Comidas que deber¨ªan desaparecer para siempre
?Las patatas fritas congeladas? ?Los kebabs? ?El filete a la plancha? Personas del mundillo gastron¨®mico nos cuentan qu¨¦ plato o alimento borrar¨ªan de la faz de la Tierra. Y s¨ª, uno es la paella.
Todos tenemos comidas en nuestra lista negra particular a las que mandar¨ªamos a la fase de extinci¨®n en la que se encuentran los pobres linces ib¨¦ricos. Platos, recetas o alimentos que, para nosotros, podr¨ªan desaparecer cual Diplodocus y dejar su casi omnipresencia a esos adorables felinos que no saben cruzar la carretera. Los motivos para desear que a una elaboraci¨®n o producto cualquiera le salga mal el truco de Houdini son muchos y diversos: un peque?o traumita de la infancia que a¨²n perdura, sabor desaborido o textura desagradable, el maltrato al que es sometido por gran parte de la hosteler¨ªa o, en algunos casos, por provocar una aceleraci¨®n en el tr¨¢nsito intestinal propia de un Ferrari. Cada persona tiene el suyo.
Como los comidisters somos tan curiosos como mezquinos, hemos hablado con gente relacionada con la gastronom¨ªa para que nos cuenten cu¨¢l es el centro de su odio culinario, a qu¨¦ plato o alimento, seg¨²n ellos, se le deber¨ªa echar para siempre la capa de invisibilidad de Harry Potter pero en tama?o de funda n¨®rdica. No tenemos piedad y s¨ª mucho sentimiento corporativista, as¨ª que apoyaremos las campa?as de extinci¨®n de todos de los productos y recetas que aborrecen las fuentes consultadas. Por un mundo m¨¢s libre de comidas odiosas.
ADVERTENCIA: este art¨ªculo solo busca el cachondeo, la chanza, la jacaranda, el jijijaj¨¢ del personal. No, no nos hemos vuelto autoritarios en El Comidista. Y no, no queremos que desaparezca ning¨²n plato o alimento. Bueno, alguno s¨ª.
Los kebabs
Este plato t¨ªpico de Oriente Medio es el objetivo de todos los malos deseos gastron¨®micos del tecn¨®logo de alimentos Mario S¨¢nchez, tambi¨¦n conocido como SefiFood. ¡°Yo tengo un enemigo p¨²blico n¨²mero uno: el kebab. Llevo desde 2016 sin comerme uno, lo juro¡±, comenta mientras ense?a extractos bancarios en los que, efectivamente, no aparece ning¨²n local que los comercialice. El origen de su odio, seg¨²n explica, est¨¢ en una madrugada a¨²n cercana en el recuerdo: ¡°Me tom¨¦ uno hace ya unos a?os y me sent¨® fatal. El kebab es un producto hipercal¨®rico y megagrasiento y, aunque obviamente no pase siempre, a m¨ª me sent¨® fatal. Estuve una noche mal¨ªsimo, con ganas de morirme, de verdad¡±, dice Mario, que por suerte vive a pesar de que nadie daba un d¨¹r¨¹m por ¨¦l. Un lustro despu¨¦s, el trauma que arrastra es casi tan grande como las fatiguitas que pas¨® aquel d¨ªa: ¡°Desde entonces los tengo sentenciados a muerte. Solo con oler la salsa que lleva me produce una repugnancia y una angustia insoportables. No puedo con ellos, me superan totalmente¡±, reconoce.
La paella, el alioli, la manteca color¨¢, las vieiras y las zamburi?as
Cuando la periodista gastron¨®mica Inma Garrido eligi¨® la paella como uno de los platos a incluir en este art¨ªculo, pens¨¦ en pedirle a Mikel una corresponsal¨ªa en Kabul. All¨ª estar¨ªa m¨¢s seguro. Pero como soy justo, transcribir¨¦ aqu¨ª de forma literal las furibundas palabras vertidas por Garrido: ¡°Para empezar, la paella est¨¢ sobrevalorada, para continuar, estoy harta de que cada vez que sale este plato aparezca el comit¨¦ de expertos de todo y nada a decir la suya. Muerte a la paella, arriba el arroz con cosas¡±, me dijo ella a m¨ª. Como veis, es su forma de hablar. Yo no hablo as¨ª ni dir¨ªa eso. Es m¨¢s, es que ni lo pienso. De hecho Valencia es mi segundo apellido. Y no se qued¨® ah¨ª: ¡°De paso, que el meteorito gastron¨®mico se lleve por delante al alioli. No lo soporto¡±. Santo Dios.
