Las quejas de los lectores: unas alb¨®ndigas de patata desintegradas
Y unos guisantes m¨¢s duros que una piedra, una masa de focaccia confusa y un sofrito que es una lata (de sardinas): la Defensora del Cocinero se enfrenta a estas y otras cuitas culinarias.
Balana sorbe sopa sin encontrarle sentido a la vida mientras pega un sello en esta consulta: ¡°Qu¨¦ locura encontrarme con que necesito lamentarme por correo. Pero es que, yo, que nunca sigo una receta, que en mi vida he tenido expectativas al cocinar y he transgredido hasta mis propios esquemas culinarios, me he sentido decepcionad¨ªsima por el resultado de las alb¨®ndigas de patata knodel de El Comidista. Resulta que ten¨ªan tan buena pinta en la foto que me dije, ¡®venga, por una vez sigo una receta al pie de la letra, las hago e invito a comer a la familia.¡¯ A los 10 minutos de suave hervor ya no hab¨ªa ni un knodel entero, y el agua para hervirlos se hab¨ªa convertido en una sopa densa de patata, margarina (lo veganic¨¦, sin mantequilla) y harina de ma¨ªz. Como no soy capaz de tirar comida a la basura, ahora tengo la nevera llena de tarros de sopa sosa de patata. ?C¨®mo es posible? ?Qu¨¦ pas¨®? Las bolitas ten¨ªan un aspecto perfecto.¡±
Un nuevo caso m¨¢s para la m¨¢xima autoridad mundial en mentalismo que cre¨¦is que es esta defensora. Miro mi bola de cristal y veo margarinas que no estaban en la receta, una harina de ma¨ªz que no hab¨ªa sido invitada o unas patatas que a lo mejor no eran tan tard¨ªas como se pide en la introducci¨®n de la receta.
Hice los knodel con el miedo a que se me desintegraran en el cuerpo, pero el resultado fue muy bueno. Que el hervor sea suave de verdad es important¨ªsimo: en distintas tandas de hervido prob¨¦ con m¨¢s o menos intensidad y hay una clara diferencia. La receta es v¨¢lida y no le cambiar¨ªa ni una coma. ?Qu¨¦ creo que pudo pasar? Que las patatas fueran nuevas, que el hervor no fuera tan suave como Balana pensaba o que la margarina y la harina de ma¨ªz ¨Cque no se debe confundir con harina fina de ma¨ªz, almid¨®n de ma¨ªz o Maizena¨C no fueran ingredientes adecuados para conseguir unas alb¨®ndigas de patata que resistan el hervido.
Unos guisantes poco hechos
Laura no quiere jugar a las canicas con los guisantes para los que odian los guisantes, y por eso escribe a este gabinete defensor: ¡° Creo que falta un punto, tanto en la receta escrita como en el v¨ªdeo. De los 800 g de guisantes, sacando los 200 g que se cuecen y hacen pur¨¦, los otros 600 g no pone que se deban cocer, solo rehogar 1 minuto y cocer 2 minutos m¨¢s. Si se trata de guisantes frescos crudos, en 3 minutos est¨¢n duros. Imagino que se deben cocer en agua con sal, previo rehogado. ?O no?¡±
No, Laura, no hay que cocerlos ni rehogarlos previamente. Se trata precisamente de respetar la textura, el color y el sabor de los guisantes frescos ¨Co congelados¨C para olvidar las masacres que se han cometido en este pa¨ªs, donde el guisante se ha reducido tradicionalmente a un pegote verde desva¨ªdo con textura y casi aspecto de moco de extraterrestre.
En el v¨ªdeo se da una clave que siempre resulta efectiva cuando se escriben recetas: tras aplicar un rehogado inicial muy corto y a?adir el pur¨¦ de guisantes, se indica que se dejen cocer los guisantes ¡°hasta que est¨¦n tiernos¡±. Ese tiempo puede ser mayor o menor seg¨²n la potencia y graduaci¨®n del fuego utilizado, de manera que se dan las instrucciones para que consig¨¢is cocinar los guisantes a vuestro gusto de ternura.
El problema es que en la receta escrita no se da esta indicaci¨®n, sino que se habla de un rehogado de 1 o 2 minutos y una cocci¨®n de dos minutos m¨¢s, que en el caso de que se cocinen unos guisantes grandes o un poco duros, puede ser insuficiente. Doy orden urgente para que se a?ada esta informaci¨®n a la receta escrita, con la esperanza de que, una vez arreglado el tema, Laura se convierta en la reina de los guisantes y no nos guarde rencor.
