuperado sus legendarios cors¨¦s de principios de los noventa, que estilizan la cintura y contrastan con enormes abrigos. Y apuestan por la sastrer¨ªa en plena resaca deportiva. ¡°Cuando preguntas a cualquier joven, lo que desea es un traje, no una sudadera¡±, subrayaba Gabbana. ¡°No es verdad que a esta generaci¨®n no le gusten los trajes¡±.
Esa concepci¨®n hedonista de la sastrer¨ªa tambi¨¦n impregna la colecci¨®n de Fendi, acompa?ada por una banda sonora de Giorgio Moroder que no es la ¨²nica concesi¨®n a lo disco. La paleta crom¨¢tica se inspira en los reflejos de una bola de espejos, y algunas prendas llevan cosidos diminutos discos de plata que conviven con las lentejuelas habituales. ¡°La vida nocturna une a las personas¡±, explicaba Silvia Venturini Fendi, directora creativa de la l¨ªnea, instantes antes del desfile. Varios elementos est¨¢n inspirados en su propia biograf¨ªa, desde los detalles disco y los chalecos asim¨¦tricos que evocan los a?os en que residi¨® en Nueva York y llegaba a la oficina directamente desde la discoteca con una camiseta de lentejuelas bajo el traje ¡ª¡±era mi modo de ver mundo¡±, reflexionaba¡ª hasta las chaquetas de sastrer¨ªa y los abrigos que se prolongan en piezas de tejido que se drapean alrededor del cuerpo como una capa, y que son una constante en su estilo personal. La piel, una de las especialidades de la casa romana, est¨¢ trabajada en forma de trampantojo, como sucede en sus chaquetas de borrego te?idas con aer¨®grafo y plantillas.
Los juegos semi¨®ticos son un ingrediente habitual en Prada, y desde la incorporaci¨®n de Raf Simons a la marca se transforman en detalles inmediatamente reconocibles. Para el pr¨®ximo invierno, Simons y Prada han formulado una suerte de cuello postizo para sus abrigos y chaquetas, que evoca la forma de un cuello de punto superpuesto a un cuello de camisa de puntas alargadas cortado por la mitad. Tambi¨¦n hay minimalistas t¨²nicas ¡ªcasi vestidos, hasta media pierna¡ª con amplio cuello barco, y chaquetas y abrigos guateados y acolchados, que sugieren las formas redondeadas cultivadas por ambos dise?adores.
La continuidad, en todo caso, ha sido una constante en una temporada que profundiza en la reinvenci¨®n de la elegancia desde la comodidad, que es el mayor desaf¨ªo para una industria, la italiana, que ha aprendido que no puede depender solo de una legi¨®n de ch¨¢ndales y zapatillas que ya muestra indicios de cansancio. Tal vez por eso las dos colecciones presentadas por Armani en Emporio Armani y Giorgio Armani, sus dos principales l¨ªneas, respiran un reconfortante clasicismo en el que la asimilaci¨®n de lo deportivo ¡ªpor ejemplo, en pantalones con bolsillos y abrigos acolchados¡ª no distrae la atenci¨®n de las l¨ªneas exactas, orientales, y la sobriedad crom¨¢tica (azules, negros, grises, terciopelos y tonos perlados) del Armani de siempre.
En toda casa hist¨®rica los archivos son un refugio y un lastre al mismo tiempo. Marco de Vincenzo, nombrado director creativo de Etro el pasado verano, ha estrenado una primera colecci¨®n para hombre que apenas tiene estampados, pero s¨ª motivos que aluden a la historia de la empresa y que se traducen en elementos tricotados ¨Cpor ejemplo, una versi¨®n pixelizada del estampado de cachemira de la casa¨C o en bordados florales y frutales en abrigos y prendas de punto. Con su llegada a Etro, las siluetas de la casa se vuelven m¨¢s contempor¨¢neas y gr¨¢ficas.
No todo es solemnidad. La faceta m¨¢s hedonista de Mil¨¢n se traduce en la prodigiosa coctelera que es la mente de los hermanos Dan y Dean Caten, que en Dsquared2 proponen una colecci¨®n para hombre y mujer de tintes urbanos, adolescentes y provocativos, donde conviven camisetas con mensajes er¨®ticos y alusiones a la vida rural de su Canad¨¢ natal. Sus pantalones con doble cintura, sus amplias prendas de punto y su apuesta sin cortapisas por los accesorios subrayan la identidad de una firma cuyo estado natural es la euforia. Magliano, la joven firma bolo?esa, explora la ropa corriente y la dignidad de la indumentaria obrera desde una ¨®ptica opuesta, en una tensa atm¨®sfera po¨¦tica donde sus prendas deconstruidas, superpuestas y minuciosamente alteradas se amalgaman sin opacar su excelente factura.
Del mismo modo, Jonathan Anderson declina en su firma hom¨®nima, JW Anderson, un ramillete de propuestas concebidas como dinamita para las redes sociales y para las tiendas. Sus min¨²sculos pantalones cortos de motivos tricotados, botas con hebillas y prendas de punto serigrafiadas con desnudos son gestos menos caprichosos de lo que podr¨ªa pensarse, y revelan un talento infalible para crear prendas inconfundibles y de largo recorrido.
De largas distancias sabe mucho Alessandro Sartori, director creativo de Zegna, cuya nueva colecci¨®n incide en el compromiso de la casa por los materiales artesanos y sostenibles. El 70% de la colecci¨®n est¨¢ compuesta por prendas de cachemir tratadas con t¨¦cnicas complejas similares a las que se aplican a los tejidos tradicionales. Por ejemplo, el ratin¨¦, ese tratamiento que se utilizaba a mediados del siglo XX para dar un aspecto esponjoso a tejidos corrientes, y que ahora se aplica al lujos¨ªsimo cachemir de la casa, Oasi Cashmere. El 30% restante son tejidos de lana reciclada que integran ligeras prendas de sastrer¨ªa. Y el resultado es un guardarropa combinable hasta el infinito, c¨®modo y flexible como la ropa deportiva, pero con la elegancia noble y minimalista de la firma. Jug¨¢rselo todo a una sola carta es un gesto de riesgo, pero Sartori conoce bien sus armas. A la llegada al desfile, una instalaci¨®n replica la sala en la que las fibras de cachemir revolotean y se posan en el suelo antes de convertirse en hilo. En una ¨¦poca de desenfreno visual, la moda reivindica la delicadeza de lo t¨¢ctil y de una cierta elegancia que nadie sabe delimitar con precisi¨®n, pero que es fundamental para el futuro de las marcas italianas.
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