El odio de Inma tambi¨¦n se extiende a productos tan castizos como la manteca color¨¢: ¡°Es una asignatura que tengo pendiente con C¨¢diz, pero solo la idea de untarme cucharadas de sebo en el pan me comprime las arterias y me dan microinfartos¡±, admite. Y de ah¨ª pasamos a las vieiras y zamburi?as, que tampoco son muy del agrado de esta periodista, aunque esta vez sea por una experiencia desagradable: ¡°Me puse mala comiendo una vieira -creo que fue por una vieira, tampoco est¨¢ comprobado- y desde entonces les tengo man¨ªa. Y tambi¨¦n un poquito de miedo a envenenarme de nuevo, lo reconozco¡±. No deja v¨ªveres con cabeza.
La falta de coherencia enunciativa con las tartas de queso
El periodista Anxo F. Couceiro, m¨¢s que un alimento, lo que propone eliminar son las enunciaciones hosteleras que no se corresponden con la realidad. ¡°?Alguna vez os hab¨¦is ilusionado al leer "tarta de queso" en una carta de postres y hab¨¦is pedido, en consecuencia, tarta de queso (esperando que os sirvieran tarta de queso) para comprobar, unos minutos m¨¢s tarde, que lo que ten¨¦is enfrente no es una tarta de queso, sino una tarta de queso abominablemente embadurnada de mermelada de fresa?¡±, pregunta al aire Anxo, que contin¨²a: ¡°Yo no propongo eliminar de la faz de la tierra las tartas de queso abominablemente embadurnadas de mermelada de fresa -aunque me gustar¨ªa- porque soy dem¨®crata y tampoco propongo ilegalizar los partidos pol¨ªticos que me caen mal -aunque me gustar¨ªa-, pero s¨ª ruego a los hosteleros del mundo que hagan saber, en la carta, con letra clara, que sus tartas de queso abominablemente embadurnadas de mermelada de fresa son eso, tartas de queso abominablemente embadurnadas de mermelada de fresa, y no tartas de queso a secas, como tantas veces se anuncian¡±, se?ala Couceiro. Pero este a priori Alexis de Tocqueville de la gastronom¨ªa saca su lado jacobino para amenazar a todos los propietarios de restaurantes que sirven este dulce: ¡°Si los hosteleros no dejan de llamar tarta de queso a las tartas de queso abominablemente embadurnadas de mermelada de fresa, los amantes de la tarta de queso simple nos veremos obligados a actuar con todo nuestro energumismo y vengar a?os de separaci¨®n quir¨²rgica de esa mermelada a golpe de miserable cucharilla con golpes de estado en sus cocinas¡±.
Los callos
¡°La cosa va de rencor infantil sin fecha de caducidad: deber¨ªan extinguirse los callos (o "guiso de mondongo" o "guiso de toalla", como le llamo en la intimidad)¡±, dice Laura Caorsi, periodista experta en alimentaci¨®n. Laura es consciente de que es una opini¨®n algo impopular, pero asevera que los callos lo tienen todo para ser un plato aborrecible: ¡°El nombre, el ingrediente principal, el olor denso que se expande por la casa y la textura, ?sobre todo la textura! Trozos de toalla hervida con cosas que camufla el vaho¡±, enumera. El trauma, como ha contado, le viene de la infancia, cuando una de sus abuelas lo preparaba con frecuencia: ¡°Esos d¨ªas se me hac¨ªan cuesta arriba. Los adultos lo celebraban -domingos de invierno, comida de cuchara, sobremesa larga, f¨²tbol por la tarde-, pero para m¨ª era una tortura. Guiso de toalla, nunca lo superar¨¦¡±.
