Dior se inspira en las transgresiones de Frida Kahlo para defender la vida de las mujeres mexicanas
La colecci¨®n crucero 2024 de la casa francesa fue presentada en la Ciudad de M¨¦xico en un desfile que, entre faldas amplias, huipiles y botas texanas, dej¨® claro que a la m¨¢s alta moda no le son ajenas las realidades de los pa¨ªses que visita
La noche se insinuaba lluviosa, lluviosa torrencial como se saben las noches de mayo en la Ciudad de M¨¦xico. El patio central del Antiguo Colegio de San Ildefonso, el lugar en donde la artista mexicana Frida Kahlo conoci¨® al muralista Diego Rivera, se engalanaba, entre...
La noche se insinuaba lluviosa, lluviosa torrencial como se saben las noches de mayo en la Ciudad de M¨¦xico. El patio central del Antiguo Colegio de San Ildefonso, el lugar en donde la artista mexicana Frida Kahlo conoci¨® al muralista Diego Rivera, se engalanaba, entre sus hist¨®ricos murales, para recibir la colecci¨®n Crucero 2024 de la casa Dior. La pasarela la abri¨® un resonante clamor en voz de mujer mariachi: ¡°Te mereces un amor con rel¨¢mpagos y flores, un cari?o sin temor, del pasado y sus errores¡±, y el canto le dio inicio m¨¢s que a un desfile, a una declaraci¨®n de amor, de celebraci¨®n, pero sobre todo, de defensa de las mujeres mexicanas.
Como si se invocara los atrevimientos de Frida Khalo, que viajaba a principio de los a?os 30 a Estados Unidos con sus faldas tehuanas, amplias en la cadera, largas y coloridas, sus huipiles (t¨²nicas bordadas) y sus camisas tradicionales cosidas en Oaxaca, los dise?os de Maria Grazia Chiuri se llenaron de ese esp¨ªritu. Sobre la pasarela, un vestido rosa de amplio vuelo acompa?ado de botas texanas (protagonistas de la noche) recordaba aquel que us¨® la artista en uno de sus autorretratos. Sobre las telas, un animalario hecho de monos y loros bordados y estampados recordaba esa exuberante fauna mexicana que qued¨® plasmada en sus pinturas. Y los trajes masculinos, tan propios de la casa Dior, hac¨ªan eco de la rebeld¨ªa de una mujer que, d¨¦cadas antes de que se hablara de roles de g¨¦nero, ya se pon¨ªa pantalones y sacos buscando desafiar con su vestido lo que se esperaba de ella.
Con esta pasarela, el sue?o de Mar¨ªa Grazia se cumple, el vaticinio se concreta. La dise?adora hab¨ªa puesto el nombre de M¨¦xico ¡ªa qui¨¦n ha bautizado a place of the soul o el lugar del alma¡ª, sobre la mesa de Dior desde 2016, cuando aterriz¨® en la casa francesa.
M¨¦xico se le hab¨ªa metido en la piel desde hac¨ªa muchas d¨¦cadas y esa devoci¨®n por fin pudo coserla en esta colecci¨®n crucero. La inspir¨® la idea de que fuera la tierra en donde rebeldes indescifrables como la fot¨®grafa Tina Modotti o las artistas Remedios Varo y Leonora Carrington hubieran encontrado por fin el terreno f¨¦rtil para ser enteramente ellas. La permearon tambi¨¦n profundamente las im¨¢genes de Graciela Iturbide, la retratista que en blanco y negro hab¨ªa capturado la magn¨ªfica realidad de la gente de su tierra.
Adem¨¢s, M¨¦xico, le invocaba el recuerdo de un profundo remez¨®n interno ocurrido en sus a?os de juventud cuando vio por primera vez en Italia una exhibici¨®n de Frida Kahlo. Ese estremecimiento se materializ¨® en esta colecci¨®n en forma de mariposas que, ¡°como joyeros para un cuerpo roto¡±, se posaron en collares, en las trenzas sin fin de las modelos y en los excelsos jacquards.
¡°Grazia encontr¨® muchos ecos en su propia forma de concebir la moda, las mujeres y sus cuerpos, en las maneras en las que Frida Kahlo transit¨® la experiencia de la incapacidad, de la etnicidad, de su postura pol¨ªtica, de su identidad de g¨¦nero y de c¨®mo convirti¨® esto en motor de su estilo¡±, explica la curadora mexicana Circe Henestrosa, quien trabaj¨® estrechamente con la dise?adora para darle vida esta colecci¨®n.
Invocar a Frida es invocar la artesan¨ªa mexicana
Los aires desafiantes que trajo semejante invocaci¨®n de Frida Kahlo no se quedaron solo en la pasarela. En la primera fila del desfile, sentadas con sus trajes tradicionales ¡ªque osaban romper el mutismo casi hegem¨®nico del negro de los invitados¡ª, se sentaron m¨¢s de 10 mujeres y hombres artesanos mexicanos que vieron de primera mano desfilar las piezas que hab¨ªan trabajado con sus manos.
