La segunda vida del mueble bar paterno
Un tributo a la bebida viejuna, consejos para reciclar destilados cl¨¢sicos y la receta del 'saltamontes', el c¨®ctel que har¨¢ que ¨Cpor fin¨C la hierba parezca m¨¢s verde en tu lado.
Que te estrenes escribiendo en la web chachipiruli de un diario de tirada nacional con una confesi¨®n de asaltos juveniles al mueble bar es algo que ninguna madre desea leerle a su hija, as¨ª que lo primero que quiero decir antes de empezar es "?mam¨¢, lo siento!".
Todos hemos tenido 20 a?os, y hemos montado fiestas sin supervisi¨®n paterna en las que, ya secos los floreros, se impon¨ªa un asalto al armarito del cuarto de estar. O ¨Cde un modo mucho m¨¢s melanc¨®lico y adulto¨C hemos tenido que limpiar la despensa de alguien que ya no est¨¢ y hemos recordado los buenos momentos. El mueble bar familiar es esa mezcla entre c¨¢psula del tiempo y museo de los horrores que, por desgracia, ha ca¨ªdo en desuso (el cat¨¢logo de cierta tienda sueca de mobiliario impronunciable no contiene ning¨²n modelo de mueble bar. ?Menos alb¨®ndigas y m¨¢s estar a lo que estamos, hombre!).
En los armarios llegan a convivir verdaderas joyas de los destilados con brebajes que estuvieron de moda 10 minutos y con botellas que son viejunez en estado l¨ªquido. ?Qu¨¦ hacer, pues, con nuestros hallazgos? ?C¨®mo reaprovecharlos sin que nos salga una urticaria 101 d¨¢lmatas style? ?Existe alguna posibilidad de rescatar ese Calisay o esos Aromas de Montserrat que te dej¨® tu abuela en herencia?
Vayamos por partes: lo primero que hay que hacer es descartar todo aquello que va a estar mal. Mejor tirar por el fregadero los licores de crema irlandesa, catalana o huevo que lleven m¨¢s de un mes abiertos. Y los vinos de Jerez y los vermuts tambi¨¦n se oxidan al abrirlos, aunque lo hagan m¨¢s lentamente que el resto de los vinos. As¨ª que la pr¨®xima vez que abras uno de ellos gu¨¢rdalo en la nevera y cons¨²melo pronto (terrible sacrificio, lo s¨¦), pero ahora deshazte de los que has encontrado.
En general, las botellas de cerveza que lleven m¨¢s de un a?o en el armario deber¨¢n abandonar la casa, y las de licor abiertas que est¨¦n a menos de la mitad, tambi¨¦n. As¨ª como es mejor guardar el vino de lado, los destilados agradecen en estar en posici¨®n vertical. Y, huelga decirlo, al fregadero todo aquello que huela mal o tenga color o textura extra?os. Tambi¨¦n deber¨ªas deshacerte de grosellas, granadinas y siropes que lleven m¨¢s de un a?o destapados. No tanto porque te puedan intoxicar ¨Ccontienen suficiente az¨²car y qu¨ªmica recreativa como para mantenerse potables un par de milenios¨C sino porque probablemente saben m¨¢s a agua de colonia que a otra cosa.
Una vez hayas convencido a alg¨²n incauto de tu entorno para que baje las botellas al contenedor, puedes proceder con la segunda parte de la limpieza, y, con suerte, encontrar algo de valor. No, porque una botella de whisky de doce a?os fuera comprada en 1973 no significa que ahora tenga 54 a?os, listo. Los destilados ya embotellados son como la Preysler y no envejecen m¨¢s, aunque hay algunos que han logrado estatus de culto. No es el caso, por ejemplo, de las botellas de Chartreuse que hasta finales de los ochenta se fabricaron en la f¨¢brica de la marca en Tarragona, as¨ª que si encontr¨¢is una, como no vale nada-nada-nada, mand¨¢dnosla a El Comidista para que la reciclemos. Y las colecciones de miniaturas tambi¨¦n tienen su mercado, as¨ª que si encuentras una particularmente amplia o con botellas poco conocidas, date una vuelta por las webs de subastas y antig¨¹edades, porque igual te llevas una alegr¨ªa.
Llegados a este punto, m¨¢s all¨¢ de whiskises, rones y/o botellas de an¨ªs reutilizables como instrumento musical, lo m¨¢s probable es que tengas en tus manos una botella de Pipermint fluorescente y otra de T¨ªa Maria/Kahlua/Licor caf¨¦. Aunque hay diferencias de sabor y composici¨®n entre marcas concretas, vamos a pasar por encima de ellas y vamos a recombinar ambos tipos de bebida en una variaci¨®n de un c¨®ctel de postre casi centenario, el Grasshopper (saltamontes), atribuido generalmente al barman Philibert Guichet, del bar Tujaugue de Nueva Orleans. La receta original emplea crema de chocolate en lugar de licor de caf¨¦ y no lleva la ralladura, as¨ª que por casualidad has dado con una botella del mismo, si¨¦ntete libre de probar ambas variaciones. ?Todo sea por dejar limpio el mueble bar!
Peque?o saltamontes
Dificultad
Mecanismo de un botijo (aunque a partir del segundo todo comienza a complicarse un poco).
Ingredientes
Para un c¨®ctel
- 30 ml de licor de caf¨¦
- 30 ml de crema de menta
- 60 ml de nata l¨ªquida 12% de materia grasa
- Un lim¨®n
Preparaci¨®n
- Enfriar una copa martini con unos cubitos de hielo y agua.
- A?adir el licor de caf¨¦, la crema de menta y la nata a una coctelera. A?adir cubitos de hielo hasta tres cuartas partes de su altura.
- Cerrar la coctelera y agitar durante 30 segundos.
- Vaciar de hielo y agua la copa.
- Vaciar la coctelera en la copa a trav¨¦s de un colador.
- Decorar con piel de lim¨®n rallada.
?Has intentado hacer esta receta u otras de El Comidista, y no te han salido bien? Qu¨¦jate a la Defensora del Cocinero enviando un mail a defensoracomidista@gmail.com
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