Garbanzos, guisantes, menta y huevo

?Es posible juntar dos legumbres en un mismo plato con un par de ingredientes m¨¢s, que todo se prepare en menos de 10 minutos, que sea muy econ¨®mico y que adem¨¢s el resultado no solo no parezca comida de posguerra, sino que sea apetitoso, fresco y lleno de sabor? Si ten¨ªais alguna duda, desaparecer¨¢ si prob¨¢is este primero que naci¨® como plato ¨²nico vegetariano dominguero despu¨¦s de un s¨¢bado en el que tuvimos invitados prepar¨¦ una pierna de cordero.

Cocinar esta pieza sobre l¨¢minas de patatas, cebollas y boniatos que recojan sus jugos, y acompa?arla en la mesa con guisantes mezclados con menta, un poco de miel y vinagre me parece una de las mejores maneras de preparar comida para muchos sin dejarte la energ¨ªa vital en el intento. Pero los excedentes de menta fresca que quedan en la nevera, cuando me llaman a preparar alg¨²n plato r¨¢pido con ella para que no acabe languideciendo y en la basura, tambi¨¦n me han dado muchas alegr¨ªas: la ¨²ltima, esta combinaci¨®n simple, completa y rapid¨ªsima de dos legumbres tan diferentes como complementarias.

Aunque los guisantes sean leguminosas como los garbanzos, el hecho de que tomemos unos frescos y otros secos hace que adopten roles completamente diferentes en una receta. En este caso el guisante -aunque sea congelado, lo importante es que sea de buena calidad y no est¨¦ sobrecocinado- aporta un sabor herbal y una textura ligera. Los garbanzos quedan mantecosos y enteros: en mi caso son pedrosillanos, cocidos y refrigerados, los compro en Bonarea y son un b¨¢sico en casa por su versatilidad. El ajo, la menta, el aceite y el vinagre le ponen lo suyo a la fiesta del sabor, mientras la yema del huevo aporta un extra de salsa al conjunto.

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