La FP se renueva para un nuevo marco laboral
A partir del curso 2023-24 las administraciones deben implantar el modelo que incluye la combinaci¨®n de asignaturas sueltas para un aprendizaje m¨¢s flexible o la internacionalizaci¨®n de t¨ªtulos
El BOE public¨® el 1 de abril del pasado a?o la Ley Org¨¢nica de Ordenaci¨®n e Integraci¨®n de la Formaci¨®n Profesional (FP), ¡°con la que se busca la transformaci¨®n del modelo de FP en un sistema ¨²nico que facilite el acceso a un empleo de calidad para los j¨®venes respondiendo a sus aspiraciones profesionales a lo largo de su vida y a las demandas del sector empresarial¡±. Un a?o despu¨¦s, el Consejo de Ministros aprob¨®, con fecha 11 de abril, el real decreto que dibuja el calendario de implantaci¨®n del nuevo sistema de formaci¨®n profesional a lo largo de los pr¨®ximos cuatro a?os, y que fija el curso 2023-2024 como el comienzo para que las distintas administraciones lo implanten de manera gradual conforme a sus competencias.
Clara Sanz, secretaria general de Formaci¨®n Profesional del Ministerio de Educaci¨®n y Formaci¨®n Profesional (MEFP), se?ala que ¡°el impulso y la modernizaci¨®n de la formaci¨®n profesional se han convertido en un asunto de Estado con una apuesta econ¨®mica sin precedentes, al que se han adherido todas las fuerzas sociales y econ¨®micas de nuestro pa¨ªs¡±. La imagen de la FP desde la anterior ley org¨¢nica (vigente durante los ¨²ltimos 20 a?os) ha transitado hacia una formaci¨®n m¨¢s acorde a los tiempos que vivimos, donde la digitalizaci¨®n, la sostenibilidad, la innovaci¨®n aplicada, el emprendimiento o la internacionalizaci¨®n marcan el d¨ªa a d¨ªa del mercado laboral.
Seg¨²n datos del MEFP, 985.431 alumnos se matricularon en ense?anzas de formaci¨®n profesional durante el curso 2020-2021, impartidas en 3.871 centros docentes. Por sexos, 539.693 fueron hombres y 445.738 mujeres. Una cifra que ¡°superar¨¢ los 1,1 millones de estudiantes para este pr¨®ximo curso¡±, apunta Sanz.
En un escenario econ¨®mico y productivo en permanente cambio, ¡°el sector empresarial se ha dado cuenta de que ha de apostar por la formaci¨®n profesional; de ello depender¨¢ su propia supervivencia. La formaci¨®n a lo largo de la vida de los profesionales es ya una necesidad imperiosa. El nuevo modelo de FP, absolutamente flexible, permanentemente actualizable y conectado con la realidad laboral, permitir¨¢ que los trabajadores y trabajadoras puedan formarse en aquello que necesiten y cuando lo requieran. Y que las empresas puedan formar parte del proceso formativo de los estudiantes de FP, acogiendo estancias de formaci¨®n de mayor duraci¨®n y calidad, les permitir¨¢ acceder a una cantera de talento formada en los perfiles profesionales que requieran¡±, afirma la secretaria general.
Cambios significativos
Entre las novedades que incluye la nueva formaci¨®n profesional est¨¢ un modelo de reconocimiento y acreditaci¨®n de competencias y de orientaci¨®n profesional basado en itinerarios formativos facilitadores de la progresi¨®n en la formaci¨®n, y estructurado en cinco grados ascendentes y descriptivos de ofertas formativas organizadas en unidades dise?adas seg¨²n el Cat¨¢logo Nacional de Est¨¢ndares de Competencias Profesionales; la combinaci¨®n de asignaturas sueltas para un aprendizaje m¨¢s flexible; la posibilidad de recibir clases de personas expertas sin necesidad de que sean profesores, o la internacionalizaci¨®n de los t¨ªtulos de FP. ¡°El nuevo sistema incorpora una enorme flexibilidad para adecuarse a la nueva realidad de la formaci¨®n y del empleo, donde cada persona y cada empresa han de poder encontrar la formaci¨®n que necesitan, con absoluta proximidad entre los centros de formaci¨®n y las empresas. De ah¨ª que, efectivamente, los expertos de cada sector productivo puedan entrar a colaborar en la formaci¨®n¡±, sostiene Clara Sanz.
