La nueva cerveza gallega est¨¢ hecha por mujeres y lleva botas
Mariela Iriarte es una de las empresarias gallegas de cerveza artesanal que pelean por impulsar negocios responsables con su tierra. Ella y otras mujeres forman la asociaci¨®n Pink Boots.
En el bar restaurante A Curva, en San Xusto de Cabarcos, parroquia de Barreiros (Lugo), huele a olla rica que alegra. Aparte del aroma, a las 11 de la ma?ana no hay nadie en el bar, solo Julio Jos¨¦ Estrada, pancho tras la barra con la puerta abierta a los campos de ganader¨ªas y huertas de alrededor. ¡°Somos unos 90 vecinos y ya solo quedan cuatro o cinco explotaciones. Este a?o en el colegio solo se apunt¨® una ni?a¡±, dice el tranquilo Julio Jos¨¦. Por la entrada de su apetitoso restaurante se entrev¨¦ una nave blanca y apartada donde, a medida que te acercas, te atrapa otro olor, denso y profundo: cereal cocinado. Es una cervecer¨ªa en mitad de un prado, pero podr¨ªa ser cualquier otra cosa.
La ni?a mencionada es uno de los dos hijos de Mariela Iriarte, una argentina -de origen y todav¨ªa de acento- de 40 a?os que gasta una sonrisa imbatible. Mariela hace cerveza artesanal: junto a su marido y otros dos socios en Augas Santas-Cervexeiros da Mari?a Lucense, y tambi¨¦n junto otra media docena de mujeres en Pink Boots, la asociaci¨®n internacional que agrupa cerveceras para colaborar, divertirse y formarse. Y aparte, claro, Mariela es madre en esa parte de Espa?a que ha adoptado el adjetivo de ¡°vaciada¡± como sobrenombre de despoblaci¨®n.
En su f¨¢brica, Mariela utiliza agua del manantial de Barreiros, se inspira en lugares y gentes de alrededor para etiquetar cada variedad y procura desarrollar un negocio sostenible y circular que extienda el beneficio: el grano malteado de sus cervezas, una vez cocinado, acaba alimentado a terneras gallega de una ganader¨ªa vecina. Como para que luego su sabor no sea excepcional: algo de esa carne habr¨ªa cociendo en la olla del restaurante. Seguro.
En Pink Boots, Mariela se re¨²ne con Isabel Vieitez (Galician Brew), Susana Tena (t¨¦cnica especialista en cerveza), Marta Gal¨¢n (fundadora de Cervexa Aleal¨¦), Isabel Ferreira (Industrias C¨¦spedes), Jing Cheng (fundadora de la cervecera Blacklab) y Luz ?lvarez (de la tienda Taskatenda). Juntas hacen cerveza, con cuyas ventas financian proyectos de formaci¨®n para otras colegas; adem¨¢s, participan en otras actividades relacionadas con la mujer y el entorno rural. Porque la cerveza en Galicia es femenina, y tambi¨¦n apegada al terru?o.
¡°La cerveza artesana es identidad propia de tu pa¨ªs¡±, resume Mariela sobre un negocio que parece sencillo de arrancar pero que cuesta mantener. Cualquiera puede hacer cerveza en casa con un sencillo kit, e incluso obtener un brebaje agradable. Escalar a una producci¨®n mayor tampoco requiere una inversi¨®n inalcanzable. Pero una vez lanzados a la comercializaci¨®n, una cervecer¨ªa requiere la atenci¨®n de una madre: ¡°La cerveza se bebe todos los d¨ªas, no es un producto de temporada¡±. Hay que cocinar cada poco el mosto y elaborar constantemente nuevas variedades, pues el cliente, aunque entusiasta y en aumento, reclama novedades, probar nuevos sabores, f¨®rmulas y marcas. Se aburre pronto, tanto como se entusiasma: este fen¨®meno se constata en c¨®mo aumentan el n¨²mero de ca?eros en los bares que se dedican a la cerveza artesana, donde las pizarras con la oferta cambian de una semana para otra sin parar de incorporar pa¨ªses, regiones y estilos.