El queso fresco
Hace ya varios a?os tuve que asistir al juzgado odontol¨®gico para que me sacaran una muela del juicio. Un flem¨®n, media cara dormida y una semana de antibi¨®ticos me cayeron. Tras la operaci¨®n, el dentista que me extrajo el molar tuvo a bien decir a mis padres que mejor me diesen comida blandita, que en un 90% suele ser la purria. Porque si todo los manjares de la vida fueran blanditos, no tendr¨ªa sentido que la gente se comprara tubos de Corega. Pues bien: cuando mi padre oy¨® las palabras ¡°comida¡± y ¡°blandita¡± se le activ¨® ese chip que se le encienden a los progenitores y record¨® que hac¨ªa unas semanas le hab¨ªa dicho que qu¨¦ bueno el queso fresco que hab¨ªa comprado. Imaginaos: me pegu¨¦ una sant¨ªsima semana, con sus siete d¨ªas y sus siete noches, con queso fresco para desayunar, almorzar y cenar. Esa cosa tan desaborida e ins¨ªpida en la mayor¨ªa de ocasiones fue uno de mis pocos sustentos durante ese tiempo. Por supuesto le cog¨ª una tirria enorme, y a¨²n hoy, cuando mi padre corta unas cu?as, me dice: ¡°?No quieres de verdad? Joder, pues est¨¢ buen¨ªsimo. T¨² te lo pierdes¡±. Antes prefiero que me saquen la otra muela sin anestesia.
Las acelgas
Maribel Carod, dibujante en El Jueves de la p¨¢gina semanal sobre gastronom¨ªa Hay Hambre, declara que no hace ascos a ninguna comida, aunque reconoce que hay una verdura que hace mucho que no compra: las acelgas. ¡°Son ins¨ªpidas, acuosas, pastosas, con un toque de amargor que te recuerda la amargura vital que te ha llevado a rumiarlas¡±, argumenta Maribel, que afirma que conoce a mucha gente que ha tocado fondo en su vida porque cayeron en las acelgas. Esta ilustradora asegura que ¡°como ultracuerpos que son, se apoderan de tu cuerpo y lo transforman en un arma de destrucci¨®n masiva del permafrost terrestre a base de bombas de gases de efecto invernadero¡±. Y nadie excepto Aznar quiere eso, claro. As¨ª que sigamos el consejo que lanza Carod para salvar el planeta: ¡°Extingamos a estos vegetales extraterrestres del averno antes de que ellos nos extingan a nosotros¡±. Am¨¦n.
El queso rallado del s¨²per y el croissant con alm¨ªbar
Luc Talbordet es quesero, franc¨¦s y due?o de la tienda barcelonesa Can Luc. Por su lado quesero, le tiene man¨ªa a las bolsas de queso rallado que venden en los supermercados: ¡°Eso ni es queso ni es nada, parecen bastoncillos de paja o de madera, como mondadientes rotos. Adem¨¢s, cuando los pones al grill ni funden ni gratinan, solo se queman¡±, critica.
Y, por la parte francesa, el odio de Luc se dirige hacia los croissants con alm¨ªbar por arribita: ¡°Como buen franc¨¦s, el alm¨ªbar que se le pone encima a los croissants me horroriza y me saca de quicio hasta tener que refrenar una violencia interna y unas ganas de muerte global¡±, expone Luc al tiempo que se escucha un cuchillo afil¨¢ndose. ¡°?Para qu¨¦? ?Por qu¨¦? ?Qu¨¦ necesidad hay?¡±, se pregunta confuso este experto quesero. ¡°Es inmundo, se te pegan los dedos y la boca y es dulce a m¨¢s no poder. El alm¨ªbar es el mal¡±, opina. Por vuestro bien, dejad el alm¨ªbar lentamente en la mesa donde todos lo podamos ver.
El mel¨®n con jam¨®n y las patatas fritas congeladas
David Remart¨ªnez, periodista y escritor, es un hombre sereno hasta que se le pregunta por los platos que mandar¨ªa a extinguir de la faz de las barras: "Para empezar, el mel¨®n con jam¨®n. ?Qu¨¦ leches es eso? Si vas a cortar dos rodajas de mel¨®n y cascarles encima sendas lonchas de puerco, no pretendas que lo acepte como primer plato", comenta David mientras pide uvas con queso de primero. "Eso no llega ni al nivel de cocina de piso de estudiantes, amigo, es la pachorra hecha receta. Es un poco de fruta con los restos de un bocadillo", aclara David.
Y junto al mel¨®n con jam¨®n, las patatas fritas congeladas, otra comida que erradicar¨ªa David: "Sobre todo eliminar¨ªa de todos los platos de todos los men¨²s del d¨ªa las patatas fritas congeladas. Ya est¨¢ bien. Pon otra guarnici¨®n, haz el favor, deja esa cosa para las hamburgueser¨ªas", aconseja de manera un tanto violenta Remart¨ªnez. Aunque, seg¨²n comenta, no hay mejor se?al para elegir un restaurante que descubrir que sus patatas fritas son de verdad. "Ah¨ª hay siempre amor por la cocina. Pero qu¨¦ poco abundan", concluye.
