Locales donde come y compra la comunidad sudasi¨¢tica en Lavapi¨¦s
Tres establecimientos dedicados a la cocina de Bangladesh, India y Pakist¨¢n defienden su cultura en el barrio madrile?o
En Lavapi¨¦s hay cerca de 100 negocios que atienden a la comunidad sudasi¨¢tica del barrio. Sus animadas fachadas est¨¢n adornadas por carteles escritos a mano en bangla y urdu que anuncian vuelos baratos al subcontinente indio o kachki (un peque?o pescado aut¨®ctono del r¨ªo Ganges) congelado. Dentro, las tiendas de comestibles est¨¢n repletas de especias indias, sacos gigantes de arroz y productos de belleza naturales. Las cajas de especias se apilan hasta el techo sobre un brillante expositor de chiles de colores vibrantes que casi desbordan de sus propias cestas. Es como entrar en un cuadro de Andy Warhol con olor a dulce y especias. En los aut¨¦nticos restaurantes sudasi¨¢ticos del barrio, uno se puede sentar junto a gente que desayuna dal y roti (lentejas con un pan frito). No hay un cuadro del Taj Mahal en la pared ni telas de colores colgando del techo, pero s¨ª un lavabo en una esquina del comedor para limpiarse las manos, porque aqu¨ª la mano es el cubierto.
Aunque este Lavapi¨¦s descrito parece haber estado ah¨ª siempre, tiene una historia relativamente reciente. Los primeros sudasi¨¢ticos llegaron al barrio a finales de los ochenta. Alrededor del cambio de milenio, establecieron sus primeros negocios, seguidos r¨¢pidamente por un peque?o boom de restaurantes indios agrupados en la parte inferior de la calle Lavapi¨¦s, que atend¨ªa a una clientela predominantemente espa?ola.
Antes de que Airbnb y los fondos buitre entraran en este barrio, los pisos peque?os segu¨ªan siendo relativamente asequibles en comparaci¨®n con otras zonas de Madrid, por lo que fue el lugar perfecto para que las comunidades de inmigrantes echaran nuevas ra¨ªces. A principios de la d¨¦cada del 2010, la boca de metro de Lavapi¨¦s te catapultaba al coraz¨®n de un bullicioso barrio multicultural, al que viajaban madrile?os de toda la capital para disfrutar de versiones accesibles de recetas sudasi¨¢ticas.
Hoy en d¨ªa, la poblaci¨®n sudasi¨¢tica de Lavapi¨¦s est¨¢ lo suficientemente asentada como para que se haya entrado en una nueva era culinaria: restaurantes regentados por y para las comunidades locales de inmigrantes. Estos restaurantes, sin occidentalizaciones, atienden sobre todo a inmigrantes de primera y segunda generaci¨®n.
Desh
Desh (calle del Amparo, 61) tiene encanto a cualquier hora del d¨ªa, pero un buen momento para visitarlo es durante el desayuno de los domingos, cuando el dal est¨¢ reci¨¦n hecho, el porota reci¨¦n salido del horno y el sal¨®n abarrotado de familias banglades¨ªes. Pida los tres primeros platos del men¨²: dal bhaji (plato combinado compuesto por una sopa de lentejas con un guiso picante de verduras), porota (pan plano y redondo hecho a la plancha, con l¨¢minas en su interior) y naan (pan plano y blando horneado en un horno tandoor). Si viene un poco m¨¢s tarde, el lamb bhuna (cordero al curry) y el halim (estofado picante de carne) son fant¨¢sticos. Acomp¨¢?elo con un vaso de t¨¦ negro, preparado con leche, y un postre de curd (un yogur del sur de Asia), todo ello por menos de 10 euros por cabeza.
Pero hay un truco para pedir en Desh, sobre todo si quiere comer la comida banglades¨ª m¨¢s aut¨¦ntica: pida s¨®lo de la parte izquierda de la carta ¡ªla derecha est¨¢ adaptada al paladar occidental¡ª y aseg¨²rate de comprobar lo que hay en el mostrador de la entrada. Los snacks fritos cambian con frecuencia y siempre est¨¢n deliciosos.
Safa¡¯s Food & Sweets
Safa¡¯s Food & Sweets (calle del Amparo, 62) debe su nombre a la hija de la pareja banglades¨ª Asif y Safa. Un p¨²blico ¨¦tnicamente diverso, t¨ªpico de Lavapi¨¦s, entra y sale del caf¨¦ tan r¨¢pido como Asif y su equipo pueden atenderlo. Aqu¨ª se puede encontrar la mayor variedad de snacks dulces y salados del barrio. Un d¨ªa cualquiera, hay hasta 18 tipos diferentes de dulces en la vitrina, as¨ª como una docena de aperitivos salados, como samosas (empanadas triangulares) por 1,50 euros, idlis (pasteles de arroz fermentado para el desayuno) por 1,70 euros y panipuri (crujientes bolas de pan rellenas de patata, cebolla o garbanzos con salsa de tamarindo) por 4,80 euros el plato. Pero Safa¡¯s Food & Sweets es m¨¢s famoso por sus cajas de dulces indios que se venden por kilo a 14.50 euros o a un euro la unidad. Se trata de un ecl¨¦ctico surtido de formas, texturas y sabores que se puede tomar como postre o, mejor a¨²n, como tentempi¨¦ directamente de la nevera.
Spice Bazar
Spice Bazar (Calle Lavapi¨¦s, 49), abierto en 2006, ha alcanzado oficialmente el estatus de sitio m¨ªtico y se erige orgulloso como el ultramarinos sudasi¨¢tico m¨¢s antiguo del barrio. Entrar es como adentrarse en una aventura policrom¨¢tica de especias, encurtidos, inciensos, verduras y aceites, pero no es un lugar donde comprar un simple bote de curry en polvo (el curry es mucho m¨¢s complejo que a?adir una cucharada de mezcla a un plato). En Spice Bazar y tiendas similares se compran paquetes de especias secas a granel: c¨²rcuma, guindillas secas, canela en rama, granos de mostaza negra, vainas de cardamomo y mucho m¨¢s. Se puede encontrar una bolsa de granos de pimienta de 500 gramos, una bolsa de lentejas de 5 kilos, una bolsa de 300 bolsitas de t¨¦ English Breakfast y un saco de arroz basmati de 20 kilos.
Desde principios del milenio, Lavapi¨¦s es el coraz¨®n palpitante de la comunidad sudasi¨¢tica de Madrid, que se ha convertido en uno de los pilares del barrio. A pesar de lo que pueda verse en las noticias, esta zona de Madrid tiene historia de tolerancia e integraci¨®n. Es un crisol de etnias, religiones y culturas, donde nacen movimientos sociales y en el que se inspira la pol¨ªtica tanto nacional como municipal.
Lavapi¨¦s tambi¨¦n alberga docenas de restaurantes sudasi¨¢ticos que han prosperado ofreciendo versiones accesibles de una cocina que muchos comensales inexpertos pueden considerar desalentadora. A estos establecimientos les debemos que esta cocina figure ahora en el repertorio culinario nacional de Espa?a, pero la historia no acaba ah¨ª. Mientras en el barrio se empiezan a establecer restaurantes sudasi¨¢ticos indistinguibles de un restaurante de toda la vida en Dhaka, le invito a desafiar lo que se entiende por aut¨¦ntico comiendo junto a su comunidad en Lavapi¨¦s.
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