Una fermentaci¨®n desubicada
Javier nos escribe mientras su masa de focaccia le mira con cara de circunstancias desde la encimera de la cocina: ¡°Estoy haciendo la receta de focaccia que publicaste hace unos d¨ªas y me surgen varias dudas. La primera fermentaci¨®n de 24 horas, ?la hago en nevera? ?A temperatura ambiente? Supongo que en la nevera, porque yo la he tenido fuera y a las 12 horas he decidido continuar con la receta porque eso ten¨ªa pinta de no dar mucho m¨¢s de s¨ª. Entonces, la segunda fermentaci¨®n, ?d¨®nde la hago?¡±
Cuando hice una primera revisi¨®n al texto de la receta, no imaginaba el debate interno que se iba a suscitar en el equipo comidista. En esa primera lectura, atend¨ª al texto y para m¨ª estaba perfecto; escueto, pero con las indicaciones necesarias para poder hacer las dos fermentaciones en fr¨ªo. Cuando fui al v¨ªdeo, las cosas se empezaron a poner oscuras, confusas y un poco fr¨ªas. Observ¨¦ que, como dec¨ªa Javier, las indicaciones no estaban claras. La primera fermentaci¨®n se despachaba sin indicar la temperatura, solo el tiempo. La segunda s¨ª indicaba que hab¨ªa que hacerla en fr¨ªo, pero lo hac¨ªa con un icono de cristal de nieve, sin dar m¨¢s aclaraciones.
En conversaci¨®n con la c¨²pula comidista se vieron varias opciones para corregir este asunto. Es importante que los lectores sep¨¢is que, cuando se corrige un v¨ªdeo, se edita, se vuelve a subir a YouTube y se pierden todas sus visualizaciones, que es como si, de golpe, Celia Villalobos perdiera todos sus puntos del Candy Crush. Un drama.
Una de las soluciones propuestas era a?adir la informaci¨®n que faltaba en el texto de Youtube. En negrita, para captar la atenci¨®n de los atribulados cocinillas. Se invoc¨® incluso a la sabidur¨ªa de los lectores, dando por supuesto que sabr¨ªan que una fermentaci¨®n tan larga y con una cantidad de levadura tan peque?a solo podr¨ªa darse en fr¨ªo.
Una reflexi¨®n m¨¢s profunda nos llev¨® a tomar conciencia de que, cuando escribimos recetas, debemos poner las cosas facil¨ªsimas a los lectores. Sin presuponerles conocimientos previos, sin dar por hecho que revisar¨¢n los textos de Youtube si hay una receta en v¨ªdeo. Si ofrecemos este formato, debe tener toda la informaci¨®n para el ¨¦xito de la receta clara y concisa, poni¨¦ndonos en el lugar del lector m¨¢s negado e ignorante en cocina.
Defensora y c¨²pula conversando. GIPHY
Al final, se decidi¨® editar el v¨ªdeo y subirlo de nuevo, ahora mucho m¨¢s pint¨®n con su cristal de nieve, su temperatura y un mensaje inequ¨ªvoco sobre el frigor¨ªfico y las fermentaciones. Mikel L¨®pez Iturriaga, al aparato, hace una ¨²ltima reflexi¨®n sobre este tema: "Uno de los peores vicios en los que solemos caer los periodistas ¨Cyo, el primero¨C es presuponer conocimientos en los lectores. Y no: el lector no tiene por qu¨¦ saber que una fermentaci¨®n de 24 horas se hace en nevera o fuera de ella, y es nuestro deber aclar¨¢rselo. No lo hicimos en el v¨ªdeo, y por ello pido disculpas".
Una duda razonable
Manuel tiene una duda razonable: ¡°Antes de liarme con la receta de pasta con rag¨² de sardinas y esp¨¢rragos, tengo una importante duda. ?El sofrito debe ser realizado con el aceite de las latas de sardinas? Seguro que entiende mi preocupaci¨®n por este punto, que puede ser vital en la consecuci¨®n de un plato con la calidad que se merece esta receta.¡±
Meryl tambi¨¦n tiene dudas. GIPHY
C¨®mo no voy a entender tu preocupaci¨®n, Manuel. La receta ¨Cque ha hecho que ahora me quiera casar con una lata de sardinas, y que un paquete de pasta y un manojo de esp¨¢rragos nos lleven las arras¨C da por hecho que el lector tiene m¨¢s informaci¨®n de la que en realidad tiene y, aunque lo l¨®gico es que el aceite reservado en la sart¨¦n sea para saltear las hortalizas y hacer el sofrito, no se especifica. Para no caer de nuevo en presuponer conocimientos ni deducciones a nuestros lectores, vamos a darle una vuelta al texto de la elaboraci¨®n para que este detalle quede claro y todos los lectores, con Manuel a la cabeza, puedan disfrutar de ese sofrito maravilloso con todo el aroma de la maceraci¨®n sardinera.
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