Miradas aut¨¦nticas, visiones populares y muchos sellos identitarios en la semana de la moda de Nueva York
La New York Fashion Week, que presenta las novedades para la temporada oto?o-invierno 2024/25, parte con revisiones del pasado y nuevos giros sobre las se?as de identidad de firmas como Carolina Herrera, Tommy Hilfiger o Proenza Schouler
Se mire por donde se mire, el papel de los desfiles ha dejado de ser el de mero escenario sobre el que presentar las propuestas de la pr¨®xima temporada; se han convertido en otra oportunidad para que las marcas conecten con clientes y seguidores. Con innumerables canales de comunicaci¨®n a su disposici¨®n y colecciones que ya no llegan a las tiendas en dos momentos del a?o, sino de manera constante, los creativos no necesitan valerse de este recurso. No lo necesitan, pero lo siguen requiriendo, como herramienta insustituible para emocionar y generar contenido. Eso s¨ª, con las nuevas funciones del desfile, los dise?adores no sienten la obligaci¨®n de ce?irse al modelo tradicional que exig¨ªa montar una pasarela cada seis meses.
El cambio de paradigma se siente en la semana de la moda de Nueva York, en cuyo calendario los nombres de firmas grandes y peque?as bailan cada temporada sin mayor transcendencia. La crisis del coronavirus, que rompi¨® esquemas y supuso un par¨®n para muchas compa?¨ªas, termin¨® de afianzar la tendencia. Esta semana se la salta Ralph Lauren, que volvi¨® a la agenda el pasado septiembre tras un par¨®n por la pandemia. Tampoco est¨¢ Palomo Spain, ni desfilan Elena Velez o 3.1 Phillip Lim, que optan por presentaciones. A cambio hay novedades, como Ludovic de Saint Sernin, que cambia Par¨ªs por Manhattan, o el regreso de nombres como Monse y Tommy Hilfiger.
Desde el estallido de la pandemia, Tommy Hilfiger solo hab¨ªa celebrado un desfile, hace dos a?os: ¡°Nos gusta hacer las cosas de otra manera, no lo mismo que todos¡±, explicaba el dise?ador a EL PA?S horas antes de la cita. Hilfiger, que se convirti¨® en una de las compa?¨ªas m¨¢s grandes en adoptar el modelo see now, buy now en 2017 (presentando sobre la pasarela prendas que estaban inmediatamente a la venta), ahora aboga por regresar al sistema tradicional de seis meses de avanzadilla. Eso s¨ª, en un movimiento perspicaz, ensaya un nuevo sistema. El pasado viernes combinaba las dos velocidades con la colecci¨®n de pasarela y una peque?a l¨ªnea, ya a la venta, que durante el evento lucieron las casi 100 personalidades que no faltaron a la cita: Sofia Richie, Damson Idris, Sonam Kapoor, Junho Lee o Nicole Wallace se convirtieron en embajadores y modelos por una noche en el centro de Manhattan. Concretamente en la estaci¨®n Grand Central, que paraliz¨® su actividad habitual de hora punta para seguir la llegada de las celebridades.
El desfile tuvo lugar en el ic¨®nico Oyster Bar, bajo la b¨®veda catalana del arquitecto espa?ol Rafael Guastavino, transformado en una cafeter¨ªa con el reconocible sello Hilfiger. Unos c¨®digos con los que el dise?ador volvi¨® a jugar para presentar una colecci¨®n que abrazaba la est¨¦tica que hoy conquista a la generaci¨®n TikTok. ¡°Esta vez las formas cambian, los tejidos cambian. Es m¨¢s elevado, m¨¢s sofisticado, pero al mismo tiempo tiene ese aire preppy, ese punto del estilo cl¨¢sico americano¡±, a?ad¨ªa el creativo. Chaquetas beisboleras, camisetas de rugby, faldas tableadas y una serie de abrigos que no desentonar¨ªan como uniforme de cualquier universidad de la Ivy League. La inspiraci¨®n part¨ªa de la propia ciudad de Nueva York: ¡°Es mi hogar, aqu¨ª es donde empec¨¦ con la marca hace casi 40 a?os¡±, reconoc¨ªa el empresario. Ese ADN estaba presente en cada salida, reformulando una vez m¨¢s una est¨¦tica a la que Hilfiger ha contribuido a dar forma en estas cuatro d¨¦cadas de historia. La ense?a no aspira a ser ni m¨¢s ni mucho menos que lo que es: una de las firmas norteamericanas m¨¢s reconocidas del mundo: ¡°Mientras sigamos siendo consecuentes con lo que somos, seguiremos siendo una marca potente¡±, conced¨ªa el neoyorquino.
