As¨ª es la comida de Instagram en la vida real
Una de nuestras sacrificadas colaboradoras se enfrenta al reto de imitar sus fotos favoritas de Instagram. Y descubre, sin demasiada sorpresa, que la realidad no se parece a lo que nos muestra la red social.
Desde que me di de alta en Instagram hace unos a?os me he dado cuenta de una cosa: lo que como no es feo pero tampoco bonito. Nunca me lo pareci¨®, pero en comparaci¨®n con las fotos que veo en la red social mis desayunos parecen sacados de un motel de telefilm. Todo est¨¢ rico pero no es guapo. Ni mis tomates son tan rojos como los de ciertos instagramers, ni mis aguacates tan verdes, ni al parecer como tan sano.
Gracias a Instagram he descubierto qu¨¦ es el amasake, el curry en polvo o las semillas de c¨¢?amo. Mi dieta le debe mucho. Y ya no voy a los restaurantes y me abalanzo sobre los platos de comida: antes saco el m¨®vil para retratar el plato. Y busco el encuadre para que ese tartar de at¨²n quede perfecto. Pero nada. No valgo para instafoodie.
Al consejo de "no vayas al supermercado con el est¨®mago vac¨ªo" hay que unir desde hace unos a?os el ¡°no vayas a Instagram con el est¨®mago vac¨ªo¡±. Hay platos en la red que podr¨ªan protagonizar la escena de las piernas de Instinto b¨¢sico. Hay comida en Instagram que es Sharon Stone.
Pero seamos sinceros: muchas de esas im¨¢genes que firmar¨ªa Bree Van de Kamp pertenecen a una dimensi¨®n paralela. Me resulta imposible creer que las jud¨ªas m¨¢s agraciadas que han visto mis ojos est¨¦n en sus neveras a diario, que sus yogures no tengan liquidillo, ni sus patatas fritas un m¨ªsero churret¨®n de aceite.
As¨ª que me he propuesto un reto dom¨¦stico: imitar a esa gente que consigue hacer de la comida un arte en Instagram. Advertencias:
1. No he comprado ning¨²n art¨ªculo de menaje del hogar que no estuviese de antemano en mi cocina. Lo que me lleva al segundo punto.
2. Mi vajilla es bastante m¨¢s fea que la de las fotos que he recreado.
3. No tengo suficientes tablas de madera.
4. Ni suficientes hojas secas para adornar los platos.
5. Ning¨²n utensilio de Ikea ha sufrido da?os durante este rodaje.
6. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
A continuaci¨®n comprobar¨¦is mis procesos de imitaci¨®n, que han sido sumamente decepcionantes aunque tremendamente realistas.
EL MERCADO
Como he dicho antes la fruta y verdura de Instagram tiene colores que solo podr¨ªan salir de la paleta de un expresionista. Puro Matisse. ?Sabes esa mandarina de color naranja pocho que has abierto recientemente? Pues lo contrario. Yo compro siempre la fruta y verdura en mi fruter¨ªa de confianza -cuando el frutero conoce tu nombre es que algo est¨¢s haciendo bien con tu vida- Pero la sirve siempre ¨¦l as¨ª que me fui a Mercadona para conseguir recrear la foto expuesta a continuaci¨®n. Lo m¨¢s atractivo que hab¨ªa dispuesto me parecieron los kiwis. Entretanto una de las trabajadoras me emplaz¨® a ponerme los guantes de pl¨¢stico. Juzgad vosotros mismos.
LA ENSALADA
Sigo desde hace tiempo a Laura Ponts y me dan ganas de pedirle matrimonio a todo lo que sube en Instagram. Veo una foto suya y quiero que me adopte. Es impresionante la amalgama de colores y fondos de su cocina: mesas, maderas, tablas para cortar, manteles. Sus platos evocan todas las estaciones del a?o. Esta que he elegido a m¨ª me traslada directamente al verano. Mi recreaci¨®n de su plato podr¨ªa ser Murcia en agosto con ola extrema de calor.
EL HELADO
?D¨®nde ha quedado la tarta helada Comtessa de toda la vida o el suced¨¢neo que tu madre tiene por contrato en el congelador? ?Y esos conos que llevan tanto tiempo en el segundo caj¨®n que han subarrendado la c¨¢mara frigor¨ªfica con la bolsa de ensaladilla? Los nuevos helados de Instagram son una oda a la fantas¨ªa que est¨¢ bastante lejos de representarme.
EL CAF?
Alaia Hernando es otra de estas instagramers imprescindibles si te gusta mirar tu nevera y echarte a llorar. Lo suyo es una oda al buen gusto y al color. Uno de sus fuertes son las manos y los caf¨¦s. He elegido una foto suya pero en realidad podr¨ªa haber sido cualquier otra porque el art lattle inunda cualquier rinc¨®n de Instagram. Es decir, composiciones y dibujos a golpe de vaporizador. Pero seamos sinceros. El camarero de la cafeter¨ªa de debajo de tu trabajo lo m¨¢s art¨ªstico que hizo un d¨ªa fue ponerte un d¨ªa el caf¨¦ del tiempo. De hecho, es posible que te sirvan el caf¨¦ en vaso de ca?a. EN-VASO-DE-CA?A.
LOS HUEVOS
Sigo en este punto con otra foto de Alaia Hernando. Los huevos son seguramente uno de los alimentos de mayor fotogenia. Los huevos benedict o los huevos poch¨¦ con la yema esparramada, por ejemplo, son lo m¨¢s parecido al quarterback de un instituto americano. Pero tambi¨¦n deslumbran unos huevos fritos con patatas. O un huevo cocido coronando una ensalada. Pero no todos son igual de fotog¨¦nicos.
LA PASTA
Llegados a este punto de frustraci¨®n opt¨¦ por algo que se me lleva dando bien desde que me independic¨¦ con 18 a?os: la pasta. La pasta que ha hecho que me levante como un L¨¢zaro resacoso cada domingo. La que me ha dado un beso en la frente los d¨ªas de ex¨¢menes o aquellos otros de pereza supina. La que me ha acompa?ado en t¨¢pers y viajes. A la que le he puesto desde setas, gambas, carne, pollo, at¨²n o verduras. Pues ni mi pasta posa tan bien como la que sale en Instagram.
LA PIZZA
Esta foto tiene trampa. En realidad mi instant¨¢nea es de la pizza de una pizzer¨ªa a domicilio. ?Por qu¨¦ he elegido la de una cadena? Porque ni una pizza profesional puede competir con una de Instagram. ?Hab¨¦is visto ese huevo rebosando la masa? ?Hab¨¦is visto ese grosor perfecto? ?No ten¨¦is unas ganas locas de tirar ese br¨¦col y comer hoy pizza?
EL DESAYUNO EN LA CAMA
Este es, sin duda, el punto que m¨¢s me escuece. Y de todos los vicios culinarios que hay en Instagram me parece el m¨¢s pretencioso y rid¨ªculo. ?Por qu¨¦ toda la humanidad sabe de pronto hacer tortitas americanas en Instagram? ?Por qu¨¦ prefieren llenar las s¨¢banas de migas que desayunar tranquilamente en la mesa del sal¨®n leyendo el peri¨®dico? ?De d¨®nde sacan tanta flor fresca a diario? Para esta recreaci¨®n valorad el hecho de que me he llevado una sart¨¦n con un huevo frito a la cama. No hay m¨¢s preguntas, se?or¨ªa.
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