C¨®mo acompa?ar a los hijos que carecen de una vocaci¨®n definida
Ante un mercado laboral en constante evoluci¨®n y una oferta educativa apabullante, la orientaci¨®n acad¨¦mica redobla su importancia
Se acerca el final del curso acad¨¦mico, las pruebas de la EBAU asoman ya a la vuelta de la esquina, y muchas madres y padres empiezan a mostrar signos de preocupaci¨®n porque sus hijos a¨²n no saben por d¨®nde seguir sus estudios. La situaci¨®n, seg¨²n datos de una encuesta realizada por la consultora C¨ªrculo Formaci¨®n al t¨¦rmino del Sal¨®n de Orientaci¨®n Universitaria Unitour de 2023, parece generalizada: cuatro de cada cinco alumnos de segundo de bachillerato no tiene claro qu¨¦ camino seguir tras la EBAU. Concretamente, un 38% baraja tres posibles titulaciones; el 31% duda entre dos de ellas, y el 10% de los estudiantes no tienen una idea clara de lo que quiere cursar al finalizar dicha etapa educativa.
¡°En las ense?anzas de bachillerato es habitual esta indecisi¨®n, pero es que la decisi¨®n deber¨ªa haberse tomado antes. Es decir, cuando un alumno al terminar 4? de la ESO decide estudiar bachillerato, la pregunta que debe hacerse es: ?voy a estudiar bachillerato para qu¨¦? No hay que cursar estas ense?anzas por inercia. Despu¨¦s de 4? de la ESO no viene necesariamente primero de bachillerato¡±, sostiene Ana Cobos, presidenta de la Confederaci¨®n de Organizaciones de Psicopedagog¨ªa y Orientaci¨®n de Espa?a (COPOE). Para Cobos, a este hecho se le une otra circunstancia: los j¨®venes se enfrentan hoy en d¨ªa a una gran incertidumbre, a una oferta formativa inabarcable y a un mundo en constante transformaci¨®n. ¡°La sensaci¨®n que tienen nuestros j¨®venes es que el mundo es muy vol¨¢til, que todo cambia muy r¨¢pido, de modo que carecen del sosiego necesario para pensar con tranquilidad en un proyecto de vida y hacer un ejercicio de dise?o y planificaci¨®n¡±, argumenta.
¡°Siempre digo que estamos en el momento de la historia en el que es m¨¢s dif¨ªcil elegir estudio¡±, coincide Elena Ib¨¢?ez, fundadora de Singularity Experts, empresa experta en orientaci¨®n profesional. En Espa?a, seg¨²n datos del Ministerio de Universidades, se ofertan m¨¢s de 4.000 grados y dobles grados universitarios y casi 600 t¨ªtulos de Formaci¨®n Profesional. ¡°Es tal la oferta que casi se hace necesaria la figura de un sherpa, alguien que te vaya guiando entre toda esa vor¨¢gine de t¨ªtulos¡±, sostiene la autora de ?Tu hijo a¨²n no sabe qu¨¦ estudiar? (Larousse).
Una locura a la que se suma el hecho de que muchos de los trabajos que ser¨¢n necesarios en un futuro m¨¢s o menos lejano todav¨ªa no existen o no son conocidos. ¡°Nosotros tenemos un mapeo de 3.000 empleos que ya existen, con mucha demanda profesional y poca oferta, lo que pasa es que no se conocen. Muchas veces ni siquiera por los orientadores, que no siempre tienen el tiempo para actualizarse en toda esa locura ni tampoco pueden guiar de la mejor manera a los chavales¡±, afirma Ib¨¢?ez, que denuncia que la orientaci¨®n profesional es ¡°la gran olvidada¡± en Espa?a. ¡°Si Finlandia tiene una ratio de un orientador para cada 250 estudiantes, que es la ratio que recomienda la Unesco, en Espa?a estamos en torno a los 800 estudiantes por orientador. As¨ª es dif¨ªcil hacer realidad el derecho de la poblaci¨®n a una orientaci¨®n profesional de calidad¡±, redunda en la demanda Ana Cobos.
El papel de los progenitores
En este contexto de incertidumbre, volatilidad y falta de medios, ?qu¨¦ pueden hacer los padres para acompa?ar a esos hijos que no tienen una vocaci¨®n definida? ¡°Siempre digo que lo primero que tenemos que hacer como padres es conocer a nuestros hijos, interpretar lo que les gusta, ver a qu¨¦ dedican su tiempo. Son solo unos pocos afortunados los que realmente sienten una vocaci¨®n, pero todos tenemos intereses profesionales. El reto hoy en d¨ªa, para los padres y los orientadores, pasa por decodificar esos intereses y enfocarlos hacia profesiones con futuro¡±, apunta Elena Ib¨¢?ez.
La experta en orientaci¨®n lamenta que hoy en d¨ªa muchos progenitores sigan pensando que las ¨²nicas salidas pasan por estudiar Ingenier¨ªa Industrial, Derecho o Econom¨ªa; o que act¨²en m¨¢s como directores de Recursos Humanos que como orientadores de sus hijos: ¡°Lo que hace un director de Recursos Humanos es ver qui¨¦n es la persona que mejor encaja en un puesto. Un orientador, sin embargo, hace lo contrario: pone al chico en el centro, eval¨²a sus potencialidades y piensa hacia d¨®nde guiarlo¡±.
Mejor sin presiones
Para Alba Medina, orientadora educativa de la Universitat Rovira I Virgili de Tarragona, es fundamental que los padres acompa?en a sus hijos e hijas en la toma de decisi¨®n ¡°entendiendo la dificultad¡± que puede suponer la misma, sin forzarles ni presionarles ¡ª¡±nunca es una buena estrategia, porque normalmente la presi¨®n logra el efecto contrario al pretendido¡±, advierte¡ª, y sin compararlos con otros j¨®venes de su entorno. ¡°Cada persona vive y gestiona ese momento de forma distinta¡±, a?ade Medina.
Ib¨¢?ez, de Singularity Experts, recomienda por ¨²ltimo a madres y padres no condicionar las decisiones de sus hijos con mitos como que las carreras art¨ªsticas o de Humanidades no tienen futuro ante la eclosi¨®n de la tecnolog¨ªa. ¡°Estos mitos se trasladan porque no se conoce el gran potencial de muchas profesiones que est¨¢n apareciendo como, por ejemplo, la de ling¨¹ista computacional, que no puede ser una profesi¨®n m¨¢s de Humanidades y que, sin embargo, tiene much¨ªsimo futuro¡±, concluye.
El estigma del miedo al error
Según datos del Sistema Integrado de Información Universitaria (SIIU), el 33,2% de los estudiantes de nuevo ingreso en el curso 2015-2016 abandonaron el grado en el que se habían matriculado, el 12,4% de ellos para emprender estudios en otro grado.
Aunque estos datos ponen de manifiesto la necesidad de una mayor inversión en orientación profesional para reducir las tasas de abandono, las expertas consultadas coinciden en la importancia de quitar el estigma al error en la decisión. “Equivocarse no es un fracaso, forma parte del aprendizaje de la persona y siempre habrá tiempo para rectificar”, apunta Alba Medina. Una opinión que comparte Ana Cobos, que considera que cuando una persona empieza una carrera y se da cuenta de que no es la que quiere estudiar “está aprendiendo mucho sobre sí misma y sobre su proyecto de futuro”.
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