Malos prop¨®sitos que te har¨¢n feliz en septiembre
?Qui¨¦n decidi¨® que septiembre era un mes adecuado para los buenos prop¨®sitos? Porque me gustar¨ªa dedicarle unas palabritas.
?Est¨¢ usted seguro de que un tour de force por los caminos de la virtud sea la mejor idea para un mes m¨¢s agotador que una subida en patines al Kilimanjaro? ?De verdad? Porque yo no. En septiembre estamos de megabajona porque se acaba la playa o el campo, volvemos al trabajo, encaramos un nuevo curso y todas las licencias que nos hemos concedido en la Estaci¨®n del Descerebre llegan a su fin. Y entonces, por si no tuvi¨¦ramos suficiente con el espanto de volver a la rutina, ¡°la sociedad¡± -es decir, los medios de comunicaci¨®n, llenos de personas con la cabeza igual de hueca que nosotros tras el est¨ªo a las que no se les ocurre nada mejor que publicar- nos exhorta a comportarnos ¡°bien¡±: a depurarnos, a comer sano, a adelgazar, a hacer ejercicio y a dejar el bebercio, la droja, los hombres, las mujeres y viceversa. Es decir, a un mont¨®n de cosas que suenan aburrid¨ªsimas y que nos hunden a¨²n m¨¢s en el pozo de la desesperaci¨®n.
Dej¨¢ndome llevar por la corriente, yo mismo he participado en estas infames pr¨¢cticas buenistas. Lo reconozco. Pero mi receta para el septiembre de este a?o es justo la contraria: en vez de restringir el placer, aumentarlo para pasar el trago. Por ello, es un honor para m¨ª presentaros mi lista de malos prop¨®sitos para el mes, que ya tendremos m¨¢s fuerza para enderezar nuestras vidas m¨¢s adelante (si es que no encontramos nuevas excusas para no hacerlo).
Pasa de las detox
Las dietas depurativas son una de las mamarrachadas habituales de las revistas para este mes. Consisten b¨¢sicamente en empezar a vivir de lechuga, zanahoria rallada, pavo a la plancha con medio miligramo de aceite e infusiones de hierbajos despu¨¦s de haberte puesto como un zeppel¨ªn a dulces, gin-tonics y bocatas de chorizo y panceta de tu pueblo durante el verano. No tienen fundamento alguno, porque el cuerpo ni se intoxica con la (buena) comida ni se desintoxica ayunando o bebiendo 20 litros de agua al d¨ªa: s¨®lo alimentan la fantas¨ªa de que nos estamos ¡°limpiando por dentro¡± como si fu¨¦ramos un retrete al que echamos Pato WC. Come normal y sensato y d¨¦jate de rollos.
Posp¨®n la batalla de la lorza
?Qu¨¦ sentido tiene ponerse a plan cuando ya no tienes que exhibirte en traje de ba?o? Tus dobles curvas peligrosas trabajadas a golpe de pastel pueden pasar perfectamente inadvertidas bajo los jersecitos que toca ponerse en esta ¨¦poca, por lo que resulta est¨²pido obsesionarse con eliminarlas a base de reg¨ªmenes y ejercicios compulsivos. Adem¨¢s, piensa que las navidades est¨¢n a la vuelta de la esquina, y que todo lo que consigas con una eventual alimentaci¨®n restrictiva se vendr¨¢ abajo cual croquembouche de Masterchef con los excesos propios de aquellas cristianas celebraciones. Lo dice el refr¨¢n: no hagas en septiembre lo que puedas dejar para enero.
Prueba alguna dieta trastornada
En el caso de que sientas una necesidad irrefrenable de hacer dieta, elige la m¨¢s loca, absurda e irracional que encuentres. La del apionabo crudo, la de la sopa de col fermentada, la de la manzana roja de Kentucky o la de comer s¨®lo carne cocinada a 58,63 grados. Comprueba siempre que alguna famosucha o artista venida a menos tipo Kim Kardashian o Christina Aguilera la haya abrazado: es la se?al que identifica a estos reg¨ªmenes como in¨²tiles y da?inos. ?Que te preocupa tu salud? No pasa nada: si en tu cabeza hay algo m¨¢s que las neuronas necesarias para ver Divinity, la abandonar¨¢s a los tres d¨ªas al ver que no s¨®lo es repugnante, sino que no surte ning¨²n efecto. Y se te quitar¨¢n las ganas de hacer tonter¨ªas con la comida durante una buena temporada.
