El gatillazo de los ¡®pollofres¡¯: las tiendas de dulces con formas sexuales se extinguen
En 2021 abrieron en Espa?a decenas de locales que vend¨ªan uno de los productos de moda: el gofre con forma de pene. Hoy estos dulces er¨®ticos no causan furor, y la gran mayor¨ªa de los establecimientos han cerrado
Los gofres con forma de pene tomaron las calles de muchas ciudades espa?olas hace solo dos a?os. Varios meses despu¨¦s del fin del confinamiento, ah¨ª estaban los pollofres para ofrecer un rato de az¨²car y desverg¨¹enza. Y en locales en los que antes se preguntaba por tallas de zapatos o modelos de camisas, se empezaron a escuchar frases como ¡°?hasta el fondo o la puntita?¡± o ¡°?a ti te gustan las morenitas, verdad?¡±. Esta moda no ha durado demasiado, y en la actualidad una buena parte de estos establecimientos han cerrado. Las preguntas indiscretas ahora ya no sirven para elegir toppings.
La tienda con la que comenz¨® esta tendencia de los gofres er¨®ticos, La Poller¨ªa, abri¨® en el madrile?o barrio de Chueca en diciembre de 2019. El propietario, Pedro Buerbaum, ten¨ªa una helader¨ªa y quer¨ªa diversificar el negocio, as¨ª que opt¨® por poner una pasteler¨ªa. ¡°?Por qu¨¦ eleg¨ª pollas? Pues¡ no s¨¦, la verdad¡±, cont¨® a EL PA?S poco tiempo despu¨¦s de la inauguraci¨®n. Aquello fue un absoluto ¨¦xito, y unos meses m¨¢s tarde, en marzo de 2020, otra empresa mont¨® un local similar en Barcelona. No obstante, la pandemia de coronavirus paraliz¨® esta expansi¨®n dulce y genital.
Tras el fin de las restricciones comenz¨® la invasi¨®n nabal (s¨ª, con b). Durante el 2021 las principales capitales de Espa?a ten¨ªan su plaza del ayuntamiento, su casco hist¨®rico y su tienda de pollofres. Se desat¨® una histeria peniana en el pa¨ªs y algunas calles parec¨ªan la consulta de un ur¨®logo. En Sevilla, por ejemplo, hab¨ªa que esperar una cola m¨¢s grande que la que luego te vend¨ªan: seg¨²n El Correo de Andaluc¨ªa, hac¨ªan falta casi dos horas para entrar en La Verguer¨ªa en sus primeros d¨ªas de funcionamiento. Lo mismo ocurri¨® en Logro?o, Santa Cruz de Tenerife o Murcia, donde la apertura de un local de este tipo ¡°despert¨® una gran expectaci¨®n, sobre todo entre gente joven¡±, tal y como describi¨® un medio local.
El fin de la gracia
Pero todo este furor por los pasteles inspirados en los pa¨ªses bajos -s¨ª, en min¨²sculas- result¨® ser una moda gastron¨®mica m¨¢s. Como ocurri¨® con los locales de empanadas argentinas o los que serv¨ªan boles de cereales, la mayor¨ªa de ¨¦stos tambi¨¦n perdieron clientela de forma progresiva. As¨ª, en los ¨²ltimos meses han cerrado tiendas de gofres er¨®ticos en Vigo, Algeciras, Toledo, Le¨®n, A Coru?a, Murcia, San Sebasti¨¢n, Pamplona, Girona, Las Palmas de Gran Canaria, Vitoria, Santiago de Compostela, Zaragoza, Valladolid, Madrid o Sevilla, entre otras localidades.
¡°Este es un producto que pega un boom fuerte y luego se cansan muy r¨¢pido de ¨¦l¡±, comenta Manuel Rodr¨ªguez, expropietario de La Kikita, una marca con la que lleg¨® a tener tres locales (dos en Madrid y uno en San Sebasti¨¢n). ¡°Durante las ocho o 10 horas que est¨¢bamos abiertos, hac¨ªamos entre 300 y 400 gofres al d¨ªa en el 2021¡å, cuenta Manuel. ¡°Despu¨¦s las ventas empezaron a bajar poco a poco hasta que vimos que no merec¨ªa la pena seguir. Con el tiempo, una vez que ha pasado la novedad, a la gente le deja de hacer gracia¡±.