En Augas Santas tienen cuatro cervezas principales, que preparan todo el a?o en unas instalaciones decoradas como un sal¨®n del c¨®mic, con capacidad para 50.000 litros, a las que esperan sacarle todo el rendimiento este a?o, el segundo de actividad completa. Mariela y su marido, Marcos Mart¨ªnez, de 39 a?os y anta?o transportista, empezaron montando un bar en Foz y pronto se animaron a cocinar granos y l¨²pulos. ¡°Esa experiencia en hosteler¨ªa es muy importante, porque te ense?a a conocer lo que quiere el cliente¡±, indica Mariela. Una cervecer¨ªa sin bar se queda coja a la hora de testar sus aciertos y errores.
Augas Santas, levantada en la finca agropecuaria de la familia de Marcos con ayudas europeas, la utilizan otros cerveceros de la zona, en colaboraci¨®n, compartiendo instalaciones y experiencia: ¡°Queremos crear una econom¨ªa local. Estamos en un proyecto de huella de carbono para ver el impacto de nuestra f¨¢brica, y en otro para hacer cervezas con agua marina. Y siempre utilizamos motivos marinos¡±, como en el caso de La Machacona, cuyo nombre hace referencia a la ola m¨ªtica que atrae hasta Lugo a surferos de todo el mundo, cuya ubicaci¨®n lleva adosada la etiqueta de la cerveza con unas coordenadas GPS.
A La Machacona, una american IPA, a?aden la pale ale Augas Santas, se?a de identidad por ser adem¨¢s el antiguo nombre de la playa de As Catedrais, principal reclamo tur¨ªstico de la mari?a lucense. La negra Drink & Drive est¨¢ inspirada en una canci¨®n del grupo Black Flag, mientras que John Dory, una gose, lleva agua de mar y ha sido lanzada con ayuda del GALP (Grupo de Acci¨®n Local del Sector Pesquero) de la zona. Se llama as¨ª por el San Marti?o, o San Mart¨ªn, o San Pedro, el pez que supuestamente sac¨® el susodicho ap¨®stol del mar por orden de Jesucristo, dejando la huella de sus dedos marcada bajo la cabeza del animal. Solo mencionarlo ya abre el apetito, lo cual algo de milagro debe tener.
La colecci¨®n de variedades la corona Rosa Vermella, una red IPA cuya etiqueta muestra a la cl¨¢sica mujer rural gallega con un capazo de l¨²pulo al hombro y unas botas rosas en el barro. Es la ¨²ltima cerveza que elaboraron las Pink Boots en sus reuniones, el llamado Collaboration Brew Day, el ¨²ltimo de los cuales se celebr¨® el pasado 9 de marzo. Al frente del grupo est¨¢ Isabel Vietez, de Galician Brew, una f¨¢brica de Pontearreas (Pontevedra): ¡°Es muy importante poner en valor el papel de la mujer en la industria cervecera. En mi caso adem¨¢s, emprend¨ª con mi propia f¨¢brica y el 75 % de la plantilla son mujeres. Somos una luchadoras¡±, defiende con orgullo. Como la organizaci¨®n disfruta de ¨¢mbito internacional, las Pink Boots a?aden a su energ¨ªa un buen respaldo colectivo: ¡°Hay becas muy importantes y esponsors que colaboran y que hacen posible todo lo que hacemos¡±.
Varias de las 50 asociadas tienen f¨¢brica propia, y otras trabajan en distintos puestos del sector, desde los laboratorios hasta las tiendas. ¡°Todas, con mucha ilusi¨®n en lo que hacemos¡±, aunque ¡°necesitamos extender la asociaci¨®n a otras mujeres¡±, aprecia Isabel. Mariela, por ejemplo, participa en la asociaci¨®n de mujeres de Foz, a la par que realiza cursos de cocina atl¨¢ntica para servir buena comida local en su bar (A Ribeira), o pelea por sacar adelante su negocio frente a la competencia brutal de las multinacionales. ¡°Hay que visibilizar que el trabajo de la cerveza artesana. Somos empresas peque?as que pelean por su tierra, y no puede ser que la administraci¨®n nos trate igual que a Mahou¡±. Y lo dice, por supuesto, sin que se altere una micra la sonrisa que lleva instalada en la cara.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.