¡°Frida hizo de su ropa, de los textiles que eleg¨ªa, el coraz¨®n mismo de sus autorretratos, de las fotograf¨ªas que le tomaban, borrando toda barrera y haciendo que esa cultura material mexicana que expon¨ªa en cada uno de sus atuendos se volviera en s¨ª mismo arte. Es importante hablar de esto, porque muchas veces no celebramos lo suficiente lo artesanal, y lo que Dior me permite hacer es celebrar este saber. Muchas veces lo artesanal no es visto como cultura, pero Frida puso la ropa y los saberes artesanales en el centro de su proceso creativo, y yo quiero trabajar con eso. Es en s¨ª misma una narrativa parecida a la de Dior¡±, asegura Mar¨ªa Grazia.
Fue justamente el guardarropa de Frida, ¡ªrevelado al mundo en 2004, tras 50 a?os de estar encerrado en un ba?o por ¨®rdenes de su esposo Diego Rivera ante el duelo a su muerte¡ª, el mapa que dio pistas al equipo cultural de Dior para elegir las t¨¦cnicas artesanales y las comunidades con las que trabajar¨ªa. Fueron intensos d¨ªas de trabajo con comunidades de Chiapas, Puebla y Oaxaca. M¨¢s de seis meses de viajes, contacto y entendimiento con los artesanos a los que, como suele hacer juguetonamente la directora creativa de Dior, se les invit¨® a repensar e intervenir iconos de la casa como la Bar Jacket o la cartera Lady Dior.
Pedro Meza, conocido como Don Pedro, elabor¨® con otros artesanos de las comunidades tzotziles de Zinacant¨¢n y San Juan Chamula gabanes y fajines tejidos en algod¨®n con bordados en hilo. Remigio Mestas supervis¨® la creaci¨®n de cuatro huipiles tradicionales, que ilustran las t¨¦cnicas ¨²nicas de tejido, te?ido y bordado de cuatro grupos ind¨ªgenas. Hilan Cruz fue invitado a colaborar en una serie de camisas y vestidos incorporando bordados producidos en su taller, reflejando la flora, fauna y la cosmogon¨ªa de su comunidad. Y Narcy Areli Morales puso sobre la colecci¨®n, p¨¢jaros, plantas y otros elementos naturales traducidos en patrones geom¨¦tricos.
¡°Cuando vi por primera vez el resultado de esta colaboraci¨®n tuve que llorar, y ahora que lo veo me dan ganas de llorar de nuevo¡±, dice la dise?adora con los ojos enrojecidos, ¡°me toc¨® el coraz¨®n, el lenguaje que habla es tan sofisticado, tan excelso, es un sue?o que se ha cumplido¡±.
Las artesan¨ªas mexicanas no valen m¨¢s ni menos porque una marca reputada como Dior las haya elegido para sus vestidos, pero lo que s¨ª consigue este puente que se ha creado con la marca francesa de la mano de Maria Grazia es empezar a crear un di¨¢logo con otros posibles lugares de uso, con otros saberes, con esa otra posici¨®n en primera fila en un desfile que debe ocupar el due?o de las manos que saben hacer tan excelso trabajo. Se concreta esa intenci¨®n que Mar¨ªa Grazia busca con esta apuesta de Dior: ¡°Que moda, arte y artesan¨ªa est¨¦n los tres en un mismo nivel de jerarqu¨ªa¡±.
¡°Esta conversaci¨®n puede conseguir que la tradici¨®n se mantenga y se mueva hacia el futuro, porque el riesgo es que perdamos este conocimiento. Soy muy sensible a esta preocupaci¨®n, soy del sur de Italia en donde se perdi¨® la tradici¨®n de pasar el saber del bordado, porque la segunda generaci¨®n encontr¨® otros intereses y vio el acervo de sus mayores como algo viejo, porque lo artesanal fue visto como algo dom¨¦stico, una cosa de mujeres, cuyo trabajo duro no era reconocido¡±, explica la dise?adora.
De las manos de los artesanos locales que complementaron y enaltecieron lo que les petites mains hicieron con cada uno de los trajes de la colecci¨®n Crucero 2024 en Par¨ªs, llega un momento culmen. El cierre del desfile, aun con la lluvia azotando los viejos pasillos del recinto, deja a todos los asistentes en silencio. 18 modelos en vestidos blancos bordados con frases altivas en rojo se paran en el centro del patio. Un nuevo clamor abraza a esos vestidos, esta vez en las voces de Vivir Quintana y Mon Laferte: ¡°A cada minuto, a cada semana, nos roban amigas, nos matan hermanas, destrozan sus cuerpos, las desaparecen. No olviden sus nombres, se?or presidente¡±. Mar¨ªa Grazia Chiuri no calla, si est¨¢ en M¨¦xico, inspir¨¢ndose en ¨¦l, desentra?ando sus tradiciones, recordando el valor de sus artistas, c¨®mo no hacer este ¨²ltimo reclamo con sus vestidos: que se respete la vida de las mujeres.