La semana de la moda de Nueva York arrancaba de manera oficial el jueves 8 de febrero por la noche, con el acto de presentaci¨®n que cada temporada celebra el Consejo de Dise?adores de Moda Americanos (CFDA, por sus siglas en ingl¨¦s). ¡°Si empiezas y quieres ayuda, el sitio en el que buscar es el CFDA¡±, dec¨ªa entonces el dise?ador Todd Snyder sobre la organizaci¨®n que en 2021 se ali¨® con la productora IMG para coordinar el calendario de desfiles en la ciudad. Aunque extraoficialmente los fastos hab¨ªan comenzado unos d¨ªas antes, con Marc Jacobs fuera de agenda (como viene haciendo desde 2020), celebrando un desfile que conmemoraba el 40? aniversario de su marca.
Entre las firmas fieles a la cita con la moda en Nueva York no falt¨® Carolina Herrera, que ha abierto la jornada de este lunes con un desfile junto al puerto y con vistas a la ciudad. Su director creativo, Wes Gordon, dedicaba su colecci¨®n a las mujeres de su vida, ¡°poderosas, fuertes y resilientes¡±. Una carta de amor a la belleza y esta vez tambi¨¦n a la artesan¨ªa de su taller: ¡°Es la colecci¨®n m¨¢s ambiciosa desde este punto de vista¡±, explicaba cuando se apagaban las luces de la pasarela, ¡°la forma en la que est¨¢n hechas las prendas es extraordinaria. Las que parecen m¨¢s simples son las m¨¢s complicadas desde el punto de vista de la confecci¨®n¡±. Como un vestido de terciopelo negro y escote coraz¨®n que se adapta a la perfecci¨®n a los movimientos del cuerpo gracias a su estructura interna o varias faldas acampanadas que se mantienen erguidas sin crinolinas ni rellenos.
Adem¨¢s de en estas construcciones arquitect¨®nicas, la artesan¨ªa ha estado presente en bordados o aplicaciones sobre algunos de los iconos de la casa. Ha habido volantes, flores y la camisa blanca que Herrera elev¨® a la categor¨ªa de lujo. ¡°En cada estilismo hay algo especial. No hay nada superfluo, porque lo ¨²ltimo que necesita el mundo ahora mismo es ropa innecesaria¡±, a?ad¨ªa el dise?ador, que ya cumple seis a?os al frente de la ense?a. Un tiempo en el que ha ido fusionando su est¨¦tica con el ADN de la casa hasta alcanzar un punto de elegancia din¨¢mica envidiable: ¡°Llegados a este punto ya forma parte de m¨ª¡±, prosegu¨ªa, ¡°tengo un lenguaje que voy integrando en el proceso de dise?o. Cuando la se?ora Herrera dise?aba, lo hac¨ªa para una mujer fuerte y poderosa, y yo sigo dirigi¨¦ndome al mismo tipo de mujer¡±.
Proenza Schouler congregaba en una nave de Chelsea en la ma?ana del s¨¢bado a toda su corte de seguidores para mostrar una propuesta que se centraba en seguir madurando las directrices que definen la marca. Si Hilfiger revisaba los elementos atemporales del estilo cl¨¢sico norteamericano, las ideas de Jack McCollough y Lazaro Hernandez exploraban la versi¨®n m¨¢s contempor¨¢nea de esa idea del imaginario colectivo de lo que es la mujer neoyorquina hoy. ¡°?C¨®mo podemos aislarnos de la cacofon¨ªa del momento y, al mismo tiempo, encontrar una forma de involucrarnos, estar presentes, crear y evolucionar?¡±, se preguntaba el d¨²o de dise?adores.
Su colecci¨®n arrancaba con ocho pases en riguroso negro en los que las concesiones a los detalles eran anecd¨®ticas y se limitaban a jugar con las proporciones de algunos detalles como las trabillas de varios abrigos, el cuello de los jers¨¦is o un par de capuchas gigantes en trencas y gabardinas. Precisamente las prendas de abrigo reconfortantes fueron el gran fuerte de su nueva colecci¨®n que, en un panorama de novedades constantes, opta por el confort y la practicidad de las l¨ªneas minimalistas de los noventa. Cortes limpios y acabados pulidos para demostrar que la zona de confort no debe ser imperiosamente un espacio del que tratar de escapar.
En la b¨²squeda de la f¨®rmula m¨¢s adecuada, Ludovic de Saint Sernin ha dejado Par¨ªs para trasladarse a Manhattan, casi un a?o despu¨¦s de su salida de la direcci¨®n creativa de Ann Demeulemeester para centrarse en su marca. ¡°Siempre fue un sue?o¡±, contaba unos d¨ªas antes del desfile, mientras daba los ¨²ltimos repasos a su colecci¨®n. ¡°Siempre he querido ser dise?ador y cuando creces y estudias moda, Nueva York es como la fantas¨ªa total. Adem¨¢s, en este caso decidimos colaborar con la fundaci¨®n Robert Mapplethorpe y pensamos que era la oportunidad perfecta¡±. El fot¨®grafo de Queens est¨¢ presente en el imaginario de De Saint Sernin desde su primera colecci¨®n, en 2017, y ahora se materializa en una colaboraci¨®n palpable. Sus instant¨¢neas de flores serv¨ªan como patrones para dibujar decoraciones sobre las camisas y vestidos de gasa transparente que abr¨ªan el desfile. De Saint Sernin le descubri¨® leyendo Just Kids, de Patti Smith: ¡°Sent¨ª que su trabajo era una incre¨ªble herramienta de autodescubrimiento y autoexpresi¨®n a la hora de descubrir tu identidad. Para m¨ª, al menos, lo fue y me cambi¨® la vida¡±.
