Seis variantes de torrijas para resucitar antes del tercer d¨ªa
No solo de leche, huevo y canela vive este dulce: existen, casi, tantas torrijas como paladares y tradiciones. Repasamos algunas de ellas para celebrar gozosos la Resurrecci¨®n del Pan del D¨ªa Anterior.
Hay platos en los que estamos de acuerdo y recetas que nos vertebran. Y eso en un pa¨ªs como Espa?a es un milagro; si no, piensen en la tortilla y en todo su ¨¢rbol geneal¨®gico, en la disputa entre la cocina de vanguardia y el puchero o en el pollo que se monta cada vez que alguien altera alguno de los ingredientes de la sacrosanta paella. Curiosamente, en Semana Santa no se forma ning¨²n Cristo con las torrijas, esas tostadas que gustan por igual a devotos y ateos; a golosos y no tanto. Y mira que hay variantes y reciben tambi¨¦n nombres diferentes, pero nadie se altera; muy al contrario, ese trozo de pan resucitado nos sienta a todos a la mesa. Sin distinci¨®n de paladar o creencias. Porque por haber hay hasta versiones veganas de este milagro culinario.
Y aqu¨ª me tienen: dispuesto a multiplicar los panes para que esta semana se les haga, acaso, m¨¢s dulce o salada, seg¨²n tengan el ¨¢nimo. De entre todas las posibilidades, he seleccionado estas seis recetas con las que volver¨¢n a la vida, a lo sumo, al segundo d¨ªa. Pero si conocen alguna m¨¢s, no rompan esta bendita paz social; mejor lo escriben en los comentarios y as¨ª nadie sale crucificado. ?Al cielo con ellas!
Torrijas tradicionales
Pan, leche, huevos, aceite, canela, az¨²car o miel. Hacer torrijas es casi tan f¨¢cil como com¨¦rselas, qu¨¦ les voy a contar. Aunque, ojo, conseguir que queden cremosas por dentro y con el borde del pan crujiente tiene su miga. En El Comidista hemos explicado varias veces c¨®mo hacer este tipo de torrija m¨¢s can¨®nica: como ejemplo, la receta con la que Mikel L¨®pez Iturriaga, el jefe de todo esto, invoca a su madre cuando la echa de menos.
A saber: se cuece un litro de leche con tres cucharadas de az¨²car y una rama de canela durante 10 minutos a fuego suave, con cuidado de que no hierva. Mientras se templa la leche, hay que cortar el pan en rebanadas de dos dedos de grosor. Se saca la canela de la leche, se reparten las rebanadas en una fuente baja y se mojan con la leche templada. Importante: hay que dejar que se empapen bien durante unos 10 minutos y luego, ya s¨ª, se escurren ligeramente.
Luego se pasan las torrijas por huevo batido, se fr¨ªen con aceite muy caliente y se sacan a un plato con papel de cocina. Y la guinda final, que ya sabr¨¢n: las torrijas se revuelcan en una mezcla de az¨²car y canela y de ah¨ª a la fuente (o a su est¨®mago, directamente). "Es una torrija a la que podr¨¢s llamar 'tradicional' si eres m¨¢s bien del Norte de Espa?a", aclara el Kim-Jong-un de El Comidista. "Pero si te tira m¨¢s el Sur, podr¨ªas cambiar el az¨²car del rebozado por un alm¨ªbar de miel sin temor a ciscarte en la tradici¨®n. En cualquier caso, mis torrijas maternas est¨¢n buen¨ªsimas calientes y a temperatura ambiente, y mejor consumirlas en el d¨ªa sin que pasen por la nevera".
Torrijas tradicionales algo m¨¢s liberales
Pero las torrijas m¨¢s conservadoras pueden tener su puntito moderno. No hace mucho, planteamos aqu¨ª una batalla para dilucidar qui¨¦n hac¨ªa la torrija m¨¢s perfecta: si Pepe Rodr¨ªguez, de El Boh¨ªo; Xavier Barriga,?al frente de Turris y uno de los panaderos m¨¢s importantes de Espa?a; la emperatriz de la cocina tradicional, Angelita Alfaro; o el enigm¨¢tico Falsarius Chef. El resultado ya lo conocen -y si no p¨®nganse el v¨ªdeo con el veredicto, que es gratis-. Lo que s¨ª les voy a contar son sus diferentes recetas.
En la de Barriga, por ejemplo, se hace una infusi¨®n de leche, piel de lim¨®n y canela y se moja en ella el pan de molde duro. Si lo van a hacer as¨ª aseg¨²rense de que el pan de molde que utilizan es grueso; similar, vaya, al que se usa para hacer las french toast. Luego este panadero pasa la torrija por huevo, la fr¨ªe en aceite de oliva y las reboza con az¨²car, aunque tambi¨¦n pueden espolvorearlas con canela en polvo y ralladura de lim¨®n. O, si les apetece algo m¨¢s dulce, la chef Alfaro les propone usar pan de brioche y a la leche infusionada a?adirle nata y esencia de vainilla. Ella las fr¨ªe, eso s¨ª, en aceite de girasol y las sirve con az¨²car y canela por encima.
