Las 20 leyes de Murphy de la cocina
Tostadas que se caen por el lado de mantequilla, cuchillos que no est¨¢n cuando los necesitas o ingredientes que caducan cuando te decides a usarlos: Murphy anda entre fogones y no te librar¨¢s de sus leyes.
Dice la primera ley de Murphy que si algo puede ir mal, ir¨¢ mal, algo de lo que no creo que nadie dude a estas alturas: hemos tenido casi todo el 2020 para comprobarlo emp¨ªricamente. La segunda dicta que la tostada siempre se cae por el lado donde est¨¢ la mantequilla (aunque depende bastante de la altura de la mesa, como explic¨® nuestro compa?ero de Verne Jaime Rubio Hancock en este art¨ªculo de 2015).
No hacen falta m¨¢s pistas para darse cuenta de que Murphy ronda por la cocina, y que esparramar una deliciosa tostada no es, ni de lejos, lo peor que te puede pasar cuando la fatalidad te acecha entre fogones. Instrumentos de cocina inaccesibles o que te lo ponen dif¨ªcil, ingredientes que faltan o sobran, electrodom¨¦sticos que no cooperan y cosas que caducan mientras maquinas c¨®mo darles el bombo que merecen. Todas estas cosas, y algunas m¨¢s, nos han pasado al equipo
Te cortar¨¢s cuando despu¨¦s tengas que manipular algo que hace que el corte escueza
?Est¨¢s pelando y picando ajo para preparar pollo salteado y alegremente aderezado con perejil y lim¨®n? Lo sentimos, pero las posibilidades de que te hagas una herida en el proceso se acaban de multiplicar exponencialmente. ?Tienes que remover con las manos -bien limpias, siempre- vigorosamente la ensalada con vinagreta de Jerez cuya receta est¨¢s buscando en un libro? Sus hojas acaban de hacer una evoluci¨®n Pok¨¦mon y han pasado de ser papel satinado a terror¨ªficas cuchillas de afeitar. ?Esas gambas son para un aguachile y vas a exprimir limas? Pues lo que sol¨ªan ser bigotes, ahora son las garras de adamantium de Lobezno.
La fuente que buscas estar¨¢ siempre lo m¨¢s lejos posible
Mikel L¨®pez Iturriaga tiene comprobad¨ªsimo que, en su batalla por desestabilizarle psicol¨®gicamente, sus ensaladeras y fuentes se organizan para colocarse de tal forma que la que quiere usar est¨¢ siempre, siempre, siempre abajo del todo, sepultada por las dem¨¢s. ¡°Son muy listas: las m¨¢s pesadas siempre se ponen arriba para que me cueste m¨¢s sacar del armario la que necesito. Y cuando busco una con cierta urgencia porque lo que est¨¢ en el fuego no puede esperar m¨¢s, parece que se multiplicaran para hacer la tarea m¨¢s dificultosa¡±, apunta con la conspiranoia justa. ¡°Alg¨²n d¨ªa estallar¨¦ y acabar¨¦ con ellas, claro que entonces no tendr¨¦ d¨®nde servir la comida¡±. El sector de las vajillas de un solo uso apunta que ¡°lo tienen merecido¡± y que ¡°algo habr¨¢n hecho¡±.
Y el cuchillo que necesitas, en el lavavajillas
La periodista y responsable de prensa de la editorial Col&Col Lakshmi Aguirre siempre necesita ¡°el cuchillo que precisamente est¨¢ en el lavavajillas (en marcha, y no tiene programa corto)¡±. Esta ley de Murphy se neutraliza f¨¢cilmente con un Real Decreto Ley de Ottolenghi -el ¨²nico rey al que rendimos tributo por aqu¨ª, junto a Dolors Canal, de Can Colom- que diga que ¡°los cuchillos de cocina siempre deber¨¢n lavarse a mano¡±, y drama solucionado.
Si la receta que dominas a la perfecci¨®n sale mal, ser¨¢ en una ocasi¨®n importante
Nuestro compa?ero comidista Jordi Luque lo resume as¨ª: ¡°La noche que invitas a cenar a casa a un amigo cocinero es el mismo que se te quema el pollo al horno¡±, y aplica igual para la primera vez que cocinas para tus futuros suegros -risitas aseguradas de por vida- o por fin vienen a comer esos amigos a los que todo el mundo les ha contado lo bien que te sale este o aquel guiso (si les han generado muchas expectativas, puedes llegar a quemar hasta un ceviche).