Como el trabajo del artista, expl¨ªcito y muy sensual, la colecci¨®n del belga juega a expandir las fronteras de los clich¨¦s que existen en torno a las nociones de masculinidad y feminidad. La dulzura de otras temporadas aparec¨ªa en los primeros pases, para dejar espacio r¨¢pidamente a una apuesta m¨¢s dura, en ocasiones con reminiscencias del BDSM, a base de tachuelas y mucho cuero que se extiende por gabardinas, pantalones, vestidos y hasta sujetadores o calzoncillos. Las joyas son parte de una colaboraci¨®n con Tous, que se abre con esta iniciativa a las pasarelas internacionales: una serie de piezas realizadas en los talleres de la casa, brazaletes, pendientes y gargantillas ba?ados en oro de 18 kilates y con esmaltado a mano.
Fforme, la firma de Paul Helbers que present¨® su primer desfile el pasado septiembre, volv¨ªa a desfilar la noche del s¨¢bado, buscando afianzar su propio lenguaje: ¡°Esculpiendo directamente sobre el cuerpo, hago prendas desde una perspectiva diferente¡±, explicaba el dise?ador en las notas de la colecci¨®n, ¡°abrazando a diferentes generaciones de mujeres y de tipos de cuerpos para hallar una forma de elegancia que es inmediatamente liberadora¡±. Se refiere el creativo a una colecci¨®n de prendas que hablan por s¨ª solas. A un lujo discreto, pero no necesariamente silencioso, que basa su fundamento en los cortes y en los tejidos. Esta temporada, explorando las posibilidades de engranaje entre sastrer¨ªa y drapeados. Patrones arquitect¨®nicos que persiguen fluidez mediante fruncidos y materias que no se atienen a las normas. Mangas japonesas en abrigos de pa?o, en camisas de popel¨ªn o en varios plumas acolchados. Todo en una paleta austera que se anima con pinceladas verde esmeralda o rojo.
Las historias de amor de Nueva York serv¨ªan de mecha para Stuart Vevers en Coach. Tanto las reales que pasearon por sus calles (como la de John F. Kennedy Jr y Carolyn Bessette, con la que Vevers coincidi¨® en su ¨¦poca en Calvin Klein) a propias del mundo de la fantas¨ªa (como las de los guiones de Nora Ephron). Vevers busca actualizarlas con la mirada de hoy, m¨¢s diversa. A esos protagonistos modernos les ofrece un armario que no entiende de clich¨¦s de g¨¦nero porque recupera algunos de los usos y costumbres del grunge. Hombres con jers¨¦is de motivos infantiles o mujeres con capucha y faldas voluminosas arrugadas como si hubieran dormido con ellas puestas. Todos, con botas c¨®modas y desgastadas y con los bolsos de la casa, que en esta ocasi¨®n se aderezan con souvenirs de la ciudad colgando a modo de charms. ?El escenario? Una de las pocas mansiones de finales del siglo XIX y principios del XX que a¨²n quedan en pie en la Quinta Avenida, la imponente James B. Duke House.
Solo un par de horas despu¨¦s de que Piotrek Panszczyk presentara su nueva colecci¨®n para Area, Taylor Swift llegaba a la final de la Super Bowl con unos pantalones de la marca. Un hito medi¨¢tico que coronaba un d¨ªa festivo para el creativo. Sobre la pasarela hab¨ªa marchado una colecci¨®n divertida que tomaba como punto de partida, literal y metaf¨®rico, los ojos y las miradas. Ojos que se convert¨ªan en decoraciones de camisas, faldas o vestidos y en grandes rosetones de strass que buscaban atraer flashes. ¡°As¨ª como los ojos observan, critican y aprecian, nuestra colecci¨®n refleja la din¨¢mica cambiante de la audiencia en la era digital¡±, escrib¨ªa en la nota de prensa. ?l tambi¨¦n miraba al pasado como punto de partida para su inspiraci¨®n, pero se remontaba m¨¢s que sus compa?eros de agenda, hasta el retrofuturismo de los a?os sesenta que aqu¨ª se actualiza para funcionar en la era del meme. Guardapolvos de silueta cocoon, minifaldas o pantalones acampanados, con estampados inspirados en los dibujos animados o en el arte pop. Una combinaci¨®n infalible para atraer miradas, que, al final, es de lo que se trata.
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