Ocho helados envasados para sobrevivir al verano
Lo sabemos: est¨¢s churrascado, no tienes vacaciones y te sientes un desgraciado. Pero con este surtido de sabores tu agosto ser¨¢ menos agosto. Al rico polo, oiga.
No importa que tu verano consista en arrastrarte por la ciudad bajo el sol con la tensi¨®n baj¨ªsima, uni¨¦ndote al grito comunal que te hermana con el resto de la poblaci¨®n y que es pronunciado en cada esquina, en cada vag¨®n de metro: "Ay, qu¨¦ calor hace". No importa que lo que deber¨ªa ser un para¨ªso de aguas azules y ojos entornados por el sol dorado, sea en tu caso una oficina desierta en la que tecleas desganado mientras esperas a que den las tres (eso si tienes jornada intensiva de verano, claro). Porque siempre te quedar¨¢ el helado.
A pesar de que tu verano no responda en absoluto a los c¨¢nones marcados por los dioses del est¨ªo, trabajes de sol a sol de junio a septiembre, no tengas piscinas cerca y tu ¨²nico placer sea sumergir los pies en un balde de agua helada con aspirinas efervescentes mientras ves v¨ªdeos de perritos rescatados y lloras, no pasa nada, sonr¨ªe un poco: siempre te quedar¨¢ el helado.
Aun siendo un ser desgraciado que ha aprendido a leer el futuro en las manchas de sudor de las camisetas de otros desgraciados que deambulan con los sentidos embotados por el bochorno, toda penuria resultar¨¢ m¨¢s llevadera si suspiras hondo y rechupeteas un buen helado.
Como sabemos que no puedes moverte y entendemos que no te apetezca acercarte a la helader¨ªa elegante de la avenida no s¨¦ qu¨¦, porque no quieres que la gente vea tu cara de pringado que pasa el verano en la ciudad, hemos recopilado una serie de helados que, adem¨¢s de ser ambros¨ªa de los dioses y tirando a sanos (o todo lo sano que puede ser algo que basa parte de su ¨¦xito en el dulzor). Adem¨¢s est¨¢n disponibles en tiendas relativamente f¨¢ciles de encontrar, supermercados e incluso online .
Polo de guayaba de La Quindianita
En mi opini¨®n, hay un ¨²nico e inigualable n¨¦ctar helado de los dioses del verano, y ese es el helado de guayaba de La Quindianita. Estos polos fueron introducidos en Espa?a en 1999 con el objetivo de, seg¨²n reza su p¨¢gina, cumplir con "una necesidad de satisfacer parte de las insuficiencias gastron¨®micas de la comunidad latina en Espa?a". Los popularmente llamados "polos latinos" son helados sencillos, todos de la misma forma de aspecto casero, que abarcan desde sabores m¨¢s b¨¢sicos, como el mango, la fresa, la mora o el coco, a frutas de las que algunos no hemos o¨ªdo hablar en la vida, como la l¨²cuma o el lulo. Tambi¨¦n hay combinaciones curiosas, como el coco-fresa o el yogur-maracuy¨¢ o el polo de queso, todas ellas deliciosas.
El helado que nos ocupa en estas l¨ªneas -y que ocupa mi coraz¨®n heladero- es el de guayaba. La sensaci¨®n al comerlo es la de estar degustando un trozo de exquisita guayaba madur¨ªsima congelada y pinchada en un palo. Y esta percepci¨®n es casi cierta. Si uno mira los ingredientes, ve que estos helados solo contienen la fruta en cuesti¨®n, agua y az¨²car. Pr¨¢cticamente como si los hici¨¦ramos en casa. Si a esta sana sabrosura le a?adimos su precio -1 euro- y que se pueden encontrar casi en cualquier tienda de alimentaci¨®n de barrio que se precie, el combo heladero completa un c¨ªrculo perfecto de sabor-precio-felicidad, que en mi imaginaci¨®n culmina con un sonido de cuerpo colisionando contra el agua azul de una piscina y un delf¨ªn gui?ando el ojo a c¨¢mara.
