Victoria¡¯s Secret intenta enmendar sus errores presentes y pasados en un desfile con alas, pedrer¨ªa y algo de inclusividad con Cher, Kate Moss y Carla Bruni
La firma de lencer¨ªa, que suspendi¨® sus famosos ¡®shows¡¯ en 2019 y que trat¨® de volver el a?o pasado con un fallido espect¨¢culo, recupera para la pasarela a sus modelos m¨¢s famosas olvidando un pasado de cr¨ªticas y denuncias
En honor a la verdad, no se puede decir que Victoria¡¯s Secret vuelva, pero s¨ª que vuelve a volver. El martes 15 de octubre por la tarde, la marca de lencer¨ªa m¨¢s famosa del mundo ¡ªal menos lo fue, durante un par de d¨¦cadas¡ª hizo un segundo intento de regresar a sus desfiles tras cancelarlos en 2019. El a?o pasado la firma intent¨® hacer un gran regreso a trav¨¦s de un show en Amazon que fue, b¨¢sicamente, un desastre: tanto de p¨²blico (en las calificaciones de la plataforma tiene 1,7 estrellas sobre cinco), como de cr¨ªticas, de ventas y de imagen, donde lo mejor que se dijo de ¨¦l es que era una copia no muy acertada de las presentaciones de Fenty, la exitosa firma de lencer¨ªa inclusiva de la cantante y empresaria Rihanna. Por eso este a?o se han enmendado y han intentado jugar tres bazas para olvidar ya no solo el hundimiento de las cifras hace unos a?os, que llev¨® a la venta de la compa?¨ªa, sino las cr¨ªticas incluso por parte de sus ¨¢ngeles, la falsa perfecci¨®n, la misoginia y la hipersexualizaci¨®n, e incluso las conexiones de su fundador con el ped¨®filo Jeffrey Epstein.
La primera de las cartas ha sido apostar por grandes glorias que copen titulares, tanto sobre la pasarela como en el escenario. Las cantantes emergentes Lisa y Tyla fueron las primeras en salir al escenario, ambas vestidas como si fueran modelos de la firma. Pero el momento musical alcanz¨® su mayor punto pop con Cher, de 78 a?os, que apareci¨® al final de los 40 minutos de desfile con un par de temazos de 1998, Strong Enough y Believe. Aparte de las actuaciones, tambi¨¦n desfilaron viejos rostros conocidos de la firma, supermodelos a las que tantas veces se ha visto en ese conjunto tan imposible como habitual para Victoria¡¯s Secret que supone la mezcla de unas sandalias de tac¨®n alt¨ªsimas y fin¨ªsimas con un estramb¨®tico conjunto de ropa interior. La primera de ellas fue Gigi Hadid, que abri¨® la velada vestida de rosa y saludando al estilo de su amiga Taylor Swift; la maniqu¨ª reconoci¨® que la cantante superventas le hab¨ªa dado unos consejos y que iba a hacer alg¨²n gesto suyo sobre la pasarela.
Pero ese momento de nostalgia tan buscado lleg¨® con las bellezas cl¨¢sicas de la firma: Alessandra Ambrosio, Behati Prinsloo, Isabeli Fontana, Candice Swanepoel, Barbara Palvin, Doutzen Kroes y super¨¢ngeles como lo fueron, y este martes demostraron que siguen siendo, Irina Shayk y Adriana Lima. Pocos recordaban por entonces, entre plumas y sujetadores de lentejuelas, que la brasile?a le dio el portazo a la casa de lencer¨ªa en 2018 bajo la frase: ¡°No volver¨¦ a quitarme la ropa por una causa vac¨ªa¡±. Entonces tambi¨¦n dijo: ¡°Estoy cansada de las imposiciones, nosotras, como mujeres, no deber¨ªamos continuar viviendo en un mundo con tales valores superficiales. No es justo para nosotras, y m¨¢s all¨¢ de la justicia, es insano f¨ªsica y mentalmente c¨®mo la sociedad nos impone c¨®mo debemos ser, c¨®mo debemos comportarnos, c¨®mo debemos estar f¨ªsicamente¡±.