Si ya est¨¢n salivando, esp¨¦rense. El medi¨¢tico cocinero Pepe Rodr¨ªguez usa pan duro y az¨²car lustre (az¨²car glas), pero en su receta las torrijas van acompa?adas de queso manchego tierno. Quiz¨¢s como un homenaje a su tierra natal -Illescas, en Toledo- o para tener en un mismo bocado ese contraste de dulce y salado. Pero si son ustedes m¨¢s de lo primero, anoten: Falsarius Chef emplea pan de molde r¨²stico y en rebanadas gruesas y lo empapa en dulce de leche diluido con leche evaporada. Y luego pasa las torrijas por la sart¨¦n untada con un poco de aceite de oliva y las espolvorea con canela.
Torrijas de chocolate
Ahora, ya s¨ª, babeen, porque lo que viene es de traca. Si hay alg¨²n nutricionista en la sala, que se tape los ojos o se una. Como su propio nombre indica, las torrijas de chocolate son una bomba, pero bendita bomba. Y, adem¨¢s, una vez al a?o, ya se sabe. Vamos, que hay excusa para ponerse manos a la obra.
Sobre su elaboraci¨®n, pueden hacerlas de m¨²ltiples formas: rallando el chocolate y espolvore¨¢ndolo al final o, bien, a?adiendo unas cucharadas de cacao en polvo a la leche. Pero, miren, ya que nos ponemos lo hacemos a lo grande, ?no les parece? Con esta receta, por ejemplo, de La Cocina de Masito. Donde todo sigue su curso natural -se mojan los trozos de pan en la leche, se pasan por huevo batido, se fr¨ªen, se sacan, se dejan enfriar- hasta que llega el summum: en una cazuela aparte se pone agua a hervir. Y encima, un plato hondo con el chocolate partido en trozos.
Las onzas se ir¨¢n deshaciendo, aunque si quieren estar m¨¢s seguros pueden meter un dedo y comprobar la textura. Y una vez fundido el chocolate, se ponen las torrijas encima -solo por un lado, que nos conocemos- y se espera uno a que se enfr¨ªen para que se solidifique el chocolate. Si son m¨¢s azucarados que una cumbre de osos amorosos en el Pa¨ªs Feliz, bueno, vale: pueden untar tambi¨¦n el otro lado con az¨²car y canela y despu¨¦s a?adir el chocolate fundido por la otra cara (pero no es lo que har¨ªamos nosotros, que conste).
Torrijas de vino tinto
De torrijas tambi¨¦n sabe un pu?ado Alfonso L¨®pez, cocinero y autor del blog Recetas de Rechupete. Esta otra variante que sigue es suya y har¨¢, adem¨¢s, las delicias de los m¨¢s puristas. Porque no solo de leche vive la torrija: en sus or¨ªgenes, el pan tambi¨¦n se mojaba en vino por aquello de que no todo el mundo ten¨ªa ganado, como cont¨® en este art¨ªculo nuestra querida Ana Vega. El asunto, ya lo ven, cal¨® hondo, pero vayamos por partes. En primer lugar, para la infusi¨®n del vino, L¨®pez detalla: "Se prepara la noche antes. En una cacerola de tama?o medio a?adimos 750 mililitros de vino, 400 mililitros de agua, la piel de la naranja, 300 gramos de az¨²car y la rama de canela. Lo ponemos a fuego medio-alto y lo dejamos hervir cuatro o cinco minutos. Pasado el tiempo apagamos el fuego y dejamos que repose, con la tapa puesta, durante la noche (al menos ocho horas)". Lo s¨¦, quiz¨¢s no quieran esperar tanto, pero, cr¨¦anme, merece la pena.
"Al d¨ªa siguiente", prosigue nuestro experto, "sacamos la canela y la piel de naranja de la infusi¨®n que hemos preparado y comenzamos a hacer las torrijas. Cortamos el pan en rebanadas no muy gruesas. Reservamos. Y en un plato hondo batimos los huevos y los mezclamos con media cucharada sopera de az¨²car y una pizca de sal. Mezclamos bien hasta integrar todos los ingredientes. Y en otro plato a?adimos tres o cuatro cazos de la infusi¨®n de vino. Y pasamos la rebanada primero por el plato de vino y despu¨¦s por el huevo. Debe quedar impregnada por ambos lados, pero no debe chorrear".
El autor de esta receta de rechupete prepara una sart¨¦n grande con abundante aceite de girasol, la piel de un lim¨®n y una rama de canela y lo pone a fuego medio. "Cuando el aceite est¨¢ caliente y se ha impregnado bien de los aromas del lim¨®n y la canela, retiramos estos dos ingredientes y a?adimos el pan en la sart¨¦n. Dejamos que las rebanadas se doren por ambos lados, las sacamos y las dejamos en un plato sobre papel de cocina". Y se prepara, como siempre, esa mezcla de az¨²car y canela. Pero en esta receta hay un toque final.
