El futuro de la comida en 11 ideas
?C¨®mo ser¨¢ la comida del futuro? Hay dos formas de saberlo: una es llamar a Sandro Rey o a Katiuska Romero, y la otra, algo menos esot¨¦rica, consiste en averiguarlo a trav¨¦s de estudios como Food Thinking.
La consultora alemana de dise?o e innovaci¨®n Gravity elabor¨® este informe tras dos meses de trabajo de campo en su pa¨ªs, Reino Unido y Espa?a. Entrevistas y encuentros con cocineros, expertos y simples ciudadanos les llevaron a algunas conclusiones interesantes sobre tendencias futuras y presentes en nuestra relaci¨®n actual con los alimentos, como el exhibicionismo en internet, la simplificaci¨®n en la cocina o la falsa creencia en la naturalidad de lo comemos.
"La comida es un tema que nos importa y nos fascina a todos", explica desde Munich Markos Grohmann, uno de los autores de Food Thinking. "No hay casi ninguna interacci¨®n social sin que est¨¦ por medio, y si piensas en cu¨¢nto tiempo empleamos cada d¨ªa en comprar, cocinar, almacenar o comer... Quer¨ªamos averiguar qu¨¦ est¨¢ pasando en este momento en el paisaje gastron¨®mico europeo y qu¨¦ vendr¨¢, y pensamos que el estudio podr¨ªa ayudar a quitarnos de encima ideas anticuadas sobre la forma en que comemos y pensar de una forma m¨¢s abierta sobre lo que ponemos en nuestros platos".
Los autores del estudio encontraron las previsibles diferencias entre los tres pa¨ªses que pusieron bajo el microscopio. "La cultura del pan es un gran tema en este momento en Espa?a, al contrario que en Alemania, donde es una parte esencial de la nutrici¨®n diaria. De igual forma, en este pa¨ªs es muy importante lo bio ya desde el movimiento verde de los setenta, mientras que en Espa?a, no. En el Reino Unido, los consumidores parecen haber pasado la primera oleada de lo ecol¨®gico, que durante la recesi¨®n ha sido reemplazado por la comida de proximidad", relata Grohmann.
A pesar de todo, existen tendencias comunes a las tres naciones, que el equipo de Hoenle ha sintetizado en cinco puntos. Food is bling, el primero, se podr¨ªa traducir como "la comida es ostentaci¨®n": no somos lo que comemos, somos lo que los otros ven que comemos. La comida es un culto y se ha transformado en un nuevo s¨ªmbolo de estatus, y de ah¨ª nuestra obsesi¨®n por alardear de ese restaurante que nadie conoce o esa receta maravillosa en internet. La consultora apoya estas afirmaciones en dos datos llamativos: Tecnhorati tiene catalogados 17.000 blogs de comida frente a 10.000 de moda, y siete de los 20 libros m¨¢s vendidos en Amazon UK en 2011 son de cocina.
La comida miente, pero nos gusta es la segunda conclusi¨®n del estudio. Con sus constantes evocaciones a lo casero y lo natural, productores y vendedores se esfuerzan en transmitir una imagen de autenticidad y de felicidad que casi nunca se corresponde con la realidad. El tercer punto tampoco anima mucho al optimismo: en La comida necesita simplicidad, se retrata un panorama de vagancia generalizada en el que cada vez exigimos menos complicaciones a recetas, electrodom¨¦sticos, productos o servicios. "Estas afirmaciones est¨¢n basadas en lo que hemos visto en restaurantes, casas, tiendas, cocinas y granjas. Son una versi¨®n no filtrada de lo que condiciona el paisaje de la comida. M¨¢s que pesimistas, nosotros dir¨ªamos que invitan a la reflexi¨®n", defiende Grohmann.
"Un ultramarinos moderno de Berl¨ªn pretende ser de los viejos tiempos". / GRAVITY
Las dos siguientes conclusiones son, en cualquier caso, algo m¨¢s positivas. La comida es el h¨¢ztelo t¨² mismo para todos los p¨²blicos apunta una idea reveladora: la cocina es el ¨²ltimo refugio de la artesan¨ªa, lo ¨²nico que un ciudadano medio puede producir con sus manos en esta ¨¦poca. El gran inter¨¦s que despierta en la actualidad se debe precisamente a eso, a que ofrece un tipo de gratificaci¨®n inexistente en otros campos de nuestra actividad cotidiana.
La quinta idea sobre el presente de Food Thinking plantea un desaf¨ªo: La comida puede ser transparente. ?Lo eres t¨²? Basada en conceptos como la temporalidad, la proximidad o lo ecol¨®gico, transparencia significa saber de d¨®nde vienen los alimentos y c¨®mo han sido producidos. El problema es que esa informaci¨®n puede no resultar muy apetecible. Si analiz¨¢ramos nuestras neveras y conoci¨¦ramos la granja donde se ha criado el pollo que vamos a asar o los extra?os componentes de ese 30% que no es cerdo del fiambre con el que nos vamos a hacer el bocata, ?preferir¨ªamos vivir en la ignorancia?
Conceptos del futuro
La parte m¨¢s vistosa del informe se compone de Conceptos, productos o servicios del futuro que los autores imaginaron tras su investigaci¨®n. So Not es una marca ficticia que reniega de los exotismos y apuesta por vender alimentos de proximidad de manera honesta a la par que estilosa.
El Hol(e)y Plate es un plato para "presentar tus comidas con los pies en la tierra". El comensal puede tomar las hojas de la planta y aderezar ¨¦l mismo su raci¨®n. ?Un poco bobada? Pues s¨ª.
Convenience 2.0 suena m¨¢s apetecible: una aplicaci¨®n para pedir que te traigan a casa los ingredientes justos para hacer una receta que ves en internet. As¨ª te evitas el marr¨®n de la compra pulsando s¨®lo un bot¨®n (y pagando despu¨¦s, claro).
Pommes des Terre une comida y moda. Unas vulgares patatas se convierten en producto de lujo tras ser recogidas a mano, escrupulosamente seleccionadas y empaquetadas como joyas. Huele a provocaci¨®n... pero tampoco parece demasiado lejano de algunos envoltorios de alimentos que ya existen.
"Alim¨¦ntame... y luego c¨®meme". Es el lema de Happy Meat, una marca a trav¨¦s de la cual conoces y cr¨ªas a la vaca cuya carne te acabaras zampando. Me recuerda un poco al Apadrina un jam¨®n de Jamones 2.0.
?Crees que estos conceptos se har¨¢n realidad? Opina en los comentarios.
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