Susana P¨¦rez, las manos talentosas detr¨¢s del blog Webos Fritos, lleva hechos 1.250.960 macarons durante su vida, sin exagerar. ¡°?No me pueden gustar m¨¢s, hacerlos y comerlos!¡±, asegura. Cuando los hago para casa, tiene un resultado perfecto. ¡°Que ni los de Ladur¨¦e; pero si tengo que hacer para regalar, ese d¨ªa me dan por saco y sale alguno defectuoso -muy defectuoso-, que no est¨¢ de recibo. Bien es cierto que son muy pu?eteros, pero es una t¨¦cnica que domino con los ojos cerrados. Al final ellos mandan, est¨¢ claro¡±, afirma P¨¦rez.
Cuando un plato no quiere, no quiere (y no hay mucho que hacer al respecto)
Todos conocemos a verdaderos virtuosos de los fogones incapaces de montar una mayonesa o cocinar una tortilla que no parezcan unos huevos revueltos, aunque por otro lado desfilen por su cocina mousses que desaf¨ªan la ley de la gravedad, velout¨¦s en las que te untar¨ªas gustosamente el cuerpo y filetes que le dan sentido a la expresi¨®n ¡°al punto¡±.
Jordi Luque lo resume as¨ª: ¡°Hace muy poco tuve que preparar cuatro panes para un v¨ªdeo de El Comidista. Cuatro panes que juzgar¨ªan el panadero Jordi Morera y el director de todo esto Mikel L¨®pez Iturriaga. Tres salieron bien pero el cuarto fue un desastre. Lo repet¨ª, lo volv¨ª a repetir, lo repet¨ª por tercera vez. Ninguno de los cuatro intentos sali¨® algo distinto a una torta sobre la que se podr¨ªa haber sentado un paquidermo¡±. Murphy, 4; Jordi, 0.
Si tienes lo m¨¢s complicado, te faltar¨¢ lo m¨¢s b¨¢sico
?Has conseguido la flor blanca que solo sale cada tres a?os en luna creciente en el valle de una de las islas Feroe, la manzana ex¨®tica que crece bajo la ladera sur del monte Fuji los d¨ªas impares de enero y la lengua de colibr¨ª austral que necesitas para esa receta tan ex¨®tica y delicada que llevas a?os queriendo preparar? Cuando te pongas manos a la obra, te dar¨¢s cuenta de que se te ha terminado la sal com¨²n. La gruesa, tambi¨¦n.
Las ocasiones especiales para los ingredientes ¨ªdem suelen llegar pasada su fecha de consumo preferente
¡°Suelo reservar ingredientes para ocasiones especiales¡±, nos cuenta Lakshmi Aguirre, ¡°y cuando llegan -y solo cuando he empezado a cocinar la receta-, me doy cuenta de que ya han caducado¡±. No es la ¨²nica que sufre los estragos del tiempo, a nuestra responsable de Redes Sociales Patricia Tablado le pasa algo muy parecido: ¡°Hay ingredientes que compras y luego permanecen en el ostracismo, hasta que se caducan y luego tienes que volver a comprarlos de cero. Me pasa por ejemplo con la salsa barbacoa, que no la uso apenas pero de vez en cuando hacemos costillas barbacoa en la Crockpot¡±, confiesa mientras observa como los ahorros familiares menguan por culpa de l¨ªquidos pringosos con toques ahumados y agridulces. ¡°No falla, la siguiente vez el bote ya est¨¢ caducado, hay que comprar uno nuevo y adem¨¢s te toca ir dos veces seguidas al s¨²per porque pensabas que ten¨ªas. Ojal¨¢ m¨¢s envases monodosis o similar para no desperdiciar tanto bote¡±.
La harina y los impulsores desaparecen misteriosamente cuando las necesitas
No nos referimos a la desaparici¨®n pand¨¦mica generalizada en los supermercados y tiendas de granel, sino a un fen¨®meno a peque?a escala que sucede en tu propia alacena. ?D¨®nde ha ido a parar la harina com¨²n el d¨ªa que quieres preparar unas crepes, si ayer hab¨ªa un paquete casi entero y no la toca nadie m¨¢s que t¨²? Las probabilidades de que el d¨ªa anterior alguien haya visto un bichito en el armario y decidido de manera unilateral tirarla a la basura son alt¨ªsimas. Si haces pan en casa, habr¨¢s observado m¨¢s de una vez como la levadura de panadero, que ayer mismo viv¨ªa lozana y esponjada una juventud llena de promesas y fermentos, hoy se ha convertido en una pastilla de moho verde.