"Con la infusi¨®n de vino que ha sobrado vamos a preparar un alm¨ªbar un poco m¨¢s espeso. Para ello, a?adimos 200 gramos m¨¢s de az¨²car a la cacerola donde ten¨ªamos la infusi¨®n. Dejamos que hierva a fuego medio-alto unos 15-20 minutos o hasta que se reduzca un poco el l¨ªquido y nos quede una textura algo m¨¢s espesa. Y, una vez lo retiremos del fuego, el alm¨ªbar terminar¨¢ de coger espesor por s¨ª solo. Dejamos que repose 10 minutos. Y rociamos ligeramente las torrijas con el alm¨ªbar de vino". ?Qu¨¦? ?Merec¨ªa la pena la espera, eh?
Torrijas de horchata
S¨ª, de horchata. Y ahora quien se ata el babero soy yo, porque pocas cosas hay que me gusten m¨¢s que esta bebida vegetal de chufa. La elaboraci¨®n de este dulce, como estoy seguro que habr¨¢n intuido, es m¨¢s sencilla que el mecanismo de un botijo. Cito al Consejo Regulador de la D.O. Chufa de Valencia: "Dejar las rebanadas de pan remojadas en horchata toda la noche -o unas horas- para que se empapen bien. Pasarlas por huevo y fre¨ªrlas en el aceite de girasol".
El motivo de utilizar ese aceite, explican, es para evitar que el aceite de oliva le quite protagonismo a la horchata y que se mantenga lo m¨¢s puro posible su sabor. Pero esperen, que falta algo m¨¢s: si ponen a cocer un poco m¨¢s de horchata, harina de ma¨ªz, una yema y una cucharadita de az¨²car tendr¨¢n un espesor semejante a unas natillas, que con un poco de az¨²car glas les servir¨¢ para coronar este manjsajshajh.
Disculpen, las babas.
Torrijas veganas
En El Comidista tambi¨¦n tenemos presentes a los que no toman leche ni huevos. Pero no por ello deben renunciar a este postre. Y si no que se lo digan a Laura Peris, autora de La Cazuela Vegana. Ella sustituye esos dos ingredientes por leche vegetal y harina integral de espelta y Maicena. Y su receta no tiene nada que envidiar: se calienta en un cazo la bebida vegetal junto con sirope de agave y canela sin que llegue, ya saben, a hervir. Y se vierte despu¨¦s en la bandeja con el pan para que las torrijas se empapen bien.
En otro recipiente se mezclan las harinas con un poco de agua para conseguir la consistencia del huevo batido. Se rebozan bien y de ah¨ª a la sart¨¦n con aceite de oliva. Aunque si quieren que sus torrijas sean algo m¨¢s ligeras, Peris les sugiere que las hagan al horno (a 200 ¡ãC durante 15-20 minutos, d¨¢ndoles la vuelta hasta que se doren).
Torrijas saladas
Puede que tanto dulce, sin embargo, les empalague. No pasa nada, tambi¨¦n hay torrijas saladas. Por ejemplo, con tomate y sardinas. La leche y el az¨²car se sustituyen, en este caso, por un tomate triturado y aderezado como contamos aqu¨ª. El proceso, eso s¨ª, es un pel¨ªn m¨¢s elaborado. Pero con un pan de miga densa tipo candeal y paciencia, lo tendr¨¢n hecho.
En primer lugar, hay que desescamar y limpiar las sardinas con agua fr¨ªa. Se les quita la cabeza y la tripa y se vuelven a juntar los dos lomos de cada una. Luego se ponen las sardinas que quepan en el fondo de un t¨¢per, sin amontonarlas, y se cubren con sal. Y se dejan, as¨ª, hora y media. Tras lo cual, se sacan, se lavan con cuidado y se pasan a un recipiente donde se cubren, ya, con aceite de oliva, un diente y medio de ajo, una peladura de lima y una hoja de laurel. Y se reservan.
Luego se corta el pan en rebanadas gruesas, como siempre, y se pone en una bandeja rectangular. Y, como ya se imaginan, se empapa con la sala de tomate. Para hacerla, se trituran a fondo tres tomates muy maduros con el medio diente de ajo sobrante, junto a 100 mililitros de zumo de tomate, 50 mililitros de aceite de oliva, unos 100 mililitros de agua y sal. Si les queda muy espesa, a?adan m¨¢s agua porque tienen que empapar bien el pan durante un m¨ªnimo de media hora. Y despu¨¦s viene la vinagreta, porque estas torrijas tambi¨¦n est¨¢n coronadas con una mezcla de 6 cucharadas de aceite, 2 de vinagre y sal. Y, despu¨¦s, lo t¨ªpico: a la plancha por los dos lados o en una sart¨¦n muy caliente untada con un poco de aceite para que no se peguen. Tras lo cual, se sirven con los lomos de sardina por encima y un poco de esa vinagreta.
Ep¨ªlogo: si no son muy fans de las sardinas pueden poner encima anchoas, jam¨®n, embutidos, unas lascas de bonito o cualquier verdura. Y si no quieren ponerse a desescamar, con una buena conserva de lata parecer¨¢ que han hecho todo el proceso. ?Al cielo con nosotros, cop¨®n!
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