Helado Green de mango verde
Los helados Green van en la misma l¨ªnea que los de La Quindianita: polos latinos de fruta elaborados con los ingredientes b¨¢sicos. Sabrosos, sencillos, econ¨®micos y deliciosos. Los sabores que maneja Green son pr¨¢cticamente los mismos que los de La Quindianita, a?adiendo algunos sabores innovadores como el de mojito y el de ube (un tub¨¦rculo morado de bello aspecto). M¨°nica Escudero se decanta por el helado Green de mango verde (que se toma con taj¨ªn en polvo), un, en sus propias palabras, "delirio refrescante a mano en cualquier tienda latina".
Helados de panna cotta y cr¨¨me?br?l¨¦e de?M?venpick?
Tambi¨¦n, atendiendo a estas propuestas de helados accesibles y ricos, M¨°nica Escudero recomienda los helados suizos M?venpick de panna cotta y el de cr¨¨me br?l¨¦e, disponibles en tiendas varias, entre ellas El Corte Ingl¨¦s y tiendas tirando a pijillas. A¨²nan ingredientes de calidad y combinaciones de sabor fin¨ªsimas, nada dulces y empalagosos. Los helados M?venpick no son, obviamente, los m¨¢s baratos, pero tampoco los m¨¢s caros: el envase de 75 ml cuesta 3,95 euros, aunque tambi¨¦n hay tarrinas de 500 ml por 6,95, no mucho m¨¢s de lo que cuestan otros helados de tarrina que son m¨¢s populares, pero que sin duda tienen menor calidad.
Helado de pistacho de?Ametller Origen
Jordi Luque, de Unto, se confiesa admirador de los helados de Ametller Origen, un modelo de producci¨®n de origen familiar que integra la producci¨®n agr¨ªcola, la elaboraci¨®n y la comercializaci¨®n con el objetivo claro de mejorar la alimentaci¨®n y la salud. "Me sorprende muy gratamente el helado con sabor a pistacho -dice Jordi-. Es mantecoso, con sabor muy definido al fruto seco... Parece que no escatiman en una pasta de buena calidad". El precio de la tarrina de pistacho gira en torno a los 5,95 euros. El ¨²nico problema es que Ametller Origen solo dispone de tiendas y servicio online -entrega en 2 horas- en Catalu?a. No obstante, cuando entras en su p¨¢gina te piden el c¨®digo postal, dejando caer la vaga promesa de que quiz¨¢s, alg¨²n d¨ªa color celeste, incluso los paisanos de Valdeburguillo de C¨¢spitas podr¨¢n disfrutar de las delicias de su helado de pistacho.
Helado de yogur de La Fageda
Raquel Pi?eiro cae postrada a los pies del helado de yogur de La Fageda. "Son productores l¨¢cteos maravillosos -afirma- y especialmente este helado suyo de yogur, que es un sabor que de primeras puede parecer como de abuelita, pero que al paladar resulta n¨¦ctar y ambros¨ªa absolutos".
Los helados de La Fageda, cuyo precio medio es de 5,89 euros el envase de 500 ml y 11,78 euros el de 1 litro, pueden encontrarse en muchos supermercados de la red espa?ola, desde el Eroski al Spar, pasando por Coviran, El Corte Ingl¨¦s, Carrefour y algunas gasolineras Repsol. As¨ª que, en este caso, no hay excusa para no entregarse atados de pies y manos a los placeres de este helado de yogur.