Aprovecha el entretiempo
Septiembre puede ser un gran mes, plant¨¦atelo as¨ª. Hablo en t¨¦rminos t¨¦rmico-gastron¨®micos, claro. Todav¨ªa quedan d¨ªas de calor en los que disfrutar de esos maravillosos placeres que son los helados, los polos, los granizados o, por qu¨¦ no, las ca?as bien fr¨ªas. Pero tambi¨¦n habr¨¢ otros en el que el fresquillo que te permitir¨¢ entregarte en cuerpo y alma a lo que de verdad te gusta: los cocidacos y los guisotes. Zamb¨²llete sin complejos en unas pochas, unas patatas a la riojana, unas lentejas con espinacas o un estofado de carne con mostaza y brandy: por mucho que los talibanes de la l¨ªnea abjuren de ellos, son platos sanos (siempre que se coman con moderaci¨®n) y baratos (punto muy importante en un mes en el que solemos andar tiesos cual mojama milenaria).
Celebra la estaci¨®n
El final del verano lleg¨® y t¨² partir¨¢s, pero ah¨ª seguir¨¢n maravillosos productos en temporada como el mel¨®n, la sand¨ªa, el tomate o los pimientos. Con ellos podr¨¢s preparar f¨¢ciles a la par que fastuosos platos como la ensalada de mel¨®n, queso y almendras, la de sand¨ªa, feta y cebolla roja, los huevos con ajvar serbio o la incre¨ªble ensalada de tomate y pan. Por si fuera poco, en septiembre empiezan a aparecer delicias que merecen ser acogidas con la boca bien abierta, como los higos, las uvas o la calabaza: unas minipizzas de higos al vino con roquefort, un pollo asado con uvas o un risotto de calabaza pueden servir para darles la bienvenida.
Bebe con elegancia
Si me preguntan negar¨¦ haberlo escrito, pero soy de los que piensan que vale m¨¢s invertir en una bodega de calidad que en un gimnasio al que nunca vas. Las vacaciones se han acabado, y con ellas los chuscos combinados fiesteros tipo mojito cutrongo con medio kilo de az¨²car, kalimotxo de vinacho de tetrabrik o gin-tonic de garraf¨®n a 15 euros de chiringo playero. As¨ª que es tiempo de darse a la bebida con algo m¨¢s de sentido com¨²n, probando nuevos vinos que se salgan de la obviedad Rioja/Ribera del Duero, introduci¨¦ndose en el marem¨¢gnum de cervezas artesanas o inici¨¢ndose en el no tan dif¨ªcil arte del c¨®ctel. Mis apuestas en este ¨²ltimo terreno son el c¨®ctel de horchata, el pisco sour y la sangr¨ªa de cerveza.
No te estreses: que otros lo hagan por ti
Empezar el curso llenando la nevera con verdura y fruta de temporada y prepar¨¢ndote tuppers sanos y baratos para ir al trabajo puede ser un objetivo inalcanzable para un vago redomado hundido en la miseria posvacacional como t¨². Ac¨¦ptate a ti mismo y ponte como una vacaburra en el bar de men¨² de la esquina de abajo de tu oficina, ¨¦se que fr¨ªe las patatas en el mismo aceite desde 1997. ?Para qu¨¦ vas a dedicar 20 minutos a tu alimentaci¨®n si el due?o de dicho bar ya se acerca a La Sirena por ti? Guarda tus energ¨ªas para pensar a qu¨¦ bares vas a ir el fin de semana (nota: este ¨²ltimo mal prop¨®sito s¨®lo vale durante la primera semana de septiembre, porque si lo mantienes m¨¢s morir¨¢s en noviembre).
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