Y algunas salsas y condimentos se multiplican m¨¢s que los panes y los peces
Las leyes anteriores tienen tambi¨¦n su ley inversa, que sale a relucir mientras haces limpieza de armario o buscas algo que no tiene nada que ver. ?De d¨®nde habr¨¢n salido esos seis botes de pasta de curry amarillo? ?Vendr¨¢ el piment¨®n ahumado en packs de cinco y no te diste cuenta? ?Y estas ocho latas de sardinas en escabeche, en qu¨¦ momento llegaron?
Siempre se te ocurre una idea para mejorar una receta justo mientras te la est¨¢s comiendo
Y es muy posible que la siguiente vez que la prepares se te vuelva a olvidar¡ hasta que la vuelvas a tener en el plato. La frustraci¨®n ser¨¢ tu compa?era en este viaje; a no ser que empieces a tatuarte cosas como ¡°poner un toque de miel en el pollo a la cerveza¡± o ¡°a?adir miso a la mayonesa del salm¨®n¡± por el cuerpo, como el protagonista de Memento.
Un despiste de un segundo tiene dram¨¢ticas consecuencias
¡°En cuanto dejas de mirar el cazo, el agua o la leche hierven, desbordan y se pone todo perdido¡±, asegura Jordi Luque con la bayeta en una mano, el estropajo en la otra y el spray limpiador donde buenamente puede. Los resultados de los despistes de Tablado suelen tener consecuencias mayores (y churrumadas). ¡°En los ¨²ltimos minutos de cocinar algo siempre hay alguien que te llama al tel¨¦fono o a la puerta o yo qu¨¦ s¨¦ y acabo quemando lo que est¨¦ cocinando¡±, nos cuenta en voz baja para que no le oigan los Enanitos de la Quemaci¨®n. ¡°Esto lo mismo solo me pasa a m¨ª porque llevo una vida disoluta y me distraigo con facilidad, pero mis recetas quemadas ya son un cl¨¢sico en mi casa. Qu¨¦ desastre¡±. Seguramente por eso el bot¨®n de autoapagado de la vitrocer¨¢mica se ha convertido en su mejor aliado.
Los l¨ªquidos nunca coincidir¨¢n, por muy poco, con lo que necesitas o el recipiente en el que los quieres guardar
Las sobras de la crema de verduras de la comida son un tesoro que puede convertirse f¨¢cilmente en la mitad de la cena de ma?ana. As¨ª que coges un t¨¢per para pasarla a la nevera, y un cuchar¨®n para volcarla en el que seguro que cabe. Unos cazos despu¨¦s, te sientes absolutamente victorioso: lo has clavado. Pero al final llega Murphy a hacer de las suyas y el ultim¨ªsimo cacito no entra, de manera bastante evidente. Puedes escoger entre a) Com¨¦rtelo de pie, fr¨ªo y a cucharadas y hacer ver que all¨ª no ha pasado nada; b) Pensar ¡°esto entra como que me llamo (inserte aqu¨ª su nombre, pero no entra ni que te llames Lourdes), o c) Vas a buscar otro t¨¢per m¨¢s grande y haces el trasvase, perdiendo por el camino m¨¢s que el cacito de marras y ensuciando media cocina.
Por otro lado, si esa botella de caldo sobrante que tienes en la nevera te da pie a hacer un arroz seco o un risotto, nunca ser¨¢ suficiente, por muy poquito. Tendr¨¢s que a?adir un poco de agua, y por supuesto notar¨¢s la merma de sabor mientras te lo est¨¦s comiendo (aunque hayan sido cuatro cucharadas de nada).
Las tostadas siempre se queman
Da igual cuando leas esto: se queman. El chef Iv¨¢n Surinder lo experimenta a menudo durante el desayuno: ¡°La pones una vez en el programa medio de la tostadora y sale completamente p¨¢lida; le das una segunda y de repente est¨¢ carbonizada¡±. No hay t¨¦rmino medio. Julia Laich lo corrobora con esta foto de lo que iba a ser su desayuno de hoy. ¡°Ya sea una tostada o un sandwich, pan que se me pone delante, pan que quemo, y me he ganado con sudor y esfuerzo el apodo ¡®burning pan¡¯. Cuando trabajaba en El Sif¨® d'en Garriga quem¨¦ muchos, pero muchos, trozos de pan que us¨¢bamos para hacer pa amb tom¨¤quet: cuando es para uno mismo, no hay problema, pero en medio de un servicio no mola tanto.¡±
El fregadero se atascar¨¢ despu¨¦s de las comidas m¨¢s importantes (y con invitados intentado ayudar)
?Te sientes muy tranquilo porque tienes lavavajillas? Estos tambi¨¦n tienen tendencia a morir en los d¨ªas importantes, aunque al menos te dejan el desastre recogido y la cocina con un aspecto digno (pero no te encantes, porque al d¨ªa siguiente las bacterias har¨¢n su trabajo y la cocina empezar¨¢ a oler como si necesitara una visita de Chicote o Ramsay).