Los filetes a la plancha
¡°Estoy absolutamente en contra de este art¨ªculo, soy un firme defensor de la libertad de cada uno para decidir lo que come. Imagino que este medio progre quiere promover una vez m¨¢s la implantaci¨®n de una dictadura comunista en Espa?a, pero aun as¨ª debo aprovechar la oportunidad para pedir la inmediata prohibici¨®n del filete a la plancha¡±, asevera Mikel L¨®pez Ayurriaga. El presidente de la Comunidad Comidista comenta en sede culinaria que no puede con ¡°esos trozos de ternera tiesa y securria¡± que en alg¨²n momento la industria c¨¢rnica nos vendi¨® como la panacea del sabor y la nutrici¨®n: ¡°Me ciega de ira que las verduras se consideren comida aburrida, cuando las lonchas de carne acuosa, omnipresentes en los men¨²s del d¨ªa patrios, son el tedio personificado¡±, critica. ¡°Y que nadie me eche en cara que hice un v¨ªdeo sobre c¨®mo preparar el filete a la plancha perfecto¡±, advierte Mikel. Como la Ayuso de la gastronom¨ªa que es, puede contradecirse todas las veces que le d¨¦ la gana.
?Tienes alg¨²n plato o alimento que detestes y quieras que desaparezca? Escr¨ªbenos cu¨¢l y las razones de tu odio en la caja de comentarios o en nuestras redes sociales con el hashtag #ComidasOdiosas.
VUESTRAS COMIDAS M?S ODIADAS
-La fideu¨¢ (@IOchandiano): "Estuve diez a?os sin comer fidegua porque un compa?ero del colegio me la vomit¨® reci¨¦n comida encima del cuaderno de matem¨¢ticas".
-El centollo y el buey de mar (@Dani_Pellicer): "No puedo con los centollos, bueyes de mar y compa?¨ªa. Tanto esfuerzo de abrirlo para tan poca cantidad y que "sabe a mar"... Los que dicen eso no han visto el mar en su vida, Hulio".
-Las coles de Bruselas (@guillemclua): "Son bolas de mocos gigantes".
-Las jud¨ªas verdes (@EFblanco): "No pruebo las jud¨ªas verdes desde hace 20 a?os. A mi madre le dijeron que eran buenas para adelgazar y nos las estuvo poniendo para cenar 3 meses seguidos. Por cierto, mi hermana no adelgaz¨® nada porque se pon¨ªa tibia a donuts y palmeras para merendar".
-Las esferificaciones (Santi Rodr¨ªguez): "Eliminar¨ªa las esferificaciones, esas pelotillas de "sabediosqu¨¦" que llenan la boca de sabor de algo que no est¨¢".
-Ensaladas con burrata (Am¨¦rica Lado): "Queso m¨¢s sobrevalorado, imposible. Y por si no fuese suficiente tener que tragarse esa masa empalagosa y pringosa, le ponen base de r¨²cula, que tiene toda la pinta de ser una planta que nace en los caminos".
-El aguacate (@MaritxuOlazabal): "?Podemos eliminar de la faz de la tierra el aguacate? ?Por qu¨¦ todo tiene que ir ahora con aguacate? ?Qu¨¦ clase de carencias tiene alguien que echa eso a cualquier plato?".
-El churrasco (@linamendezpena): "Yo eliminar¨ªa el churrasco, kilos de carne de mala calidad, que muchas veces se limita a costilla de cerdo y chorizo requemado en una barbacoa. Con ese olor de grasa derretida. Qu¨¦ asquete".
-Los caracoles (@afotoquimico): "Sin duda, los caracoles, en cualquiera de sus formas. Un bicho lleno de babas que tienes que lavar durante d¨ªas para poder comerlo hay que incluirlo s¨ª o s¨ª en las #ComidasOdiosas".
-El cachopo (@xgudiol): "El cachopo: el plato que naci¨® viejuno".
-La lamprea (Miguel Carrasco): "La lamprea es lo m¨¢s asqueroso que prob¨¦ nunca y he comido grillos, huevos milenarios... Nada m¨¢s vomitivo que la lamprea. Buach".
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