Siete vinos tintos de Arag¨®n, recios y elegantes

Pocas zonas vitivin¨ªcolas espa?olas atesoran tantos contrastes como Arag¨®n, con provincias tan dispares como la pirinaica Huesca, la ribere?a Zaragoza, y la serrana y rodena Teruel. La diversidad geogr¨¢fica, enmarcada por las cordilleras del Sistema Ib¨¦rico en el sur, los Pirineos en el norte, y la gran zona llana en el centro, se corresponde con una gran variedad de microclimas y suelos. Todo un peque?o continente donde el vino adquiere el fuerte car¨¢cter que imprime sus tierras pobres y secanas, de grandes contrastes t¨¦rmicos.

Por contra, se beneficia de la impresionante protecci¨®n monta?osa del Moncayo, los Pirineos, y el Sistema Ib¨¦rico, que la resguardan de los vientos fr¨ªos y h¨²medos del norte y noroeste, lo que facilita la viticultura ecol¨®gica y garantiza vendimias sanas. Sus inviernos templados, veranos cortos, secos y calurosos, por ser zona de encuentro clim¨¢tico entrecruzado de continental, atl¨¢ntico y mediterr¨¢neo, se asemeja a zonas tan prestigiosas como C?teaux de Hermitage y C?tes du Rhone. La imagen y calidad de los vinos son otra cosa.

En Arag¨®n se dan las condiciones para elaborar grandes vinos, con fuerte personalidad. Su aureola de tintos recios de garnacha y cari?ena traspas¨® fronteras y fue arquetipo ideal de vinos robustos cantados por el romano Marcial. En el siglo XII ten¨ªa en Jaca un importante centro vitivin¨ªcola, y Egea de los Caballeros goz¨® de gran prestigio en el medievo. En Cari?ena, Felipe II pudo admirar, camino de las Cortes de Monz¨®n, dos fuentes de vino, tal como relata su cronista Enrique Cock. Sin embargo, a lo largo de las ¨²ltimas d¨¦cadas, los vinos aragoneses se han ido creando una pesada losa que forma parte de su historia: los graneles de exportaci¨®n. Una condena que si ayer dio sustanciosos beneficios con un trabajo f¨¢cil y despreocupado, hoy no tiene mucho porvenir.

De ah¨ª que sea digno de menci¨®n el trabajo de algunos bodegueros y en¨®logos, empe?ados en recuperar ese prestigio hist¨®rico con una visi¨®n moderna y din¨¢mica. Un buen ejemplo es Somontano, con el epicentro en Barbastro. Una Denominaci¨®n de Origen joven, donde la mayor¨ªa del vi?edo ha tenido que ser reestructurado, pero donde sus mejores bodegas tienen un claro esp¨ªritu vanguardista. Todo lo contrario ocurre en Cari?ena, famosa ciudad de vinos recios, donde naci¨® la variedad del mismo nombre extendida por medio mundo, pero que apenas ocupa lugar en su vi?edo. Alcanz¨® fama pareja a la de Rioja, pero se qued¨® adormecida en la inercia del propio ¨¦xito, si bien ha vuelto a resurgir en los ¨²ltimos a?os. Mientras, Calatayud, donde la vieja garnacha tinta lucha por la supervivencia en laderas empinadas de hasta 1.100 metros, busca realzar sus excepcionales condiciones y superar la posici¨®n c¨®moda que le otorga el mercado del granel.

Por su parte, las empresas m¨¢s inquietas del Campo de Borja realizan un loable esfuerzo para que sus vinos adquieran el reconocimiento nacional e internacional. Aunque a¨²n perdura el cooperativismo a la vieja usanza que rompe la complicidad del viticultor y el bodeguero, e impone la tradici¨®n de la cantidad y el grado alcoh¨®lico, cada vez m¨¢s bodegas, y algunas cooperativas, est¨¢n iniciando una lenta pero firme recuperaci¨®n. Sus vinos poderosos, pero refinados, complejos y personales, empe?ados en conquistar la elegancia que define a los grandes, est¨¢n dibujando el futuro vitivin¨ªcola de Arag¨®n.

BLECUA 2017

OS CANTALS 2021

LAS PIZARRAS LAS LOMAS 2021

M?S DE MANCUSO GARNACHA 2018

TELESC?PICO 2021

ENATE VARIETALES 2020

PRADOS PRIV? 2020