Si has pensado que algo se va a romper, se romper¨¢
Si quieres sentirte Anakin Skywalker durante un rato, y creer a pies juntillas que ¡°tu aliada es la fuerza, y una poderosa aliada es¡±, como dir¨ªa el anta?o conocido como Maestro Yoda -ahora llamado ¡°ayyyy, Baby Yoooda, qu¨¦ moooono¡±-, solo tienes que dejar la copa de vino que te est¨¢s tomando mientras cocinas sobre el m¨¢rmol, a la distancia que sea, y pensar ¡°esto se va a caer¡±.
En los siguientes minutos -y de manera completamente inexplicable- el codo que antes ten¨ªas a m¨¢s de un metro y medio, una cuchara de madera desafortunada con vida propia o un gamusino pertinaz habr¨¢n hecho de las suyas y la copa estar¨¢ tumbada, el vino esparramado y, si tienes un poco de mala suerte extra, los trozos de cristal incrustados en el delicado y caro rodaballo salvaje que estabas fileteando.
Tambi¨¦n cuenta cuando te dicen que el que te vas a romper eres t¨². Ah¨ª va el doloroso -y no es un eufemismo- testimonio de Lakshmi Aguirre: ¡°Uso la mandolina cada d¨ªa y no me corto, hasta que alguien me dice ?cuidado, no te cortes! Y zasca. Otra yema de dedo que se va a la basura¡±. ?A ti te ha dolido? A m¨ª s¨ª.
Si te dejas algo en el fondo del carro de la compra no es una lata de conservas: es mantequilla
Es otro de los sinos de Lakshmi Aguirre, que ha tenido que sacar m¨¢s de una vez -haciendo virguer¨ªas para evitar el desparrame y el consiguiente desastre-, una masa viscosa recubierta de papel sulfurizado. ?Las aceitunas, los tarros de lentejas, la salsa Perrins, la pimienta y todas esas cosas que ni ensucian ni se estropean? Todas bien y en su sitio, gracias.
El microondas siempre calienta m¨¢s el plato que la comida
Da igual lo que intente calentar Patricia Tablado: ¡°Despu¨¦s de pasar un par de minutos en el microondas, el plato es lava y la comida sigue helada como cuando entr¨®¡±. ?Dos minutos m¨¢s, por si acaso? Ya puedes participar en Blown Away (y, mientras soplas, calentarte la pasta en una sart¨¦n).
La ley de la gravedad es m¨¢s ley que las de Murphy
David Remart¨ªnez cree que el horno se la tiene jugada, pero no por lo que pasa cuando tiene la comida dentro, sino por lo que sucede cuando sale de all¨ª. ¡°Por no protegerme como es debido, por confiar demasiado en mi capacidad para mantener pesos en equilibrio, o por ambas causas, he tirado al suelo pescados, paellas, pizzas¡±, cuenta nuestro colaborador asturiano de cabecera, que termina desnudando su alma con la madre de todas las confesiones. ¡°He tirado hasta una bandeja entera de ternasco asado, que hube de recoger de las baldosas y cuya salsa lam¨ª all¨ª mismo de impotencia. Y porque estaba muy rica¡±.
Si est¨¢s pelando o picando chiles, te picar¨¢n los ojos¡ y te los rascar¨¢s
Y cualquiera que manipule habitualmente estos parientes picantes del pimiento, sabe que eso no es lo peor que puede pasarte si hay mucosas implicadas (y hasta aqu¨ª podemos leer).
Si un libro o un blog tiene una receta que no est¨¢ del todo bien explicada, ser¨¢ la elegida para ese d¨ªa especial
Precisamente el d¨ªa que tu intuici¨®n ha decidido irse a las Bahamas -malas noticias: para la intuici¨®n y la inspiraci¨®n no hay limitaciones de movimiento ni en tiempos pand¨¦micos-, y te pasar¨¢s un buen rato dudando en qu¨¦ momento hay que poner el pollo para que no te quede ni un sashimi ni una mojama.
?Tienes alguna ley de Murphy culinaria para a?adir? Cu¨¦ntalo en los comentarios y ver¨¢s como no est¨¢s solo en tus cuitas.
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