Comida viejuna: la tarta al whisky

La tarta helada al whisky fue un hit incontestable en la Espa?a de los sesenta y los setenta. Comenz¨® siendo un postre muy sofis, propio de restaurantes elegantes y casas con posibles, pero la popularizaci¨®n de las c¨¢maras frigor¨ªficas la llev¨® hasta la plebe, que la devor¨® con entusiasmo en los t¨®rridos veranos espa?oles. Sin embargo, hoy no se encuentra en la carta de casi ning¨²n restaurante. ?Por qu¨¦ declin¨® su estrella? ?Qu¨¦ ha sido de ella desde entonces? La propia tarta nos responde.

Antes de nada, y para los lectores que no hab¨ªan nacido cuando usted triunfaba, ?podr¨ªa contarnos de qu¨¦ est¨¢ hecha?

Por supuesto. Tengo muchas versiones, pero b¨¢sicamente soy un bizcocho acompa?ado con helado aromatizado con whisky y caramelo. Me suelen poner az¨²car quemado por encima, y una precios¨ªsima decoraci¨®n de nata montada por el borde. Soy una tarta muy ca?¨ª, una especie de Bim Bam Bum de los postres.

Y despu¨¦s de tantos a?os, ?c¨®mo se encuentra?

Bueno... he pegado un baj¨®n, pero aguanto. El hecho de ser una tarta helada y alcoholizada me ha ayudado a conservarme.

?Cu¨¢ndo empez¨® su decadencia?

Yo dir¨ªa que en los ochenta. De repente me pas¨¦ de moda, y ya s¨®lo me serv¨ªan en los restaurantes de pueblo, el extrarradio de las ciudades, algunos chiringuitos de playa... En los noventa la cosa no mejor¨®, y ahora pues nada, malvivo como puedo en los cajones de congelados de los hiper.

?Por qu¨¦ cree que gustaba tanto en esas ¨¦pocas pret¨¦ritas?

Hombre, es que un postre con helado y whisky era lo m¨¢s chachi en aquellos tiempos. Eran los d¨ªas del desarrollo, las suecas, la ropa de poli¨¦ster, las bo?tes... Yo no era cualquier cosa, hab¨ªa que tenerme en el congelador. Era como muy moderna y avanzada, y muy internacional a la vez al llevar scotch y no an¨ªs o cazalla o esa clase de vulgaridades.

Yo pensaba que la hac¨ªan con DYC o cosas peores.

Eso son habladur¨ªas. Mi versi¨®n original siempre ha sido con escoc¨¦s.

?Es cierto que usted colocaba?

Yo no dir¨ªa tanto. Daba un puntito y pon¨ªa piripis a las se?oras menos habituadas al licor. Y desde luego los ni?os se mor¨ªan por comerme con la esperanza de yo estuviera fuerte y as¨ª ponerse pedo.

S¨ª, reconozco que yo la tomaba por eso... pero en fin, ?por qu¨¦ pas¨® de moda?

Pssss... ni idea. Supongo que lleg¨® un momento en el que la gente se hart¨® de postres mazacotes de bizcocho y helado. El alcohol duro mezclado con lo dulce tambi¨¦n tuvo su momento, con los pasteles borrachos y todo eso... pero se pas¨®. As¨ª que dej¨¦ de ser algo chic y me convert¨ª en un plato de lo m¨¢s hortera.

Perdone que sea tan sincero con usted, pero a m¨ª siempre me pareci¨® un horror.

Quiz¨¢ es que me tom¨® siempre hecha de f¨¢brica y no natural. Seguro que su madre era una de esas frescas que no sab¨ªa cocinar.

Pues s¨ª que sab¨ªa, aunque nunca le gust¨® el alcohol y digo yo que por eso no la har¨ªa. En cualquier caso, en la mayor¨ªa de los restaurantes no era usted casera.

Como soy una tarta helada, las empresas de congelados industriales enseguida se hicieron con mi monopolio. Y s¨ª, he de reconocer que en muchos casos yo estaba asquerosa: tufaba a g¨¹iscacho, el helado era puro sebo y el bizcocho, de esos que parecen espumilla tipo foam. He sido una tarta maltratada durante muchos a?os, lo he pasado fatal.

Pobre. ?Cree que todav¨ªa hay gente a la que le gusta?

?Por supuest¨ªsimo! Hay marcas muy importantes como Frigo o Miko que me siguen fabricando. Lo que demuestra que hay un p¨²blico para m¨ª ah¨ª afuera, aunque ustedes los periodistas finolis no lo quieran reconocer.

Para acabar, ?qu¨¦ proyectos tiene?

Siendo sincera, no muchos. Vivo esperando que alg¨²n chef estrella o alg¨²n bloguero influyente me pongan otra vez de moda. En ese sentido, cuando me meto en Internet y veo recetas m¨ªas por ah¨ª como la de El Cocinero Fiel me entran esperanzas de estar de nuevo en la onda. ?No volvieron las Victoria? Pues yo igual.

?Tienes alguna sugerencia de comida viejuna a la que quieres que entrevistemos? Escr¨ªbelo en los comentarios.