Seg¨²n Manuel, en La Kikita ofrec¨ªan un buen producto, m¨¢s all¨¢ de la experiencia asociada a este tipo de negocios: ¡°Intent¨¢bamos buscar materia prima de calidad: la masa se la compr¨¢bamos a un proveedor de Madrid, los chocolates ven¨ªan de Sevilla¡¡±. El precio, cuatro euros por un gofre de 14 cent¨ªmetros (bien, en la media, escala 1:1). ¡°El molde femenino que patent¨¦ ten¨ªa tambi¨¦n el mismo tama?o, no puedes cobrar esa cantidad por algo min¨²sculo¡±, apunta este empresario.
¡°La broma te puede durar un d¨ªa, pero si vienen otro, es ya por el dulce. Nosotros incluso ten¨ªamos distintos tipos de masa: cl¨¢sica, de chocolate, vainilla¡ Aunque es verdad que la negra daba mucho juego¡±, detalla entre risas Rodr¨ªguez. A pesar de ello tuvo que cerrar los locales de forma paulatina: primero el de Callao, luego el de Chueca y al final el de San Sebasti¨¢n, que solo estuvo abierto un a?o. ¡°La mayor¨ªa de estos establecimientos, el 90%, ha cerrado. Queda alguno, s¨ª, pero es algo muy residual ya¡±, asegura.
La resistencia pollofrera
Gildo Tremonti es uno de los pocos que a¨²n resisten en este sector. Cuenta que comenz¨® a hacer gofres er¨®ticos hace seis a?os en su helader¨ªa de Barcelona, pero solo los vend¨ªa ¡°por la noche, cuando ya se hab¨ªan ido las familias¡±, le daba verg¨¹enza ofrecerlos antes. Tras el mencionado auge de finales de 2019, decidi¨® dedicarse por completo a elaborar este producto bajo la marca Dick Waffle. ¡°El primer boom fue durante la pandemia, cuando dejaban recoger pedidos en el local¡±, comenta Tremonti. ¡°En la ¨¦poca m¨¢s fuerte llegamos a vender casi 1.200 pollofres en un d¨ªa¡±.
Eso era antes, claro, porque la demanda decreci¨® con el paso del tiempo: ¡°Est¨¢ pasando la moda y se est¨¢ estabilizando el mercado. Hemos pasado de picos de m¨¢s de mil unidades a vender 400 los d¨ªas buenos¡±, dice Gildo. ¡°Es un producto con el que te r¨ªes, pero vas a probarlo una o dos veces, no m¨¢s. Para evitar esto hemos apostado desde el principio por elaborar una masa muy buena con mantequilla, aroma de vainilla¡ Gracias a ella tenemos buena reputaci¨®n y hay gente que vuelve¡±.
En Dick Waffle tambi¨¦n hay chochofres, pero la proporci¨®n de ventas es mucho menor: el 90% pide el pollofre, seg¨²n el propietario. Este dulce de 17 cent¨ªmetros -bienaventurados aquellos- cuesta en la tienda barcelonesa 4,90 euros con los toppings incluidos. Han intentado diversificar la oferta, pero la gente quiere el producto original, por el que empez¨® todo esto: ¡°He hecho helados con la misma forma, pero se venden solo en verano. Y aun as¨ª, la clientela sigue prefiriendo el gofre¡±.
En la actualidad este empresario italiano tiene un local propio en Barcelona, dos franquicias en Madrid y una en Lloret de Mar. Las que montaron en Girona y Algeciras cerraron a los pocos meses. ¡°Para que funcione se necesita mucha afluencia de gente diferente casi cada d¨ªa¡±, declara Gildo. En su opini¨®n, este sector no va a desaparecer del todo, ¡°porque si haces un buen producto con una buena masa es un gofre, en definitiva¡±.
Lo cierto es que ya no se ven aquellas colas enormes para conseguir un pollofre. Muchas de las tiendas que abrieron por toda Espa?a han cerrado al ver que la locura por este dulce era solo transitoria. ¡°A lo mejor dentro de unos a?os se vuelven a montar y hay otro boom; estas cosas funcionan as¨ª¡±, augura Manuel Rodr¨ªguez, expropietario de La Kikita. Qui¨¦n sabe. De momento parece que la mayor¨ªa de los gofres, al fin, volver¨¢n a ser cuadrados.
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