Todo cay¨® en el olvido cuando empez¨® el desfile, con sorpresas por parte de otras modelos como Bella Hadid, que a excepci¨®n de aparecer en la presentaci¨®n de Saint Laurent en septiembre, no se sub¨ªa a una pasarela desde hac¨ªa dos a?os. De forma excepcional aparecieron otros rostros c¨¦lebres que han cumplido los 50 y son menos habituales de este tipo de shows: cl¨¢sicas de la casa como Tyra Banks, de las m¨¢s esperadas y que ya desfilaba para la firma a mediados de los noventa (fue la encargada de cerrar este a?o), y Eva Herzigova, que no lo hac¨ªa desde hace casi 15 a?os; o nuevas en la firma como Carla Bruni o una seria Kate Moss cubierta de encaje negro ¡ªtambi¨¦n desfil¨® su hija, Lila Grace Moss¡ª. La marca supo tirar de nostalgia, aunque fuera inventada, con modelos m¨ªticas de la industria o que directamente jam¨¢s se hab¨ªan puesto unas alas (esta vez, en cualquier caso, tampoco lo hicieron).
La segunda baza de la firma ha sido la inclusividad, pero muy medida. M¨¢s que en los cuerpos, con unas cuantas mujeres fuera de la habitual normatividad de las pasarelas, si ha habido ruptura ha sido en las edades, al traer a esos grandes nombres del mundo de la moda. Por lo dem¨¢s, se ha podido ver lo cl¨¢sico, la cuota de cambio que entra en casi cada show de temporada y que no pod¨ªa faltar en un espect¨¢culo criticado en el pasado en centenares de ocasiones por mostrar con normalidad cuerpos no tan normales. Desfilaron Paloma Elsesser y Ashley Graham, de talla 44, y tambi¨¦n Alex Consani, modelo trans de 21 a?os y que empez¨® su carrera con solo 12. ¡°Creo que hoy celebramos ser poderosas¡±, afirmaba en el backstage. Al final, el momento de mayor inclusividad lo puso el coro de Cher, con una veintena de mujeres de todas las tallas, razas, alturas y edades.
En la alfombra rosa, que por primera vez se retransmiti¨® en directo, dos de las mandamases de la firma, Sarah Sylvester, vicepresidenta de marketing, y Janie Schaffer, responsable de dise?o, hablaban de que el desfile era ¡°una celebraci¨®n de la ropa y de las mujeres¡±. ¡°Todo el mundo es bienvenido, el casting se ha hecho en base a su confianza y su fuerza¡±, aseguraban ellas.
Pero m¨¢s all¨¢ de supermodelos y una cierta inclusividad, al final la verdadera raz¨®n por la que el desfile triunfa es el espect¨¢culo, el show por el show. Los rostros conocidos mezclados con los brillos (aunque ya sin ese sujetador llamado Fantasy Bra, que estaba valorado en millones) y las plumas, la puesta en escena de moda y el repaso de ciertas tendencias, acompa?ado todo de una expectaci¨®n generada en redes durante semanas, vuelven a llamar al p¨²blico, que parece deseoso de purgar los pecados de la firma en pos del espect¨¢culo. Al desfile, celebrado a las siete de la tarde, hora de Nueva York (las dos de la madrugada en la Espa?a peninsular), se conectaron en directo dos millones de espectadores a trav¨¦s de YouTube y otros 200.000 por Instagram. Pocos recordaban cr¨ªticas, esc¨¢ndalos o, incluso, que los ¨¢ngeles ya ni siquiera se llaman ¨¢ngeles, porque hace unos a?os Victoria¡¯s Secret decidi¨® eliminar esa denominaci¨®n.
Quiz¨¢ no actuaron The Weeknd, Taylor Swift o Beyonc¨¦, como en otros tiempos, y entre el p¨²blico hab¨ªa pocos rostros conocidos, m¨¢s all¨¢ de los de Queen Latifah o Cardi B. Pero parece que la nostalgia y las ganas de espect¨¢culo han sobrepasado a aquellos testimonios de Gisele B¨¹ndchen cuando contaba en su libro que se sent¨ªa inc¨®moda desfilando en ropa interior y hablaba de pensamientos suicidas. O a cuando hace cinco a?os un centenar de modelos firmaron una carta expresando su ¡°preocupaci¨®n por la seguridad y el bienestar de las modelos y mujeres j¨®venes que aspiran a trabajar para Victoria¡¯s Secret¡±. El espect¨¢culo debe continuar, aunque habr¨¢ que esperar a 2025 para saber si a la tercera intentona va la vencida.
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