Helado de skyr de Gelatelli
El skyr es un postre l¨¢cteo -mezcla entre yogur y queso fresco- que se hizo popular en Espa?a a ra¨ªz de su aparici¨®n en los lineales de Lidl. Al ser un producto bajo en grasas, pero rico en prote¨ªnas, fue habitual verlo asomando de las bolsas deportivas de fibrosas s¨ªlfides y musculocas untadas en aceite. Poco despu¨¦s apareci¨®, tambi¨¦n arropado por la cadena de origen alem¨¢n, el helado de skyr marca Gelatelli, una vuelta de tuerca m¨¢s a la moda de este yogur de vikingos. Si bien es cierto que el helado -disponible en su versi¨®n natural, y tambi¨¦n con cerezas o ar¨¢ndanos- no se caracteriza por su sencillez en cuanto a ingredientes (si le das la vuelta al paquete, te echas a temblar con la cantidad de glucosas y fructosas y dextrosas), s¨ª que es cierto que es una opci¨®n r¨¢pida, econ¨®mica y bastante rica. El helado de skyr natural tiene una textura aterciopelada, no demasiado dulce, y el punto justo de acidez para no empalagar. Al ser b¨¢sico, queda muy bien si se le a?aden tropezones de factura casera, v¨¦ase unas avellanas picadas y tostadas y unos trocitos de d¨¢tiles, o una galleta b¨¢sica, no muy dulce, partida en trocitos.
L¨¤ctic de Rocambolesc
S¨¦ que este es uno de esos momentos en los que el lector abotargado por el calor se echa las manos a la cabeza y exclama: "?Pero bueno! ?Esto no iba de helados accesibles? ?Por qu¨¦ se nos lanza por la barranquilla de la pijez?". Si esto sucede, es buena se?al, ya que al menos la furia le har¨¢ despertar de su sopor veraniego, echarse agua fresca en el rostro y marchar con paso marcial hacia su Rocambolesc m¨¢s cercano a darse el caprichito del verano. Tengamos en cuenta que el helado no es un producto de primera necesidad, y que los mismos 10 euros que se gasta usted en un gin tonic tirando a regular, los puede invertir en un polo y un helado de Rocambolesc.
De primeras, el alma inquieta del tomador de helados se ir¨¢ derechita a probar curiosidades tales como la mano de Juego de Tronos (un polo realmente bello con forma de mano postiza de Jamie Lannister hecho de mango y naranja sanguina) o el Helado Oscuro (una cabeza de Darth Vader a base de vainilla y ar¨¢ndanos), ambos de sabor muy natural y sin pasarse de dulzor. Pero la verdadera delicia de Rocambolesc es su cl¨¢sico, su apuesta segura: el l¨¢ctic, una combinaci¨®n de dulce de leche, confitura de guayaba y algod¨®n de az¨²car. A pesar de lo empalagosa que pueda resultar esta descripci¨®n, en Rocambolesc saben lo que se hacen, y han conseguido lograr un contrapunto entre estos sabores que hace del l¨¢ctic un helado delicado que te har¨¢ desmayar de ricura, pero no de dulzor. Todas estas sensaciones al precio de 3,50 euros la tarrina peque?a con topping y 4,20 la tarrina grande. M¨¢s os habr¨¦is gastado en ca?as desgasificadas y torreznos de plastiquillo.
Polo de horchata de La Jijonenca
El polo de horchata de La Jijonenca es un ejemplo de sencillez triunfal. Sin demasiadas vueltas, sin artificios, sin nada m¨¢s que horchata de chufa y az¨²car, este polo y unos rayitos de sol pueden transportar a cualquiera a la infancia alicantina que nunca tuvo. A pesar de que el polo de horchata no parece que sea un valor destacable de la carta de helados de La Jijonenca, -ah¨ª escondidito, en la categor¨ªa Sorbifresh, entre el polo de lim¨®n y el de fresa- es precisamente el ¨²nico del cartel, junto con el de leche merengada, que parece honrar realmente el apelativo de "helados artesanos" que engloba toda la producci¨®n. El Sorbifresh horchatero se da la mano con los helados latinos, en el sentido de que no hay trampa ni cart¨®n posibles, no hay promesas de crunchy crunchy ni siropes derram¨¢ndose por la mano: es simple y deliciosamente lo que dice ser. Y eso, en un mundo de helados horror vacui de tres capas y hasta quince tipos de topping, puede casi hacernos llorar de ternura y amor por el verano.
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