Las quejas de los lectores: unos chips nada prodigiosos
Y una calabaza cruda, dudas con la cantidad de sal y un nuevo integrante de la Asociaci¨®n de Alcachoferos en Lucha contra el Lim¨®n: la Defensora del Cocinero se solidariza este agosto con vuestras cuitas gastron¨®micas.
Concepci¨®n ha descubierto que los tres picoteos libres de culpa no estaban tan libres de culpa como cre¨ªamos: "Me ha salido fatal la receta del calabac¨ªn, los que quedaban crujientes se hab¨ªan quemado y los dem¨¢s momios y lo hice tal y como dice la receta".
Replicando la receta de chips de calabac¨ªn y remolacha, me encontr¨¦ con serias dificultades para conseguir el punto adecuado. En una primera prueba, con tan solo 30 minutos a 200?, los chips salieron del horno redonditos, negros y carbonizados. OH MY GOD. Llena de esperanza, reduje los tiempos a 15 minutos por un lado y cinco minutos por el otro, y consegu¨ª unos chips de remolacha crujientes y en su punto, pero los de calabac¨ªn estaban a¨²n algo blandos (momios, supongo). Apliqu¨¦ cinco minutos m¨¢s para conseguir ese punto crujiente y volvieron a salir como los conguitos.
Estas pruebas ultracient¨ªficas, realizadas en mi laboratorio defensor, me llevan a concluir que, quiz¨¢s, 200? (reales) es una temperatura dif¨ªcil de controlar y que baj¨¢ndola a 180? se podr¨ªan respetar los tiempos, revisar y rectificar la cocci¨®n, para evitar la conversi¨®n de las hortalizas en carb¨®n vegetal.
Mikel Iturriaga, nuestro venerado s¨¢trapa y autor de este desm¨¢n, hace estas declaraciones entre golpe y golpe de cilicio: "En efecto, el punto de los calabacines es dif¨ªcil y a nada que los cortes muy finos y tu horno tienda a despendolarse y convertirse en La fragua de Vulcano, los puedes quemar. Mientras peregrino a F¨¢tima de rodillas desde Barcelona para expiar mi culpa, reconozco que deber¨ªamos haber sido m¨¢s prudentes en tiempos y temperaturas".
LA CALABAZA CRUD?VORA
Luis se ha vuelto crud¨ªvoro a la fuerza tras intentar cocinar la calabaza agridulce con hinojo: "Ha sido un chasco total, suelo seguir las recetas al pie de la letra y salen bien, pero aqu¨ª hay algunas cosas que no me cuadran. Poniendo las verduras a 130? durante 25 minutos quedan pr¨¢cticamente crudas. Las he puesto de nuevo, pensando que en vez de 130? quer¨ªais poner 180?, pero despu¨¦s de otros tantos minutos la calabaza segu¨ªa estando cruda e ins¨ªpida; el hinojo, en cambio, ya algo m¨¢s cocido. Tambi¨¦n he notado un sabor demasiado ¨¢cido, ?quiz¨¢s la proporci¨®n de vinagre era demasiado elevada?".
Jo, t¨ªa, qu¨¦ buena la calabaza a 130?. GIPHY
A pesar de que soy muy fan de dejar las verduras al dente, tengo que admitir que 25 minutos a 130? resultan muy escasos para obtener una calabaza que no te melle los dientes. Los Stomako no han podido soportar mi arqueo de ceja y han admitido el desatino: "El tema de la temperatura es proporcional al tama?o y el nivel de maduraci¨®n de la calabaza. Usamos una calabaza s¨²per tierna para la receta ¨Cera de huerto propio¨C por lo que rectificamos y creemos que lo ideal ser¨ªan unos 180?. El nivel de ¨¢cido es algo personal, pero entendemos que el plato es agridulce. Por lo que si al lector le parece demasiado, habr¨¢ que bajar el nivel de vinagre".
?DESCUIDO O CHAPUZA?
Alberto est¨¢ viviendo un d¨ªa de furia por un asunto salado: "En la receta de la crema catalana, ?cu¨¢ndo se echa la sal? ?Cu¨¢nta? ?O no lleva sal? ?Descuido o chapuza? Me pusiste de mal humor".
Tengo que dar la raz¨®n a Alberto, no porque est¨¦ de mal humor y tema un fatal desenlace, sino porque la tiene: en la receta falta indicar qu¨¦ hacer con la sal. He enviado un emisario para que se lo comunique a Ana Vega y ¨¦sta ha sido su respuesta: "Yo en todas las recetas dulces echo una miaja de sal, de todas formas, s¨®lo una pizquita (lo que cabe entre el ¨ªndice y el pulgar) y agregada durante la infusi¨®n de la leche".
Mientras mi compa?era se fustigaba por este fallo, no he dejado de pensar en una de las preguntas que lanzaba nuestro lector: ?descuido o chapuza? Eso solo lo saben los dioses, querido. Este nuevo culo o codo podr¨ªa servir como escala para aplicar los castigos oportunos a los colaboradores comidistas que yerren en sus recetas:
Descuido: imposici¨®n de sambenito con estampaci¨®n del logo comidista durante tres d¨ªas.
Chapuza: gota china de reducci¨®n de vinagre de M¨®dena del malo desde el amanecer hasta la puesta de sol.
?Contento, Alberto?
ALCACHOFAS Y LIMONES
?lvarez ha presentado una moci¨®n de censura a El Comidista por el uso indiscriminado del lim¨®n en las recetas de alcachofa: "Cada vez que habl¨¢is de las alcachofas, recomend¨¢is ponerlas en remojo con agua y unas gotas de lim¨®n para evitar su oxidaci¨®n. Deber¨ªais saber que jam¨¢s se debe hacer eso".
Un miembro de la AALL abroncando a un lim¨®n. GIPHY
Nuestro lector, que a cada p¨¢rrafo me va cayendo mejor, nos da los argumentos de su protesta: "La vitamina C del lim¨®n es un potente antioxidante que, aunque protege del estr¨¦s oxidativo evitando ese color oscuro, contagia a la alcachofa su acidez". ?lvarez, as¨ª sin nombre pues no nos lo dijo, termina su parlamento ajustando cuentas con Murcia y d¨¢ndonos pistas de c¨®mo evitar la oxidaci¨®n de la Cynara scolymus: "Meter las alcachofas en lim¨®n debe ser v¨¢lido en Murcia, ¨²nicamente, donde hasta la sopa de fideos y el Cola Cao lo acompa?an con eso. Para la gente de bien, basta con agua fr¨ªa y algo de harina o, efectivamente, perejil".
La consulta de ?lvarez me ha hecho muy feliz, pues desde hace a?os milito en la AALL (Asociaci¨®n de Alcachoferos en Lucha contra el Lim¨®n) y sufro como Geno cada vez que detecto ese sabor acidillo en alcachofas o cardos. ?Qu¨¦ podemos hacer desde la Asociaci¨®n ¨Cen la que acabo de inscribir a ?lvarez¨C para que los comidisters dejen de torturar alcachofas con limones en sus recetas? Dudo que mi superpoder como defensora anule por completo su querencia por el lim¨®n, pero desde mi cargo luchar¨¦ por implantar la blanqueta y el bol con perejil como las mejores maneras de conseguir unas alcachofas sin rastro de acidez ni manchas oscuras.
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