Desde la Confederaci¨®n Espa?ola de Organizaciones Empresariales (CEOE), Juan Carlos Tejeda, director de educaci¨®n y formaci¨®n, valora positivamente las modificaciones incorporadas porque ¡°recogen propuestas que hist¨®ricamente se vienen trasladando desde el ¨¢mbito empresarial para acercar a¨²n m¨¢s la FP a las necesidades del tejido productivo, como son una mayor participaci¨®n de los interlocutores sociales en su gobernanza estrat¨¦gica y ejecutiva del sistema, el impulso del car¨¢cter dual de la FP o la vinculaci¨®n de los centros de formaci¨®n con las empresas¡±. Una opini¨®n que coincide con la de Sara Molero, secretaria general de CEIM, para quien este nuevo modelo ¡°permite a estudiantes y trabajadores programar itinerarios formativos en funci¨®n de sus expectativas y necesidades. Adem¨¢s, favorece la flexibilidad y agilidad para atraer talento y adaptar los perfiles profesionales a los cambios, avances t¨¦cnicos y nuevos requerimientos productivos y competenciales que permitan, por un lado, a las empresas mejorar su competitividad y productividad y, por otro, a estudiantes y trabajadores orientar su trayectoria hac¨ªa sectores y ocupaciones con demanda¡±.
Entre las modificaciones que implementa la nueva FP, Tejeda subraya la relevancia de algunas otras cuestiones como el impulso a las microformaciones mediante acreditaciones parciales, la promoci¨®n de la innovaci¨®n y el emprendimiento en esta modalidad formativa, su interrelaci¨®n con el sistema universitario, el impulso del biling¨¹ismo y de las dobles titulaciones, la mejora de la colaboraci¨®n p¨²blico-privada o la incorporaci¨®n de nuevos perfiles en el desarrollo de la FP, tales como experto del sector productivo, experto s¨¦nior docente o el de prospector de empresas.
Competencias personales
Pero, adem¨¢s de los conocimientos t¨¦cnicos que incluye el nuevo modelo de FP, las empresas valoran la importancia que tienen las competencias personales y sociales en el ¨¢mbito laboral. ¡°La resiliencia, la inteligencia emocional, la resoluci¨®n de conflictos, el pensamiento cr¨ªtico, la creatividad, el compromiso, el aprender a aprender o el trabajo en equipo son algunas de las soft skills (competencias blandas) m¨¢s demandadas en los puestos de trabajo actuales¡±, agrega Molero.
Finalmente, Juan Carlos Tejeda, aunque considera que los cambios introducidos van por el buen camino, cree que ¡°hay que tener en cuenta que se trata de una ley poco reglamentista que requiere de un importante desarrollo normativo posterior, por lo que ser¨¢ necesario estar muy atentos al mismo para ver si las empresas, clave de ¨¦xito de esta nueva FP, consideran atractivo este nuevo modelo y facilitan la incorporaci¨®n al mercado laboral de los j¨®venes estudiantes de FP¡±.
?C¨®mo se valora su implementaci¨®n en el aula?
Miguel Ángel Casanova, director del Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP) Río Tormes de Salamanca, ligado a este modelo de enseñanza desde 1930, valora positivamente la implementación de esta nueva ley, “ya que esperamos que aumente la calidad de la formación y mejore la empleabilidad de los estudiantes, así como la colaboración entre empresas y centros de formación. Solo espero que desde las administraciones su implantación se haga de una forma ordenada y organizada”.
Desde hace un par de cursos, este centro participa en un programa experimental en Castilla y León de FP con aprendizaje colaborativo basado en retos, “en el que se desdibujan los diferentes módulos de los ciclos formativos y se trabaja de una manera mucho más flexible y próxima a la forma de funcionar en las empresas. Además, colaboramos con empresas que imparten formaciones puntuales y específicas tanto a nuestro profesorado como al alumnado, por lo que en esto no encontramos tanta diferencia con la nueva ley”, explica Casanova. Aunque se muestra esperanzado con la incorporación de los cambios introducidos en la nueva norma, expresa también cierta preocupación por la forma en la que se introducirá en los centros de trabajo.
Por su parte, desde el CIFP de los Sectores Industrial y de Servicios de Gijón, de nueva creación, pero con una historia ligada a la Universidad Laboral, su directora, María Goitia Fuertes, sostiene que en esta remodelación “es un éxito el amplio consenso conseguido entre los diferentes agentes sociales, sindicatos y patronal”.
En cuanto a la implementación de la nueva ley en el centro, “aunque el calendario de aplicación está ya aprobado”, explica, “es imprescindible que la norma que regula lo necesario para ponerlo todo en marcha esté lista. Lo que está claro es que en el curso 2024-2025 ya tenemos que funcionar bajo esta nueva norma. Para el próximo curso todavía dependemos de la tramitación del real decreto”.
María Goitia Fuertes expone que, en la medida en la que se apuesta por la integración del sistema de formación profesional y su modernización, hay mejoras claras como son “facilitar la acreditación de competencias con experiencia laboral o vías de formación no formal, fomentar la participación de los centros en innovación, excelencia y promover la actualización docente y pedagógica o avanzar en el modelo dual sin perder de vista que siempre se ha realizado un esfuerzo en el conocimiento mutuo centro-empresa”.
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