Dulce de leche casero
Si te gusta la versi¨®n de supermercado de esta gozada vacaburr¨ªstica que nos descubri¨® el Cono Sur, espera a probar su versi¨®n artesanal, m¨¢s placentera y adictiva que toda las obras completas de Quino.
No s¨¦ a vosotros, pero a m¨ª las vacaciones me dan unas ganas de cocinar tremendas. El tiempo libre hace que me apetezca ponerme a hacer recetas m¨¢s laboriosas que la Larga Marcha, en contraposici¨®n a unas temperaturas que me piden a gritos que me aleje del horno y me meta en el congelador.
Mientras gestiono unos billetes a Siberia, busco un punto medio para calmar mis ansias de proyectos a largo plazo que no me lleven a un perreque por calor y que no tengan como resultado estofados que me vayan a dejar digiriendo tres semanas como una constrictor. Si adem¨¢s de poder zumb¨¢rnoslos al momento nos van a proporcionar satisfacci¨®n durante una larga temporada, el tiempo que les dediquemos estar¨¢ todav¨ªa mejor empleado.
Por eso, tras descubrir en El atlas comestible (Editorial Roca, 2015) de Mina Holland ¨Ca la que entrevist¨¦ hace un tiempo para El Pa¨ªs Semanal¨C, una receta que no parec¨ªa un contrato de esclavitud con la olla, me decid¨ª a hacer mi primer dulce de leche 100% casero. El libro de la editora de gastronom¨ªa de The Guardian, un compendio de cocina internacional divertido y sin pretensiones, hizo que me picara, y me puse manos a la obra (si quer¨¦is ver si os pasa lo mismo con sus recetas, aqu¨ª pod¨¦is encontrar unas cuantas). Alguna vez hab¨ªa hecho una de esas versiones en las que hierves una lata de leche condensada durante una cantidad ingente de tiempo, pero nunca me hab¨ªa pegado el currazo de hacerlo desde cero. Decir que el resultado vale la pena es quedarse corto: si sus versiones industriales cada vez llevan m¨¢s aditivos para espesarlo artificialmente y la casera que se consigue con la leche condensada es bastante plana, ¨¦sta es una fiesta para los sentidos.
Primero, por el olor que impregnar¨¢ toda vuestra casa, como a leche y caramelo tostado; segundo por su aspecto sedoso y su textura, y tercero por un sabor l¨¢cteo, arom¨¢tico y dulce sin empalagar que os volar¨¢ la tapa de los sesos al primer bocado. Pod¨¦is tomarlo tal cual en tostadas, usarlo para hacer tartas o reposter¨ªa o como ingrediente para vuestros helados caseros (si sois m¨¢s vagonetas, simplemente mezcladlo con un buen helado de vainilla). Si cre¨¦is que jam¨¢s en la vida podr¨¦is comeros 1,5 kg de dulce de leche y os pregunt¨¢is si no se puede hacer menos cantidad, la respuesta es: se puede, pero no vale la pena. As¨ª que pensad a qui¨¦n quer¨¦is hacer feliz (Taylor), repartid el supuesto sobrante en tarritos y dejaros querer.
Dificultad: Es f¨¢cil, pero laborioso.
Ingredientes
Para 1,5 k
- 1,2 k de az¨²car blanquilla
- 4 l de leche entera
- 1 ramita de vainilla, cortada por la mitad a lo largo
- 1 cucharadita de bicarbonato s¨®dico.
Instrucciones
?Has tenido problemas preparando esta receta o cualquier otra de El Comidista? Escribe a la Defensora del Cocinero: defensoracomidista@gmail.com
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